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viernes, 30 de noviembre de 2012

DORO+SEVEN-RAZZMATAZZ 2-BCN-25-NOV-2012




Hay artistas que a pesar de los años nunca pierden el tirón y el favor de su público, este es el caso de la rubia vocalista alemana Doro Pesch, una mujer que cada año, y casi de manera irremediable, nos visita contando siempre con el  inestimable apoyo de su fiel parroquia de seguidores que convierten en   éxito cada una de sus visitas. 
En esta ocasión, la excusa para la nueva venida de la carismática vocalista, era la edición de su nuevo trabajo "Raise Your Fist", una nueva colección de himnos en los que Doro vuelve a encarar 13 composiciones del más genuino metal teutónico, y para el que ha contado con la ayuda de algunas figuras destacadas como el vocalista inglés Lemmy Kilmister, líder de los legendarios Motorhead, o Gus G. guitarrista de Ozzy Osbourne.
Con un Razzmatazz  2  que presentaba todavía una muy pobre entrada, salían sobre las tablas, la potente formación, procedente de la República Checa Seven, un combo con una amplia experiencia a sus espaldas,  capitaneados por el virtuoso guitarrista, y único miembro fundador Honza Kirk Bëhunek, el cuarteto  se presentaba en Barcelona para ofrecernos un amplio repaso de su último trabajo "Freedom Call", que ha supuesto el debut de su nuevo vocalista Lukás Písarík
Aunque en un primer momento tuvieron que combatir con  la frialdad con la que fueron recibidos, los checos supieron, a base de entrega y de temas tan contundentes como "Wild In The Night" o "Freedom Call", dar la vuelta a la situación inicial consiguiendo enganchar al público con su poderoso heavy metal no exente de melodía.Pese a que su propuesta no es especialmente novedosa, lo cierto, es que el cuarteto consiguió captar la atención del respetable con algunos trucos escénicos muy vistosos, como el solo de guitarra hecho con un taladro durante "So Scare", al más puro estilo Paul Gilbert de Mr. Big, o los intercambios en la figuración entre bajista y guitarrista.
Destaco por encima de sus compañeros, el trabajo del guitarrista Honza Kirk Bëhunek, que brilló especialmente en el corte  instrumental  que precedió al ritmo rotundo y rockero de "Get It", extraído de su más reciente trabajo "Freedom Call", tampoco se olvidaron de sus anteriores lanzamientos ofreciéndonos una rotunda versión de "The Magnificient Seven", incluido en su disco de 2009 "Seven Deadly Sins", que su vocalista Lukás Písarík interpreto desde el curioso atril con el logo de la banda que presidía el centro del escenario.
Los cuarenta minutos de los checos, que fueron claramente de menos a más, culminaron con la melódica "The Road", que consiguió el apoyo del público acompañando el inicio con palmas, y la más cañera "Lost Hero", en la que Seven dejaron claro que su sonido gana muchos enteros cuando se deciden a pisar el acelerador, mostrándo su cara más agresiva y contundente.

