Cuatro largos años han tardado los suecos Coldworker en editar su tercer plástico "The Doomsayer´s Cell", para la grabación han contado con la inestimable ayuda del músico y productor Dan Swano (Opeth, Theatre Of Tragedy) quien superviso las sesiones en los Soundlan Studios y el posterior proceso de mezcla en Unison Studios.
Pese a su origen sueco, el estilo que practican Coldworker, es una potente mezcla de Death Metal de corte americano y el grind Europeo, ejecutando unos temas plagados de guitarras asesinas, rápidas rafagas de doble bombo y la poderosa voz de Joel Fornbrant, en unos temas donde hay más carga melódica que en anteiores grabaciones.
"A New Era" con su lento inicio marca el arranque para un tema compacto, con unas guitarras muy fuertes, que dan al corte un aire muy denso, muy del estilo del Death Metal de Florida de mediados de los noventa, gracias a la tortuosa voz de Joel Fornbrant y el doble bombo que da mucha intensidad al tema.
Pero si hay algo característico del sonido de Colworker es su pasion por los ritmos vertiginosos de guitarra y la pegada de su batería Anders Jakobson, todo "un pulpo" tras los tambores. No pueden faltar temas como "Monochrome Existence", que pese a su inicio lento contiene momentos trepidantes que se alternan con guitarras trasheras o "The Reprobate" donde han contado con la colaboración de Jason Netherton de los americanos Misery Index que apoya en las voces.
Tampoco faltan temas con estructuras más complejas, y donde la banda da un paso al frente a nivel compositivo, otorgando más protagonismo a las guitarras de Daniel Schröd y Anders Bertilsson que se muestran mas melódicas, es el caso de "Vacum Fields", con su infernal parte central y que trae al recuerdo a Nasum o "Becoming The Stench", que tiene mayor dinamismo en las voces.
Mas encaminado hacia el trash-death, la seminal "Murderous", donde destaca el distorsionado bajo de Oskar Palsson, y los rápidos riffs de guitarra que imprimen un ritmo vertiginoso al tema, o la directa "Living is Suffering" en la que se fusionan perfectamente guitarras metaleras con las progresiones grind, conduciendo el tema a un final devastador.
Las raices mas death-metaleras quedan representadas por "The walls Of Eryx" donde la voz de Joel Fornbrant suena mas hiriente que nunca junto a las gruesas guitarras, dando al corte un aire dramático. Mientras que la oscura y intensa "Flesh World" sirve para que la batería de Andre Jakobson soporte todo el peso sonoro,permitiendo que las guitarras dejen huella de su contundencia en las partes lentas y de su vivacidad en los fraseos más speedicos.
Un trabajo muy completo donde Coldworker lejos de repetirse en sus estructuras, muestra una clara intención de desarrollar un estilo único y personal, proponiendo la fusión entre sus diferentes influencias dentro de la música extrema, en unos temas muy maduros y que dotan a los suecos de una personalidad propia.
Pese a su origen sueco, el estilo que practican Coldworker, es una potente mezcla de Death Metal de corte americano y el grind Europeo, ejecutando unos temas plagados de guitarras asesinas, rápidas rafagas de doble bombo y la poderosa voz de Joel Fornbrant, en unos temas donde hay más carga melódica que en anteiores grabaciones.
"A New Era" con su lento inicio marca el arranque para un tema compacto, con unas guitarras muy fuertes, que dan al corte un aire muy denso, muy del estilo del Death Metal de Florida de mediados de los noventa, gracias a la tortuosa voz de Joel Fornbrant y el doble bombo que da mucha intensidad al tema.
Pero si hay algo característico del sonido de Colworker es su pasion por los ritmos vertiginosos de guitarra y la pegada de su batería Anders Jakobson, todo "un pulpo" tras los tambores. No pueden faltar temas como "Monochrome Existence", que pese a su inicio lento contiene momentos trepidantes que se alternan con guitarras trasheras o "The Reprobate" donde han contado con la colaboración de Jason Netherton de los americanos Misery Index que apoya en las voces.
Tampoco faltan temas con estructuras más complejas, y donde la banda da un paso al frente a nivel compositivo, otorgando más protagonismo a las guitarras de Daniel Schröd y Anders Bertilsson que se muestran mas melódicas, es el caso de "Vacum Fields", con su infernal parte central y que trae al recuerdo a Nasum o "Becoming The Stench", que tiene mayor dinamismo en las voces.
Mas encaminado hacia el trash-death, la seminal "Murderous", donde destaca el distorsionado bajo de Oskar Palsson, y los rápidos riffs de guitarra que imprimen un ritmo vertiginoso al tema, o la directa "Living is Suffering" en la que se fusionan perfectamente guitarras metaleras con las progresiones grind, conduciendo el tema a un final devastador.
Las raices mas death-metaleras quedan representadas por "The walls Of Eryx" donde la voz de Joel Fornbrant suena mas hiriente que nunca junto a las gruesas guitarras, dando al corte un aire dramático. Mientras que la oscura y intensa "Flesh World" sirve para que la batería de Andre Jakobson soporte todo el peso sonoro,permitiendo que las guitarras dejen huella de su contundencia en las partes lentas y de su vivacidad en los fraseos más speedicos.
Un trabajo muy completo donde Coldworker lejos de repetirse en sus estructuras, muestra una clara intención de desarrollar un estilo único y personal, proponiendo la fusión entre sus diferentes influencias dentro de la música extrema, en unos temas muy maduros y que dotan a los suecos de una personalidad propia.
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