Liderados por Henry Vasquez (batería
de Saint Vitus) y Dave Gryder ( teclista de Storm at Sunrise) , retornan tras un prolongado silencio discográfico de
cuatro años, los hard roqueros americanos Blood Of The Sun, con su cuarto
trabajo de estudio, en el que tras una sugerente portada y el explícito título
de "Burning On The Wings Of Desire", el sexteto de Texas se destapa
con su trabajo más completo y melódico hasta la fecha, gracias a 8 potentes composiciones en las que los
americanos se sumergen de lleno en el sonido
primigenio del hard rock más potente y clásico de la década de los 70,
con unas composiciones marchosas, protagonizadas por unas guitarras muy
potentes, y un excelso trabajo de unos
teclados que desbordan ese aroma inconfundible con el que los legendarios Deep
Purple cimentaron las bases de lo que hoy conocemos como hard rock.
El disco arranca con el ritmo contagioso y avasallador de "Let It Roll", con las guitarras liderando el tema y sumergiéndonos de lleno en un tema veloz, enérgico y vigoroso, en el que no hay un segundo de tregua, un trallazo directo, en el que destaca el duelo que sostienen guitarras y teclado, (que será una de las constantes durante todo el álbum), dando al corte ese típico aroma al rock más clásico y setentero, con la característica voz de Mark Zammaron, dando personalidad al tema, intercambiando tonalidades altas con otras más graves, cerrando un gran tema de apertura para este "Burning Of The Wings Of Desire". Los teclados de Dave Gryder, son los encargados de abrir el tema que da nombre al álbum, convirtiéndose en los auténticos protagonista de una pieza en la que el sexteto deja un amplio margen para unos desarrollos instrumentales complejos, repletos de buen gusto y melodía, junto a unos rotundos cambios de ritmos, en un corte que transpira la esencia de los Purlple por cada uno de sus poros, y en el que se suceden diferentes atmósferas introducidas por la batería de Henry Vasquez, que junto a sus compañeros, es capaz de llevarnos desde momentos épicos, marcados por unos intensos intercambios de melodías entre teclados y guitarras, hasta pasajes más densos donde las guitarras rítmicas suenan realmente secas y contundente, sin duda este "Burning On The Wings Of Desire", tiene todos los alicientes para convertirse en un clásico en los conciertos de la formación americana, ya que en él se incluyen todos los ingredientes de su música, además de tener las mieles necesarias para que en sus directos la banda se embarque en larguísimas improvisaciones, como hacían las bandas clásicas de la década de los 70.
La velocidad retorna con la veloz y adictiva "Can´t Stop My Heart", una rotunda pieza de hard rock con una base de ritmo arrolladora que imprime un ritmo vertiginoso a la canción, una nueva muestra de fuerza y actitud roquera, que contiene esos estribillos altamente pegadizos, junto a esa vitalidad contagiosa, que no te permitirá mantener los pies pegados al suelo , dejándote arrastrar por sus melodías roqueras, dando forma a un corte letal que incluye en su parte central, un in crescendo instrumental que preparará el tema de cara a una segunda parte comandada por las guitarras de Jay Benfield y Rich Christopher, redondeando una pista que personalmente me recuerda a la mejor época del Mark III de Deep Purple. Con un sabor inequívoco de southern rock "Can´t Stop My Heart", una cancion magistral a ritmo de medio tiempo, que será la encargada de mostrarnos su faceta más vacilona, en un corte que fácilmente podría haber estado incluido en los primeros trabajos de The Black Crowes, una composición donde no faltan, el elegante sonido de los teclados llevando la melodía del tema en segundo plano, mientras las guitarras dan ese genuino sabor sureño, dando forma a una composición cargada de feeling y elegancia.
