Para los más jóvenes
Suicidal Tendencies son únicamente un nombre en el currículum de Robert
Trujillo, actual bajista de Metallica, pero para los fans más veteranos Suicidal
Tendencies son un nombre de referencia dentro de la escena metálica americana
durante los últimos 30 años. Una banda que como auténticos pioneros supieron
fusionar el sonido del crossover, el thrash, el hard-core y el punk, pasándolo
por su propia coctelera dando como resultado una propuesta única y personal que
ha influenciado a bandas de muy diferente corte.
Pese a que desde mediados de la década de los noventa la carrera de la banda no ha sido muy regular, su vocalista, y líder absoluto, el hiperactivo Mike Muir, nunca ha dejado morir el nombre de la formación, publicando múltiples recopilatorios y embarcándose en diferentes giras que hacían que el nombre de la banda nunca llegara a caer en el olvido.
Trece años después
de la edición de su último trabajo de estudio "Free Your Soul and... Save My
Mind", Mike Muir regresa con un nuevo trabajo titulado simplemente
"13", para el que ha reclutado a nuevos músicos, pero para el que ha
contado con la colaboración de sus
viejos compañeros Steve Clarck, Steve
Brunner o Josh Paul, además de la
participación de algunos amigos ilustres como Dave Hidalgo Jr, batería
de Social Distortion, que intervienen en algunas de las composiciones del álbum,
certificando así el sentimiento de hermandad que siempre ha girado en torno al
seno de la mítica formación de Venice.
Pese al paso de los
años, parece que el bueno Mike Muir no ha perdido ni la frescura, ni el filo
reivindicativo que hizo de sus Suicidal Tendencies una de las bandas más
reconocidas de la escena crossover de
finales de los 80 y principios de los 90. Así que desde los primeros compases del
álbum con la apabullante "Shake It
Out" podemos observar que los ritmos desquiciantes junto a unos coros repetitivos y cargados de
mensaje siguen siendo una de las bazas principales dentro del sonido de la
mítica formación de L.A., que continúa
sonando igual de potente y guitarrera que antaño. Lejos de parecer el
arranque un mero espejismo, las buenas
sensaciones iniciales quedan plenamente ratificadas con el sólido y hardcorero
riff que marca el asesino "Smash It", una buena muestra de cómo la
banda es capaz de sumergirnos en esos densos desarrollos comandados por el explosivo
sonido del bajo, haciendo crecer la expectación antes de la
explosión de un incendiario riff que se
verá perfectamente secundado por unos coros que parecen cogerte por la solapa
para espetarte en la cara su mensaje claro y directo en un apabullante tono
amenazador.
El desenfreno no se
detiene con la veloz "This Ain' t A Celebration", donde las voces
suenan algo menos agresivas, durante las primeras estrofas, intentando dar al
corte un aire más distendido y desenfadado, pero que se verá compensado por los
gritos reivindicativos de “Fight”, dando forma a un tema contagioso,
desbordante de dinamismo y furia
guitarrera con el que redondearan una
pieza que, como muchas de las contenidas en el álbum, sonara en directo como una auténtica bomba de relojería.
Tampoco han querido dejar de lado sus reminiscencias más puramente “funk” en el
inicio de "God Only Knows Who I Am",
con una ambientación un poco más relajada,
liderada por las líneas del bajo de Tim “Rawbiz” Williams, que poco a
poco irán tomando impulsó, haciendo crecer el tema hasta convertirse en un
latigazo sonoro en el que las guitarras
suenan más envolventes y no tan compactas, y en el que la formación Angelina
levanta un poco el pie del acelerador, consiguiendo sonar más melódicos,
compactos y hip-hoperos, mientras Muir demuestra su maestría a la hora de
moverse por diferentes estilos.
