Con una ciudad sumergida de lleno en la
vorágine modernista que supone el Mobile World Congress e inundada por la
pasión de un nuevo clásico futbolero, la capital catalana se preparaba para
acoger el retorno sobre los escenarios de los míticos Dogs D' Amour, una
formación que gracias a la calidad de sus trabajos, facturados durante la parte
final de la década de los 80 y principios de los 90, alcanzaron el estatus de
banda de Culto. Pese a que el nombre de la formación nunca llego a desaparecer
totalmente de la escena roquera, gracias a reuniones puntuales de su formación
clásica para le edición de “Happy Ever After”, coincidiendo con el inicio del
nuevo milenio, y algunas intentonas de su vocalista Tyla de mantenerse en el
candelero con sus actuaciones acústicas y con nuevas encarnaciones de la banda,
lo cierto es que esta reunión de la formación original, coincidiendo con el 25
aniversario de su celebrado "In The Dynamite Jet Saloon", y suponía una
estupenda ocasión para revivir toda la potencia y actitud de una banda que
estaba llamada a convertirse en un clásico, y que por sus malas relaciones
personales en algunos casos, y por los excesos de la vida en la carretera en
otros, se quedaron en el camino, convirtiéndose en una banda de referencia para
todos los amantes del rock mas clásico inundado con ese aroma cautivador y
tóxico de bourbon y humo.
La sala2 del Apolo se ponía sus mejores
galas para dar la bienvenida a esta nueva reunión de los Perros del rock n´roll,
pero antes de que Tyla y sus compañeros nos sedujeran con sus marchoso rock n
roll, los locales Stop Stop tuvieron la oportunidad de presentarnos su rugoso
hard rock con reminiscencias Glam y de las grandes bandas de Hair-metal,
marcándose un corto y efectivo show. Formando actualmente como trío, los
catalanes salieron a escena dispuestos a aprovechar al máximo sus escasos
cuarenta minutos, y lo cierto es que consiguieron convencer, y hacer las
delicias de un público muy predispuesto a la diversión y al cachondeo.
Con una cuidada puesta en escena y un look
de los más llamativo, el trío barcelonés nos hizo cantar a pleno pulmón con su
personal versión del "Hush" que se vio salpicada por algunas
pinceladas de "Sympathy for The Devil" de The Rolling Stones.
Actualmente el trío liderado por el simpático vocalista Jacob A.M., esta dando
forma a su nuevo trabajo de estudio, del que nos ofrecieron un anticipo en
forma de un contagioso y adictivo "Lola" repleto de buenas melodías y
actitud macarra, pero sin duda la mejor acogida vino de la mano de los temas de
su primer trabajo "Unlimited", destacando especialmente el pegadizo y
cañero "Born To Rock", una declaración de principios que sonó como
una bomba de relojería poniendo al público a botar,
mientras la banda ofrecía sobre las tablas un derroche de actitud y fuerza
roquera.
Para el tramo final de su actuación se
guardaron un avasallador " Get Back", salpicado con unas tímidas pinceladas del "Live And Let Die", durante el tramo final de la canción, con el vocalista sacando la
lengua al más puro estilo Gene Simmons, mientras se apoyaba sobre su compañero Vega
, que lucio un vistoso gorro de cowboy?, para despedirse definitivamente con el
tema que da nombre a la banda "Stop Stop", con unas líneas vocales
claramente influenciadas por las bandas glam de la década de los 80, y durante la que su
vocalista se dio un largo paseo entre el público asistente sin dejar de tocar
su bajo, antes de dar por finalizada su actuación con el trío dejándose caer
sobre las tablas, cerrando una presentación vistosa, cañera y divertida de una
banda que promete emociones fuertes con la inminente salida de su nuevo trabajo. Buenas canciones, gran actitud y una vistosa batería de color rosa son
la señas de identidad de esta prometedora banda catalana.
A pesar del tiempo transcurrido, si algo
quedo claro durante este concierto de The Dogs D' Amour, es que sus fans no
les han olvidado. Una sala abarrotada, y una inmensa cola frente a la mesa del
merchadising, eran el mejor dato indicativo de que la banda sigue conservando
su poder de convocatoria ademas del cariño y el respeto de sus fans, y es que cuando la
músicas de los Dogs te llega, nunca vas a ser capaz de librare de ella.
