Durante muchos
años, el sueño y la ilusión de toda una generación de seguidores del heavy
metal, especialmente de aquellos que ya
han sobrepasado la treintena, fue la de ver sobre un escenario a la formación
clásica de los alemanes Helloween. Pese a que este sueño nunca pudo verse materializado por la dolorosa
perdida del batería Ingo Schwichtenberg y la continuada ausencia del carismático
vocalista Michael Kiske, hace ahora cinco años, concretamente en 2008, Gamma Ray y la banda de las Calabazas, conseguían
limar asperezas y cuadrar sus agendas
para dar vida a un extenso periplo de
conciertos bajo la denominación “Hellish Rock Tour,” protagonizando una gira
que recorrió medio mundo ofreciendo a
los fans la posibilidad de , aunque solo
fuera durante los bises, ver nuevamente
a Kai Hansen compartiendo escenario con sus antiguos compañeros, el guitarrista
Michael Weikath y el simpático bajista Markus Grosskopf. Gracias al tremendo
éxito que cosecho esa gira, un lustro después y aprovechando la edición del
nuevo trabajo de Helloween “Straight Out Of Hell”, ambas bandas han decidido
volverse a embarcar en un nuevo periplo
conjunto, para ofrecernos una segunda
entrega de aquella brutal gira,
consiguiendo así, volver a movilizar a todos los amantes del metal alemán.
A pesar de las
inclemencias climatológicas, lo cierto es que desde primera hora de la tarde,
había un muy buen ambiente en las
proximidades de la Sala Razzmatazz, e incluso se podía palpar la excitación
y el nerviosismo de un público que
empezaba a impacientarse en la cola de entrada, a medida que iban
transcurriendo los minutos, y se iba aproximando la hora de inicio del show,
que finalmente, tuvo que retrasarse
unos 45 minutos sobre el horario inicialmente
previsto.
SHADOWSIDE
Si en la anterior entrega de este “Hellish
Rock Tour”, los encargados de abrir la
velada fueron sus compatriotas Axxis,
completando así, un cartel íntegramente germánico, en esta
ocasión los elegidos para calentar el ambiente eran los brasileños Shadowside,
una veterana formación que ya había pisado los escenarios españoles acompañando
a los norteamericanos W.A.S.P. hace un par de años. Comandados por la vocalista
Dani Nolden, los de Sao Paulo saltaban sobre el escenario de Razzmatazz
dispuestos a desgranar, en sus escasos treinta minutos de actuación, lo más
destacado de su último trabajo “Inner Monster Out”, publicado el pasado
2011. Con una sala en la que todavía
continuaba entrando el personal, el cuarteto arrancaba su actuación con el
potente “I´m Your MInd”, con el que los brasileños dejaban clara su apuesta por
un heavy metal rotundo y contundente, protagonizado por unas guitarras fuertes
y unas baterías aplastantes, que en algunos momentos puntuales, llegaban a
rozar la fiereza thrash metalera, todo ello liderado por la afilada voz de Nolden,
que se mostró potente y activa, muy
metida en su papel de frontwoman, intentando conectar con un público, que en su
mayoría, desconocía las composiciones del cuarteto, pero que venía predispuesto
a pasarlo bien. Tras un crujiente tema inicial, la descarga de los brasileños
continuo con “A.D.D.”, un medio tiempo cargado de intensidad, donde destacó
especialmente la pegada de su batería Fabbio Buitvidas, junto a unos fraseos
típicamente power metaleros. Durante su corto set, los brasileños también
tuvieron tiempo para echar la vista atrás y rescatar el sinuoso y riffero “Highlight”, extraído de su primer
trabajo “Theatre Of Shadow”, con el que la vocalista consiguió hacernos cantar
tímidamente el estribillo.
A pesar de que durante su actuación, la banda se mostró especialmente dinámica sobre las tablas, sin dejar de hacer headbanging, mostrándose muy compactos y cañeros, lo cierto es que sus composiciones, no llegaron a enganchar plenamente a un público , que salvo las primeras filas, se mantuvo bastante estático y expectante, propiciando que temas como el envolvente y guitarrero “Gag Order”, o la final “Angel with Horns”, pese a sonar aceptablemente bien, no llegaran a recibir la acogida que se merecían. Aunque quizás otra formación, con un poco más de tirón, habría sido ideal para caldear el ambiente, lo cierto es que los brasileños facturaron una actuación correcta y entretenida, que consiguió cumplir con su objetivo principal, amenizar la espera de cara al vendaval germánico que se nos venía encima.
