Septiembre es por
su propia naturaleza el mes de los reencuentros y la vuelta a la normalidad. Si
para los más jóvenes la llegada del noveno mes del año representa el retorno a
las aulas, para los más veteranos
significa la vuelta a sus quehaceres cotidianos. De igual forma, el primer
jueves del mes de Septiembre marcaba también el reencuentro, después de la
temporada estival de festivales, de las brigadas de la Bunsen Army. La productora
catalana se apuntaba un buen tanto dando el pistoletazo de salida a una nueva
temporada metalera en la Ciudad Condal con una doble ración del más clásico y
afilado heavy metal.
Desde tierras
suecas se presentaban, en el inicio de su nuevo periplo europeo, los suecos
Steelwing, una joven formación que a base de actitud y metal clásico han
conseguido hacerse un hueco entre los seguidores de esta nueva generación de
bandas que intentan revivir el espíritu y la sonoridad de la N.W.O.B.H.M.
Sí
con su primer trabajo "Lord Of Wasteland”, el quinteto logró girar por el Viejo Continente junto a
los titanes germanos Accept, ahora más de 18 meses después de la edición de su
segundo trabajo "Zone Of Alienation", la banda regresaba a los
escenarios catalanes para ratificar las buenas sensaciones dejadas tras su
primera visita, además de mostrarnos el enorme crecimiento, tanto musical
como escénico, que la banda ha experimentado durante los últimos tiempos.
Pero antes de que el vendaval sueco nos azotara con violencia teníamos programada
la descarga de los catalanes Enrager. El quinteto del Baix Llobregat después de
la edición de un prometedor EP "Will Kill", y de una serie de conciertos en los que mostraron un gran
potencial de cara al futuro, se vieron forzados a retirarse de la primera línea
de fuego a causa de la separación de su anterior vocalista Dri.
Tras unos meses
apartados de la escena, ahora ya con su line-up completado con la incursión de
un nuevo vocalista Lucas Amazonas, la banda ha iniciado un nuevo periplo de
conciertos en los que quieren dejar claro que han regresado con más ganas e
ilusión que nunca.
Aunque ya había tenido ocasión de ver a la banda con su anterior alineación, lo
cierto es que tenía muchas ganas de ver esta nueva encarnación de la banda
catalana, y a tenor de la afluencia congregada, y la respuesta del respetable, parece que no era el único que pensaba de esta forma.
Pese al fantástico
ambiente que se respiraba en la sala, donde la temperatura era realmente
asfixiante, unos inoportunos problemas logísticos hicieron que el arranque de
la actuación de Enrager se retrasara notablemente. Una vez solucionadas todas
las dificultades la banda salía a escena a toda prisa con un eléctrico y
contagioso "Kings Of Road", con el que ponían las cartas sobre la
mesa conectando con la audiencia desde los primeros compases de su actuación, moviendo a la gente a la vez que nos hacían
cantar el contagioso estribillo.
Por si no hubieran tenido suficiente mala suerte con los problemas “pre-show”, la banda tuvo
que lidiar con múltiples dificultades técnicas a lo largo de su actuación, lo que propicio que incluso su guitarrista
tuviera que cambiar de instrumento. Pero la banda gracias a su gran entrega, y sobre
todo a la simpatía de su nuevo vocalista Lucas, supo crecerse ante las
adversidades inyectando mucha garra y fuerza a temas como el rockero "The Prophet", o el
metalero "Evil Rider", en el que Lucas nos mostró sus credenciales
ofreciéndonos unos potentísimos agudos.
Tampoco faltaron
durante su presentación los guiños a los sonidos más hardroqueros de la mano de
la melódica y pegadiza "Bang Your Heads", o las sonoridades de corte hímnico incluidas en piezas como la
extensa y coreadísimo "Freedom Winds", extraída de su último EP
"Will Kill", que fue la encargada de poner el punto y final a su breve
actuación.
A pesar de los múltiples problemas y dificultades con los que tuvo que lidiar el quinteto barcelonés, la banda se mostró como un combo compacto y solvente. Esperemos que tengan más suerte de cara a futuras presentaciones y podamos disfrutar de su concierto con plena normalidad y no tengamos con conformarnos con la versión de Enrager "Express".
El retraso acumulado, a causa de los problemas logísticos de Enrager, hizo que todo se precipitara, de forma que rápidamente después de la actuación del quinteto catalán nos encontramos con la formación sueca sobre las tablas preparando y dando los últimos retoques a su equipo escénico.
Si ya durante la actuación de Enrager el escenario se había quedado pequeño para acoger a los cinco músicos, la situación volvió a repetirse al empezar a sonar a través del P.A. la épica “Enter The Wasteland” que serviría de introducción para
un apabullante inicio de la mano de la powermetalera
"Headhunter", en la que la
formación se mostró muy compacta y efectiva, con muchas ganas de agradar a unos
seguidores que se mostraron muy volcados
con la propuesta del combo sueco. Tras una primera toma de contacto que nos
hacía presagiar una velada realmente caliente e intensa, la formación sueca
prosiguió su show con el tema que abre
su última entrega discográfica "Zone Of Alienation", el rápido y
melódico "Solar Wind Riders", en el que pudimos presenciar el primer
gran duelo entre ambos hachas, intercambiándose melodías en una alternancia
constante de armonías que hicieron subir la temperatura de la sala convirtiendo
el pequeño Rocksound en una auténtica sauna.
