Siempre es de agradecer que un músico con el bagaje y trayectoría de Adrian Smith, archiconocido por su trabajo en Iron Maiden, y que a finales de los años 80 editó un disco bajo la denominación A.S.A.P., se arriesgue y nos ofrezca un material poco convencional, uniendo esfuerzos con el vocalista Mike Goddman, que lideró la banda Sikth.
Primal Rock Rebellion, parece más un proyecto puntual que no una banda al uso, ya que Adrian Smith ademas de encargarse de las guitarras del disco, tambien desempeña la labor de bajista y para la batería han contado con un músico de sesión en la persona de Dan Foord.
Bajo el título de "Awoken Broken" encontramos una colección de temas que si bien suenan contundentes en cuanto a sonido, son de dificil catalogación estilística, ya que encontramos algunos temas con una sonoridad muy oscura como "No Friendly Neighbor", donde Mike Goddman nos deleita con un amplio despliegue de voces, que serán la seña de identidad de la mayoría de los temas. "Bright As A Fire" que siendo tambien oscura, posee un estribillo muy melódico que alterna con partes muy potentes de batería y alguna ráfaga metálica que protagoniza la guitarra de Smith.
Mucho mas marchosa y dinámica "No Place Like Home" o "Savage World", con un protagonismo absoluto de las voces, si bien la segunda posee una parte más lenta que puede llegar a recordar a bandas como Korn, sobretodo por la forma de cantar de Goddman.
"I See Lights" tiene una sonoridad muy moderna, parece casi un tema industrial con un riff de guitarra frío y repetitivo, con coros y voces estilo discurso de fondo, en tanto que "Snake Ladders" tiene un ritmo lento, manteniendo una gran intensidad y un aire de lo más inquietante con esas voces graves y teatrales.
La canción que da título a la obra "Awoken Broken" pasa por ser de las más metálicas del album, sonando densa, con guitarras cortantes, y con una parte a 2 voces, mezclando voces guturales con otras más alocadas y sumando a esto un solo de guitarra muy melódico. Mas sorpresiva me ha resultado "Torture Tone" con un inicio que parece de caja de ritmo, para una canción con remalazos de tema de rock gótico ingles con ambiente decadente, muy parecida sensación es la que aporta la final "Mirror And The Moon", con guitarras acústicas incluidas.
Un disco cuanto menos curioso y interesante, que no tiene nada que ver con lo que se podría esperar de un músico de escuela clásica como Adrian Smith y que personalmente creo que hay que tomarse como una colaboración puntual entre ambos músicos.
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