GAMMA RAY
A tenor de cómo se han ido desarrollando los acontecimientos durante los últimos tiempos, con la celebrada reunión de Kai Hansen y Michael Kiske para dar forma al exitoso proyecto Unisonic, y la reciente edición del directo "Skeletons & Majesties Live" , podría parecer que el guitarrista ha dejado un poco descuidada a su banda principal, no se entiende de otro modo, que para este nuevo tour, la banda no tenga una nueva colección de temas que presentar, y más si tenemos en cuenta que su anterior referencia de estudio "To The Metal", se remonta a 2010. Simplemente un EP titulado “Master Of Confusions”, que se ponía en circulación coincidiendo con el inicio de la gira, y en el que se incluye algún tema nuevo, constituía el único material novedoso que presentaba la formación germana. Ante tales acontecimientos, parece que la principal novedad dentro del seno de Gamma Ray, era el estreno de su nuevo batería Michael Ehré, que sustituye al carismático Daniel Zimmerman. En cuanto al resto del line-up, continua inalterable, con el virtuoso guitarrista Henjo Richter, salpicando siempre las composiciones de los alemanes con esas pinceladas de genialidad y elegancia, y el fiel escudero de Hansen, el bajista Dirk Schlächter, al que se vio bastante más activo sobre el escenario que en las últimas visitas de la banda, ya liberado de su aparatosa rodillera.
Tras los pertinentes cambios escénicos, quedaba
al descubierto un escenario presidido por un telón de fondo que
reproducía la portada de su nuevo EP “Master Of Confusion”, junto a un par de
pequeñas de plataformas situadas a ambos lados de la batería de Michael Ehré. Con una sala que registró una muy buena
entrada, y en la que se respiraba el
ambiente de las grandes ocasiones,
cuando faltaban escasamente diez minutos para que el reloj marcará las
ocho de la tarde, empezaba a sonar la intro “Wellcome” a través del P.A. dando
arranque al show como viene siendo habitual durante los últimos tours de la
formación de Hamburgo, mientras el escenario se iba llenando lentamente de un
envolvente humo que no nos permitía ver, como los músicos iban tomando
posiciones para dar el pistoletazo de salida con un brillantísimo y contagioso
“Anywhere In The Galaxy”, donde un público volcado con la banda desde los
primeros compases del show, volvía a
dejar clara su predilección y fidelidad hacia la banda liderada por Hansen,
apropiándose de los estribillos y llevando a la formación en volandas durante
un triunfal y ensordecedor tema de apertura, que nos mostraba que el cuarteto,
pese a la inclusión del nuevo batería, no ha perdido ni un ápice de su
arrolladora contundencia en directo. Siempre se ha comentado los problemas que
Hansen suele tener a la hora de reproducir en directo, los afiladísimo
registros vocales que los alemanes incluyen en sus obras de estudio, pero lo
cierto es que el guitarrista estuvo muy inspirado durante toda la actuación, y
es que al ser este el primer concierto del tour, me imagino que su voz no estaba
excesivamente castigada, lo que provoco que Hansen realizara una labor notable
a las voces. Si ya durante la ejecución del tema inicial, la respuesta de la
gente había sido vibrante y ensordecedora, la locura se desató plenamente al
sonar los primeros compases del legendario y veloz “Men, Martians And Machines”
de su aclamado “Somewhere Out In Space”, que nos sirvió para comprobar las
dotes técnicas de su nuevo batería, además de darnos la oportunidad de volver a
deleitarnos con esos rabiosos intercambios melódicos protagonizados por Hansen
y Richter.
Tras un inicio altamente prometedor, que presagiaba una actuación aplastante de Gamma Ray, llegaba el momento de los obligados saludos antes de la presentación de “The Spirit”, un tema rescatado de su segundo trabajo “Sigh No More”, que pese a ser un clásico de la banda, y a la vitalidad con el que fue interpretado, con toda la banda saltando sobre el escenario, no creo que fuera lo que la audiencia estaba esperando, y de echo creo que bajo bastante la intensidad de un show que había empezado de forma magistral, pese a ello, la respuesta del público fue bastante positiva. Una nueva mirada a la historia de la banda nos conducía a su trabajo de 1993 “Insanity And Genius”, del que nos ofrecieron su personal versión del tema de los roqueros progresivos Bith Control, “Gamma Ray”, donde nuevamente el público, junto al bajista Dirk Schlächter serían los encargados de dar forma a unos coros ensordecedores, que hicieron que el ambiente volviera a despuntar, recuperando el abrasador calor inicial.