La velocidad retorna con la veloz y adictiva "Can´t Stop My Heart", una rotunda pieza de hard rock con una base de ritmo arrolladora que imprime un ritmo vertiginoso a la canción, una nueva muestra de fuerza y actitud roquera, que contiene esos estribillos altamente pegadizos, junto a esa vitalidad contagiosa, que no te permitirá mantener los pies pegados al suelo , dejándote arrastrar por sus melodías roqueras, dando forma a un corte letal que incluye en su parte central, un in crescendo instrumental que preparará el tema de cara a una segunda parte comandada por las guitarras de Jay Benfield y Rich Christopher, redondeando una pista que personalmente me recuerda a la mejor época del Mark III de Deep Purple. Con un sabor inequívoco de southern rock "Can´t Stop My Heart", una cancion magistral a ritmo de medio tiempo, que será la encargada de mostrarnos su faceta más vacilona, en un corte que fácilmente podría haber estado incluido en los primeros trabajos de The Black Crowes, una composición donde no faltan, el elegante sonido de los teclados llevando la melodía del tema en segundo plano, mientras las guitarras dan ese genuino sabor sureño, dando forma a una composición cargada de feeling y elegancia.
Después del pequeño momento de relax, los chicos parecen volver con las pilas
bien cargadas para asaltarnos con
"Rock Your Station", el que es sin duda el tema más duro,
directo y acido de todo el disco, con una base de ritmo demoledora, donde la pegada
de un incisivo Henry Vasquez, es la encargada de conducir el tema a través de
una carrera de velocidad, con ambos guitarristas destapándose con unos riffs de
guitarra contundentes y rápidos, mientras su vocalista nos ofrece una variada selección de tonalidades agudas, para posteriormente levantar todos el
pie del acelerador y obsequiarnos con un extenso desarrollo instrumental
cargado de psicodélica, en el que ambos guitarristas intercambian melodías con
los teclados hasta volver al trepidante ritmo inicial. La fiesta no se detiene
con otra composición pegadiza y cargada de matices "Good Feeling",
con las guitarras sonando gruesas y poderosas, sumergidas en la tremenda base
rítmica que proponen Vasquez y Veliz, y acompañadas por las melodías de teclado,
que se fusionan con el trabajo de ambos
"hachas" dando como resultado un sonido rico en detalles y muy
enérgico y vitalista, ideal para dejarse seducir, sin duda un tema que es toda
una declaración de principios a cargo del sexteto.
Sustentada sobre un poderoso riff central arranca "The Snitch", un
nuevo derroche de garra y punch hard roquero, con un desarrollo instrumental
muy complejo en su parte central, pero donde a la vez, vuelven a tener cabida
esos estribillos pegadizos y resultones que se graban en tu cabeza casi de
manera inconscientes y que sin darte cuenta acabarás tarareando. Como traca
final para este explosivo "Burning On The Wings Of Desire", el retorno de la genuina magia purple viene de
la mano de la magistral "Good And Evil", que contiene ese ritmo
potente y eléctrico, con los teclados dando ese aire clásico, mientras las
guitarras rifferas se encargan de mantener la intensidad de un corte que parece
directamente sacado de un disco de los años 70, una autentica pasada.
Sin duda, muchos pueden pensar que discos como "Burning On THe Wings Of
Desire", a día de hoy, están totalmente fuera de fecha, y no dejan de ser
nada más que un simple ejercicio de “revivial”, pero personalmente creo que la
propuesta del sexteto texano es totalmente honesta, ya que sus composiciones
además de sonar frescas y trabajadas, se
ven cargadas de matices, que las alejan
de cualquier posible sospecha de oportunismo. Sin duda dentro de su estilo creo
que este "Burning On The Wings Of Desire" es uno de los lanzamientos
del año, son solo ocho temas que rezuman fuerza, actitud roquera y buenas
melodías en unas composiciones que
suenan enérgicas, intensas y sobretodo
potentes.
Lista de Temas
1-Let it
Roll
2-Burning
on the Wings of Desire
3-Can't
Stop my Heart
4-Brings me
Down
5-Rock your
Station
6-Good
Feeling
7-The
Snitch
8-Good and Evil
No hay comentarios:
Publicar un comentario