Procedentes de la fría ciudad de
Helsinki, y avalados por una larga
trayectoria dentro del “underground” finlandés, nos llega el prometedor debut
de Ranger. Formados inicialmente en el año 2009 bajo la denominación de Turbin,
la formación dio sus primeros pasos en el mundo discográfico editando un par de
demos, que fueron las que a la postre les valdrían para llamar la atención del
sello Ektro records, que son quienes
ahora se encargan de poner en circulación este debut en formato vinilo bajo el
título “Knights Of Darkness”, un trabajo en el que el cuarteto ha regrabado
algunas de sus primeras composiciones como “Touch Of Death” o “Supreme Evil”, añadiendo
tres nuevas piezas rebosantes de sangrante y enérgico speed metal y aderezado
con algunos toques del sonido clásico de la N.W.O.H.M. con los que dan vida a
una propuesta variada y polivalente que resultara atractiva tanto para los seguidores de bandas clásicas como Exciter
o Running Wild, como para las nuevas generaciones que apoyan a formaciones
emergentes como Evil Invaders o Enforcer.
jueves, 29 de agosto de 2013
lunes, 26 de agosto de 2013
SONICBLAST 2013-MOLEDO-PORTUGAL-24-AGO-2013
Al igual que sucede en nuestro
país, durante todo el mes de agosto, el litoral norte de Portugal es una
sucesión de pequeñas poblaciones que celebran sus fiestas patronales, con lo
que no resulta extraño que en cada una de ellas haya un acontecimiento “especial”
que las diferencie del resto de poblaciones vecinas. Si en algunos de estos
núcleos urbanos están las ahora tan en boga “Ferias Medievales”, es en la
bonita población de Caminha, concretamente en la Playa de Moledo, donde se
celebra una de las más atractivas e importantes citas para todos los amantes del rock psicodélico y el stoner, el emergente festival SonicBlast.
Alejado del circuito de los
grandes festivales europeos, el modesto SonicBlast ha ido creciendo y
consolidándose hasta convertirse en uno de los nombres de referencia, tanto entre el público
portugués como para toda la cornisa norte de nuestro país, con lo que no fue
difícil encontrar durante la maratoniana jornada de conciertos gente venida de
Galicia, Asturias y el País Vasco.
Al igual que sucediera durante
las ediciones anteriores, el festival estaba dividido en varios recintos:
A primera hora de la mañana, los
más valientes y madrugadores podían acercarse hasta la playa de Moledo para
poder probar en sus propias carnes la gélida temperatura de las aguas del
Atlántico mientras probaban sus aptitudes para los deportes acuáticos como el
Surf, o el Bodyboard.
En el apartado estrictamente
musical, la primera parte del festival se llevaba a cabo en la piscina del
Centro Cultural de Moledo. Dentro del recinto había habilitado un pequeño
escenario por el que fueron desfilando las primeras formaciones del cartel,
mientras que los asistentes pasaban el día disfrutando del intenso sol y refrescándose
en la piscina, convirtiéndose el
reciento en una especie de fiesta entre amigos, una fiesta que se vio amenizada
por la buena música en directo y los siempre divertidos e improvisados concursos de saltos a la piscina.
Para la segunda parte del
festival, la que tendría lugar durante la tarde-noche, se concentraban las actuaciones
de las bandas más atractivas y conocidas del cartel. Para sus respectivas
descargas la acción se trasladaría a otro recinto mayor, situado a escasos 100
metros de la piscina. Un recinto grande, presidido por un escenario alto y
perfectamente equipado que sería el marco idóneo para la descarga de las bandas
más importantes de esta tercera edición
del festival portugués.
Completando la zona acondicionada para los conciertos, existían además del puesto destinado para el “merchandising” de los grupos, varias barras en las que se podía adquirir bebida a un precio asequible, y los siempre necesarios servicios sanitarios que se concentraban en la parte trasera del recinto.
Completando la zona acondicionada para los conciertos, existían además del puesto destinado para el “merchandising” de los grupos, varias barras en las que se podía adquirir bebida a un precio asequible, y los siempre necesarios servicios sanitarios que se concentraban en la parte trasera del recinto.
LIBIDO FUZZ
Aunque dentro del recinto de la
piscina el festival se había iniciado a última hora de la mañana con la participación de algunos Dj´s y la
actuación de las primeras bandas del día, que fueron las encargadas de poner
la banda sonora a los primeros chapuzones de la calurosa jornada, para el que suscribe, la intensa actividad festivalera se iniciaba con la actuación de los franceses Libido Fuzz,
un trio procedente de Bourdeaux, que fueron los encargados de mitigar el
sofocante calor y la morriña propia de después del almuerzo.
Para alejarnos de los brazos de Morfeo, el trío francés nos sorprendió con una propuesta de retro-rock cargada de boggie y elegancia, con temas como en el sureño “I Was Made On A Desert Road”, pero sin dejar de lado algunos alardes psicodélicos que parecían directamente sacados del libro de estilo de las grandes formaciones de finales de los 60 y principios de los 70.
Para alejarnos de los brazos de Morfeo, el trío francés nos sorprendió con una propuesta de retro-rock cargada de boggie y elegancia, con temas como en el sureño “I Was Made On A Desert Road”, pero sin dejar de lado algunos alardes psicodélicos que parecían directamente sacados del libro de estilo de las grandes formaciones de finales de los 60 y principios de los 70.
Pese a que en un principio el
trio se mostró algo tímido sobre las tablas, lo cierto que se fueron entonando a
medida que fue avanzando su show hasta cuajar una actuación realmente
convincente y atractiva, consiguiendo brillar en los desarrollos más extensos y contagiosos, destacando especialmente temas como el sabroso y festivo
“California Gold Rush”, una pieza que reúne todos los atributos de la propuesta
de la formación francesa.
SUPER SNAIL
Mientras el sofocante sol
empezaba a dejar paso a la fresca brisa marina, los encargados de cerrar esta primera
tanda de actuaciones en el recinto de la piscina fueron los portugueses Super
Snail, un power-trio que recientemente ha puesto en circulación su última obra
de estudio el marchoso “Space Mountain”.
Si la actuación de los franceses
Libido Fuzz había estado protagonizada por la psicodelia y el rock ácido y
setentero, la propuesta de los portugueses resultó mucho más sucia y agresiva,
basando sus composiciones en la crudeza de unas guitarras graves y rugosas con
las que consiguieron animar a la
audiencia a base de latigazos precisos como el retumbante “Sunset Fuzz”.
