Hay mucha gente que sigue sin tomarse en serio la repercusión y el seguimiento que en nuestro país han alcanzado bandas como Gigatron o El Reno Renardo, y la verdad es que no alcanzo a comprenderlo. A lo largo de los últimos años, estás y otras formaciones han apostado por poner unas pinceladas de humor en sus letras apoyándose en unas estructuras netamente roqueras, consiguiendo recabar el apoyo y seguimiento de un público devoto que les adora y que llena, irremediablemente, cada una de sus actuaciones, hasta el punto de conseguir completar aforos que algunas bandas, "consideradas serias", serían capaces ni de imaginar.
En cualquier caso, el proyecto que hace ya varios años iniciara Jevo, se ha ido consolidando hasta convertirse a día de hoy en toda una realidad. En esta ocasión, un par de años después de su última visita, el cuarteto de Getxo se presentaba en la sala grande del Salamandra para ofrecernos una pequeña muestra de sus nuevas composiciones que se publicarán, en breve, bajo el sugerente título de "Babuinos Del Metal". Pero estaba claro que el principal reclamo para la descarga de esta noche, y lo que más anhelaban los parroquianos de la formación vasca, era poder deleitarse con una buena ración de los clásicos contenidos en sus trabajos anteriores.
La primera sorpresa de la noche vino dada por el fantástico ambiente festivo que se respiraba en los aledaños de la sala, con muchísima gente apostada en las taquillas, y una larguísima cola de impacientes seguidores de la banda esperando para acceder al recinto entre sonrisas y cánticos de apoyo al Reno, lo que vaticinaba que el calor del público sería una baza importante durante la descarga de esta noche.
En una concurrida sala, que ya casi rozaba el lleno, saltaban sobre las tablas, los locales , Cyan Bloodbane, que fueron recibos de forma muy calurosa por el respetable, haciendo evidente que entre los allí reunidos había muchos seguidores de la banda catalana. Con su último disco publicado recientemente, la formación de Pineda de Mar salió al escenario del Salamandra dispuesta a aprovechar el máximo su tiempo, ofreciéndonos un exhaustivo repaso a su segundo y último trabajo "Nuevos Tiempos" del que interpretaron todos y cada uno de los temas que lo integran.
Con una cuidada puesta en escena, el sexteto arrancaba su descarga con el demoledor "Nuevos Tiempos", presentándonos a una banda compacta, muy confiada sobre las tablas y que venía dispuesta a ofrecernos una buena ración de su power metal melódico. Tras un inicio en tromba, la banda continuaba el recorrido por su excelente "Nuevos Tiempos" de la mano de un incisivo "Larvas de Esclavitud", donde los teclados de Eric Quesada se fusionaron con las poderosas guitarras de Iván y Xavier, haciendo que el público, poco a poco, se fuera metiendo en la descarga, mientras el vocalista Santi Andreo, que se destapo como un frontman de vieja escuela, no dejaba de animar a las primeras filas.
Con el ambiente perfectamente caldeado y la gente totalmente entregada y apoyando al máximo, llegaba uno de los momentos álgidos de su actuación de manos de un contundente y pegadizo "Ejecutor", que consiguió poner a toda la concurrencia a cantar mientras levantaban los brazos al aire, para posteriormente dejar paso a los aires más contenidos y melódicos del roquero "Falsa Humanidad", que desembocó en un poderoso intercambio de estribillos entre banda y público.
Espoleados por la buena acogida recibida y con la banda rayando a gran altura, llegaba el momento de tomarnos un pequeño respiro gracias a los aires más dulces y sentidos de "En El Jardín Del Edén", que la banda dedicó, a modo de emotivo homenaje, a todos los caídos del mundo del rock. La encargada de volver a hacer subir las revoluciones de la explosiva actuación de los catalanes fue la trepidante "Su Tierra", tema que abre su último trabajo, y que en directo sonó como un auténtico ciclón consiguiendo enganchar, plenamente, a un público que se mostró muy receptivo y participativo durante toda la actuación de Cyan Bloodbane.
Para la recta final del show, Cyan Bloodbane se dejaron dos ases en la manga, la apabullante "Esclavo En El Tiempo", que puso la sala patas arriba, con las primeras filas apoyando al máximo, mientras Santi nos organizaba para hacernos cantar el pegadizo estribillo, para acabar rematando, de forma definitiva, su show de la mano de la seguidísima "Víctimas", que volvió nuevamente a poner a saltar a banda y público, demostrando el enorme tirón y gancho que posee la formación catalana.
En resumen, gran descarga de Cyan Bloodbane, que supieron aprovechar al máximo su tiempo, venciendo y convenciendo sobre las tablas del Salamandra, y es que el sexteto tiene un gran directo, mucha experiencia, una buena imagen y un material aplastante. Después de ver su demoledora presentación en Salamandra, no me cabe la menor duda de que la banda va a dar mucho que hablar durante los próximos meses.
Tras un breve descanso durante el que los seguidores de la formación vasca tuvieron tiempo de acercarse a la zona de “merchandising” para hacer acopio de camisetas, cds y chapas, cuando faltaban pocos minutos para las 11 de noche se apagaban las luces y empezaba a sonar la habitual intro "Renux Renardi", mientras dos personajes disfrazados de renos tomaban el escenario consiguiendo levantar el primer griterío de la noche, para dejar paso, posteriormente, a los componentes del cuarteto de Getxo que daban arranque a su actuación con el primer gran himno de la noche, un coreadísimo "Ancho Cipote", que a modo de clásico representaba un excelente punto de arranque para su actuación, con toda la sala completamente entregada desde los primeros compases del show. Sin presentaciones y fundiéndose con los últimos guitarrazos de la pieza de apertura, la fiesta continuaba de la mano de la metalera "La Navaja Del Trueno Infernal", en la que los músicos lanzaron al público los vistosos sombreros con los que habían salido ataviados.
