Formados a
finales de 1999, los finladeses Burning
Point han conseguido que su nombre sea reconocido por todos los
seguidores del power metal, para la grabación de su quinto disco “The Ignitor”,
decidieron entrar en los Helgate Studios para dar forma a 13 temas que posteriormente fueron
masterizados en los estudios Tico Tico bajo la supervisión de Ahti Kortelainen
. La fantástica portada ha sido obra del artista Felipe Manchado, quien ha
ilustrado anteriormente los trabajos de bandas como Rhapsody Of Fire,
Iron Savior o Blind Guardian.
A lo largo
de su carrera el sonido de Burning Point ha ido evolucionando hacia un power
metal melódico muy influenciado por la sonoridad y estructura de las bandas
alemanas, a lo que ellos añaden una importante dosis de teclados, lo que les da
un aire mucho más melódico, que en ciertos cortes puede llegar a adentrarse en
terrenos más propios del metal progresivo.
Las melodías de
corte medieval conforman la apertura de “Eternal Flame”, que rápidamente deja
espacio a las afiladas guitarras de un tema de apertura directo, con un ritmo
rápido, con la voz de Pete Ahonen exigiéndose en tonos altos y donde los
teclados se confunden con las guitarras antes del duelo, muy al estilo alemán,
entre Ahonen y Kolivuori. Mucho más contundente resulta el inicio de “In The
Fire´s Of Myself-Made Hell”, con la penetrante guitarra inicial que conduce un corte
con un estribillo in crescendo que cuenta con el apoyo de los coros y un sonido
mucho mas crudo y denso, donde el colchón de los teclados deja paso a los
ritmos entrecortados.
Tras los dos
trallazos iniciales el ritmo vertiginoso se ve ralentizado por el inicio
clásico de “In The Night”, un medio tiempo machacón, donde las melodías toman
protagonismo, junto a la contundente base rítmica y un efectivo estribillo formado
por un gran juego de voces, que deja clara la versatilidad de la banda. Burning
Point consiguen adentrarse en terrenos mas oscuros, donde las voces se muestran
mas comedidas, durante la interpretación del tema que da titulo al álbum “The
Ignitor”, donde las melodías de teclado destacan sobre el riff central del
tema, dejando paso a unos coros que le dan al corte un aire hímnico, que puede
llegar a recordar a los medios tiempos de los primeros Edguy, y que nos muestra
la cara mas comercial de los finlandeses.
“Silent
Scream”, es otro medio tiempo con aire baladístico, donde las voces acompañan a
la base rítmica, formada por el bajo de Jukka Jokikokko y la batería de Jussi
Ontero, en un tema que va ganando intensidad gracias a las subidas durante el
estribillo, y que contiene un bonito solo de guitarra basado en la melodía
vocal de Pete Ahonen. Las guitarras más rápidas retornan en el principio de la
pegadiza “Heaven And Hell”, llegando a recordar musicalmente a Stratovarius, pero
apostando por una voz mucho mas agresiva, que llega incluso a doblarse en
algunas partes, consiguiendo dotar al tema de un aire metálico muy acertado,
que contrasta con el enganchoso estribillo, justo antes de la cabalgada
guitarrera de Pekka Kolivuori, muy en la honda del clásico Speed metal. En
cambio “Losing Sleep”, es un tema mucho mas complejo, donde el riff
entrecortado inicial deja paso a un medio tiempo intenso, en el que
destaca la amplia presencia de los teclados, que dan al tema una atmosfera progresiva,
volviendo a sonar las voces nuevamente más rasgadas, dejando espacio a un
amplio desarrollo instrumental de la mano de unas guitarras omnipresentes y muy
melódicas.
“Demon
Inside Of You”, pese a su ritmo potente, podría ser considerado como uno de los
temas más comerciales de “The Ignitor”, ya que su estructura es muy prototípica
del power metal melódico alemán, con un estribillo pegadizo, bien flanqueado
por los teclados, que le dan un toque sinfónico. Las voces más agudas y el
power metal más directo retornan de la mano de “Everdream”, en el que los
finlandeses apuestan por una gran colección de riffs cañeros que toman el
protagonismo junto con los coros, reforzando la consistente interpretación
vocal de Pete Ahonen, en un corte con mucho gancho, donde el teclado queda
relegado a las tareas de acompañamiento.
Con un ritmo más
pausado, mas cercano al hard rock y contando con unos coros grandilocuentes en
su parte inicial, que le dan un toque hímnico “Lost Tribe”, donde vuelven a
optar por la voces más rasgadas, en un corte en el que la banda se recrea en
los ritmos cabalgantes y una estructura quizás demasiado lineal.
De la misma forma
que “The Ignitor” se iniciaba con dos trallazos rápidos y directos, Burning
Point, deciden obsequiarnos en el tramo final de este trabajo con “Holier Than
Thou”, volviendo a rescatar para la ocasión las guitarras powermetaleras
y las voces más agudas, para redondear un tema trepidante, lleno de velocidad y
virtuosismo, donde destaca la presencia de los teclados y el duelo entre las
guitarras de Ahonen y Kolivuori.
Tras cuatro
álbumes de estudio, parece que con “The Ignitor”, Burning Point, han conseguido
reunir lo mejor de su sonido, en un disco que recoge sus composiciones más
maduras y trabajadas, dando forma a un plástico que resultará muy atractivo a
todos los fans del power metal más melódico.
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