Además de los cortes extensos,
llenos de complejos desarrollos y constantes cambios de ritmo como la
instrumental “Vouyage”, el trio portugués también demostró que sabe pisar el
acelerador al máximo, apostando sin complejos por esos tempos rápidos y
agresivos en los que parecen percibirse algunos ramalazos más propios de la
música “grunge”, especialmente a la hora de someternos a esos estribillos
repetitivos y concisos de temas como “Surfin In The City” , o el espeso e
incisivo “Dead Sailor”.
GUERRERA
Tal y como marcaba el orden del día,
las siete de la tarde era la hora prevista para el inicio de las actuaciones en
el escenario principal de esta tercera edición del SonicBlast. Así que después
del ordenado y corto peregrinaje, con algo de retraso sobre el horario
previsto, daba arranque la actuación de los gallegos Guerrera, un sexteto que con
su flamante mezcla de rock/blues/boggie y stoner, consiguieron fraguar una
actuación realmente intensa y vibrante con la que se metieron a toda la
audiencia en el bolsillo, haciendo mover
la cabeza a los presentes, contagiados por los desarrollos intensos y
apoteósicos de piezas como el brillante y experimental “Ted Kaczynski” (una auténtica delicia en
directo), o el efectivo “Under The Gypsy Sun”, durante el que pudimos escuchar
algún grito de apoyo hacia el sexteto, lo que evidenciaba que la proximidad
geográfica de la banda había arrastrado a algunos de sus fieles hasta
territorio luso.
De cara a esta presentación en el SonicBlast portugués, la banda venía a
presentar su primer trabajo “Under The Gypsy Sun”, un álbum del que se
prensaron únicamente 300 copias, pero que la banda ha puesto a
disposición de sus seguidores a través de su página de
bandcamp.
No faltaron en su repertorio las
corrosivas andanadas de “Dead Man” o el sugerente “Make Me Feel",con el que
consiguieron inyectar un tanto de mordiente y agresividad a su rock visceral de raíz
bluesera, redondeando una actuación que iba ganando en intensidad y garra por
momentos, hasta tal punto de que su
guitarrista y vocalista Alejandro rompió el correaje de su instrumento, lo que provocó que junto a los delirantes bailes de algunos de sus
compañeros consiguieran sonsacar más de
una sonrisa a un público que quedó plenamente satisfecho con la descarga del
sexteto gallego.
Sin duda Guerrera tienen tablas y
temas suficientes para convertirse en una de las bandas punteras dentro
del blues/rock patrio, y actuaciones como la que ofrecieron en Moledo
no hacen más que ratificar esta
impresión.
KILLIMANJARO
Tras la frenética descarga de los
vigueses Guerrera, llegaba el turno de una de las bandas más esperadas y queridas por el
público portugués, la única formación que repetía participación con respecto a
la edición del pasado año, los locales Killimanjaro.
El trío, procedente de la cercana población de Barcelos, no lo iba a tener nada fácil para conseguir mantener el nivel de intensidad y buen rollo creado por los gallegos, pero la verdad es que la banda liderada por el guitarrista y vocalista Jose Gomes se descolgó ante su audiencia con una descarga de lo más competente y convincente, basando su repertorio en riffs salvajes y efectivos con los que dieron forma a una propuesta contagiosa y festiva que, lejos de cualquier tipo de etiquetas, dejaba espacio tanto a esas ráfagas de rock directo e incisivo, como a pequeños desarrollos más propios del stoner, consiguiendo hacer las delicias de una audiencia ya muy numerosa.
El trío, procedente de la cercana población de Barcelos, no lo iba a tener nada fácil para conseguir mantener el nivel de intensidad y buen rollo creado por los gallegos, pero la verdad es que la banda liderada por el guitarrista y vocalista Jose Gomes se descolgó ante su audiencia con una descarga de lo más competente y convincente, basando su repertorio en riffs salvajes y efectivos con los que dieron forma a una propuesta contagiosa y festiva que, lejos de cualquier tipo de etiquetas, dejaba espacio tanto a esas ráfagas de rock directo e incisivo, como a pequeños desarrollos más propios del stoner, consiguiendo hacer las delicias de una audiencia ya muy numerosa.
Además de ratificar el por qué
son a día de hoy son una de las bandas
con más tirón y proyección dentro de la escena del país vecino, el adictivo
trío de Barcelos basaron su show en el
material contenido en su disco homónimo de 2011, del que desgranaron piezas como
"Uncle Pope", o "Empty", además de estrenar alguna nueva
composición que formara parte de su próximo trabajo, consiguiendo recabar una
calurosa respuesta por parte de un público
muy participativo y animado que no dejo de alentar y apoyar la propuesta del
trío portugués, llevándolos en volandas y ayudándoles a certificar una de las
actuaciones más marchosas y dinámicas de la jornada.
MARS RED SKY
Los siguientes en tomar las
tablas eran los franceses Mars Red Sky, un trío procedente de Bourdeaux, que
llegaban al Sonicblast habiendo levantado una gran expectación gracias a la
buena acogida de su reciente EP "Be My Guide", un trabajo
realmente redondo que les ha ayudado a consolidarse y hacerse un hueco dentro
de la escena psicodélica.
Pese a las enormes ganas con las que el público luso aguardaba la descarga de la banda gala, lo cierto es que su show acabó quedando un poco por debajo de las expectativas que en ellos habían depositado. Quizás fuera por el gélido viento que se desató durante su actuación, o tal vez fue por el contraste con la dinámica actuación de Killimanjaro, pero lo cierto es que la propuesta de la banda francesa, basada en el intimismo introspectivo y la elegancia instrumental cargada de melancolía y psicodelia, no llegó a llenarme enteramente.
Pese a ello, la formación gala sonó
especialmente poderosa durante los pasajes más ácidos e intensos de
"Falls", "Marble Sky", o el siempre inmenso "Strong
Reflection", con el que consiguieron recrear esas atmosferas cargadas de
psicodelia y reflexión sonora que caracterizaban las composiciones de su
homónimo debut grabado en 2011 en
tierras españolas. Tampoco faltaron durante su actuación algunas de las piezas
de su última entrega discográfica, el EP "Be My Guide", del que destacaría
piezas como "Clean White Hands" o "Stranger", en las que
brilló especialmente su vocalista Julien
Prass gracias a sus tonalidades hipnóticas y envolventes.
