Aunque el epicentro
del terremoto thrashero que asoló este pasado fin de semana nuestro país se
registró en tierras gallegas, una de sus múltiples réplicas se dejó sentir con
fuerza en la Capital Catalana, donde los americanos Exodus nos ofrecieron una
buena muestra de su potencial y furia metálica, brindándonos un sorpresivo
concierto que, enmarcado a principios del mes de Agosto, sorprendió muy
positivamente tanto por la actitud y entrega de la banda, como por la afluencia
de un público que, esta vez sí, respondió a la convocatoria, logrando que la
descarga se trasladará desde la pequeña Sala 3, a la confortable Sala 2 de un Razzmatazz que registró algo más
de media entrada.
Desde su regreso en
2004, y más concretamente durante los últimos años, la formación americana se
ha convertido en una asidua de nuestros escenarios, descargando de forma
habitual en nuestro país. Con su última visita, de junio del año pasado,
todavía fresca en la memoria, el quinteto de San Francisco se presentaba, en
esta ocasión, sin un nuevo trabajo bajo el brazo, pero sí con importantes
novedades en su formación. Debido a la unión
de su guitarrista y fundador Gay Holt a los “todo poderosos” Slayer, la banda
ha optado por reclutar, para los
conciertos que no pueda contar con Holt, al guitarrista Kragen Lum de los
clásicos Heathen.
Los encargados de
abrir la velada fueron los barceloneses Aggression, una banda que tras la edición
el pasado año de su brillante “Viocracy”, parecen estar inmersos en un profundo proceso de
reestructuración y cambio, ya que la formación catalana se presentó en el
escenario de Razzmatazz con una alineación de trío, formando sin bajista, y
aprovechando la ocasión para presentarnos a su nuevo hacha Nico Hernández.
Aunque a lo largo de
su actuación, la banda catalana intercaló las mejores piezas de sus dos plásticos,
lo cierto es que las composiciones que forman parte de su última entrega
“Viocracy”, fueron las que mejor funcionaron, contrastando la velocidad y rabia
de temas como el primerizo "Psycho-Crime", con la técnica y melodía
del tema título a su última obra "Viocracy", un álbum en el que la
banda ha dado una "virtuosa"
vuelta de tuerca a su propuesta, manteniendo intacta su potencia arrolladora, y
ese personalísimo sonido "old school" que siempre les ha
caracterizado.
La encargada de
despedir la breve actuación de los thrashers barceloneses fue la furiosa
"MoshPirit", que consiguió desatar la locura generalizada en la
pista, y durante la que Pol se encargó de dar las instrucciones necesarias para
montar el primer "wall of death" de la noche, que sirvió como calentamiento de cara al vendaval que se nos venía encima. Tras
algo más de media hora de show, el trío se despedía de la audiencia con la
satisfacción del deber cumplido después de haber cuajado una notable actuación,
en la que destacó la labor de su batería Jose Rosendo.
Esperemos que de
cara al futuro la formación pueda completar un line-up de garantías que les permita proseguir con la senda
ascendente que iniciaron con la edición de su segundo trabajo "Viocracy".
Sin duda, talento, coraje y actitud no les faltan.
Tras la descarga de
los locales Aggression, llegaba el turno de la banda californiana. Durante este
nuevo periplo por el Viejo Continente,
Exodus van a ofrecer un total de 17 conciertos en los que alternaran sus
apariciones en grandes festivales con actuaciones en salas de mediano aforo en
las que liderarán su propio show. Así que
esta nueva visita del quinteto americano representaba una excelente oportunidad
para comprobar, de primera mano, el
actual estado de forma de una banda que,
a día de hoy, pasa por ser uno de los
pilares básicos de un estilo que parece
estar viviendo una segunda juventud en pleno S.XXI.
El hecho de que el
concierto estuviera programado en una fecha que, a priori, no es habitual
repercutió muy positivamente tanto en la afluencia de público, como en la
respuesta desbordante de actitud y pasión de una audiencia que se mostró
especialmente motivada y participativa durante toda la actuación, transmitiendo
a los músicos su calor y apoyo incondicional, dejando claro ,desde los primeros
compases del show, la admiración de los fans
para con los de San Francisco, lo que se tradujo en un caluroso
recibimiento que fue brutalmente contestado por el quinteto americano.
La banda arrancó su
actuación arrasando con todo a su paso, imprimiendo mucha garra y fuerza a las
dos piezas que abren su última entrega discográfica “Exhibit B: The Human
Condition”: una brutal "The Ballad Of Leonard And Charles", que nos
sirvió para comprobar el excelente
momento por el que atraviesa la banda, y el arrasador "Beyond The
Pale", durante el que ambos guitarristas nos mostraron su buena conexión
en directo, cosa lógica si tenemos en cuenta
que Lee Altus y Kragen Lum, forman también equipo en los legendarios
Heathen.
