El vocalista ingles Allan John
Atkins, más conocido como "Al" Atkins, siempre será recordado por ser
uno de los miembros fundadores de una de las bandas más longevas y exitosas de
la historia del heavy metal, los maestros Judas Priest. Según cuenta la historia
de la mítica formación británica, Atkins fue junto al guitarrista K.K. Downing
y el bajista Ian Hill, responsable de la creación de Judas, así como el autor
de algunos de los temas que integraban su álbum "Rocka Rolla", que
finalmente acabaría cantando Rob Halford, ya que Atkins se vio forzado a dejar
la banda, debido a la necesidad de tener un trabajo de diario para mantener a
su familia.
A pesar de tener que abandonar
Judas Priest, Atkins continuó ligado al mundo de la música, y formó una nueva
banda, bajo la denominación Lion. Más
tarde, en la década de los 90, publicó algunos trabajos como artista en
solitario. Posteriormente el vocalista decidió embarcarse en una nueva aventura
contando con la colaboración del reputado guitarrista y productor Paul May,
juntos dieron forma en 2011 a "Serpent Kiss”, y ahora regresan para
ofrecernos este nuevo trabajo bajo la denominación de "Valley Of
Shadows".
Después de un primer trabajo como
su anterior "Serpent Kiss", y teniendo en cuenta la biografía de
Atkins, parece claro que el material de este "Valley Of Shadows",
tiene que ser netamente heavymetalero, pero lo cierto, es que el sonido del
disco es bastante contundente y contemporáneo, gracias en gran medida a la
labor de Paul May que ha sido quien se ha encargado de los controles, aun así,
uno de los puntos flacos del disco es el sonido tan frío y mecánico de la base
rítmica.
Adentrándonos un poco más en
profundidad en el contenido musical de "Valley Of Shadows", el álbum
se abre con el potente "Wellcome To My Nightmare", una excelente
carta de presentación, donde la pareja Atkins/ May, muestran sus credenciales
netamente metaleras, dando forma a un corte rápido y dinámico , respaldado en
unos riffs con mucho cuerpo y cargados de contundencia, sobre los que Atkins
nos muestra unas tonalidades robustas y poderosas, alejadas de los tonos
chillones, en un registro que derrocha fuerza y personalidad, junto a unos
desarrollos melódicos a cargo de la guitarra de May, que conducirán el tema
hacia un final vertiginoso e intenso salpicado de dibujos y desarrollos
solistas. Con un ritmo algo más convencional y bebiendo directamente de las
fuentes más clásicas del hard rock, e incluyendo algún pequeño guiño
"bluesy", la marchosa "No Ordinary Man", un medio tiempo
compacto y rotundo, en el que nos encontramos a un Atkins, que saca el máximo
partido a sus tonalidades más graves, imprimiendo garra al tema, antes de que
sea la guitarra de May la encargada de arrastrarnos a una virtuosa y extensa
parte solista.
"Bitter Watters", pasa
por ser uno de los cortes más extensos del álbum, y nos sumerge de lleno en las
atmósferas cambiantes, partiendo de un inicio protagonizado por las guitarras
acústicas, que nos conducirá a un desarrollo intermedio marcado por un ritmo
mecánico y repetitivo a base de riffs cortantes e incisivos que se verán
interrumpidos por la aparición esporádica de las acústicas, todo ello enmarcado
en la frialdad de una base rítmica carente de emoción y que no llega a
transmitir, restando mucho feeling al tema, dando como resultado un tema muy
trabajado pero carente naturalidad y emoción. Bastante más inspirada, resulta
"Enslaved To Love", un medio tiempo cargado de intensidad con unas
guitarras que rezuman densidad y cadencia, dando al corte un aire ambiental, repleto
de melodía, en el que Paul May, ha introducido múltiples efectos y pedales a
sus guitarras dando al corte un aire muy actual y un enfoque de lo más
contemporáneo.