Los compases finales de su actuación
sirvieron para volver a degustar una
brillante versión del siempre inspirado "Way To Rome", que fue la
encargada de poner la rúbrica a una actuación un tanto fría y desangelada, que
dejó al personal un poco indiferente.
Sin duda, propuestas como la del virtuoso trío francés resultan mucho más atractivas y vistosas en el intimismo propio de los pequeños clubs que no en el marco de los festivales veraniegos. En cualquier caso, los amantes de los ritmos hipnóticos y la psicodelia setentera pudieron ver colmadas sus pretensiones, aunque a un servidor le hubiera gustado que los de Burdeos pisaran un poco más el acelerador, y se hubiera decidido por meter algo más de "chicha" durante su show.
Sin duda, propuestas como la del virtuoso trío francés resultan mucho más atractivas y vistosas en el intimismo propio de los pequeños clubs que no en el marco de los festivales veraniegos. En cualquier caso, los amantes de los ritmos hipnóticos y la psicodelia setentera pudieron ver colmadas sus pretensiones, aunque a un servidor le hubiera gustado que los de Burdeos pisaran un poco más el acelerador, y se hubiera decidido por meter algo más de "chicha" durante su show.
THE MACHINE
Tras la irregular descarga de Mars Red Sky, era el turno de los holandeses The Machine, formados en el año 2007, el poderoso trío de Rottherdam no ha parado de trabajar durante todos estos años. Su secreto, sin duda, ha sido el mantener una formación estable e invariable, con la que han facturado un total de cuatro lanzamientos de estudio, amén de un reciente split compartido con Sungrazer.
Poco a poco, la banda ha ido creándose un nombre dentro de los ambientes del rock setentero, facturando notables actuaciones en festivales como el Roadburn, el DunaJam Festival o el Burg Herzberg Festival, de modo que esta aparición en Moledo se esperaba con impaciencia por parte de unos fans deseosos de degustar, en primera persona, sus sabrosas y ambientales melodías.
Aunque la gente, a estas alturas de la noche, empezaba a estar algo cansada, fue salir el trio a escena y convertir el recinto en una fiesta, gracias a sus poderosos desarrollos en esas largas odas cargadas de virtuosismo e improvisacion con las que nos hicieron tocar el cielo, despuntando los pasajes cambiantes y atmosféricos del extensisimo "Moons Of Neptune", que nos sirvieron para apreciar la poderosa base ritmica formada por el bajista Hans Van Heemst y el bateria Dave Boogaard, un equipo que se mostró perfectamente sincronizado durante todo el show, bastando una simple mirada entre ellos para variar completamente el patron sonoro del tema, y dar paso a un nuevo ritmo sobre el que la guitarra de David Eering desarrollaría sus psicodélicas melodías.
Tampoco quisieron dejar de lado los holandeses sus composiciones mas rápidas y directas, proponiéndonos un viaje a su primer trabajo "Shadow Of The Machine", para ofrecernos la pieza que prestaba su nombre al debut de la banda, una pieza marchosa y ácida, que puso a las primeras filas en movimiento.
Sin duda, una de los mayores alicientes del combo holandés es su facilidad para combinar ambos patrones estilísticos en su personal sonido, sabiendo sonar compactos y precisos en algunos momentos, para posteriormente abandonarse en esos intrincados y alargados alardes melódicos que ayudan a hacer volar la imaginación del oyente, arrastrándole a un viaje a través del infinito.
Como si de una montaña rusa se tratase la formación holandesa nos mantuvo en un sube y baja constante durante toda su actuación , pasando de la rabia desaforada de temas como el impactante y paradójico "Repose", a momentos hipnóticos e introspectivos como los contenidos en el atmosférico y cambiante "Moonward", extraído de su experimental "Calmer Than You Are".
A pesar de que su actuación se hizo especialmente corta, lo cierto es que los holandeses dejaron una fantástica impresión al publico portugués con su atronadora descarga, y abandonaron el escenario del SonicBlast dejando tras de si una sonora ovación que les convertía en uno de los triunfadores de la jornada.
KADAVAR
Con la barrera de la media noche
ampliamente sobrepasada, llegaba el turno del plato fuerte de esta tercera edición
del SonicBlast, los alemanes Kadavar. El trío berlinés tras una extensa y
exitosa gira, que les ha llevado a recorrer prácticament todo el viejo
continente durante los primeros meses del año, están aprovechando ahora la
temporada estival para aparecer en
diferentes festivales, consiguiendo hacer llegar sus composiciones a audiencias
más masivas mientras reclutan nuevos adeptos para su hipnótico y retrospectivo viaje a las raíces del rock setentero.
Pese a ello, en esta descarga por
tierras lusas, el trio berlinés salía a escena con las cartas marcadas, ya que
la audiencia congregada frente al escenario para seguir su actuación se mostró
como un público fiel y devoto, perfectamente conocedor del material de la banda germana.
Además, Lupus Lindermann y sus muchachos saltaron al escenario plenamente concienciados de la oportunidad que suponía para ellos el liderar un festival emergente como el SonicBlast, así que la formación salió a darlo todo desde los primeros compases de su actuación, sometiéndonos al poderoso arreón inicial compuesto por piezas como el apabullante “Black Sun” o el imponente y riffero “Doomsday Machine”, que fue el primero que consiguió hacer rugir intensamente a la audiencia de Moledo.
Además, Lupus Lindermann y sus muchachos saltaron al escenario plenamente concienciados de la oportunidad que suponía para ellos el liderar un festival emergente como el SonicBlast, así que la formación salió a darlo todo desde los primeros compases de su actuación, sometiéndonos al poderoso arreón inicial compuesto por piezas como el apabullante “Black Sun” o el imponente y riffero “Doomsday Machine”, que fue el primero que consiguió hacer rugir intensamente a la audiencia de Moledo.
A diferencia de otras bandas que parecen
haberse apuntado al carro del revival setentero, todo en la propuesta de
Kadavar irradia honestidad, desde sus pintas y ropas, que parecen sacadas del armario de sus padres, a esos intensos y rugosos desarrollos instrumentales
impregnados de esa esencia "Sabbath" que hace que los temas de la banda sean tan
adictivos y pegadizos, haciendo que piezas como “Fire”, extraído de su última
entrega discografía “Abra Kadavar”, este llamado a convertirse en uno de los clásicos
de su discografía.
A pesar del intenso frio que
castigaba nuestros agotados cuerpos, la descarga de los alemanes fue caliente e
intensa, con un magistral Tiger llevando todo el peso rítmico de la formación germana,
empujando y dando contundencia con cada uno de sus golpes, y es que el barbudo batería
tiene una pegada realmente poderosa.