Después de echarnos las primeras risas, llegaba el momento de los saludos y los anuncios, así que Jevo nos informaba de la inminente salida del nuevo trabajo de la banda, y tras jugar un poco con la opinión de todos los presentes, llegaba el momento de poder degustar una de las nuevas composiciones de la banda, el tema que ha servido como adelanto para "Babuinos Del Metal", el irrespetuoso "Majestad Cuidado Con La Gravedad", con el que la banda quedó muy gratamente sorprendida, al comprobar cómo la gente coreaba el tema como si de un clásico se tratara; pero pese a la buena acogida del nuevo material, la palma, como no podía ser de otra manera, vino de la mano de temas clásicos como la irreverente "Hasta La Polla", que convirtió la sala en un desfase total o "Mi Casa", en el que la ceremonia de lo absurdo tuvo continuidad con toda la audiencia bailando, mientras se hacía imposible oír la voz de Jevo enterrada entre el rugido de la marabunta humana.
Para cualquiera que alguna vez haya podido ver a la formación vasca en directo, resulta evidente que no únicamente la diversión está asegurada durante los temas, sino que las propias presentaciones de cada canción, y los hilarantes diálogos entre Jevo y Mikel, suelen ser de lo más desquiciantes y provocan más de una carcajada durante el show, así que momentos cachondos como la presentación de su aclamando "Ctrl+Alt+Supr", con dedicatoria incluida para todos los informáticos, conseguían mantener el jolgorio entre tema y tema.
Tampoco faltó, a petición popular, el solo de batería con fuets a cargo de Iván que provocó una calurosísima respuesta del público, y que sirvió como preámbulo para otro de los momentos más delirantes de la noche, su personal versión de Blind Guardian bautizada como "El Bardo Bastardo", que relajó durante unos instantes el ambiente, para hacernos cantar junto a Javo esa simpática tonadilla rebosante de aroma medieval. Tras el momento de relax volvía la caña con el tema que da nombre a la banda, y que se vio salpicado por fragmentos de otras piezas clásicas dando forma a un simpático y contagioso “medley” que incluyó fragmentos de temas como "Doctor Luis" o los ramalazos folk de "Fiesta Palangana" con los que la pareja de renos regresaron sobre las tablas para regalarnos otro desternillante baile que conseguía desatar las carcajadas de todos los allí congregados.
La segunda ración de material de "Babuinos Del Metal", vino de la mano de un contagioso "Orcos de Mordor", un tema totalmente inédito y que Jevo nos dedicó a todos los presentes, pidiendo nuestra colaboración a la hora de hacer los coros, para que posteriormente se desatara la locura más absoluta al sonar su famosísima y arrolladora versión de Rammstein "Tu Hamster" que fue uno de los temas más coreados y pedidos durante toda la velada.
Fue mientras Jevo nos introducida el siguiente tema, cuando su cerveza se suicidó, saltando desde el posavasos del pie de micro, causando una avería en uno de los monitores, que provocó un pequeño parón en la descarga del cuarteto. Sin duda lo que para muchas bandas hubiera representado un hándicap capaz de arruinar su actuación, para El Reno Renardo, no paso de ser una mera anécdota, ya que mientras el problema era subsanado la gente se dedicó a cantar viejos temas de la banda, e incluso Julen se desprendió de su guitarra para obsequiarnos con un curioso baile que consiguió mantener a la audiencia entretenida mientras se solucionaba el problema.
Con el problema más o menos resuelto, llegaba el momento de otra ración de "Babuinos Del Metal", concretamente de otro de los nuevos adelantos que la banda ha ido colgando en la red "No Hay Huevos", que sirvió para que Jevo nos presentara a sus compañeros, y para un pequeño amago del "Raining Blood" de Slayer en la parte final del tema a modo de homenaje al recientemente fallecido Jeff Hanneman.
Según nos iban anunciando los músicos sobre las tablas, la cosa estaba tocando a su fin pero aún faltaban temas realmente clásicos dentro de la discografía de la banda como el contagioso y veraniego "El Bogavante" extraído de su segundo trabajo “El Reno Renardo y El Reino de la Cagalera de Bisbal”, que fue insistentemente pedido durante toda la noche o el roquero y Tolkiniano "Camino A Moria", que fue el elegido para cerrar la actuación por todo lo alto.
Tras unos breves segundo de ausencia, el clamor popular hizo que el cuarteto regresara sobre las tablas para desplegar toda su sabiduría con la lección en la lengua de Sheakespeare contenida en "Chicken Es Pollo", con el acostumbrado cambio de instrumentos y el fondo sonoro del "Seek And Destroy" de Metallica, para poner el broche de oro definitivo con su tema más representativo y conocido el espectacular "Yo Crecí En los Ochenta", que volvió a poner a toda la sala patas arriba creando un clima de comunión total con la audiencia que muy pocas bandas son capaces de crear dentro de la escena nacional.
En síntesis, gran triunfo del cuarteto de Getxo que confirmaron, por si alguien tenía alguna duda, que detrás de sus letras cachondas e irreverentes hay una autentica banda de rock, con unos músicos excelentes con mucha experiencia y una amplia trayectoria a sus espaldas. Tras ver el tirón que tienen El Reno Renardo en directo y la buena acogida de las nuevas composiciones, no es aventurarse en exceso, decir que su inminente nuevo trabajo “Babuinos Del Metal”, tiene todos los números para convertirse en un nuevo éxito.
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