Los sureños Lamb Of God lanzan al mercado "Resolution"su séptimo álbum de estudio contando entre ellos el lejano "Burn The Priest". Que editaron bajo esa misma denominación en 1998.
Los de Virginia se presentan en este álbum como punta de lanza de la llamada New Wave Of American Heavy Metal, lejos de denominaciones y etiquetas,, lo que encontramos en "Resolution" es un grupo maduro, consolidado, con muchas tablas a sus espaldas, ideas muy claras y que se posiciona como el heredero directo de los tristemente desaparecidos Pantera, llenando sus composiciones de riffs, rápidos, potentes como es el caso de "Desolation" con una potente batería en primer plano y voces desgarradas que da continuidad y cambia el paso tras el inicio lento y pesado con guiños a Black Sabbath con voz distorsionada que propone "Straight For The Sun".
Mas temas en la línea rápida y directa el acelerado "Guilty" con las voces de Randy Blythe solapandose sobre los riffs diabólicos de Mark Morton y Willie Adler, o "Invictus" con un inicio mas lento que va subiendo en intensidad gracias a la fantástica aportación durante todo el trabajo de la base rítmica a cargo Jhon Campbell al bajo y Christmas Adler a la batería.
Con algún toque mas sureño a cargo de las guitarras y con mucho groove "The Undertow" y "To The End". Siguiendo la estela del sonido de los Pantera del "The Great Southern Trendkill".
Adentrandose en sonoridades mas cercanas al numetal, con voces distorsionadas con filtros, muchos coros y un toque mas melódico "The Number Six", aunque en todo momento queda intacta su personalidad y su agresividad y no deja de ser un mero experímetro que rompe la rutina del disco, al igual que "Insurrection" con unas voces limpias al inicio y que va subiendo en intensidad, mezclando diferentes registros vocales.
Otra que se sale de las líneas maestras y rompe la tónica es la instrumental "Barbarosa" que aporta unos segundos de trégua con guitarras acústicas y nos transporta a lá segunda mitad del disco con temas como "Visitation" con Blythe desgarrando una vez mas sus castigadas cuerdas vocales al final de cada estrofa, mientras Morton y Adler intercambian poderosos riffs, o la mas hardcorera "Cheated" con una parte central con mucho groove y doble bombo incluido ,una delicia.
Guitarras limpias y acústica introducen la final "KIng Me" creando un ambiente muy tranquilo con la voz de Blythe muy comedida en una base muy melódica y con voz femenina de fondo que da paso a las voces agresivas y a un tema muy contundente con varios cambios de intensidad y que ofrece un recorrido sobre los diferentes registros estilisticos del grupo que pone el colofón arrastrando la voz de Brythe.
Un plástico muy potente cargado de canciones repletas de buenos riffs y mala leche, si te gusta el metal cañero dale una oportunidad por que te va a encantar
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