El nuevo miembro del trío, el bajista Simon "Dragon" Bouteloup , demostró que tras su reciente periplo europeo está perfectamente integrado en el engranaje de la banda, y forma junto a Tiger un poderoso muro sonoro que resulta el marco ideal para los desarrollos instrumentales de un inspiradísimo Lupus Lindermann, que además de mostrarnos sus buenas aptitudes como guitarrista, supo cumplir con creces ante el micrófono.
El nuevo miembro del trío, el bajista Simon "Dragon" Bouteloup , demostró que tras su reciente periplo europeo está perfectamente integrado en el engranaje de la banda, y forma junto a Tiger un poderoso muro sonoro que resulta el marco ideal para los desarrollos instrumentales de un inspiradísimo Lupus Lindermann, que además de mostrarnos sus buenas aptitudes como guitarrista, supo cumplir con creces ante el micrófono.
Aunque evidentemente, esta actuación
dentro del marco del SonicBlast, servía para presentar su última obra de estudio
“Abra Kadavar”, el poderoso trio alemán optó por un repertorio muy equilibrado
en el que otorgaron la mitad de su tiempo en escena a cada uno de sus trabajos.
Si durante el primer tramo de su presentación el repertorio estuvo básicamente centrado en las composiciones de nuevo cuño, fue durante el segundo tramo del show cuando la banda se decidió a regalarnos piezas como “Broken Wings” o el deliciosamente psicodélico “Purple Sage”, que nos introdujo de lleno en las fragancias "hippiosas" que destilaba su primera entrega discográfica.
Si durante el primer tramo de su presentación el repertorio estuvo básicamente centrado en las composiciones de nuevo cuño, fue durante el segundo tramo del show cuando la banda se decidió a regalarnos piezas como “Broken Wings” o el deliciosamente psicodélico “Purple Sage”, que nos introdujo de lleno en las fragancias "hippiosas" que destilaba su primera entrega discográfica.
Lejos de mostrarse excesivamente
comunicativos con la audiencia, la maquinaria alemana se concentró en mostrar
sus credenciales sobre el escenario, atacando una recta final sin concesiones que dejo convencidos a los más escépticos, y que vino liderada por andanadas del calibre
de “Dust”, para posteriormente rematar la faena con dos de sus más brillantes composiciones
“Creatures Of The Demon” y la apabullante “Goddes Of Dawn”, con la que ponían el
punto y final a un concierto que se hizo excesivamente corto.
En resumen, gran descarga del
trio alemán que demostraron sobre las tablas que están llamados a convertirse
en una de las formaciones más importantes dentro del revival del sonido
setentero. Actitud, entrega, presencia escénica y buenos temas no le faltan al
trio berlinés, que únicamente debe mejorar en un par de aspectos: mostrarse
algo más comunicativos para con su público, y saber medir el tempo de las
actuaciones, ya que resultó algo frustrante que uno de los platos fuertes del
festival se retiraran sin ofrecernos un bis.
A pesar de que me hubiera gustado
presenciar la actuación de los pontevedreses Unicornibot que eran, a la postre, los encargados de clausurar esta tercera edición
del SonicBlast, la húmeda brisa marina, y
el cansancio acumulado pudieron más que las ganas de ver a la formación gallega, así
que decidimos que era hora de retirarse
aprovechando el buen sabor de boca dejado por la descarga del trío alemán.
En cualquier caso, y a modo de
balance, me gustaría destacar el notable crecimiento que ha experimentado el
festival en esta tercera edición, consiguiendo consolidarse y arrastrar a una
cantidad de público sensiblemente superior a pasadas ediciones, demostrando que
con ilusión y amor por lo que se hace es posible tirar adelante un festival de
estas características.
No me gustaría acabar esta crónica
sin felicitar a la organización por el trabajo realizado, y agradecer muy especialmente
a Ricardo Rios el trato y las
facilidades recibidas para la realización
de esta crónica.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
viernes, 23 de agosto de 2013
ALICE IN CHAINS-THE DEVIL PUT DINOSAURS HERE
Existe la convicción de que el segundo lanzamiento de una formación suele ser el que acaba marcando su trayectoria vital, y creo que en el caso de los americanos Alice In Chains, pese a su dilatada trayectoria anterior, está puede ser una sentencia que se amolde perfectamente a su actual situación. Surgidos a finales de la década de los ochenta en la fría ciudad de Seattle, el cuarteto liderado por el guitarrista Jerry Cantrell y el vocalista Layne Staley siempre se caracterizó por unas densas guitarras que convirtieron al cuarteto en la formación más metálica de la escena grunge. Tras unos inicios muy duros, la banda saboreo las mieles del éxito con su segundo trabajo, el multimillonario "Dirt" de 1992, considerado a día de hoy como uno de los clásicos del género. A pesar de su carrera imparable hacia el estrellato, algunos de los miembros de la banda tuvieron que lidiar con los problemas con las drogas, lo que acabo consumándose en tragedia al fallecer el vocalista Layne Staley en el año 2002, lo que provocó la desaparición del influyente cuarteto americano.
martes, 20 de agosto de 2013
HUNTRESS-STARBOUND BEAST
Después de emerger del
underground americano con su avasallador debut "Spell Eater", y tras recorrerse el Viejo Continente acompañando a los renovados metaleros
británicos Dragonforce, los californianos
Huntress, liderados por la
explosiva vocalista Jill Janus, retornan al primer plano de la actualidad
discográfica de la mano de su segunda
entrega "Starbound Beast"; un álbum en el que el quinteto yankee
parece decantarse abiertamente por su faceta más netamente heavy metalera,
dejándose notar en sus nuevas composiciones una marcada influencia del metal
clásico de la década de los ochenta, levantando un poco el pie del acelerador
para concentrarse en ofrecer una mayor
carga melódica en sus temas,
prescindiendo de esos rabiosos e incendiarios latigazos speed/ thrash
que tanto enriquecían su propuesta. Aunque, evidentemente, la voz de Jill Janus sigue brillando en el concepto global del
sonido de la banda, lo cierto es que la
vocalista se muestra algo más comedida a la hora de abordar los registros más
agudos, sonando menos chillona pero igualmente potente y contundente.
jueves, 15 de agosto de 2013
VAGOS OPEN AIR 2013-QUINTA DO EGA, VAGOS-PORTUGAL-10-AGO-2013
Como para la mayoría de los
seguidores del metal de nuestro país, para el que suscribe, la cita con el
Leyendas estaba marcada en rojo en el calendario, pero los siempre
"inoportunos" compromisos familiares me obligaron a volar hacia
tierras portuguesas durante ese mismo fin de semana. Afortunadamente, a una
distancia relativamente corta de donde estaba alojado se iba a celebrar el
festival Vagos Open Air, uno de los mayores festivales metálicos del país
vecino, por lo que pese a todo tendría ocasión de saciar mi ansiedad metalera.
