“Que la vida en la
carretera es dura”, es una máxima asumida entre las formaciones más jóvenes de
nuestro rollo, pero aún más, cuando los grupos tienen que convivir con los sinsabores y la incertidumbre de ver
como a la hora prevista para el inicio del show los aledaños del recinto están prácticamente desiertos.
Como viene siendo habitual, durante los últimos meses, la gente de Bunsen Army volvía a presentarnos un cartel de altura y calidad en la Ciudad Condal, contando para la ocasión con dos bandas que, pese a su juventud, atesoran una contrastada experiencia en directo. Los encargados de abrir la velada eran Bliksem, una poderosa y prometedora formación belga que con su arrollador debut "Face The Evil", ha conseguido recabar la atención de los seguidores del thrash metal “old school”. Mientras que el plato fuerte, de este suculento menú de miércoles, eran unos viejos conocidos para los habituales de las veladas de la "Bunsen", los holandeses Vanderbuyst, que nuevamente se dejaban caer por Barcelona para presentar su última entrega discografía "Flying Dutchmen", un brillantísimo trabajo en el que el genial power-trio continúa dando rienda suelta a su personal fusión de hard rock tradicional y heavy metal de corte ochenteno.
Como viene siendo habitual, durante los últimos meses, la gente de Bunsen Army volvía a presentarnos un cartel de altura y calidad en la Ciudad Condal, contando para la ocasión con dos bandas que, pese a su juventud, atesoran una contrastada experiencia en directo. Los encargados de abrir la velada eran Bliksem, una poderosa y prometedora formación belga que con su arrollador debut "Face The Evil", ha conseguido recabar la atención de los seguidores del thrash metal “old school”. Mientras que el plato fuerte, de este suculento menú de miércoles, eran unos viejos conocidos para los habituales de las veladas de la "Bunsen", los holandeses Vanderbuyst, que nuevamente se dejaban caer por Barcelona para presentar su última entrega discografía "Flying Dutchmen", un brillantísimo trabajo en el que el genial power-trio continúa dando rienda suelta a su personal fusión de hard rock tradicional y heavy metal de corte ochenteno.
Aunque la sala no presentaba el aspecto que se merecía una cita como la de esta noche, los chicos de Bliksem salieron
a escena con muchas ganas y dispuestos a
ofrecernos una buena muestra de su devastador material en directo. A pesar de que en su álbum debut son plenamente reconocibles
las influencias de algunas bandas thrashers,
especialmente americanas, como pueden ser Forbidden o Death Ángel, lo
cierto es que en vivo el sonido de la banda gana muchos enteros, gracias al gran trabajo de ambos
guitarristas, con unos roles muy bien
definidos, (con el barbudo Toon Huet haciéndose cargo de la mayoría de las
guitarras solistas), y a una base rítmica potente y portentosa que se vio
rematada por la personal y potente voz de la pelirroja Peggy Meeussen.
En cuanto al repertorio que nos ofrecieron los belgas, evidentemente estuvo centrado en las composiciones de su arrollador debut "Face The Evil" del que nos ofrecieron una buena muestra. Precisamente, fue el tema que presta su nombre al álbum el escogido por el quinteto para romper el hielo, haciéndonos entrar en situación, reclamando la atención de una audiencia que tímidamente iba tomando posiciones frente al escenario, mientras el quinteto entraba en calor a base de descargar su arsenal de riffs ardientes y despiadados. Sin extenderse demasiado en las presentaciones, el quinteto belga puso a rodar su devastara maquinaria thrashera arrollándonos con la tenacidad incendiaria de la vertiginosa " This Time", proponiéndonos una contagiosa sesión de “headbanging” que se mantuvo implacable durante toda su actuación. Pese a su predilección por la velocidad y los riffs devastadores, el quinteto también demostró sus buenas aptitudes a la hora de desenvolverse en temas más ásperos y crujientes como el metalero "These Tales Of Tragedy", con el que nos mostraron su cara más heavy, apostando por la rugosidad y contundencia de una afilada base rítmica.
Pese a lo reducido
del escenario del Rocksound, lo cierto es que la banda se mostró muy ágil y
entregada, especialmente Peggy Meeussen, que supo ganarse a la audiencia con su
simpatía a la hora de presentar trallazos tan demoledores y abrasivos como la
trepidante "Disciples", con la que rindieron pleitesía a los sonidos clásicos de la Bay
Arena. Pero como no solo de velocidad vive el ser humanó, también hubo tiempo
para otras piezas más cambiantes y elaboradas como "Insanity's Curse"
en la que los belgas se permitieron la licencia de introducir algún pequeño ramalazo stoner, que les quedo
francamente bien.
Tampoco quisieron
dejar en el olvido el material facturado para
su Ep homónimo de 2010, del que
rescataron la rabiosa "Unbirthmark",
muy influenciada por el thrash metal "old school", para rápidamente
volver sobre su más reciente entrega, ofreciendonos una dupla asesina, que
consiguió contagiar de entusiasmo y
energía a todos los presentes, encarando
una trepidante recta final protagonizada por la cambiante "Dead End
Road" y la seminal "The Lífe Of Which I Feed". Para cerrar sus
45 minutos de show la banda apostó por la efectividad del clásico de Dio
"Stand Up And Show", que gracias a su garra contagiosa y a las buenas
formas de Meeussen, que demostró ser una fantástica front-woman , puso a toda la sala a cantar,
dejando a todos los presentes con un fantástico sabor de boca.
Sin duda Bliksem
dejaron una buena impresión entre todos los presentes, apoyándose en
la potencia y agresividad de unas composiciones plenamente encuadradas dentro
de los parámetros del clásico thrash metal.
