El huracán
californiano Fueled by Fire vuelve a azotarnos
con violencia. Lejos de acomodarse o remitir en su vendaval sonoro
repleto de ritmos frenéticos y riffs arrolladoramente thrasheros, el cuarteto
americano sigue mostrándose igual
de inmisericorde y destructor,
volviendo a facturar una nueva colección
de himnos abrasivos y viciosos que harán las delicias de todos los seguidores
del thrash metal. Aunque evidentemente la banda sigue proponiéndonos ese thrash metal impregnado de esencia
"old school", en el que son fácilmente apreciables las influencias de
bandas clásicas como Exodus o Slayer, lo cierto es que de cara a esta nueva entrega, que supone el tercer capítulo en su historia, los
californianos han optado por unos temas más crujientes y oscuros,
dando cabida en sus nuevas composiciones
a algunas pinceladas más propias del metal extremo, o incluso algunos
pasajes más lentos, melódicos y ambientales con los que han dado una mayor
amplitud y dinamismo a su sonido, pero
sin perder, en ningún momento, la esencia de lo que siempre han sido una auténtica apisonadora desbordante de thrash metal.
Después de pasarse
una larga temporada girando junto a los
nombres más laureados y prestigiosos de la escena thrashera a ambos lados del
océano Atlántico, el brutal cuarteto americano ha decidido echar el resto de
cara a esta nueva producción discográfica, apostando para ello por un sonido
mucho más crudo y orgánico, obteniendo un nivel muy superior al de sus
anteriores entregas. Para ello el cuarteto se trasladó a los Mana Recording
Studios junto al productor Erik Rutan (Morbid Angel, Hate Eternal) con el que
han facturado un trabajo realmente brutal y sangriento. Otro detalle que denota
el grado de madurez alcanzado por el abrasivo cuarteto americano viene dado por
la portada que ilustra este nuevo
trabajo, realizada por el artista Axel Herman (Morgoth, Asphyx, Iced Earth),
quien ha optado por una soberbia ilustración, mucho más oscura y sobria que las
de sus anteriores entregas.
El inicio del álbum
viene marcado por "Catastrophe", una excelente carta de presentación
durante la que el cuarteto americano nos muestra las bazas con las que va a
jugar esta nueva partida, y la verdad es que los californianos salen
a por todas desde los primeros compases del álbum, proponiéndonos una
furibunda sucesión de riffs vibrantes y enérgicos que se darán la mano con unos desarrollos
rápidos y desbordantes, protagonizando
unos cambios de ritmo brutales liderados por la portentosa base rítmica
formada por el batería Carlos Gutiérrez
y el bajista Anthony Vasquez. El aluvión de riffs hiper-rápidos no se detiene
durante "Suffering Entities", en donde el contagioso riff central
será el encargado de conducir las rasgadas líneas vocales de Rick Rangel,
creando una pieza rápida y precisa, en la que un estribillo muy vicioso y
marcado nos arrojara de lleno sobre una
segunda parte más crujiente y poderosa en donde la formación americana demuestra que además de
correr, también sabe mantener la intensidad cuando es
necesario.
Tras unos primeros
compases dominados por la velocidad y los cambios de ritmo enérgicos y rotundos,
Fueled By Fire deciden mostrar su faceta más crujiente y mosheante dando paso
a la intensa "Forsaken Deity",
en la que rebajan un poco el nivel de
revoluciones para concentrarse en sonar mucho más sólidos y poderosos,
dando cabida a unos coros más compactos y contagiosos que dejaran paso a un
desarrollo lento y fantasmagórico en los que el cuarteto se adentra en terrenos más ambientales y cadenciosos. Tras el pequeño oasis sonoro,
vuelve a ser la batería de Carlos Gutiérrez la encargada de ser el motor que
arrastre a la furibunda "Profane
Path", un corte que personalmente me ha recordado al material más reciente
de los maestros Slayer, con unos sólidos y rotundos cambios de ritmo en los que
se alternan partes rápidas e intensas con momentos más
densos y angustiosos, todo ello
revestido por esa patina de letras oscuras y demoniacas que hacen del tema una
pieza atractiva y corrosiva a partes iguales.
Aunque todas las
composiciones del álbum tienen una estructura y duración similar, lo cierto es
que hay piezas como "Defaced Mortality", que se desmarcan ligeramente
de la línea propuesta a lo largo de todo el
plástico, ya sea por ese intenso y virtuoso duelo inicial con Rangel Y
Monroy intercambiándose incendiarios fraseos de guitarra, o por esos vistosos
arpegios durante la parte central del
tema. Mucho más lineal y previsible resulta la arrolladora "Rotten Creation",
durante la que la banda se concentra en ofrecer su faceta más cañera y
agresiva, volviendo a rescatar para la ocasión las influencias de la banda de
Araya & Cía., para facturar una de las piezas más furibundas y
desbordantes de todo el plástico, redondeando una composición que no podrá faltar en las presentaciones del
cuarteto en directo.
Los riffs
crujientes y poderosos regresan de la mano de la intensa y arrolladora
"Pharmaceutical Extermination", un corte con mucho más desarrollo
durante su parte inicial, que lentamente
se ira transformando en un trallazo directo y avasallador, en el
que la contundencia de la base rítmica volverá a erigirse como la auténtica
protagonista, mientras las guitarras irán acelerándose progresivamente dando al
corte esa ambientación angustiosa y opresiva , para posteriormente sumergirnos
de lleno en unos desarrollos más densos y rugosos. Si durante su primera
época la propuesta de la banda americana
había estado centrada en la velocidad
descontrolada de sus incendiarios riffs junto a unos coros altamente coreables,
como sucedía en piezas como el hímnico “Thrash
Is Back” o “Command Of The Beast”, lo cierto es que ahora el combo americano se
muestra mucho más sobrio y maduro, dando un mayor recorrido a la sonoridad de
temas como el cambiante “Symbolic Slaying” o el crujiente “Obliteration”, en
los que sin renunciar a la velocidad, demuestran un buen dominio de los tempos,
moviéndose con gran soltura desde esos pasajes densos y mosheates a los
latigazos vertiginosos donde el doble bombo y los despiadados fraseos son los encargados de mostrarnos su faceta
más letal y agresiva.
Tras la abrumadora
tormenta de watios y electricidad, la encargada de relajar mínimamente el
ambiente es la densa “Abeyant Future”, un ejercicio instrumental en el que la formación americana nos muestra que también sabe
sumergirse de lleno en esas atmosferas
fantasmagóricas y tétricas dando a la composición una orientación casi doom
metalera. A modo de bonus-track, el cuarteto ha incluido “Depiction Of Demise”,
una composición que en sus partes más rápidas, gracias a sus contagiosos coros,
puede llegar a recordar al material de sus primeras producciones.
A tenor de las buenas
críticas cosechadas por sus anteriores trabajos, y después de haber presentado
su arrollador directo girando junto a bandas del calibre de Exodus, Morbid Angel o Kreator, este nuevo “Trapped In
Perdition” tiene que marcar el despegue definitivo del cuarteto californiano.
Quizás este nuevo plástico no destaque por su innovación o virtuosismo, pero
pinchándolo en tu reproductor tienes garantizada una buena sesión de genuino y vibrante thrash metal “old
school”.
Lista de Temas
01.Catastrophe
02.Suffering Entities
03.Forsaken Deity
04.Profane Path
05.Defaced Mortality
06.Rotten Creation
07.Pharmaceutical Extermination
08.Symbolic Slaying
09.Obliteration
10.Abeyant Future (Outro)
11.Depiction of Demise (Bonus)
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