El festival estaba enmarcado
dentro de la localidad de Vagos, situada muy cerca de la bonita población de
Aveiro, a la que nuestros vecinos denominan como la Venecia Portuguesa, por los
navegables canales que rodean la ciudad. Aunque la cita se prolongaba durante
dos días (viernes y sábado), únicamente pude asistir a la segunda jornada, que
era en la que se concentraban las bandas más netamente metálicas. Al
aproximarme al recinto donde tenía lugar el festival, pude comprobar cómo había
dos zonas de acampada perfectamente diferenciadas: la primera, junto a la zona
de conciertos, perfectamente acondicionada con superficie de césped, equipada con duchas y servicios, pero que
contaba con el hándicap de que los arboles eran muy pequeños, con lo que apenas
daban sombra; y una segunda zona, digamos en "plena naturaleza",
donde el suelo era de piedra, pero en la que los frondosos árboles
proporcionaban una atractiva y siempre necesaria sombra.
A diferencia de lo que sucede en
otros festivales Vagos cuenta con un único escenario con lo que existe la
posibilidad de seguir el festival de forma íntegra sin perderse ninguna de las actuaciones. Otro detalle
curioso, y muy interesante para los fans, es que justo al lado del escenario
había una pequeña carpa por la que los grupos fueron desfilando para firmar autógrafos.
Hablando de los servicios de bar
y comidas, lo cierto es que dentro del recinto pude contabilizar hasta un total
de seis barras de bebida, y otros tantos puestos en los que se despachaban
diferentes tipos de comida (pizzas, kebabs, bocadillos..), con lo que no se
registraron grandes colas a la hora de ir a buscar las consumiciones. Además,
me gustaría destacar que durante toda la jornada no hubo excesivas
aglomeraciones, todo un lujo para los que estamos acostumbrados a los grandes macro-festivales
tipo Sonisphere, en los que las colas son tediosas e interminables.
En cuanto a los puestos de
“merchandising”, además del oficial, en el que había camisetas de todas las
bandas participantes (excepto de Gamma Ray, que fueron confirmados horas antes
del inicio del festival), había cinco o seis stands en los que se podían
adquirir Cds, camisetas, parches, gorras, etc.....
Nada más recoger mi acreditación,
un miembro de la organización me informaba de que Saxon se habían caído del
cartel debido a un grave accidente de Biff Byford, y que su plaza sería ocupada
por los alemanes Gamma Ray, toda una sorpresa que no me esperaba. Hay que resaltar
la rapidez de la organización para buscar un sustituto de plenas garantías para
reemplazar a la mítica formación británica. Una vez dentro del recinto, otro
detalle que me llamo la atención fue la gran cantidad de público español que se
había desplazado al festival, lo que sumado a la cordialidad de los portugueses
me hizo sentirme como en casa.
Fueron algunos de nuestros
compatriotas quienes me hicieron una pequeña disección de la primera jornada
del festival, de la que me destacaron las actuaciones de Bizarra Locomotiva,
Evergrey y Lacuna Coil, mientras que tacharon como de discreta la de otro de los platos fuertes de la
primera jornada Sonata Artica. También coincidían en destacar que durante esta
segunda jornada se había registrado un considerable aumento en la afluencia del
público.
WEB
A pesar del plomizo sol que caía sobre la zona que acogía los conciertos,
varios centenares de valientes se congregaron a las 17 horas frente al
escenario para presenciar la actuación de los locales WEB, que serían los
encargados de abrir esta segunda jornada del festival. El veterano combo de
Oporto, liderado por su carismático guitarrista Victor Matos, se presentaba en
Vagos dispuesto a dejar huella con su incendiario thrash metal “old school”.
Pese a la dilatada trayectoria del cuarteto, la banda no tiene una discografía
excesivamente extensa, así que basaron su actuación en los temas de su última
referencia de estudio “Deviance”, del que desgranaron temas como el ardiente
"Life Aggression", el oscuro y opresivo "(In)Sanity", en el
que destacaron esos toques casi doom metaleros que sirvieron para certificar el enorme apoyo que tiene la
banda entre los seguidores del metal
luso.
Tampoco faltaron durante su
actuación los pogos que hicieron alzarse sobre nuestras cabezas esas
características nubes de polvo que impregnan el aroma de los festivales, y que
fueron realmente intensas durante temas como el arrebatador "Beatifull Obsession",
en los que la banda se abandonó a los ritmos más intensos y acelerados
provocando la hilaridad de un público enloquecido con la actuación de sus
compatriotas. Para cerrar su escueta actuación, los de Oporto recurrieron a su
"If Only There Was Light", un clásico de su primer trabajo con el que
el cuarteto suele cerrar sus actuaciones habitualmente.
TARANTULA
Con el calor apretando fuerte sobre nuestras cabezas, y sin concedernos un
segundo de tregua, poco a poco, el recinto de conciertos se iba poblando de
seguidores que se aproximaban para presenciar la segunda de las actuaciones de
la jornada. En esta ocasión, el turno era para los también lusos Tarantula, una
formación de heavy metal melódico que tuvieron bastante repercusión en la escena
metálica portuguesa de finales de los 80 y principios de los 90, y que incluso
llegaron a sobrepasar sus fronteras protagonizando algunas incursiones por el
Viejo Continente y España.
Aunque quizás hoy en día la banda
liderada por los hermanos Paulo y Luís Barros no atraviesa por su mejor momento
de popularidad, lo cierto es que el cuarteto de Vila Nova de Gaia demostraron
sobre las tablas su enorme clase y elegancia con trallazos melódicos del
calibre de "Afterlife", con la que hicieron cantar al público,
consiguiendo recabar el apoyo mayoritario de la audiencia.
A pesar de su dilatada
trayectoria discográfica, el grueso de su actuación estuvo centrada en el
material de su álbum de 2001 "Dream
Maker", del que rescataron de forma consecutiva la melódica "The Nature
Of Sin", la coreadísima "You Can Always Touch The Sky", y el
técnico y virtuoso "Changes Coming", que sirvió de excusa para el fantástico
solo de guitarra de Paulo Barros, quien dio buena cuenta de su instrumento en
un alarde solista cargado de calidad y elegancia.
Los últimos compases de su
actuación estuvieron marcados por los juegos vocales con la audiencia que
servirían de preámbulo para "Face The Mirror", recuperada de su
"Light Beyond The Dark", con el que ratificaban el excelente estado vocal de un Jorge Marques
que se marcó una actuación realmente brillante, corriendo incansablemente de un
lado al otro del escenario sin fallar ni una sola nota.
Sin duda, después de su actuación
en Vagos el cuarteto de Vila Nova de Gaia certificó porque son una de las
formaciones de referencia dentro de la
escena metálica portuguesa.
ROTTING CHRIST
Tras la doble ración de metal autóctono luso, nos enfrentábamos a la primera de
las bandas internacionales de esta segunda jornada del festival de Vagos, los
griegos Rotting Christ. Aunque la propuesta de la formación de los hermanos
Tolis resulta mucho más efectiva y atractiva en un ambiente más oscuro e
íntimo, lo cierto es que el combo de
Atenas supo adaptarse a los rigores del horario, y salieron a escena a las 19
horas dispuestos a someternos con su intensa actuación, desarrollando un set
cargado de intensidad y violencia sonora en el que incluyeron un repertorio muy
equilibrado, proponiéndonos un detallado
recorrido a través de sus casi 3 décadas de historia.
Si algo ha caracterizado siempre
la trayectoria de Rotting Christ, es la constante evolución de su sonido, dando forma a una propuesta que ha ido variando disco a disco, ofreciendo
siempre diferentes elementos y matices, pero sin renunciar a su primigenia
esencia. De forma que el primerizo
"The Forest Of N´Gai", fue el encargado de retrotraernos a la primera
época de la banda para posteriormente ser enlazado con el crujiente y
envolvente "Athanati Este", que hizo rugir con fuerza a la audiencia,
mientras que de entre las primeras filas comenzaban a hacer acto de presencia
las primeras oleadas de "surfers", que hicieron emplearse a fondo al
personal de seguridad.
A pesar de que la banda griega no
pudo hacer uso del equipo de luces, ni de las lonas laterales de proyección, la
formación de los hermanos Tolis fue la primera que utilizó un telón de fondo
que reproducía la portada de su última entrega discográfica, un trabajo del que
rescataron piezas como la oscura y seminal "Kata Ton Demona Eautou",
durante la que Sakis Tolis se encargó de dirigir a la audiencia como si de un
sumo sacerdote se tratase. Tras un inicio de show realmente rotundo y
arrollador, la actuación de los helenos prosiguió de la mano de "King Of
Stellar War", con la que conseguimos recobrar ligeramente el aliento,
gracias a su tempo algo más relajado y envolvente, para posteriormente volver a
someternos con la tralla amenazadora de la concisa “The Sign Of Evil Existence”.
Su peculiar versión del
"Societas Satanas", fue la encargada de sumergirnos de lleno en un
épico y arrebatador final, durante el que el público se mostró especialmente
participativo, apoyando incansablemente y generando esas incomodas nubes de polvo que
dificultaban la respiración. Pese a ello, trallazos como el brutal "Chaos
Geneto (The Sign Of Prime Creation)", hicieron que el “headbanging” y el
pogo fueran una práctica generalizada entre las primeras filas, mientras que la
sucia y rasposa "Non Serviam", fue la encargada de conducirnos sobre
la épica y poderosa "Noctis Era" que a la postre, sería la encargada
de poner el broche de oro a la fantástica descarga de la formación griega.
Aunque quizás Rotting Christ no
gozaron del mejor de los horarios para su propuesta, lo cierto es que los de
Atenas hicieron gala de una gran profesionalidad, sabiendo tirar de tablas y
experiencia para ofrecernos un show crudo e intenso con el que consiguieron
colmar las expectativas de sus seguidores más fieles.
ICED EARTH
Con la tarde encarando su ocaso
llegaba el momento de uno de los platos fuetes de esta segunda jornada del VAO 2013,
la actuación de los americanos Iced Earth. La banda liderada por el carismático
guitarrista Jon Schaffer ha estado trabajando intensamente en la grabación de
su nuevo trabajo de estudio “Plagues Of Babylon”, un álbum que tiene que
servir, tras el enorme éxito cosechado por su anterior “Dystopia”, para
consolidar definitivamente a Stu Block
como vocalista de la banda, y para cerrar
definitivamente la etapa del adorado Matt Barlow.
Esta actuación de la formación
americana por tierras lusas, servía para poner el punto final a la gira de
presentación de su último trabajo, ya que cabe esperar que la próxima vez que
la banda se suba a los escenarios, acompañando a Volbeat, será para defender
alguna de sus nuevas composiciones. La principal novedad que presentaba el
quinteto de Florida era la incorporación
de su nuevo baterista Raphael Saini,
quien entro en el seno de la banda a
principios del mes de Mayo en
sustitución de Brent Smedley.
A pesar de que al inicio de su
actuación todavía había mucha claridad, la formación americana fue la primera
que utilizó las lonas laterales sobre las que se proyectaban las imágenes del
escenario, lo que permitía seguir las evoluciones de los músicos a aquellos que
estaban situados más lejos del escenario. De igual forma, fue el quinteto
yankee el primero en hacer uso del juego de luces, con lo que su actuación,
especialmente en la segunda parte del show, gano muchos enteros en ambientación
e intensidad. Pero sin duda lo que más gusto al público portugués fue lo acertado
del repertorio escogido para la ocasión, proponiéndonos un set equilibrado y muy variado en el que
supieron combinar los temas más destacados de su última entrega discográfica y
sus clásicos de siempre, unos clásicos que Stu Block ha adaptado a su forma de
interpretar.
Con un gigantesco telón que
reproducía la portada de su último trabajo, el quinteto tomaba las tablas
siguiendo la estela del atronador “Dystopia”, que a modo de monumental apertura
servía para certificar el enorme tirón y popularidad que posee la banda por
estas tierras. Tras la primera ovación, y sin dejarnos apenas tiempo para
recuperar el aliento, la segunda pieza en sonar
fue una poderosa “Dark Saga”, en la que un comunicativo Stu Block se
echó la banda a las espaldas, conectando con un público entregado que coreó el
nombre de la formación en repetidas ocasiones a lo largo del show.