Tras un completo y
rápido cambio de equipo, el recinto estaba listo para albergar el tercer asalto
de Vanderbuyst en tierras Catalanas. El prodigioso combo de Breda no ha parado de tocar en vivo desde
la edición de su primer trabajo homónimo, y buena prueba de ello era el
desgastado telón que presidía el escenario, certificando la implacable
actividad en directo de la formación
holandesa. Aunque hace prácticamente un año, coincidiendo con su última visita
a Barcelona, se puso en circulación su último plástico "Flying Dutchmen",
lo cierto es que los chicos siguen sonando igual de frescos y enérgicos que en sus
anteriores visitas, conservando la elegancia y el clasicismo que siempre les ha caracterizado.
Aunque el aforo, en
esta ocasión, no fue tan masivo como en su anterior visita del año pasado, poco
pareció importarles a los integrantes de Vanderbuyst que saltaron sobre las
tablas del Rocksound con su eterna sonrisa dibujada en el rostro y su
desbordante actitud arrolladora, dando a la velada ese ambienté intenso e
íntimo que aportan temas como la inicial "To Last Forever", facturando un fantástico arranque con el que la formación reafirmaba su apuesta rotunda y decidida por la diversión y el buen rollo, mostrando su pasión por el hard rock de corte
clásico. La senda ascendente hacía el clímax roquero continuó con los
contagiosos estribillos de la coreadísima “KGB”, extraída de su anterior
trabajo “In Dutch”, que se consolidó
como uno de los momentos más vibrantes de esta primera parte del show, con todos los presentes apoyando a la banda en los
coros.
A diferencia de
ocasiones anteriores, Jochem Jonkman, bajista y vocalista de la banda, se
mostró bastante más comunicativo y dicharachero con la audiencia, atreviéndose
incluso a chapurrear algunas palabras en castellano para presentar algunos de
los cortes de su última entrega discográfica. El encargado de abrir este repaso
a su material más reciente fue el corte que presta su nombre al álbum, el marchoso“ Flying Dutchmen”, para acto
seguido, cambiar radicalmente de tercio y sumergirnos de lleno en la distinguida sutileza de “The Butcher´s Knife”, todo un
derroche de buen gusto y distinción con el que la banda nos mostró su faceta más
bluesera e intensa, destacando especialmente la figura del guitarrista Willem
Verbuyst, que aferrado a su Flying V de color blanco, se marcó una actuación realmente colosal.
Pero está claro que
lo que más gusta a los seguidores del explosivo trío holandés es esa fantástica
mezcla de hard rock y heavy metal de corte ochentero que la banda sabe
desarrollar como nadie, convirtiendo sus presentaciones en un auténtico desfase, como
sucedió durante la efectiva y coreadísima “Tiger”, que con su dinámico
estribillo volvió a elevar varios grados la temperatura de la sala. El
retorno a su material más novedoso vendría de la mano de una marchosísima
“Frivolous Franny”, que hizo levantar muchos puños de apoyo, ratificando la
buena acogida que ha tenido la última entrega de la formación holandesa.
Con todos los
presentes planamente inmiscuidos en ese ambiente de fiesta y descontrol,
llegaba el momento de rescatar una de las composiciones que mejor ha
funcionado siempre en sus descargas, el compacto “Into The Fire”, que se convirtió en el
preámbulo perfecto para una versión extendida del complejo y cambiante “Leaving The Living”, en el que
nuevamente Willem Verbuyst volvió a
brillar al exhibirse en un extenso desarrollo instrumental, en el que el guitarrista nos regaló unos
vistosos desarrollos de corte oriental, dando al tema ese inconfundible aire
épico y grandilocuente. Tras la calurosa ovación del público, que pese a no ser excesivamente
numeroso sí que se mostró fiel y entregado a la propuesta del trio holandés,
llegaba el momento de afrontar el tempo más sosegado de la calmada y melódica “String Of Beads”,
que dio al show un toque de clase y elegancia.
A diferencia de lo
que sucede con otros grupos o artistas, los holandeses se mostraron muy cómodos
y confiados con sus nuevas composiciones, como quedó claramente ratificado con
la tripleta que facturaron durante la recta final de su show, atacando de
forma consecutiva cortes como la marchosa “Lucherous”, la
contagiosa y adictiva “Never Be Clever”, que con su estribillo enganchoso y facilón
consiguió poner a cantar a todos los presentes, para rematar esta completa
tripleta con la melódica “Welcome To The Night”, que sería la encargada de
cerrar el repaso a su fantástico último lanzamiento. Y es que la formación
holandesa descargó, nada menos que, seis nuevas composiciones. La encargada de
cerrar el show fue la hímnica “Form Pillar
To Post”, proponiéndonos una mirada retrospectiva a aquel
sorpresivo álbum homónimo que fue el encargado de situar al trío en el
mapa allá por el año 2008.
Ante las reiteradas
demandas de la audiencia, Vanderbuyst volvían a colgarse los instrumentos para
cerrar su descarga de manera definitiva con una vieja conocida para sus más
fieles seguidores, su versión del clásico de U.F.O. “Rock Bottom”, del que nos
ofrecieron una alargada y personalísima versión en la que los efluvios
psicodélicos que emanaban de la guitarra de Willem fueron los encargados de
poner un brillante punto y final a los intensos noventa minutos de actuación
del trío holandés.
Pese a que, en esta
ocasión, la descarga de los de Breda no despertó la expectación que la banda se merecía, lo cierto es que los afortunados que
tuvimos la oportunidad de presenciar su brillante actuación en el pequeño Rocksound, nos fuimos a casa con una sonrisa dibujada en el rostro y una inmejorable impresión, conscientes de haber sido testigos del directo de una de las bandas más
prometedoras de la actualidad.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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