Tras unos primeros compases llenos de potencia e intensidad, los músicos
empezaron a desprenderse de sus chalecos y chupas de cuero, para posteriormente
regalarnos la primera de las sorpresas
de la noche, la marchosa y cambiante "Point Of Singularity" en la que
brilló por encima de sus compañero el vocalista Riley, que nos ofreció un
auténtico recital durante toda la velada, rayando a gran altura al estirar al
máximo sus característicos tonos agudos. Después de una nueva ovación, el
quinteto sueco volvió a fijar sus objetivos en su última placa, dejando caer sobre nuestras cabezas el huracán sonoro "Full Speed Ahead!",
un verdadero derroche de potencia y velocidad que se convirtió en uno de los
puntos álgidos de la velada, gracias a la entrega de la banda y a la entusiasta
respuesta de un público que coreo ensordecedoramente el pegadizo estribillo de
la canción.
Siguiendo con la
tónica que la banda había impuesto en esta primera parte del show, alternando
temas de sus dos obras de estudio, llegaba el momento de rescatar otra pieza de
su arrollador debut de 2010, y que mejor elección que el primer tema compuesto
por los suecos “The Illusion”, un corte en el que el quinteto dejaba clara su
devoción hacia los antiguos Iron Maiden abordando esas trepidantes cabalgadas sobre las que Alex
Vega y Robby Rockbag intercambiaron sus incendiarias armonías de guitarra.
Aunque en ningún momento los suecos levantaron el pie del acelerador,
mostrándose muy potentes y metálicos, sí que hubo un pequeño guiño melódico
durante "Breathless" que con su orientación más hard roquera, y sus
guitarras a lo Hammerfall, resultó muy gratificante al permitirnos retomar el
aliento de cara a una trepidante y eléctrica recta final.
Pero antes de que el tanque sueco nos aplastara sin piedad, el quinteto quiso probar una de sus nuevas composiciones la compleja "Plagues Of Destruction", un poderoso up tempo que fue creciendo en intensidad hasta convertirse en una pieza rápida y rotunda que se vio culminada por un excelente ejercicio solista a cargo de Robby Rockbag.
Pero antes de que el tanque sueco nos aplastara sin piedad, el quinteto quiso probar una de sus nuevas composiciones la compleja "Plagues Of Destruction", un poderoso up tempo que fue creciendo en intensidad hasta convertirse en una pieza rápida y rotunda que se vio culminada por un excelente ejercicio solista a cargo de Robby Rockbag.
Sin apenas tiempo para poder asimilar la nueva composición, la formación sueca
encaraba la recta final de su actuación con una monumental tripleta
perteneciente a su última referencia de estudio. Una apabullante "The
Running Man", liderada por la potencia y la velocidad del doble bombo de Oskar
Astedt, fue la encargada de poner la sala patas arriba, mientras Riley se
encaramaba sobre los monitores para hacerse visible ante todos mientras nos hacía canturrear la familiar
melodía del tema, consiguiendo crear un clima de comunión total con el público
que quedó plenamente ratificado durante la explosiva instrumental "They Came From The Skies",
en la que ambos guitarristas volvieron a ofrecernos un nuevo alarde técnico
mientras que su compañero, el bajista Nic Savage, aprovechaba para mezclarse entre
el público sin dejar de aporrear su instrumento, creando un ambiente de euforia
que la banda supo mantener durante el
cambiante y técnico "Lunacy Rising", otra de las sorpresas de la
noche, ya que la composición es sin duda la obra más técnica y compleja de los
suecos, una autentica obra magna que en directo sonó como un verdadero cañón, arrastrándonos
sobre un final épico e intenso que consiguió que toda la sala aclamara a la
formación sueca.
Tras unos segundos de incertidumbre, empezaban a brillar las sirenas colocadas
sobre los amplificadores, a la vez que una inquietante narración nos conducía sobre el tema más emblemático y conocido de la formación sueca, el pegadizo
y metálico "Roadkill (...Or Be Killed)", una pieza con la que nos
ofrecieron su faceta más ochentera, y que sirvió para poner un fantástico
broche de oro para una actuación muy compacta y completa.
Tras presenciar la brutal descarga de Steelwing, resulta evidente el crecimiento que la banda ha experimentado durante los últimos años. Si ya en su anterior visita junto a Accept el quinteto mostró que tenía un prometedor futuro y un gran potencial, ahora con más tablas y experiencia los suecos demostraron que tiene muchas posibilidades de convertirse en una de las bandas punteras dentro del resurgir metalero que está viviendo el Viejo Continente.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario