Liderados por su guitarrista y
cantante Matthias “Metti” Zimmer, Perzonal War, llevan con este nuevo
lanzamiento 7 discos de estudio en los últimos 16 años. Si bien es cierto que
nunca han conseguido abandonar la escena underground que les vio nacer, lo
cierto es que con trabajos como “Different But The Same”, en el que colaboro
Victor Smolski en un par de solos o “Faces”, la banda ha conseguido hacerse un
nombre entre los seguidores del thrash metal europeo.
Si ya en su anterior “Bloodline”,
uno de los puntos fuertes fue la producción, en esta ocasión los alemanes han
seguido la línea anteriormente marcada y para esta nueva entrega han decidido
seguir apostando por una producción de auténtico lujo, en la que su sonido ha
ganado en matices, y eso se nota desde la inicial “Regression Of The Art”, con
las guitarras sonando en primer plano, llevando veloces el peso de un corte
donde la batería , con sus potentes ráfagas de doble bombo, imprime una
velocidad de vértigo al ritmo dinámico y contundente, que recuerda al thrash
metal de corte europeo que practican bandas como In Flames, pero dentro del
cual hay espacio para amplios desarrollos melódicos qué ayudan a equilibrar un tema repleto de potencia
metalera, con un estribillo muy pegadizo. Aunque la nota predominante durante
todo el disco sea el thrash metal más agresivo y cañero, Perzonal War, a lo
largo de su dilatada carrera han demostrado que también saben facturar piezas
cargadas de heavy metal denso, como en el caso de “Tongues Of Cleavage” donde
las guitarras rítmicas suenan secas, rotundas y cortantes, mientras las voz de Matthias Zimmer aporta ese
registro potente y grave, alejado de los tonos más chillones, consiguiendo
plasmar un registro contundente que puede llegar a recordar al Hetfield más
agresivo.
Las guitarras de Matthias Zimmer
y Andreas Ballmus, se muestran
implacables en su ataque doble durante el arranque de “Dead Man´s Theories”,
mientras la contundente base rítmica, es la encargada de sostener la estructura
de un corte intenso, que suena potente y melódico a partes iguales, con fraseos
muy técnicos de guitarra que ayudan a evolucionar la propuesta musical de
Personal War hasta derroteros casi propios del thrash metal más progresivo,
gracias a los numerosos cambios de ritmo que impiden que el corte caiga en una
dinámica lineal y repetitiva. Es en temas como “Incarnation”, cuando Perzonal
War nos muestra su perfil más netamente heavy metalero, con unos riffs rabiosos
de guitarra junto a un ritmo pesado y machacón, que se entremezcla con las
partes del estribillo, que tienen una orientación muy novedosa y hasta cierto
punto moderna, dando al tema un toque muy original, consiguiendo transformar la parte final en una auténtica
tormenta sónica, donde el encargado de liderar el sonido de la banda, vuelve a
ser el doble bombo de Martin Buchwalter.
Después de haber escuchado en
repetidas ocasiones este “Captive Breeding”, resulta evidente lo complejo que puede llegar a ser, enmarcar a Perzonal
War, dentro de uno u otro estilo musical, y más si tenemos en cuenta que
en cortes como “The Cocoon”, los germanos muestran su cara más
experimental, consiguiendo conjugar diferentes formas de entender el metal,
pasando de los tempos más cadenciosos a las ráfagas más thrasheras y veloces, a
las que hay que sumar esos fragmentos melódicos que dan forma a un tema muy
heterogéneo que consigue mantener la atención del oyente durante sus más de
cinco minutos de duración. Adentrándose en sonoridades radicalmente opuestas,
con las guitarras y las voces sonando limpias y envolventes “The Last Day” o
“Candor Hurts”, un par de cortes en los que las guitarras van ganando fuerza
progresivamente, sonando cada vez más densas y donde Perzonal War apuestan por
imprimir altas dosis de melodía a su música, acercando su propuesta a la de bandas como Disturbed,
logrando ampliar sus miras alejándoles deliberadamente del thrash metal más prototípico
al que nos tienen acostumbrados. En cambio “Lost”, es una cañonazo mucho más
directo y crujiente, con las guitarras escupiendo riffs marcados, que recuerdan
a los que ejecutaba el tristemente desaparecido Dimebag Darrell, con la voz
principal sonando cruda y cavernosa, durante el poderoso estribillo que se ve
acompañado por el doble bombo, que consigue erigirse como protagonista junto a
los combativos coros, dando forma al que sin duda es uno de los temas más
destacables de este “Captive Breeding”.
Siguiendo con la tónica de
imprimir mucha garra y rotundidad a sus temas “Unfailing System”, donde la base rítmica se muestra compacta y
rotunda acompañada por un estribillo que invita a dar saltos y dentro del que
se incluye un solo de guitarra de lo más experimental, que tiende a contagiarse
de la velocidad endiablada de la batería, sacando a relucir las capacidades
técnicas de la banda. Cabe mencionar que uno de los aspectos más destacados de
“Captive Breeding”, es la labor del batería Martin Buchwalter, que se muestra
enorme durante todo el plástico, con unos rotundos cambios de ritmo, que le
convierten en una pieza clave para que el sonido de la banda pueda adaptarse a
diferentes atmosferas, dando a los temas un sabor especial, haciéndoles sonar
veloces cuando la situación lo requiere o aportando una intensidad poderosa,
como en el caso de “Tearing The Old”, un corte con un cierto aire power
metalero, con un sonido muy logrado en sus guitarras, donde Perzonal War
vuelven a mostrarse implacables aportando otro estribillo altamente coreable,
de los que se quedan grabados después de la primera escucha.
Otro ejemplo claro de la evolución que ha sufrido el sonido de Perzonal War es “Termination”, un corte en el que a modo de vendaval sonoro los alemanes recuren a su artillería más pesada en la primera parte, para posteriormente, llevar el sonido del tema por derroteros mucho más experimentales rozando en algunos momentos las sonoridades industriales, con voces filtradas y un sonido de batería muy rudo y cavernoso. Mucha melodía y unas guitarras menos agresivas es lo que podemos encontrar en “The End”, una nueva muestra de la capacidad de Perzonal War para facturar estribillos melódicos. Mientras que la final “My Fate”, vuelve a devolvernos a los terrenos más thrasheros con un tema directo, contundente muy de la vieja escuela donde las guitarras suenan con mucho nervio y dinamismo junto a unas voces que recuperan la mala leche mostrada durante la ejecución de los temas más rotundos.
Siempre hay gente que se queja de
que algunos grupos, una vez han dado con su sonido, se dedican a repetir la
misma fórmula hasta el aburrimiento, sin duda, este no es el caso de Perzonal
War, una banda que disco a disco, sabe reinventarse, aportando diferentes
matices e influencias a un sonido que, en sus raíces más profundas, está
instalado en el thrash metal melódico, aunque quizás a algunos de sus fans, les
pueda parecer, que esa búsqueda constante de nuevas sonoridades les pueda hacer
perder su personalidad primigenia En cualquier caso, “Captive Breeding”, es un
disco complejo , original, en el que se aúna la potencia y la melodía junto a grandes dosis de técnica instrumental. Un trabajo al que hay que acercarse con la mente abierta
y sin prejuicios.
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