martes, 3 de septiembre de 2013

SUICIDAL TENDENCIES-13



Para los más jóvenes Suicidal Tendencies son únicamente un nombre en el currículum de Robert Trujillo, actual bajista de Metallica, pero para los fans más veteranos Suicidal Tendencies son un nombre de referencia dentro de la escena metálica americana durante los últimos 30 años. Una banda que como auténticos pioneros supieron fusionar el sonido del crossover, el thrash, el hard-core y el punk, pasándolo por su propia coctelera dando como resultado una propuesta única y personal que ha influenciado a bandas de muy diferente corte.


Pese a que desde mediados  de la década de los noventa la carrera de la banda no ha sido muy regular, su vocalista, y líder absoluto, el hiperactivo Mike Muir, nunca ha dejado morir el nombre de la formación, publicando múltiples recopilatorios y embarcándose en diferentes  giras que hacían que el nombre de la banda nunca llegara a caer en el olvido.

Trece años después de la edición de su último trabajo de estudio "Free Your Soul and... Save My Mind", Mike Muir regresa con un nuevo trabajo titulado simplemente "13", para el que ha reclutado a nuevos músicos, pero para el que ha contado con la colaboración  de sus viejos compañeros Steve Clarck,  Steve Brunner o Josh Paul, además de la  participación de algunos amigos ilustres como Dave Hidalgo Jr, batería de Social Distortion,  que intervienen  en algunas de las composiciones del álbum, certificando así el sentimiento de hermandad que siempre ha girado en torno al seno de la mítica formación de Venice.

Pese al paso de los años, parece que el bueno Mike Muir no ha perdido ni la frescura, ni el filo reivindicativo que hizo de sus Suicidal Tendencies una de las bandas más reconocidas de la escena crossover  de finales de los 80 y principios de los 90. Así que desde los primeros compases del álbum  con la apabullante "Shake It Out" podemos observar que los ritmos desquiciantes  junto a unos coros repetitivos y cargados de mensaje siguen siendo una de las bazas principales dentro del sonido de la mítica formación de L.A., que continúa  sonando igual de potente y guitarrera que antaño. Lejos de parecer el arranque un mero espejismo,  las buenas sensaciones iniciales quedan plenamente ratificadas con el sólido y hardcorero riff que marca el asesino "Smash It", una buena muestra de cómo la banda es capaz de sumergirnos en esos densos desarrollos comandados por  el explosivo  sonido del bajo, haciendo crecer la expectación antes de la explosión  de un incendiario riff que se verá perfectamente secundado por unos coros que parecen cogerte por la solapa para espetarte en la cara su mensaje claro y directo en un apabullante tono amenazador.

El desenfreno no se detiene con la veloz "This Ain' t A Celebration", donde las voces suenan algo menos agresivas, durante las primeras estrofas, intentando dar al corte un aire más distendido y desenfadado, pero que se verá compensado por los gritos reivindicativos de “Fight”, dando forma a un tema contagioso, desbordante de  dinamismo y furia guitarrera con el que  redondearan una pieza que, como muchas de las contenidas en el álbum, sonara en directo   como una auténtica bomba de relojería. Tampoco han querido dejar de lado sus reminiscencias más puramente “funk” en el inicio de "God Only  Knows Who I Am", con una ambientación un poco más relajada,  liderada por las líneas del bajo de Tim “Rawbiz” Williams, que poco a poco irán tomando impulsó, haciendo crecer el tema hasta convertirse en un latigazo sonoro  en el que las guitarras suenan más envolventes y no tan compactas, y en el que la formación Angelina levanta un poco el pie del acelerador, consiguiendo sonar más melódicos, compactos y hip-hoperos, mientras Muir demuestra su maestría a la hora de moverse por diferentes estilos.

"Make Your Stand", es una composición cambiante y nerviosa que alterna partes lentas, en las que destacan las vistosas aportaciones de la base rítmica, con poderosos latigazos repletos de furia  hardcore  que acabarán desembocando en una explosión de rock  ácido e incisivo, liderados por una incendiaria guitarra que será la encargada de lanzar  un demoledor tramo final donde los coros inyectarán al tema  garra y velocidad. Otra de las características, que siempre ha caracterizado la propuesta de Suicidal Tendencies, es la densidad ácida de sus composiciones y las buenas dotes de los guitarrista que siempre han acompañado a Mike Muir, así que no sorprende el derroche guitarrero contenido en el enrevesado y cambiante "Who' s Afraid?", uno de los temas donde colabora Mike Clarck, que conecta directamente con el  del sonido de la banda a principios de la década  noventa.

Mucho más visceral y directa resulta el tramo inicial de "Show Some Love…Tear It Down", conducida por un  ritmo trepidante de batería junto a un desternillante bajo y unos riffs potentes y entrecortados que dan ambientación y “feeling” a una nueva pieza llena de furia contagiosa, con un  Muir escupiendo una letra cargada de ironía, mientras los coros dan la réplica  incansablemente a las desquiciantes líneas vocales. Aunque hacia la friolera de trece años que la banda no sacaba material nuevo, en absoluto Muir y sus muchachos han cambiado los patrones que siempre han marcado sus canciones, y como muestra de ello tenemos un rápido y pandillero "Cyco Style", nuevamente con Clarke haciéndose cargo de las seis cuerdas, y con el que la banda se reivindica en su estilo agresivo  y aguerrido, a la par que incisivo y guitarrero, siempre bien comandado por esos ritmos alocados y esas letras repletas de genialidad e ironía.

Una de las composiciones que, por su sonido denso y pesado, se desmarca de la línea habitual de la banda,  es el metálico "Slam City", en el que la formación parece  renunciar a la velocidad para concentrarse en la intensidad de un corte con mucho “Groove”, que suena tremendamente crujiente y rabioso, dando a la composición un tono amenazante y rotundo que acabara desembocando en un final rápido, salpicado de voracidad thrashera en el que  destaca un afiladísimo solo de guitarra.

Aunque en ningún momento la formación llega a perder su potencia, es en temas como "Living The Fight" donde parecen sonar  algo más accesibles, aportando grandes dosis de melodía y renunciando un poco a sus característicos coros pandilleros, para concentrarse en unos desarrollos impregnados de reminiscencias del hard-core melódico, concediendo todo el protagonismo a unas guitarras que darán al corte un filo marchoso e incisivo. En una honda más experimental y  apoyándose sobre la efectividad de la base rítmica  y unas guitarras típicamente “funkis” arranca  "Life (Can't Live With It. Can´t Live Without It”) y " This World" , donde Muir rebaja ostensiblemente el nivel de contundencia de sus registros vocales, sonando mucho más melódico y comedido, redondeando dos piezas que pese a  no conservar  el filo asesino de otras composiciones suenan tremendamente atractivas, gracias a  su vertiente más melódica y accesible.

Aunque quizás este nuevo trabajo de Muir y compañía no resiste la comparación con los álbumes clásicos de su discografía, este  retorno de la mítica formación de Los Ángeles supone una inyección de aire fresco para un setlist que se estaba haciendo  demasiado evidente y previsible durante los últimos tours de la banda. Ahora solo cabe esperar que el Sr. Muir no nos haga esperar otros trece años para poder oír la continuación de este completo "13".


Lista de Temas 

01. Shake It Out
02. Smash It!
03. This Ain’t a Celebration
04. God Only Knows Who I Am
05. Make Your Stand
06. Who’s Afraid?
07. Show Some Love…Tear It Down
08. Cyco Style
09. Slam City
10. Till My Last Breath
11. Living the Fight
12. Life… (Can’t Live with It, Can’t Live Without It)
13. This World

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