"Make Your
Stand", es una composición cambiante y nerviosa que alterna partes lentas,
en las que destacan las vistosas aportaciones de la base rítmica, con poderosos
latigazos repletos de furia
hardcore que acabarán
desembocando en una explosión de rock
ácido e incisivo, liderados por una incendiaria guitarra que será la
encargada de lanzar un demoledor tramo
final donde los coros inyectarán al tema garra y velocidad. Otra de las características,
que siempre ha caracterizado la propuesta de Suicidal Tendencies, es la
densidad ácida de sus composiciones y las buenas dotes de los guitarrista que
siempre han acompañado a Mike Muir, así que no sorprende el derroche guitarrero
contenido en el enrevesado y cambiante "Who' s Afraid?", uno de los
temas donde colabora Mike Clarck, que conecta directamente con el del sonido de la banda a principios de la
década noventa.
Mucho más visceral
y directa resulta el tramo inicial de "Show Some Love…Tear It Down",
conducida por un ritmo trepidante de
batería junto a un desternillante bajo y unos riffs potentes y entrecortados
que dan ambientación y “feeling” a una nueva pieza llena de furia contagiosa,
con un Muir escupiendo una letra cargada
de ironía, mientras los coros dan la réplica
incansablemente a las desquiciantes líneas vocales. Aunque hacia la
friolera de trece años que la banda no sacaba material nuevo, en absoluto Muir
y sus muchachos han cambiado los patrones que siempre han marcado sus
canciones, y como muestra de ello tenemos un rápido y pandillero "Cyco
Style", nuevamente con Clarke haciéndose cargo de las seis cuerdas, y con
el que la banda se reivindica en su estilo agresivo y aguerrido, a la par que incisivo y
guitarrero, siempre bien comandado por esos ritmos alocados y esas letras
repletas de genialidad e ironía.
Una de las
composiciones que, por su sonido denso y pesado, se desmarca de la línea
habitual de la banda, es el metálico
"Slam City", en el que la formación parece renunciar a la velocidad para concentrarse en
la intensidad de un corte con mucho “Groove”, que suena tremendamente crujiente
y rabioso, dando a la composición un tono amenazante y rotundo que acabara desembocando
en un final rápido, salpicado de voracidad thrashera en el que destaca un afiladísimo solo de guitarra.
Aunque en ningún
momento la formación llega a perder su potencia, es en temas como "Living
The Fight" donde parecen sonar algo
más accesibles, aportando grandes dosis de melodía y renunciando un poco a sus
característicos coros pandilleros, para concentrarse en unos desarrollos
impregnados de reminiscencias del hard-core melódico, concediendo todo el
protagonismo a unas guitarras que darán al corte un filo marchoso e incisivo.
En una honda más experimental y apoyándose
sobre la efectividad de la base rítmica
y unas guitarras típicamente “funkis” arranca "Life (Can't Live With It. Can´t Live
Without It”) y " This World" , donde Muir rebaja ostensiblemente el
nivel de contundencia de sus registros vocales, sonando mucho más melódico y
comedido, redondeando dos piezas que pese a
no conservar el filo asesino de
otras composiciones suenan tremendamente atractivas, gracias a su vertiente más melódica y accesible.
Aunque quizás este
nuevo trabajo de Muir y compañía no resiste la comparación con los álbumes
clásicos de su discografía, este retorno
de la mítica formación de Los Ángeles supone una inyección de aire fresco para
un setlist que se estaba haciendo
demasiado evidente y previsible durante los últimos tours de la banda.
Ahora solo cabe esperar que el Sr. Muir no nos haga esperar otros trece años
para poder oír la continuación de este completo "13".
Lista de Temas
01. Shake It Out
02. Smash It!
03. This Ain’t a Celebration
04. God Only Knows Who I Am
05. Make Your Stand
06. Who’s Afraid?
07. Show Some Love…Tear It Down
08. Cyco Style
09. Slam City
10. Till My Last Breath
11. Living the Fight
12. Life… (Can’t Live with It, Can’t Live
Without It)
13. This World
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