Tras un inicio
arrollador, en el que la banda se metió
a toda la sala en el bolsillo, llegaba el momento del primer gran clásico de la
noche "Piranha", un desbordante trallazo que sonó plenamente
contemporáneo, gracias a la rugosidad despiadada de la base rítmica formada por
Hunting y Gibson, y a la rabia que transmite Rob Dukes, inyectando con sus
rasgados registros ese personal toque
hardcore que consigue que el material
clásico de la banda siga sonando plenamente vigente, sonando igual de poderoso
y amenazante que cuando se publicó a
mediados de la década de los ochenta en obras maestras como aquel primerizo
"Bonded By Blood".
Con la sala convertida en una olla presión, en la que la gente no paraba de desparramar y hacer constantes "circles-pits", llegaba el momento de recuperar el aliento durante el tramo inicial de la intensa "Children Of A Worthless God", en la que Dukes buscó nuestra complicidad para acompañarle en los estribillos, para posteriormente volver a desatar la locura en la pista al espetar un sonoro "Fuck Religion", que serviría de introducción para un arrollador y abrasivo "Iconoclasm", que ratificaba las buenas sensaciones dejadas durante los primeros compases del show, demostrando que la banda, pese a la ausencia de Holt, sigue funcionando como una maquina perfectamente engrasada, rebosante de intensidad y voracidad thrashera.
Con la sala convertida en una olla presión, en la que la gente no paraba de desparramar y hacer constantes "circles-pits", llegaba el momento de recuperar el aliento durante el tramo inicial de la intensa "Children Of A Worthless God", en la que Dukes buscó nuestra complicidad para acompañarle en los estribillos, para posteriormente volver a desatar la locura en la pista al espetar un sonoro "Fuck Religion", que serviría de introducción para un arrollador y abrasivo "Iconoclasm", que ratificaba las buenas sensaciones dejadas durante los primeros compases del show, demostrando que la banda, pese a la ausencia de Holt, sigue funcionando como una maquina perfectamente engrasada, rebosante de intensidad y voracidad thrashera.
Respondiendo a una
nueva aclamación, de parte de un público que no se cansó de carear el nombre
del quinteto en diferentes ocasiones a lo largo del show, llegaba el momento de
una nueva mirada retrospectiva, en esta ocasión, a su trabajo de 1989
"Fabulous Disaster", de la mano de una rotunda "The Last Act Of
Difiance", que consiguió mantener el ánimo de la tropa, para
posteriormente deleitarnos con una doble
ración de su "Tempo Of The
Damned" de 2004, del que rescataron
"Scar Spangled Banner", y la crujiente "Blacklist",
en la que el carismático Tom Hunting
volvió a deleitarnos con su fenomenal pegada y su maestría a la hora de
introducir esos portentosos redobles marca de la casa.
Si durante la
primera mitad del show, la formación americana había optado por mezclar su
material más reciente con algunos de sus clásicos más representativos, de cara
a la segunda parte de la actuación, el quinteto quiso concentrarse en su
material más antiguo, apostando, casi de forma exclusiva, por composiciones que
formaron parte de sus primeros lanzamientos, dando cabida en su repertorio a piezas
del calibre de "Fabulous Disaster", que convirtió
la sala en un "circle-pit" gigantesco, o el primerizo y seminal
"A Lesson In Violence", todo un himno para los seguidores de Exodus,
que consiguió hacer rugir con fuerza a toda la audiencia, convirtiendo la sala
en una fiesta con todo el mundo haciendo “headbanging”, y en donde incluso
pudimos ver a algún "surfero" haciendo de las suyas sobre las cabezas
del respetable.
"War Is My
Shepherd", de su fantástico "Tempo Of The Damned", fue la única
infiltrada entre la apabullante colección de clásicos que seguirían cayendo de
mano de joyas como el icónico "Bonded By Blood", (con dedicatoria
incluida al tristemente desaparecido Jeff Hanneman), que se convirtió en toda
una demostración de cómo debe sonar hoy día un auténtico himno del thrash metal
"old school".
La recta final del
show, vino precedida por una nueva provocación de Dukes, quien no paró durante
todo el show de calentar y exaltar a un entregado y participativo público, que
se convirtió en protagonista durante muchas fases de la actuación, llevando a
la banda en volandas al atacar piezas del calibre de "The Toxic
Waltz", o la final "Strike Of The Beast", que sirvió para sellar
la especial hermandad creada entre banda y público. Una comunión que quedó escenificada cuando Kragen Lum subió a un chaval del público
para colgarle su guitarra y dejarle marcarse los acordes finales del show,
mientras nos pedía encarecidamente que confiáramos en la nueva generación del
thrash metal.
Tras noventa
minutos de incendiario y brutal show, el quinteto americano abandonaba las
tablas dejando tras de sí a una audiencia agotada, satisfecha, y plenamente
convencida de haber visto una fantástica descarga. Sin duda, lo que pudimos
presenciar en la Sala mediana del Razzmatazz fue una clase magistral del mejor
thrash metal “old school”, con la formación de San Francisco ofreciendo una
actuación realmente brillante, que únicamente se vio empañada por un sonido
sensiblemente mejorable. Tras presenciar la arrolladora descarga de Exodus creo
que la banda sigue haciendo honor a las palabras de su carismático vocalista
original Paul Baloff:”Metal rules, and if you don´t like it…die!!!!!”
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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