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viernes, 21 de septiembre de 2012

ROAR-KING OF HELL




La aventura que emprendiera en solitario el  guitarrista Mario Cano, parece que con el paso del tiempo, se ha ido consolidando. Después  de la edición  de su demo en 2007, “Seeds Of Hate”, en la que Sergio “Kaiser”, se encargó de las voces y la programación de las baterías,  y la posterior  publicación en 2010 de su primer EP, ya con la inclusión de Manolo (Nolorch) a las guitarras rítmicas y Gerardo en la batería, que llevo por título el explícito  “Thrash Till Death… Metal For Life”, y que les sirvió para compartir escenario con bandas como Tankard o Onslaught,  es a principios de 2012, cuando el núcleo de la formación se completa definitivamente con la incorporación de Percy al bajo, decidiéndose a  entrar en los Anhell Studios para dar forma a su primer disco grande “King Of Hell”, contando con la colaboración en los controles de Angel Muñoz y encargándose del diseño gráfico de la portada  Juanjo Castellano .

“King Of Hell”, es una colección de temas, en los que  Roar nos ofrecen una ración de furioso thrash metal “old school”, en el que se conjugan, la fuerza y contundencia de las guitarras, con unas bases de ritmo demoledoras, todo ello aderezado con unas voces rasgadas y agresivas junto a unos coros potentes, cortos  y pegadizos, dando como resultado  una propuesta que de inmediato nos transporta a la época dorada del thrash metal europeo, una época donde bandas como Destruction o Kreator dominaban la escena. Pero no hay que llamarse a engaño, Roar no son únicamente una formación capaz de atronar nuestros tímpanos con su contundencia sonora, también saben aportar esas dosis técnicas, especialmente en  las escalas rápidas y majestuosas que aporta su guitarrista y principal compositor Mario Cano.

El disco arranca con la intro “A call To Arms”, con las guitarras de apertura escupiendo melodías más propias del metal más tradicional, que rápidamente dejaran paso a los fraseos incendiarios de “In The Name Of God”, donde Roar muestran todo su potencial en forma de riffs rápidos y malévolos, ideales para mover la cabeza frenéticamente, dejando claro desde los primeros instantes, que los suyo es el metal incisivo a velocidad de infarto, en el que tienen cabida los cambios de ritmo marcados por los redobles de batería, junto a una voz cruda y afilada que por momentos consigue sonar desesperada, consiguiendo dar forma a un tema directo y aditivo, con un final trepidante y acelerado. Si en el tema anterior, se podría decir, que era claramente reconocible la influencia del thrash metal europeo más clásico, en “Die With Dishonor” nos encontramos con ese regusto al thash americano de la Bay Arena, con esos riff envolventes y penetrantes, que te vuelan la cabeza, antes de la entradas  de los coros, que aportan dinamismo a un corte en el que los cambios de ritmo no son tan marcados, y en donde destaca  la mayor aportación técnica durante los solos de guitarra, mientras la voz de Kaiser consigue sonar demoledora en el final de cada una de las estrofas con esos gritos guerreros y rasgados.

El increscendo de la batería marca el inicio de “The Sleeping Giant”, un tema en el que la intensidad es la auténtica protagonista, con un aire más oscuro y con mayor presencia de los  coros, que reclaman su cuota de protagonismo, durante el desarrollo de un tema donde destaca la contundencia de la base rítmica formada por Gerardo y Percy, una dupla que suena  precisa y aplastante durante la primera parte del tema, para ceder posteriormente el testigo a  Mario Cano que dibujará  escalas  veloces e incendiarias sobre su mástil, dando al corte una orientación speed metalera. “Metal Or Death”, pasa por ser uno de los cortes que mejor podría definir la propuesta de Roar, toda una declaración de principios,  con un inicio brutal, con las voces de Kaiser doblándose, antes de dejar paso a los riffs veloces de guitarra, que se ven acompañados por las aceleraciones de batería, lideradas por el doble bombo, y donde han incluido unos estribillos pegadizos y guerreros junto a un técnico solo de guitarra que recupera la esencia de las melodías más heavy metaleras. Cabe destacar que el ultimo corte que se incluye en este “King Of Hell”, es una versión alternativa de “Metal Or Death”, en el que colaboran Patillas de Omission, Samuel de Agresiva , Juan Carlos de Metal Legion y Greñas de Wolfencross.

A pesar de que la velocidad no se detiene en el inicio de “We Are Roar”, los riffs, en esta ocasión, son más hard roqueros, pero están tocados a una velocidad endiablada, consiguiendo dar al corte un regustillo y ambiente  especial, pero sin perder, en ningún momento, su personalidad, un corte que podríamos decir,  que es más accesible,  pero que conserva todo su filo metálico y abrasivo, con las aportaciones vocales de Kaiser viéndose completadas por las voces guturales. En una honda mucho más seminal y agresiva  “Forces Of Evil”, un corte oscuro, con un baqueteo constante, en el que las guitarras vuelven a sonar atronadoras recordando a los mismísimos Slayer, con esos riffs afilados y cortantes, redondeando uno de los cortes más rápidos del disco,  con  Kaiser escupiendo sus textos con un registro más crujiente y contundente.

A pesar de que la apuesta de Roar esta inminente orientada hacia el thrash metal, hay auténticas perlas que merecen mención especial y destacada, y una de ellas es “Dark Passanger”, en la que Roar,  son capaces de intercalar fragmentos más propios del thrash metal con pinceladas black , con  momentos en los que predominan los riffs con influencias del metal más tradicional, como queda reflejado en las melodías de guitarra que sirven de puente antes de entrar en la rotunda parte final, donde se repite el estribillo volviendo al trepidante ritmo inicial. El baqueteo contundente y machacón es el encargado de conducir el rotundo tema que da título al álbum “King Of Hell” un corte extenso, en el que se  vuelven a producir cambios de ritmos muy marcados,  junto a esos rápidos fraseos de guitarra que denotan la potencia y agresividad que es capaz de transmitir el quinteto madrileño, evidenciando, que en directo deben sonar realmente potentes y convincentes.

Gratísima sorpresa la que ha supuesto este primer disco que Roar se han marcado,  un trabajo notable, con unos temas directos y asesinos, a los que quizás, les falte un poco de brillo en la producción, pero que en cualquier caso, nos muestran a una banda muy competente, con las ideas muy claras, sobre  cuál es su estilo y al público al que se dirigen. Si te gusta el thrash metal con raíces clásicas no los puedes dejar pasar.



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