Formados de las cenizas de
Geisha, Sergio Rodas (voz y guitarra) y David Romero (guitarra solista), emprendieron
una nueva aventura a finales de 2002 bajo el nombre de Sheratán. Tras grabar una
primera demo “Resurrección”, que generó muy buena acogida por parte de los
seguidores del heavy metal más tradicional cantado en castellano, se lanzaron a
la composición de los temas que se incluirían en su primer trabajo “Reencarnación”.
Sin conseguir el apoyo de ningún sello
discográfico, en 2008 publicaron de manera independiente su segundo
trabajo “La Maldición”, en el que debutó
su nueva base rítmica compuesta por el bajista Sergio Sánchez y el batería José
Salas, un álbum que les sirvió para compartir escenario con algunas de las
bandas nacionales más importantes dentro de la escena del metal como Mago de
Oz, Tierra Santa o Saratoga.
Cuatro años después del
lanzamiento de su último trabajo discográfico, los pacenses retornan nuevamente
de forma independiente con “Mundo Sin perdón”, un álbum grabado en el propio
local de la banda, en el que siguen apostando por un heavy metal de corte
clásico con pinceladas power metaleras y algunos guiños de carácter progresivo,
con los que han ido dando color y riqueza a un sonido contundente y agresivo, liderado por un rabioso ataque a 2 guitarras que se ve culminado por una voz melódica en
tonos agudos y una base rítmica demoledora.
Lejos de las acostumbradas intros
rimbombantes con las que se suelen abrir los discos, Sheratán han decidido
arrancar “Mundo Sin Perdón” de forma directa, mostrando desde el primer momento
su apuesta por un heavy metal clásico y potente de la mano de “Generación
Revolución” un trallazo incontestable liderado por unas primerizas guitarras
hard roqueras que rápidamente ganaran filo metálico viéndose secundadas por una
eficiente base rítmica, en una pieza de apertura, que lejos de ser el típico
trallazo directo y de estructura lineal, incluye unos muy interesantes cambios
de ritmo que le dan un aire dinámico, con las guitarras realizando extensas progresiones
que dejaran paso a un melódico estribillo que dotará al corte un inminente
toque hímnico, que se repetirá en muchos de los temas del disco. “En Manos Del
Odio”, se abre de forma incisiva, liderado por la batería de José Salas sumergiéndonos
de lleno
en una primera parte en la que Sheratán nos muestra su vertiente más
agresiva con unas rotundas voces
dobladas, al estilo Priest, que dejarán paso a unos afilados fraseos power metaleros
que velozmente conducirán el tema hacia unos desarrollos más melódicos, con las
guitarras dibujando escalas en unos tempos cuasi progresivos, antes de que la
base rítmica toque a arrebato para reincorporarnos al ritmo vertiginoso de un
tema agresivo y potente, con un estribillo ascendente, altamente coreable, donde
brilla especialmente la voz de Sergio Rodas.
La furia inicial de "Mundo
Sin Perdón" se reconducirá repentinamente dando forma a un up tempo
poderoso y aplastante, con un rotundo y contagioso estribillo donde Sergio nos sorprende con un
registro muy agudo, que puede llegar a recordar a los Saratoga de la época de
Leo Jiménez, gracias a unas fenomenales líneas vocales, en una letra dura y
reflexiva que está muy bien respaldada por una contundente dupla de guitarras. Los
tempos más cañeros y netamente metálicos tienen continuidad en el inicio de "Dame
Una Razón”, uno de los temas más directos y potentes de todo el álbum, donde el
cuarteto nos muestra por un lado, su cara más
contundente y agresiva pero donde también tienen cabida unos extensos
desarrollos instrumentales en los que Sheratán nos ofrecen unas excelentes y
melódicas líneas guitarreras para posteriormente sumergirnos en un final vibrante.
