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martes, 17 de septiembre de 2013

PRETTY MAIDS+HARDREAMS-RAZZMATAZZ2-BCN


Si hace tan solo un par de meses teníamos la oportunidad de presenciar la actuación  del vocalista Ronnie Atkins, como uno de los principales reclamos de los Avantasia de Tobias Sammet, durante la pasada edición del festival Sonisphere. En esta ocasión, el carismático vocalista regresaba con su inseparable compañero, el incombustible guitarrista, Ken Hammer para presentarnos la última entrega discográfica de sus Pretty Maids, el fantástico “Motherland”, un álbum que prosigue  la senda ascendente iniciada con su anterior obra “Pandemonium”.

Aunque la banda ya había estrenado sus nuevas composiciones en diferentes festivales durante los meses estivales, lo cierto es que esta nueva visita del combo danés, enmarcada en el inicio de su actual gira europea, representaba una excelente oportunidad para comprobar el verdadero potencial de las nuevas composiciones de la mítica formación.

Pero antes de presenciar la descarga de Atkins y sus muchachos, tendríamos la oportunidad de seguir las evoluciones de los locales Hardreams, una formación con una amplia trayectoria a sus espaldas. Unos auténticos “currantes” de la escena catalana que llevan muchos años batallando para conseguir labrarse  una excelente reputación como banda de directo.

Aunque a la hora prevista para el inicio del show, el aforo era todavía bastante discreto, lejos de caer en el desánimo la banda catalana saltó a escena muy motivada y concentrada, dispuesta a sacar el máximo partido posible a sus cuarenta minutos de show. Con una puesta escena sobria y elegante la formación catalana dejó que la calidad de sus composiciones hablara por ellos, regalándonos una actuación cargada de clase y virtuosismo, ofreciéndonos un detallado repaso a su extensa trayectoria, incluyendo durante su show temas de sus tres trabajos de estudio, pero haciendo especial hincapié en las composiciones de su fenomenal “Unbroken Promises”.

A lo largo de su eléctrico show Hardreams supieron conjugar a la perfección el ritmo roquero y marchoso de piezas como “Rebel Heart”, con la elegancia y delicadeza de los medios tiempos, logrando que temas como la melódica “My Last Desire” sonaran realmente potentes y compactos. Tampoco quisieron dejar de lado los guiños a los primeros años de la banda, rescatando, para una ocasión tan especial, una de sus primeras composiciones “I Don´t Know Why”, que formó parte de su álbum debut de 2004 “Calling Everywhere”.

Durante todo su show la banda se mostró muy entusiasta y agradecida con la oportunidad brindada, respondiendo al desafío con el buen gusto y la calidad técnica contenida en piezas como “It´s Only Love”, todo un derroche de sensibilidad y sutileza con el que demostraron porque son una de las bandas más populares dentro de  la escena Hard-A.O.R. nacional. El contraste a tanta melodía lo puso la potente y oscura “The War Is Over”, que con su estructura más densa y pesada marcó el punto de  inflexión en la presentación de la formación catalana.

La vuelta a las sonoridades más hard roqueras vino de la mano de la optimista “A High Mountain To Climb”, que dejaría paso al ritmo irrefrenable de la contagiosa “Two Shots”, en  la que Manu nos puso a dar palmas mientras nos hacía tararear su pegadizo estribillo. Lamentablemente, el tiempo de Hardreams se estaba agotando, pero antes de despedirse todavía tuvieron tiempo para una arrebatadora versión de su “Little Sinner Queen”, que sería la encargada de poner el punto y final a una entretenida actuación.

Por mucho que algunos se empeñen en no prestar atención a lo que se “cuece” dentro de nuestras fronteras, siempre resulta gratificante ver como una banda con la trayectoria y las tablas  de  Hardreams tiene la oportunidad de presentar sus composiciones en una sala, y un escenario, a la altura de su calidad como músicos. Resumiendo, gran descarga de  la formación  catalana que supo aprovechar la oportunidad de compartir escenario con Pretty Maids para sumar algún adepto a su causa.

En una sala que finalmente registró una media entrada, y tras la brillante actuación de Hardreams, llegaba el turno del plato fuerte de la noche, los veteranos  Pretty Maids. A pesar de llevar más de tres décadas en la brecha, los daneses han sabido evolucionar su primigenia propuesta, manteniéndose fieles al estilo melódico que siempre les ha caracterizado, y que les ha servido para ser considerados como uno de los máximos referentes del sonido “Hard n´ Heavy” a este lado del Océano Atlántico.

Siguiendo la exitosa estela de sus últimas entregas discográficas, la formación danesa se presentaba en la ciudad Condal con la novedad en su formación del bajista Rene Shades, quien completaba el line-up junto a los fundadores Atkins y Hammer,  el batería Allan Tschicaja y el teclista Morten Sandager, ambos en el seno de la formación desde el año 2006.