Lejos de decaer el aplastante
ritmo inicial, los americanos siguieron haciendo crecer la intensidad del show
proponiéndonos una brutal y efectiva versión del “Pure Evil” de su lejano “Night Of The
Stormrider”, en la que pudimos comprobar las buenas aptitudes tras los tambores
del nuevo fichaje de la formación,
mientras que sus compañeros a las seis
cuerdas mostraban una excelente compenetración. Durante la actuación de Iced
Earth, fueron constantes las arengas y reivindicaciones de Stu Block
proclamando los parabienes del heavy metal, con lo que la formación americana
consiguió crear un clima de unión y hermandad que elevo la intensidad del show
al atacar piezas como el efectivo “Burning Times”, o el melódico y emotivo “I Died For You”, que
puso a toda la audiencia a corear su pegadizo estribillo.
Pero lejos de las baladas y los
medios tiempos, estaba claro que los americanos venían a Vagos dispuestos a
poner toda la carne en el asador, así que rápidamente volvieron a levantar la
moral de la tropa con un incendiario “V”, que hizo levantar los brazos del
respetable, mientras Stu Block interpretaba el tema ataviado con un vistosa
mascara, que finalmente acabo lanzando a la audiencia. Ante la calurosa
respuesta del público luso, el vocalista prometía una pronta visita de la
banda, para posteriormente embarcarse en el tema que cerraba su celebrado “The
Dark Saga” de 1996, un épico y lírico “A Question Of Heaven”, que sirvió de
preámbulo paro uno de los momentos álgidos de su presentación, un rotundo
“Anthem”, que nuevamente puso a todo el recinto a cantar mientras los “surfers”
volaban hacia el escenario dando colorido a la actuación del quinteto.
Cuando todavía no se había
cumplido una hora de show, sorprendentemente, la banda abandonaba el escenario,
para volver rápidamente ante la aclamación popular para ofrecernos el primero de los dos bises que nos regalaron. Con la oscuridad
adueñándose del escenario arrancaba la
intro “In Sacred Flames”, para fundirse con el oscuro inicio de “Boiling
Point”, que acabaría convirtiéndose en una de las piezas más potentes de la
velada gracias al poderoso doble bombo y
al excelente trabajo de Troy Seele a las seis cuerdas.
El segundo y último bis de la
noche estuvo marcado por el tema que presta su nombre a la banda, un primerizo
“Iced Earth”, que cedió el testigo al atronador “The Hunter”, rescatado de su
aclamado “The Dark Saga”, que servía para que el quinteto abandonara las tablas
por todo lo alto, siendo aclamados como auténticos héroes, y teniendo que salir
a escena en repetidas ocasiones para saludar a su ejército de seguidores.
GAMMA RAY
Si durante las primeras
actuaciones de la jornada los cambios de “backline” habían sido relativamente
rápidos, haciéndose las esperas entre banda y banda bastante amenas, tras la
descarga de Iced Earth, se produjo una pausa bastante larga, con lo que la gran
mayoría del personal aprovechó para reponer fuerzas, acercándose a alguno de
los diferentes puestos de comida que había repartidos a lo largo del recinto
del festival.
Aunque, como a la mayoría, la
inclusión en el cartel de Gamma Ray me había pillado por sorpresa, la verdad es
que esta inesperada cita con Hansen y
sus muchachos se presentaba como una excelente oportunidad para resarcirme de
la sensación agridulce que me dejaron
después de una actuación un tanto irregular y deslavazada en el inicio de su
gira europea junto a Helloween.
Con la noche ya cerrada, y con el
escenario engalanado con unas chillonas luces en tonalidades azules, empezaba a
sonar a través del P.A. la acostumbrada intro “Welcome”, que sería la encargada
de dejar paso a una doble ración extraída de su clásico “Somewhere Out In
Space”, de la mano de “Anywhere In The
Galaxy”, y una veloz y coreadísima “Men, Martians And Machines”, que hizo
explotar a un público que coreó con tanta intensidad el estribillo que hizo prácticamente inaudible la voz de un Kai Hansen
que para esta ocasión lució un
llamativo flequillo de color verde.
Tras una primera salva de
aplausos, las primeras palabras del guitarrista fueron para desear una pronta
recuperación al vocalista de Saxon, lo que provocó una cerrada ovación, y rápidamente
el cuarteto alemán se embarcó en un melódico “The Spirit”. Aunque durante toda
la actuación la voz de Hansen no estuvo a la altura de las grandes ocasiones,
lo cierto es que la banda supo conectar con la audiencia en temas como “New
World Order” o “Dethrone Tyranny”, que si bien no sonaron limpios y técnicos,
sí que consiguieron transmitir esa magia y ese feeling que hicieron de la banda un grupo “tan especial” a mediados
de la década de los noventa. Y es que a diferencia de otras formaciones, cada
vez que veo en directo a Gamma Ray, me parecen más arrolladores y menos
técnicos, aunque siguen conservando ese espíritu lúdico y atractivo sobre las tablas.
Al igual que sucediera durante su
anterior tour con la banda de las Calabazas, los de Hamburgo aprovecharon la
ocasión para ofrecernos una doble ración de su ultimo Ep “Master Of Confusion”,
abordando en primer lugar el tema que presta su nombre al EP, para dejar paso
posteriormente a un rotundo “Empire Of
The Undead”, que según palabras del propio Hansen representaba un retorno al
sonido clásico del speed/power de mediados de los 80, una vuelta a sus raíces que
sonó cruda, potente y rasgada, y que sirvió para poner a todos los presentes a
hacer “headbanging” cual posesos.
Aunque tuvo un arranque
dubitativo, con un Kai no muy inspirado al cantar la intro casi a capella,
“Empathy” se convirtió en uno de los puntos álgidos de la descarga de los
alemanes, gracias en gran medida a la ambientación que la banda dio al corte,
con Kai postrado de rodillas ante la majestuosidad de la guitarra de Henjo,
para que posteriormente fuera el propio
Hansen el encargado de rematar la faena, poniendo la guinda a la parte solista,
llevándose todas las miradas y aclamaciones del público.
Ante una audiencia que parecía
literalmente enloquecida daba arranque la segunda parte del show con temas como
“Rise”, o un, afortunadamente, recuperado para la ocasión “Rebelion In Vagos”,
que sonó épico y grandilocuente,
convirtiendo la llanura del festival en un campamento de guerra
prestando atención a la arenga de su general, con un Hansen realmente magistral en su papel de
frontman, derrochando magnetismo e intensidad, y llevando la batuta a la hora
de hacer cantar al respetable.
