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martes, 7 de mayo de 2013

MOONSPELL+IMSOMNIUM-RAZZMATAZZ2-BCN-3-MAY-2013




Tras la buena acogida que obtuvo  su anterior visita a nuestro país con su “Vintage Tour 2011”, en el que el quinteto portugués basó su repertorio, casi de manera exclusiva, en el material de sus dos primeras obras “Wolfheart” y “Irreligious”, la banda liderada por el carismático e incombustible vocalista Fernando Ribeiro regresaba a la Ciudad Condal para presentar su nuevo trabajo , un álbum doble titulado “Alpha Noir/Omega White”, que ha mantenido al combo lisboeta  girando por el continente Americano durante los últimos meses  cosechando un rotundo éxito. De modo que para esta nueva visita, la formación lusa llegaba a los escenarios españoles muy rodada y con un repertorio totalmente renovado, aunque quizás no tan espectacular ni impactante visualmente como en anteriores ocasiones, y sí mucho más centrado  y orientado en lo realmente importante, la crudeza y rotundidad de sus nuevas composiciones.
Pero antes de la salida de la formación lusa, los encargados de calentar el ambiente eran los finlandeses Insomnium, una banda a la que personalmente tenía muchas ganas de ver, y más después de haber pegado un buen repaso a sus dos últimas entregas discográficas “Across The Dark” y su más reciente “One For The Sorrow” de 2011. Desde los primeros compases de su actuación, se pudo apreciar claramente, que el público estaba muy pendiente de las evoluciones del cuarteto sobre las tablas, así que temas como la inicial “Inertia” o  “Where The Last Wave Broke”, tuvieron una cálida acogida por parte del respetable,  lo que propicio que el cuarteto se creciera sobre las tablas a la hora de desplegar todo su potencial death metalero cargado de armonías envolventes y melancólicas, fraguando un show muy crudo y convincente.

Seguramente,  el hecho de que su último trabajo “One For The Sorrow” estuviera ya muy rodado, también ayudó a que la descarga de los finlandeses fuese de lo más rotunda y contagiosa, con temas como “Unsong”, en el que las voces limpias del guitarrista Ville Friman se fundieron con las habituales líneas abrasivas y death metaleras de un comunicativo Nillo Sevänen, que permanecía impasible apoyado sobre el monitor central, mientras sus compañeros no dejaban de moverse sobre las tablas, dando color e intensidad a su actuación. Durante toda la descarga de Insomnium, el cuarteto se mostró muy cercano y agradecido con la audiencia, lo que propicio el apoyo incondicional del público  en temas como “Down With The sun”, extraída de su “Across The Dark”, o la envolvente y agresiva “Through The Shadows”.

Aunque la descarga de Insomnium estuvo casi exclusivamente centrada en sus últimas dos entregas, lo cierto es que también tuvieron tiempo para mirar a su trabajo de 2006 “Above The Weepeing Wolrd”, del que rescataron la cambiante y atmosférica “Change Of Heart”, que contó con las palmas de la audiencia durante el tramo inicial, para posteriormente sumergirnos de lleno en un extenso desarrollo instrumental en el que destacó el brillante ejercicio solista a cargo de Markus Vanhala. Con un público cada vez más entregado, la banda encaraba la recta final de su actuación de la mano de tres composiciones de su último trabajo, la agresiva “Only One Who Waits”, “Weather The Storm”, presentada por el guitarrista Ville Friman, para rematar su presentación definitivamente con la densidad sonora contenida en “One For The Sorrow” , con la que la banda liderada por Nillo Sevänen dio por concluida su actuación,  dejando una grata impresión entre los asistentes y certificando que la formación tiene tablas y calidad suficientes  para liderar su propio show.

Tras la arrolladora descarga de Insomnium, no lo iban a tener fácil los portugueses para convencer a su parroquia. Con una sala que, finalmente, registró una media entrada larga, la formación lusa daba arranque a su actuación con la poderosa y electrizante "Axis Mundi", que marcó la entrada del quinteto sobre las tablas  liderados por poderoso Fernando Riberio que, ataviado con un caso al estilo troyano y un llamativo pie de micro con forma de espada, fue el foco de todas las miradas durante los primeros compases del show,  mientras sus compañeros desgranaban las ráfagas asesinas del brutal tema de apertura. Sin mediar presentación alguna, y con Fernando ya liberado de su casco, el quinteto se abalanzaba sobre la pieza que presta nombre a su nuevo trabajo "Alpha Noir", en el que pudimos apreciar el poderoso contraste entre los cortantes y afilados riffs de Ricardo Amorin y los envolventes teclados de Pedro Paixâo, que a lo largo del show fue alternando las labores de teclista con las de guitarra de apoyo en los temas más netamente metaleros.