Con un nuevo inicio arrollador,
arranca “Eternamente” todo un vendaval metálico liderado por unos fraseos incendiarios
y una contundente base rítmica que dejará paso a unos acordes sostenidos, con cierto aire
arábico, que se enlazaran directamente con pequeñas partes entrecortadas antes
de desembocar en un estribillo bien trabajado, directo y contundente envuelto
por unos riffs afilados y unas voces agudas que nos demuestran la facilidad de
Sergio para llegar a las notas más
agudas dando agresividad y empaque a un corte en el que tienen cabida
diferentes ambientaciones, moviéndose a
medio camino entre el power metal melódico y el metal más tradicional,
redondeando un trallazo que no podrá
faltar en sus conciertos. Marcando el ecuador del disco y alejándose del power
metal más estándar "Resignación", con un inicio lento y melódico, que
poco a poco se va envenenando hasta convertirse en una pieza cruda y densa, con un excelente trabajo de su base
rítmica y una letra sentida y cruda que da dramatismo y profundidad a una
canción que va creciendo progresivamente dejando espacios para unos extensos
desarrollos instrumentales que sirven para el lucimiento solista de David
Romero.
Los ritmos veloces y las
cataratas de riffs speedicos vuelven a repetirse en " Jugar A Matar"
un corte con una evidente ambientación épica, y una estructura compleja y
cambiante, en la que se enlazan partes rotundas y densas con unas guitarras
poderosísimas, y unos estribillos
pegadizos y guerreros en los que las
voces vuelan en tonos altos junto a una base rítmica que se muestra poderosa y
efectiva. El inicio lento y cautivador de “Abrazo Final”, es simplemente un
espejismo, ya que tras el arranque conducido por los teclados y las voces
filtradas se esconde un tema potente y dinámico, cargado de melodías heavy metaleras con un bajo atronador
y unas guitarras cortantes y asesinas
que conseguirán arrastrarte a través de sus veloces riffs y sus rotundos
cambios de ritmo.
Línea muy similar sigue “Hija de Luzbel”, con
una melodía inquietante en el inicio, que va sonando cada vez más contundente
antes de pararse en seco para volver de
inmediato a arrancar con un ritmo más pausado, dejando paso a un tema con una
lírica de ambientación fantástica , donde nuevamente vuelven a adentrarse en terrenos épicos, gracias a las subidas de
intensidad y a unas cuidadas líneas vocales muy a lo 80´s, que llegan a sonar
realmente impactantes durante la parte central, para posteriormente dejar paso
a un desarrollo progresivo conducido por las guitarras, que desembocara en un
final lento con acordes limpios de guitarra. Sin abandonar la temática
mitológica y fantástica "Segunda Atlantis", el que para mí, es el
tema más directo y potente de todo el álbum, con una fantástica cabalgada liderada por la batería de José Salas , que dejará paso a un corte power metalero
cargado de melodía y contundencia, con unos estribillos muy cuidados y con un
final lento con las guitarristas
como protagonistas. En una honda
totalmente diferente, “Resurrección”, es la pieza con la que se cierra el disco, un rotundo medio tiempo con
unas guitarras arrolladoras, que
contiene unas inquietantes melodías vocales
que preceden a la entrada del estribillo,
dándole al tema un toque especial que le
hace alejarse un poco del resto de las
composiciones del álbum.
En resumen, un trabajo muy completo y
altamente recomendable para los seguidores del metal nacional y del power metal
en general, de una banda que a base de tesón y sacrificio ha conseguido sacar
adelante unos temas potentes y cañeros, muy bien trabajados en los que se notan
las largas horas invertidas en el local de ensayo, dando vueltas a unas
composiciones complejas y rotundas, que les tienen que servir para llamar la
atención de los amantes del metal más clásico, y más teniendo en cuenta el
detalle de Sheratán de ofrecer el disco, y toda su discografía, de manera
gratuita a través de su página web.
Muchas gracias Alfonso! nos alegra que te guste el disco, hasta muy pronto! un abrazo!
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