Aunque los alemanes, en esta ocasión, no tenían un nuevo disco que presentar, lo cierto es que el cuartero, había pisado el acelerador en los últimos meses, para poder completar un EP, para poder presentar algo de material novedoso en este nuevo periplo, así que tras dirigirse Hansen al respetable, para indicarle que antes de finalizar el año habría un nuevo trabajo de la banda, llegaba el momento de mostrarnos algo de ese nuevo material incluido en “Master Of Confusion”. Dos fueron las piezas que pudimos degustar, el afilado y speed metalero “Empire Of The Undead”, todo un derroche de velocidad guitarrera y estribillos pegadizos, que pareció entusiasmar a la audiencia, y el más melódico “Master Of Confusion”, con unas guitarras que conservan unas claras reminiscencias de los Helloween más clásicos, y es que el guitarrista siempre ha sabido como componer esos temas que tanto agradan a sus fieles, no en vano su nombre continua siendo una referencia para todos los amantes del power metal europeo.
Tras la doble ración de material nuevo, que gozó de una excelente acogida , llegaba el momento de centrarse en el que hasta ahora ha sido el último trabajo de estudio de la banda “To The Metal”, de la mano del denso y melódico “Empathy”, que consiguió mantener el fenomenal ambiente de una sala que se mostraba plenamente entregada, y que recibió con un caluroso aplauso la presentación de Michael Ehré, cariñosamente introducido por Hansen, para posteriormente abalanzarse de lleno sobre el épico e hímnico “Rise”, una apuesta segura de cara al directo, durante el que Kai volvió a erigirse como maestro de ceremonias organizando al público a la hora de entonar los estribillos, para acabar tirando de agudos durante la parte final de la canción, consiguiendo arrancar una rotunda ovación por parte del respetable.
Tal y como dijo el carismático músico, la siguiente canción, no necesitaba ningún tipo de presentación previa, fueron simplemente necesarios los jugueteos iniciales con los acordes de “Future World”, para que la sala estallara en una colosal explosión de júbilo, de esas que únicamente se dan cuando se interpreta un clásico intemporal, con todo el mundo saltando al unísono y levantando los brazos para corear todos juntos, el conocidísimo estribillo de un tema, que pese a que todos hemos escuchado en miles de ocasiones, todavía sigue emocionando y poniendo los vellos de punta, y más cuando es tocado en directo por uno de los músicos que lo escribieron, un músico que sigue siendo capaz de inyectarle ese feeling, y esa personalidad, que lo convierten en un himno generacional para muchos de los que nos congregamos esa noche en el Razzmatazz. Tras un subidón de semejantes dimensiones, estaba claro que iba a ser muy difícil, mantener ese estado de clímax, y lo cierto es que pese a que bajo un poco la intensidad del show, “To The Metal” consiguió mantener al público en movimiento y plenamente motivado, no en vano fue este uno de los temas de su último trabajo que mejor acogida obtuvo, con Hansen volviendo a dirigirnos a la hora de entonar los estribillos de una canción que sirvió como despedida de la formación alemana.
Con caras de incredulidad y expectación, la hambrienta audiencia observaba atónita como el cuarteto había abandonado el escenario después de unos escasos e insuficientes 55 minutos de actuación, así que el griterío fue ensordecedor reclamando la vuelta sobre las tablas de Hansen y compañía, que regresaron rápidamente, para interpretar un coreadísimo “Send Me A Sign”, con el que la banda demostró que se lo estaba pasando en grande, con constantes guiños entre sus componentes, y dejándonos la estampa de Hansen, Richter y Schlächter, ocupando el centro del escenario moviendo sincronizadamente sus instrumentos al más puro estilo de la década de los ochenta, para posteriormente cerrar el show por todo lo alto con un final apoteósico, al estilo clásico, con el líder de la formación levantando su guitarra al aire y saltando desde la tarima de la batería para dar por terminada su actuación.