Como ha venido siendo norma habitual durante las descarga del quinteto luso en nuestro país, Fernando Ribeiro se dirigió a nosotros en un mas que comprensible castellano durante toda la actuación, con lo que la descarga ganó en cercanía y efectividad, y es que tal y como comento el propio vocalista, únicamente escuchamos la lengua de Shakespeare durante los temas, ya que todas las presentaciones de la noche se hicieron en “Portuñol”. Tras unos primeros compases marcados por la potencia desgarradora de las nuevas composiciones de la banda, el siguiente tema en ser desgranado fue un oscuro y crujiente “Finisterra”, con el quinteto mostrándose realmente excelso sobre las tablas, dominando con soltura tanto las partes más crudas e incisivas como las atmósferas más melódicas y envolventes. Adentrándonos todavía más en esas ambientaciones oscuras y opresivas, la siguiente en caer, fue una de las piezas que mejor acogida tuvieron durante la descarga del quinteto “Night Eternal”, que nos mostraba su lado más tétrico y ocultista,  haciéndonos vibrar intensamente  con su halo de misterio y sus voces guturales. 

Con el ambiente ya caldeado, Fernando reivindicaba las dos décadas de existencia de su formación, proponiéndonos para ello un viaje a través del tiempo, transportándonos directamente a los lejanos tiempos de “Irreligious”, para ofrecernos una doble ración de su clásico de 1996,   de la mano de un enérgico “Opium”, para el  que Pedro Paixâo volvió a dejar de lado su guitarra para hacerse cargo de los teclados;  para posteriormente dejar paso a los pregrabados que marcarían la entrada de un envolvente y rotundo “Awake!”, que sonó realmente magistral y devastador, con toda la sala entregada al máximo mientras la banda permanecía sobre las tablas engullida por unas amenazantes luces rojizas. Sin tiempo, prácticamente, para reponernos del golpe, los lusos seguían el recorrido por su material más clásico desgranando piezas como “Abysmo”, rescatada de su roquero “Sin Pecado” de 1998. Para poner el punto y final a la que podríamos calificar como la parte más melódica y emotiva de la velada, el quinteto apostó por una de sus nuevas composiciones, el vibrante y emocional “New Tears Eve”, que fue dedicado a la memoria del vocalista de Type O Negative, Peter Steele  y al recientemente fallecido Jeff Hanneman de Slayer.

Recuperando la fuerza arrolladora del inicio, y volviendo a fijar su objetivo en los temas de nuevo cuño, una incisiva “Lickanthrope” volvía a traernos de regreso a los Moonspell más cañeros y agresivos para dejar paso después a un crujiente y seductor “Love Is A Blasphemy”, con Fernando nuevamente mostrando sus grandes actitudes como frontman, dirigiendo al público desde el escenario, consiguiendo recabar el apoyo del respetable acompañando con palmas el inicio del tema, para posteriormente convertir la sala en un mar de brazos elevados hacia el escenario apoyando los estribillos del tema, para acto seguido ,y sin darnos un segundo de tregua, presentarnos un oscuro y tétrico “Em Nome Do Medo”, para el que el vocalista nos pidió el esfuerzo de cantar el estribillo en portugués, lo que provoco que el tema sonase realmente intenso y arrollador, certificando que la pieza tiene un gran potencial en vivo y muchos números para convertirse en uno de los nuevos clásicos de la banda.

Para el tramo final de su actuación, los portugueses se guardaron varios ases bajo la manga en forma de temas clásicos como “Vampiria”, con toda la sala acompañando el pegadizo estribillo, sumergiéndonos en esas atmósferas repletas de intriga y misterio , para proseguir su descarga con los aires del folk típico portugués de la mano de un contagioso y jovial “Ataegina”, que convirtió la sala en una fiesta medieval, con todo el mundo saltando y dando palmas, seducido por la bonita y contagiosa melodía central. La última visita a su material más reciente vino de la mano de la intensa  y oscura “Grandstand”, para cerrar con una increíble y apoteósica versión de su clásico “Alma Matter”, con el que consiguieron poner la sala literalmente patas arriba, con todo el mundo cantando al unísono el estribillo,  haciendo prácticamente inaudible la voz de Fernando.

Tras unos breves momentos de descanso, la banda regresaba sobre las tablas, tal y como nos había prometido, para regalarnos una tripleta de temas perteneciente a sus dos primeros trabajos, un desbordante y coreadísimo “Wolfshade (A Werewolf Masquerade)” que abría su clásico “Wolfheart” de 1995, para posteriormente regalarnos una corrosiva “Mephisto”, que volvió a hacer levantar los brazos a todos los asistentes haciendo el símbolo de la bestia, para finalmente dejar paso a una emotiva y arrebatadora “Full Moon Madness”, que serviría para poner la rúbrica a una hora y tres cuartos de trepidante actuación.

Una vez concluida la presentación , y mientras por megafonía sonaba el “outro”, la formación lusa al completo saludaba desde el escenario a sus seguidores, permaneciendo en escena varios minutos aplaudiendo a la audiencia, mostrándose muy agradecidos por   la fidelidad y entrega  de un  público que se mostró realmente complacido y satisfecho con su descarga. Sin duda esta nueva visita de Moonspell sirvió para certificar el buen momento que, actualmente, vive la  formación,   además de ratificar  que, a día de hoy, son la banda de metal más internacional de nuestra vecina Portugal.



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