Con suma puntualidad sobre el horario previsto, cuando el reloj marcaba las 21  horas, empezaba a sonar a través del P.A., la introducción que marcaría la entrada de los músicos sobre las tablas, siendo el primero en tomar posiciones el batería  Allan Tschicaja, para acto seguido, dar arranque al espectáculo con el tema que abre su última entrega discográfica “Mother Of All Lies”, que sonó mucho más potente y orgánico que en su versión de estudio. Sin tiempo para podernos recuperar del primer impacto, la formación danesa continuó desgranando su “Motherland”, con un potente “I See Ghosts”, que fue recibido con gran entusiasmo entre las primeras filas, certificando que el nuevo material ha calado entre los seguidores  de la veterana formación danesa.

Aunque la gran mayoría de las miradas recayeron sobre el vocalista Ronnie Atkins, resulta evidente el enorme peso musical y escénico que tiene en la banda el otro miembro fundador, el guitarrista Ken Hammer, quien no dejó en ningún momento de saludar a los fans de las primeras filas. Tras la primera doble ración del material más novedoso, llegaba el momento de viajar a la época dorada de la banda, de la mano de una dupla incontestable, el marchoso “Needles In The Dark”, que con su ritmo hard roquero desató la euforia entre las primeras filas, y el pegadizo “Love Games”, que con ese seductor aroma a clásico ochentero convirtió la sala en una fiesta  con todo el mundo saltando mientras coreaba su contagioso estribillo.

Pese a la longeva trayectoria de la formación danesa, el grueso de su descarga se concentró, casi de forma exclusiva, en el material de cuatro álbumes. De su etapa más clásica, de mediados de los ochenta, la banda optó por las composiciones incluidas en trabajos como el magnífico “Red, Hot And Heavy” y “Future World”. Mientras que de su etapa más reciente, optaron por el material incluido en “Pandemonium”, y su más reciente “Motherland”.

Tras unos primeros compases desbordantes de fuerza e intensidad fue la novedosa “Sad To See You Suffer”, la encargada de proseguir con la descarga. Resulta curioso que pese a ser esta una pieza de nuevo cuño, el nivel de entrega y entusiasmo de los fans no disminuyó ni un ápice. Mucho más  densa y oscura resultó la intrigante “Why So Serious”, en la que destacó la aportación a los teclados de un omnipresente Morten Tschicaja, dando al tema esa ambientación tan siniestra y característica que se vio reforzada por la apabullante pegada del batería Allan Tschicaja.

A diferencia de lo que sucede con otros cantantes de su generación, el bueno de Atkins sigue conservando intacto su carisma y su característica voz, con lo que el vocalista continua mostrándose como un frontman sólido y convincente, dominando la situación  desde el centro del escenario mientras lidera a la audiencia a la  hora de entonar los estribillos de temas clásicos como el imperecedero “Yellow Rain” que, veinticinco años después de ser compuesto, sigue sonando igual de fresco y efectivo. La acostumbrada  intro de  “Carmina Burana”, sería la encargada de dejar paso a uno de los momentos álgidos de la noche con la coreadísima “Back To Back”, todo un clásico de los daneses que hizo rugir a toda la audiencia en una versión realmente potente e impactante que se saldó con una cerrada ovación por parte de un púlblico totalmente entregado.

Una roquera “Rodeo”, sería la encargada de hacer que la euforia no decayese entre las primeras filas, para acto seguido dejar paso al clásico de John Skyes “Please Don´t Leave Me”, una composición que con el paso de los años se ha convertido en una de las piezas fundamentales en los shows de Pretty Maids, gracias a la elegancia y al  “feeling” que consigue imprimir la guitarra de  Ken Hammer. Proponiéndonos un rotundo cambio de tercio, llegaba el momento de centrar  nuestras miras en la última etapa del quinteto, de la mano de un celebrado “I.N.V.U.”, perteneciente a su anterior trabajo “Pandemonium”, que sirvió de antesala para una festiva “Red, Hot And Heavy”, que definitivamente puso la sala patas arriba ante la atónita mirada de un Atkins que saboreo solemnemente la respuesta de sus seguidores antes de abandonar por primera vez el escenario de Razzmatazz. 

Tras unos minutos, en los que la sala no dejó de corear el nombre de la formación danesa, los músicos volvieron a tomar posiciones para ofrecernos una trepidante recta final. El inicio de los bises estuvo marcado por un par de piezas de su álbum “Pandemonium” de 2010.  El up-tempo “It Comes At Night”, y la ambiental “Little Drops Of Heaven”. El remate final para su fantástica actuación fue un apoteósico y atronador “Future World”, durante el que Atkins, una vez más, puso a toda la sala a cantar, creando el ambiente idóneo para cerrar la descarga por todo lo alto, dejando a una audiencia satisfecha que, no me cabe la menor duda,  volverá a repetir en próximas visitas de la banda.

Gran descarga de la formación danesa que abandonó las tablas  en olor de multitudes, y con la certeza de saberse vencedores en esta nueva cita con sus seguidores. Únicamente, habría que destacar  un sonido un tanto embarullado en algunos tramos puntuales del show, y la elección de un repertorio excesivamente centrado en sus álbumes de mayor éxito, borrando de un plumazo su producción musical entre 1987 y 2006.


TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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