Con una sala, que gracias al impulso final de última hora, llego a una media entrada larga, la expectación era alta de cara a la salida de la vocalista alemana. Con escenario muy trabajado, con un par de tarimas  en la parte trasera sobre las que a modo de atrezo se habían colocado dos calaveras de un tamaño considerable junto a  un enorme telón que reproducía la portada del último trabajo de la vocalista alemana. Con el ambiente lo suficientemente caldeado, el combo germánico salía dispuesto a dar lo mejor de sí, arrancando su actuación con un comedido "Hellraiser", que nos sirvió para adentramos en la actuación de la mano de una Doro  plenamente consciente, de que muchos de sus fans sienten especial predilección por los inicios de su carrera, y por los discos que facturó durante la década de los 80 con los míticos Warlock, así que no es de extrañar que la segunda canción de la noche fuera la aclamadísima "I Rule The Ruins", todo un pelotazo, con el que la gente estalló de alegría, mientras la vocalista nos mostraba su eterna y contagiosa sonrisa, demostrándonos que no ha perdido ni una pizca de su capacidad vocal, ni de su fuerza en escena, mostrándose como un auténtico "animal" de directo, haciendo constantemente participe del espectáculo a un público que coreo cada uno de los himnos que uno tras otro fueron cayendo, auténticos clásicos como "Burning The Witches" o "Fight For Rock", composiciones  que en pleno siglo XXI, siguen sonando tremendamente frescas y actuales, gracias en gran medida a una banda sólida y compacta que cree firmemente en su propuesta y en el infinito carisma de su vocalista.
Tras un primer tramo de concierto con  toda la sala entregadísima, rindiendo pleitesía a la “Reina del Metal”, llegaba el momento de bajar un poco el trepidante ritmo del show, con uno de los temas más recientes de Doro, el hímnico "The Night Of The Warlock", que abría su anterior trabajo de estudio "Fear No Evil", para sin apenas darnos respiro volvernos a transportar  a la década de los ochenta con la trepidante y cañera "Hellbound", con la que nuevamente toda la sala se dejó arrastrar por la velocidad y la energía de una vocalista que no dejaba de hacer headbanging, llegando incluso a bajar al foso para ceder el micrófono a las primeras filas, mostrando una comunión absoluta con sus seguidores. Tras el derroche de fuerza y entrega, llegaba el momento de dejarnos seducir por la contundente y contagiosa  melodía de "True As Steel", antes de ofrecernos la primera de las canciones nuevas de la noche, la pegadiza "Raise Your Fist In The Air", que puso a toda la pista a saltar, levantando todos al unísono los puños al aire, siguiendo la letra de la canción, demostrando que si bien en estudio, el tema no acaba de convencer, en directo es otra historia totalmente diferente.
A pesar de que la vocalista alemana se mostró  durante todo el show como la absoluta protagonista de la velada, hay que reconocer que la de Düsseldorf ha conseguido forjar una formación realmente convincente y estable a su alrededor, con unos músicos que ya llevan algunos años girando juntos ,  y realmente  eso se nota en  la compenetración y el buen rollo que se respira sobre las tablas, con constantes guiños y gestos de complicidad entre los músicos, como durante la interpretación del siempre efectivo " Für Immer" que sirvió como antesala de un aplastante y demoledor "Earthshaker Rock", toda una descarga de adrenalina que se fundió con el solo de batería de Johnny Dee, que indudablemente sirvió para que la vocalista cogiera aire para afrontar la segunda parte del show. Durante el ejercicio solista del batería, que a mi parecer fue excesivamente largo, tuvimos tiempo de deleitarnos con algunos cambios de ritmo de lo más vistoso, e incluso tuvimos ocasión de cantar  un fragmento del "We Will Rock You" de los británicos  Queen.
Después del solo de batería,  fue el bajista y mano derecha de la cantante  sobre el escenario, el gigantón Nick Douglas, el encargado de presentarnos a Doro, quien dirigiéndose al respetable, tuvo el gesto de recordar su primera visita a nuestro país con Warlock, como invitados de Judas allá por 1986, para  posteriormente presentarnos  un tema que se ha convertido en el himno oficioso del festival de Wacken, "We Are The Metalheads", que volvió a  hacer retumbar  la sala gracias al rugido de todos los asistentes,  creando un emotivo sentimiento de hermandad, con la vocalista dirigiendo al público encaramada a una de las tarimas del escenario. Obviamente la respuesta  de un público entregado y emocionado fue  una cerrada ovación, agradeciendo  la entrega de la formación alemana, que inmediatamente aprovecho el momento álgido para introducir otro de los cortes de su nuevo trabajo, un convincente  "Revenge" que gozó de una muy buena acogida y que sirvió como preámbulo para el momento más emotivo de la noche, que se produjo durante la interpretación de "Hero" tema con  el que la vocalista alemana rindió un merecido homenaje a la figura del tristemente desaparecido Ronnie James Dio.
Tras el recuerdo a una de las más importante figuras del heavy metal, estaba claro que la mejor manera de seguir homenajeando al  pequeño "Elfo", era sometiéndonos a una nueva ración de heavy metal y que mejor que volver la vista  atrás, para rescatar  el  rotundo "Burn It Up" perteneciente a su “Calling The Wild”  y el inmortal "All We Are", que consiguieron llevarnos, a todos los presentes, al éxtasis más absoluto, redondeando el momento más intenso y emocionante de la noche, con absolutamente todos los presentes coreando el estribillo del tema, para posteriormente  volver a rendir pleitesía a una mujer totalmente entregada en su labor de hacernos disfrutar ofreciéndonos una generosa dosis de Heavy Metal.
Después de ver la entrega del público, parecía imposible que semejante nivel de magia y energía se pudiera mantener si los músicos abandonan las tablas, es por ello, que la formación decidió no retirarse y empalmar casi de manera instantánea con los bises, que en esta ocasión tuvieron un sabor y una dedicación especial para el público que se dio cita en el Razzmatazz 2.  Una nueva dupla de canciones directamente extraídas  del mítico  "Thriump And Agony",  fue lo más destacado en esta parte final del show, donde la elegancia de "Metal Tango", se fusionaba con la potencia de una marcada "East Meets West", antes de encarar el fin de fiesta definitivo con su particular versión del "Breaking The Law" de Judas Priest, dando por finiquitada una brillante actuación de Doro, que volvió a reivindicarse como la auténtica e icónica “Reina Del Metal”.
En resumen,  una nueva actuación de la rubia vocalista alemana que volvió a convencer, una vez más, a todos sus seguidores, reafirmándose como una apuesta segura de cara a los directos, gracias a un repertorio aplastante combinado con  un carisma y fuerza  escénica arrolladora. Quizás pueda parecer excesivo el protagonismo de los temas de Warlock en el setlist de Doro, pero la rubia vocalista siempre se ha mostrado totalmente entregada a sus seguidores y sabe perfectamente como satisfacer a su parroquia.


ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER

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