La contundencia y rotundidad de
"Stronger Is The Grace", sirve como muestra de que el dúo,
Atkins/May, también sabe ponerse duro y potente cuando es necesario, y es aquí,
donde podemos ver su faceta más directa y cañera, encarando una composición de
ritmo ágil en la que nos muestran su lado más netamente roquero, en un tema en
el que dejan de lado los cambios de ritmo, los extensos desarrollos de guitarra
y las atmósferas densas, para centrarse
en la inmediatez y sencillez de un trallazo conciso y preciso. El aroma más
genuino del metal inglés, conteniendo esas genuínas y pegadizas melodías de
guitarra, transpira por los poros de los abrumadores riffs de "Harder They
Fall", un marchoso up tempo, que poco a poco va creciendo en intensidad
hasta convertirse en uno de los cortes más contundentes y completos del disco,
en el que destaca un estribillo muy marcado y pegadizo junto a la contundente y
abrasiva parte final conducida por la rotunda batería.
Las guitarras con un cierto aire
festivo y desenfadado son las encargadas de liderar "Not Ready To
Die", una pieza que sirve como vitalista declaración de intenciones,
destilando ese hard rock ochenteno y marchoso, cargado de melodía y
contundencia, en un medio tiempo con unos estribillos muy logrados y pegadizos,
junto a un nuevo ejercicio de virtuosismo de Paul May. Los sonidos más representativos
de la N.W.O.B.H.M., se manifiestan durante la interpretación de "Messiah
(Prelude)", una acertada pieza instrumental, donde la guitarra de May
brilla notablemente, en una sucesión de armonías que te harán recordar
instrumentalmente a los primeros Maiden, con esas subidas de intensidad de la
base rítmica que se verán rematadas por esos desarrollos tan
característicos dentro del metal ingles de finales de los 70 y principios de
los 80.
Aunque dentro de este
"Valley Of Shadows", la pareja protagonista demuestra su polivalencia
y veteranía a la hora de moverse por diferentes estilos dentro del rock,
afrontando de manera más que aceptable, temas con aires metálicos o roqueros,
la verdad, es que personalmente uno de los temas que más me ha llamado la atención
del disco, es el tema que da título al álbum "Valley Of Shadow", un
corte extenso , que supera los ocho minutos de duración, en los que el ambiente
relajado, y la guitarra bluesera de May, dan un aire especial y emotivo a una
composición´ en la que Atkins canta de manera magistral aprovechando al máximo
su rugosa voz para transmitir emoción y feeling. Siguiendo con los ritmos
relajados "The Shallowing", es la elegida para cerrar el disco, una
pieza lenta y ambiental en donde las guitarras acústicas vuelven a dejarse oír
mientras Atkins, opta por un registro más relajado y melódico, que servirá para
poner la rúbrica a estos 10 cortes.
Siempre es de agradecer, cuando
músicos con la trayectoria y veteranía de Atkins, deciden sacar a la luz
material nuevo, mientras algunos de sus compañeros de generación, siguen
explotando el filón de sus primeros años, el vocalista inglés se muestra abierto a la hora de experimentar
nuevas sonoridades e influencias, pero sin perder en ningún momento su
identidad, es por ello que la unión con Paul May creo que ha sido altamente
beneficiosas para ambos. En cualquier caso, simplemente desear que el vocalista
se anime a montar una banda para defender estos temas en directo, porque
realmente creo que merecería mucho la pena poder ver en vivo a un vocalista que
tristemente tuvo que apearse de Judas, antes de que el destino atrajera el
éxito sobre la formación de Birmingham.
Lista de
Canciones
1. Welcome
To The Nightmare
2. No
Ordinary Man
3. Bitter
Waters
4. Enslaved
to Love
5. Stronger
Is The Grace
6. Harder
They Fall
7. Not
Ready to Die
8. Messiah
(Prelude)
9. Valley
of Shadows
10. The
Shallowing (Return)
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