Al acabar el show de Gamma Ray, el sentir generalizado del público, era que la actuación de Hansen y sus muchachos había sido buena, pero se había hecho muy corta, poco más de sesenta y cinco minutos de duración, en los que entre temas nuevos, versiones y temas digamos, poco habituales en los repertorios de la banda, apenas habían tocado 5 temas clásicos, dejándose en el tintero cortes tan apabullante como “Man On A Mission”, “Land Of The Free”, “The Winged Horse” , “Strangers In The NIght”.o “Heavy Metal Uiverse”. Aunque quizás para algunos, pudiera suponer una buena noticia que Gamma Ray se hayan decido a variar su repertorio de directo, lo cierto es que fueron muchos, los que pese a disfrutar plenamente de la descarga del cuarteto, se quedaron con ganas de oír algunos de los temas más representativos de la banda.
HELLOWEEN
Instantes después de que Gamma
Ray saludaran a sus fieles desde las tablas, una multitud de “pipas” se
apresuraban en las labores de preparación del escenario para la descarga de
Helloween, y es que los alemanes, pese a descargar en el circuito de salas,
siempre han apostado por escenarios con bastante producción, aunque siendo
fieles a la realidad, el de este nuevo tour estaba un poco por debajo del de
anteriores visitas.
Como viene siendo habitual en los
últimos tours del quinteto de Hamburgo, la principal incógnita de cara a su
presentación se basaba en el repertorio, y en que peso iban a tener las nuevas
composiciones de la banda, ya que la historia de esta formación, siempre supone
un peso importante en los repertorios de la banda. En cualquier caso, la
incertidumbre quedó rápidamente despejada al empezar a sonar los primeros
acordes del inusual y novedoso "Wanna Be God" donde desde las alturas
Andi Deris arrancaba la actuación, para rápidamente, enlazar el tema de apertura con el primer tema
y single de su nuevo trabajo "Straight Out Of Hell", el complejo y
apabullante "Nabatea", plagado de esos bellos desarrollos
instrumentales cargados de aires orientales que servían para demostrarnos, que el nuevo material de la banda ha
conseguido calar hondo entre sus seguidores. Tras un fugaz buenas noches, en el
que Deris aprovechó para brindar con el público, sonaba el primer gran clásico
de la noche el siempre efectivo y contagioso "Eagle Fly Free", que
levantó los ánimos del personal, haciéndonos cantar el estribillo, mientras la
banda evidenciaba que está en un excelente estado de forma, especialmente un
inspirado Deris que se mostró bastante más firme y cómodo a la hora de encarar el
material más clásicos de la banda.
Habiendo completado un vibrante
tramo inicial, un simpático Deris, se dirigía al público en un más que correcto castellano,
no en vano el vocalista hace bastantes años que tiene su segunda residencia, y
sus estudios de grabación, en la isla de Tenerife, para presentarnos una de las
nuevas composiciones de la banda, concretamente el corte que da título a su
nuevo trabajo, el melódico
"Straight Out Of Hell", que sirvió para mostrarnos a una banda
totalmente conjuntada, en la que el siempre activo bajista Markus Grosskopt, se convirtió en el foco principal de las
miradas junto al extrovertido guitarrista Sasha Gerstner , que no tuvo ninguna
clase de reparo, a la hora de ocupar el centro del escenario para mostrar sus
habilidades técnicas, y es que la entrada del guitarrista en 2002 ,
sustituyendo a Roland Grapow, supuso una bocanada de aire fresco dentro del
seno de la banda de las calabazas. Otro punto positivo dentro de la actuación
del quinteto alemán, fue la actitud de Michael Weikath, bastante más metido en
la actuación que en anteriores visitas, mostrándose muy dinámico y
participativo, llegando incluso a regalar alguna sonrisa a los integrantes de
las primeras filas, durante la interpretación del trepidante "Where The Sinners Go", tema que abría su “7 Sinners” y que se fundió con otros dos cortes de nueva factura "Waiting For The thunder" y el hímnico "Burning Sun", con Michael Weikath
encaramado en una de las altísimas plataformas laterales, liderando de forma
magistral, a un quinteto que redondeaba un primer tramo de actuación
incontestable y apabullante.