Un escueto solo de guitarra a
cargo de Henjo Richter sería el encargado de sumergirnos de lleno en el
material de la banda de las Calabazas de la mano de dos himnos generacionales,
que al igual que en nuestro país, son dos auténticos clásicos para los amantes
del heavy metal: “Future Wolrd” y “I Want Out”, que sirvieron para convertir el
recinto en una auténtica fiesta.
Para el retorno sobre las tablas
la banda se reservó el hímnico “To The Metal”, que volvió a hacer rugir, una
vez más, al público de Vagos, y el efectivo “Send Me A Sing” que sirvió como despedida
para una actuación que si bien los más
puristas tacharían de simplemente correcta, con un Hansen algo flojo y
desordenado vocalmente, lo cierto es que a un servidor le dejo con un excelente
sabor de boca, ya que me permitió recuperar a esos Gamma Ray intensos, crudos y
sobretodo divertidos, a los que se veía disfrutar sobre las tablas mientras hacían vibrar a sus seguidores. Sin duda la actuación
de Hansen y sus muchachos me pareció una de las mejores que he podido verles en
los últimos diez años, mostrándonos a una banda que sonó fresca y enchufada,
descargando un set compacto y bien estructurado.
TESTAMENT
Si durante toda la jornada uno de
los protagonistas del festival había sido el deslumbrante sol y el intenso y
sofocante calor, a estas alturas de la jornada, ya con la noche completamente
cerrada, y con el cansancio acumulado, la sensación térmica hacía necesaria la
compañía de una chaqueta. Pese a ello, y a la prolongada espera entre la
conclusión de la descarga de Gamma Ray y el inicio de la actuación de Testament,
el público estalló en una sonora aclamación, coreando el nombre de la banda americana,
cuando comenzó a sonar la intro que serviría para dar el pistoletazo de salida de
un demoledor y explosivo “Rise Up”, con toda la banda rayando a gran a altura
mientras Chuck Billy se paseaba desafiante con su medio pie de micro
fluorescente simulando que tocaba la guitarra.
Desde los primeros compases del
show quedo clara la intención de la banda de ofrecernos un recital rebosante
del clásico sonido thrash metal “old school”, reivindicándose como parte de una
escena que parece estar viviendo una segunda juventud, sonando crudos intensos
y potentes, como quedo plenamente confirmado al atacar piezas como el incisivo
“More Than Meets The Eye”, que pese a su corta vida se ha convertido en todo un clásico del quinteto de San
Francisco. Aunque la banda se mostró en vivo como una autentico apisonadora,
especialmente el tándem formada por Eric Peterson y Alex Skolnick, quizás el
que estuvo un poco por debajo de su nivel fue el gigantón Chuck Billy, al que
se le vio excesivamente cansado y
jadeante entre tema y tema, y que incluso llegó a omitir algunas estrofas de
los temas más rápidos, lo que acabo desluciendo la descarga del combo
americano.
Mucho protagonismo tuvieron
durante la primera mitad del show los temas de su última entrega “Dark Roots Of
Earth”, abordando cortes como el
corrosivo “Native Blood”, el colérico “True
American Hate”, que hizo vibrar a la audiencia con el incendiario
intercambio solista entre Peterson y Skolnick, o un oscuro y persuasivo “Dark
Roots Of Earth”, que fue el encargado de cerrar el capítulo dedicado a su más
reciente entrega discográfica.
Para la segunda parte de su
actuación, la banda decidió centrarse en lo que podríamos denominar su material
más clásico, basando todo su repertorio, de manera casi exclusiva, en material
anterior a la publicación de “The Gathering”, una elección que hizo las
delicias de los fans más veteranos de un quinteto que nos asolo con la ferocidad
contenida en cortes como “Into The Pit”, que provocó el primero de una serie de
“circle-pits”, que protagonizarían la recta final del show. Un lapidario
“Practice What You Preach”, con un Alex Skolnick desmelenado, que acabo de
rodillas haciendo llorar a su guitarra, o un crujiente “The New Order”, fueron
las encargadas de sumergirnos en un trepidante viaje a través de los primeros trabajos de la banda.
En repetidas ocasiones a lo largo
de su actuación Chuck Billy se dirigió al público portugués para agradecerles su
apoyo y entrega, además de pedirles su participación en momentos puntuales del
show, como durante el arrebatador “The Preacher”, que convirtió las primeras
filas en una auténtico campo de batalla, con todo el mundo haciendo pogo
mientras el vocalista sufría de lo lindo para completar cada una de las
estrofas. Pese a todo, al público no
pareció importarle demasiado, y continuo apoyando y animando a la banda en
temas como el melódico “Alone In The Dark”, con el respetable rugiendo intensamente
contestando a las demandas del corpulento vocalista, o su oscuro y diabólico
“Do Not Resuscitate”.
Pese a la larga jornada de
conciertos el público luso parecía incansable, y respondía con mucha entrega y
pasión a cada una de las palabras del vocalista, quien prometió una doble
ración de sonido “old school” para cerrar su actuación por todo lo alto. Para
ello el quinteto de San Francisco recurrió a “3 Days In Darkness”, y un
soberbio “Over The Wall”, con el que nos proponían un recuerdo al primer video
que filmó la banda, y que formaba parte de su arrollador debut de 1987 “The
Legacy”. Aunque parecía que la banda regresaría para interpretar un par de
temas más, lo cierto es que el quinteto se perdió entre bastidores y no volvió
a aparecer, dejando a la audiencia con la miel en los labios y deseosa de una
nueva ración thrashera que habría servido para poner el broche de oro a esta X edición
del Vagos Open Air.
Quizás, de entre las actuaciones
internacionales fuera la de Testamente la más floja. En cualquier caso, el
balance de esta segunda jornada fue altamente positivo para un servidor, que se marchaba con una sonrisa dibujada en
la cara después de degustar un buen bocado de metal luso (WEB y Tarantula),
sumergirme de lleno en el dark-metal de Rotting Christ, vibrar con el metal de
Iced Earth, reencontrarme con mis adorados Gamma Ray, y volver a disfrutar de
unos Testament que incluso al 75% siguen siendo toda una garantía de cara al
directo.
FOTOS Y TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS Y TEXTO:ALFONSO DIAZ
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