Simplemente basto ver la bohemia figura de Tyla sobre las tablas y los primeros
acordes del marchoso "Last Bandit" para convertir la sala 2 de Apolo
en una auténtica celebración roquera. Ataviado con una americana negra y bien
respaldado por sus compañeros, el guitarrista Jo Dog, el bajista Steve James y
el batería Bam, la formación original de los británicos arrancaba esta
ceremonia de nostalgia y actitud roquera. Con un escenario muy sobrio,
únicamente decorado con un telón que reproducía la portada del nuevo single que
el cuarteto ha grabado para conmemorar esta nueva reunión y contando con el
apoyo de un teclista, el cuarteto nos ofreció una selecta selección de su álbum
más celebrado el legendario "In The Dynamite Jet Saloon", del que
desgranaron cortes como "The Kid From Kensington" el festivo y
roquero "Wait Untik I' m Dead" o "Everything I Want", con
los que demostraron que siguen conservando ese feeling que siempre les
caracterizo, y es que la descarga de
Dogs D' Amour fue una muestra de auténtico rock n´ roll, no únicamente en
los musical, sino también en detalles como el que todos los músicos tocasen
enchufados, nada de micrófonos inalámbricos para los instrumentos, sino
únicamente cuatro bandidos desgranando sus composiciones cargadas de historias
de desamor y antihéroes asomándose al filo del abismo.
Con una sala muy entregada que hacia que el calor fuera insoportable y con un Tyla muy metido en su papel de maestro de ceremonias , ya en mangas de camisa y con los puños remangados, llegaba lo hora de presentarnos una nueva de las nuevas composiciones "Flameboy", que recupera ese espíritu que hizo de la formación unos abanderados del rock n roll más clásico, deudor de bandas como The Faces. El ambiente festivo era total en la sala así que temas como "Heartbreak" , "Billy Two Rivers" interpretado en parte a capela por Tyla y Steve James, "Ángel" o " Get By" consiguieron llevar a la sala a un estado de éxtasis total del que nadie quería despertar, consiguiendo crear un clima de complicidad y comunión total con la audiencia.
Aunque indudablemente la imagen de la banda
siempre ha sido su carismático vocalista Tyla, musicalmente hay que destacar el
trabajo de cada uno de los miembros de la formación británica, especialmente el
del guitarrista Jo Dog, que pese al tiempo transcurrido, sigue manteniendo ese
feeling tan especial con su instrumento, añadiendo un plus de calidad y
personalidad a cada una de sus composiciones. Si durante la primera parte de su
actuación los británicos se dedicaron a desgranar ampliamente "In The
Dynamite Jet Saloon", en la segunda parte del show temas como la cruda y
emotiva "Ballad Of Jack" o "Trail Of Tears" conseguían
mantener el nivel de la actuación sin altibajos, manteniendo a las primeras filas
muy pendientes de las evoluciones de los músicos, mientras el resto de la
audiencia había convertido la sala en una pista de baile, con toda la gente
moviéndose contagiada por la marcha que inundaba cada uno de los rincones de la
sala.
Respondiendo con una rotunda ovación a cada
uno de los temas interpretados, el público propicio que la banda se fuera
creciendo, viniéndose arriba, sonando cada vez más compacta y potente,
apostando claramente por su lado más macarra, aunque también tuvimos tiempo de saborear
esos sentimientos desgarrados que esconden piezas como "Trail Of
Tears" o "Drunk like Me", entre las que fue intercalada la
siempre efectiva "Errol Flynn", poniendo el colofón con la emotiva "Bullet Proof Poet" y la inevitable " How Come It
Never Rains", que suscito una increíble respuesta por parte de una audiencia
enloquecida, que cantó la letra de la canción haciendo inaudible la voz del
vocalista.
La recta final del show vino marcada por el
sucio rock n roll de "No Gypsy Blood" extraído de su "Straight??!!!",
"What You Do" y otra de las piezas nuevas "Hotel Daze" con
un Tyla ya sin camisa y únicamente ataviado con su chaleco de Cuero negro
empapado en sudor, demostraba que todavía corre el rock por sus venas, y es
que el vocalista dio toda una lección de fuerza y carisma sobre las tablas,
conectando en todo momento con el público y sabiendo dar a la audiencia lo que
había venido a buscar Rock n Roll. Las encargadas de poner el broche de oro a
esta excelente velada fueron "Satélite Kid" extraído de "Errol
Flynn" y el marchoso "I Don't Want You To Go" con el que los
perros del amor dejaron las tablas, certificando que en pleno año 2013 su
música y su propuesta sigue teniendo plena vigencia, contando con una audiencia
fiel y devota que respalda a la banda y que no me cabe la menor duda de que si
hay posibilidad de volver a repetir actuaciones como esta, volverán a ver a sus
héroes, y es que aunque algunas cosas cambian, esto es simplemente Rock n' roll
y nos encanta.
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