A tenor del trepidante arranque
de show, parecía que Helloween tenían todo a favor para facturar una actuación
perfecta, pero la temprana aparición del solo de batería hizo que los ánimos se
enfriaran un poco entre las primeras filas, frenando la desbordante euforia
inicial. Aunque el solo de Dani Löble, fue bastante técnico y vistoso, lo
cierto es que el público se quedó un poco frío. Tampoco pareció volver a
enganchar al respetable, la presentación
del oscuro "Who Is Mister Madman?", que pese al empeño y buenas
maneras de Deris, tuvo un recibimiento bastante discreto. Si en anteriores
visitas, siempre se había achacado que la formación no confiaba plenamente en
su material más reciente, lo cierto es que en esta ocasión, el protagonismo de
las nuevas composiciones fue avasallador, y tras el pequeño bache sufrido, la
recuperación vino de la mano del doblete formado por una contagiosa y vitalista
"Live Now!", en la que el vocalista consiguió volver a conectar con
el público, organizando a la sala a la hora de cantar el estribillo del tema,
para posteriormente rendirnos ante la ternura y elegancia de "Hold me In
Your Arms", la balada de su última entrega discográfica, que contó con un
inspiradísimo Sasha Gerstner tocando la guitarra acústica. El colofón para este
segundo tramo de actuación vino de la mano de un marchoso y dinámico
"Falling Higher", un tema de su álbum "Better Than Raw",
que parece el quinteto ha decidido rescatar para este nuevo periplo europeo, y
a tenor de la respuesta obtenida por parte de la audiencia, tiene muchos
números para permanecer en el setlist de futuras giras de la banda.
A pesar de algunos altibajos,
propiciados, básicamente, por la estructura del show, Helloween se enfrentaban
al tramo final de su actuación respaldándose en "Hell Was Made In
Heaven", extraído de su irregular "Rabbits Don' t Come Easy",
que pasó sin pena ni gloria y que contrastó vivamente con la calorosa acogida
que cosechó el apabullante y contagioso "Power", que volvió a poner
la sala patas arriba, consiguiendo volver a transportar al público al séptimo
cielo, haciéndolo disfrutar con los juegos vocales que proponía el carismático
Deris, principal responsable de cerrar la actuación por todo lo alto, dejando
en la sala un ambiente festivo, con toda la audiencia coreando el nombre de la
banda, mientras los músicos desaparecían del escenario.
No tardaron mucho en retornar
sobre las tablas para interpretar un cortante y atractivo "Are You
Metal?", con prácticamente todos los asistentes acompañando la pregunta
del estribillo, para que posteriormente dejar paso a , uno de los momentos más
vibrantes y emocionantes de la noche, el clásico " Dr. Stein", en el
que nuevamente un público entregadísimo se erigió como principal protagonista.
Tras el primer bis de la noche,
llegaba el momento más esperado por todos los asistentes a un abarrotado
Razzmatazz, el momento del recuerdo, el momento que es a la postre, el máximo
atractivo de este Hellish Rock Tour 2013, poder volver a presenciar la reunión
sobre las tablas de Hansen, Weikath y Grosskopf, la columna vertebral de los
clásicos Helloween, para un brutal medley compuesto por temas tan míticos como
"Helloween/How Many Tears/ Heavy Metal Is The Law", en el que Hansen
y Deris se intercambiaron las labores vocales, y con el que pudimos constatar la buena
relación de Hansen con sus ex-compañeros, consiguiendo emocionar a un público,
que inconscientemente ponía el recuerdo en el gran ausente de esta foto, el
vocalista Michael Kiske. El final de fiesta definitivo vino marcado por el
inmortal "I Want Out", con la sala convertida en una olla a presión,
que nos dejó la emotiva estampa de ambas bandas, volviendo a compartir
escenario, poniendo un brillantísimo broche de oro, a una gran velada del mejor
power metal europeo.
Tras el concierto de esta noche
en Razzmatazz, a diferencia de la anterior entrega de este Hellish Rock Tour,
creo que los claros vencedores de la velada fueron Helloween, sonando frescos y
compactos, muy confiados en su nuevo material y apostando por dar cabida a
muchos de los temas nuevos en su repertorio. En cambio Gamma Ray, pese a
facturar una buena actuación, no creo que acertaran con la elección de su
repertorio, sin duda habrá que esperar a que Hansen y sus muchachos editen su
nuevo disco. En cualquier caso, volvió a ser una delicia ver a ambas bandas
compartiendo escenario de nuevo, pero la gran incógnita sigue flotando en el
aire ¿Volveremos a ver a Kiske compartiendo escenario con Weikath y compañía
algún día?, sólo el tiempo lo dirá.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS;CARLOS OLIVER
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