Formados en enero
de 2012 los suecos Dead Lord, editaron su EP "No Prayers Can Help You”,
que les sirvió como carta de presentación, en abril de ese mismo año, un
trabajo en el que se reivindicaban como fans incondicionales del “grovee” y el
sonido añejo de los grupos clásicos de finales de la década de los 60 y los 70.
Después de la buena acogida recibida, la formación liderada por el guitarrista
y vocalista Hakim Krim, decidió viajar hasta los Sun Studios de Dublín para
encerrarse allí durante una semana junto al ingeniero y productor Ola Ersfjord para dar forma a este
"Goodbye Repentance". A pesar de la corta vida de Dead Lord, lo
cierto es que sus componentes no son unos recién llegados a la escena, ya que
entre sus filas hay miembros de bandas como Morbud Chron, Kongh And The The
Scams o los emergentes Enforcer.
En cuanto al material contenido en este eléctrico y guitarrero debut, hay que remarcar que las ocho composiciones que lo integran, nos proponen un viaje en el tiempo, rescatando la vibración y el feeling de bandas consideradas icónicas dentro del hard rock europeo, recordando por momentos a formaciones como Ufo o Thin Lizzy, dando forma a un trabajo muy ameno y de fácil escucha, que además de su versión en CD, será editado en formato vinilo, un soporte muy acorde con la propuesta de la formación sueca.
En cuanto al material contenido en este eléctrico y guitarrero debut, hay que remarcar que las ocho composiciones que lo integran, nos proponen un viaje en el tiempo, rescatando la vibración y el feeling de bandas consideradas icónicas dentro del hard rock europeo, recordando por momentos a formaciones como Ufo o Thin Lizzy, dando forma a un trabajo muy ameno y de fácil escucha, que además de su versión en CD, será editado en formato vinilo, un soporte muy acorde con la propuesta de la formación sueca.
Uno de los aspectos
que más llama la atención dentro de “Goodbye Repentance”, es la producción, con
un sonido totalmente analógico, que consigue transmitir una gran honestidad, y
amor por la música, en una época, en la que parece que muchas bandas basan su
sonido en el excesivo abuso de la tecnología, los suecos parecen recurrir a la
tecnología más básica y rudimentaria, para facturar un álbum que suena
totalmente real y artesano desde su mismo arranque con los guitarrazos
iniciales de “Hank”, una composición en la el dinamismo inicial, impregnado de
melodías accesibles, dejará paso a una pieza de hard rock con tintes clásicos,
en el que la nota de personalidad la pone la peculiar voz de Hakim Krim, que
será el encargado de liderar unos melódicos estribillos que acabaran
fundiéndose con unos desarrollos guitarrísticos que rezuman la esencia del
sabor añejo de las formaciones anteriormente citadas, y durante el que las
guitarras acabaran doblando sus armonías, para posteriormente devolvernos a la
marchosa estructura inicial. Sin apartarse en exceso de la línea trazada
durante el tema de apertura, y cediendo todavía mayor protagonismo a las
guitarras de Krim y Hedenström, se abre “Hammer To The Heart”, un medio
tiempo con tintes muy melódicos, que poco a poco se irá desarrollando hasta
arrastrarnos de lleno sobre un nuevo estribillo altamente efectivo,
encuadrado dentro de una estructura de lo más roquera, en la que la
pareja de guitarristas dejara su huella como intérpretes.
Si durante los
primeros compases del álbum, los suecos parecen concentrarse en unos temas
bastante dinámicos y con mucho punch, lo cierto es que al abordar “Onkalo”, un
tema rescatado de su anterior EP de presentación, Dead Lord nos
ofrecen unas estructuras algo más complejas y cambiantes, un tanto alejadas del
ritmo directo, ahondando más en unos desarrollos instrumentales más
enrevesados, en los que se suceden constantes cambios de ritmo, sobre una
base rítmica que suena más compacta. Aunque durante todo el álbum, es palpable,
la devoción que la formación sueca profesa a Thin Lizzy, es en temas como el
que da nombre al plástico “Goodbye Repentance”, donde más claramente puede
observarse la influencia de Phil Lynott, especialmente en la textura de la voz,
y la forma de entonar las estrofas de Hakim Krim, pero no únicamente es por el
aspecto vocal, por lo que se puede considerar heredera a la formación sueca del
legado de Thin Lizzy, sino también, por ese fantástico juego de guitarras, que
consigue transmitir buen rollo y vitalidad, en una composición en la que los
coros , durante los estribillos, se erigen como parte importante del
tema, para posteriormente arrastrarnos sobre un nuevo y avasallador desarrollo
solista.
Aunque la mayoría
de los temas, se basan en unos patrones muy marcados y del estilo del hard rock
de los años setenta, lo cierto es que en piezas como el potente “Because Of
Spite”, es donde la banda sueca consigue desmarcarse ligeramente de su
habitual propuesta, dándole a las guitarras un poco más de contundencia y
distorsión, junto a un ritmo algo más rápido y acelerado, consiguiendo
que su sonido se acerque ligeramente al de los primeros AC DC, lo que propicia
que el tema gane muchos enteros, gracias a ese ritmo contagioso, que se
fundirá con unos estribillos muy melódicos y accesibles, que nos
conducirán a un tramo final in crescendo. La marcha roquera no se detiene en el
arranque de “Envying The Dead”, en el que la batería de Adam Lindmark, será la
encargada de marcar un ritmo constante sobre el que las guitarras guiaran sus
melodías, en una pieza donde las armonías vocales dejaran paso a un
nuevo desarrollo instrumental impregnado de espíritu roquero y megalómano.
En un trabajo, en
el que se palpa la devoción hacia un sonido tan clásico, no podía faltar el
toque “bluesy” y elegante que aporta el up tempo “No More Excuses”, con
un arranque lento y comedido, que parece casi baladístico, y que guarda un
cierto aroma al “Little Wing”, del maestro Hendrix, durante el tramo inicial, y
en el que Krim, adopta unos tonos más rasgados y sentidos, para poco a poco, ir
transformando esa emotividad inicial, en un derroche de electricidad,
gracias a la súbita subida de intensidad que convertirá el tema en un up
tempo con una apoteósico tramo central, que remitirá para dejarnos un final
lento y preciosista, redondeando la pieza más épica de este “Goodbye
Repentance”. Para poner el colofón al álbum, la formación sueca, vuelve a
recurrir a las melodías frescas y accesibles cabalgando sobre el ritmo
alegre y dinámico de “Ghost Town”, una pieza de hard rock marchoso con unos
estribillos llenos de gancho y punch, que sirven para que los suecos nos
muestren su faceta más alegre y desenfadada, despidiendo el disco
dejándonos con un buen sabor de boca.
Dead Lord, han
facturado con este debut, un álbum en el que reivindican su amor y devoción
hacia un sonido, y una manera de escribir temas, propios de otra época, lo que
puede que les comporte algunas críticas por un sonido que quizás, sea
demasiado deudor de bandas como Thin Lizzy, en cualquier caso, su
propuesta, se me antoja muy atractiva para todos los seguidores de Phil Lynott,
y del hard rock más clásico en general.
Lista de Temas
1. Hank
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2. Hammer to the
Heart
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3. Onkalo
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4. Goodbye
Repentance
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5. Because of
Spite
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6. Envying the
Dead
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7. No More
Excuses
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8. Ghost Town
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