Si hace un par de
semanas eran los manchegos Angelus Apatrida los responsables de colgar el
cartel de "No hay Billetes" en la remozada sala Bóveda, -antigua
Mephisto-, de la Ciudad Condal, en esta ocasión eran sus "hermanos"
de Crisix los encargados de repetir la proeza, demostrando así el excelente
estado de salud de la actual escena thrashera nacional. Repasando la fulgurante
trayectoria del quinteto de Igualada, no debe sorprender a nadie el gran tirón
del que goza la banda, y más teniendo en cuenta que el concierto de esta noche significaba
la presentación oficial de su más reciente entrega "Rise… Then Rest"
en la capital catalana. Además, durante la actuación el quinteto tenía previsto
recoger las imágenes de directo que formarán parte de su nuevo
video "Bring ´Em To The Pit", que según nos anunció Juli estará listo
para mediados del próximo mes de Enero.
Para acabar de
redondear el cartel de una noche realmente memorable los de Igualada habían invitado para abrir la
descarga a sus colegas de Vivid Remorse. Si en su anterior descarga,
acompañando a los míticos Avulsed, la banda liderada por el vocalista Joel
Repiso se presentó con una alineación de circunstancias, como trío y sin bajista, lo que lastró ligeramente su sonido;
de cara a esta nueva oportunidad los barceloneses contaron con la participación de un viejo
conocido para todos los seguidores de la escena local catalana, el bajista
Mikki Nebot, -miembro de los tristemente desaparecidos The Eyes-, quien se
marcó una actuación realmente compacta y arrolladora, mostrando una
excelente química con sus
"ocasionales" compañeros, y formando un tándem sólido y resolutivo
junto al batería Xavier Vidal.
Ante una sala ya
prácticamente llena, y dispuestos a sacarse la espinita de su anterior
descarga, saltaban como un torbellino los chicos de Vivid Remorse con el abrumador impacto que representa
"Seize The Death", facturando un arranque arrollador que contó con el
apoyo incondicional de una audiencia plenamente entregada y participativa, que no dejo durante todo el show de saltar,
cantar y hacer numerosos “circle-pits”, dando
colorido y ambiente a su brutal actuación, consiguiendo que cortes como el crujiente
"Inside", o el fulgurante
"Imaginery Actress", sonaran
realmente rotundos e impetuosos, gracias a la actitud de la banda, y a la poderosa pegada de un sonriente Xavi, que aporreó su instrumento con tal
violencia que llegó a derribar uno de
los platos de su kit.
Aunque evidentemente
la descarga del cuarteto se centró en el material de su segundo trabajo
"Down To The Wire", tampoco quisieron olvidarse de trallazos del
calibre de "May (If You Can't Find A Friend)", o su cruda visión sobre la tragedia acontecida en Columbine en la oscura y dramática
"Theory Of Fear", que a la postre se convertiría en una de las piezas
más calientes de su descarga. Sin abandonar esa despiadada critica de la que están impregnadas muchas de sus composiciones, la siguiente en sonar
fue "Biopiracy (The Seed Of my Land)", para llevarnos luego
hacia terrenos más propios del hardcore
de la mano de la corrosiva "Nobody Answers", durante la que empezaron
a funcionar las luces y las máquinas de humo, provocando el éxtasis en la pista
cuando Joel dio las pertinentes
indicaciones para formar el primer “Wall
of Death” de la noche mientras descargaban el primerizo "Mind Killers".
Una doble ración de
su última entrega "Down To The Wire", con la incisiva
"Involution", con Gustavo Revoredo “Gufy” atacando ese rocoso riff
que nos trajo al recuerdo a los Sepultura de primeros de los noventa, fue la
antesala perfecta para la vertiginosa
bofetada hardcore contenida en "L' Angoixa De L' Existència", que
desató el pogo convirtiendo la pista en un verdadero campo de batalla.
A diferencia de lo que
sucediera en su anterior descarga en la que presentaron algún tema que formara
parte de su tercer plástico, los barceloneses en esta ocasión prefirieron centrarse en piezas de su "The Seed Of Malaise",
como "The Bed You Lie In", que se convirtió en la antesala para su
habitual versión de los Ramones, el
siempre contagioso y coreadísimo "Blitzrieg Bop". Durante su show la
banda demostró estar en un fantástico
momento de forma a la espera de su inminente gira por tierras aztecas. De hecho
el cuarteto descargó su set a una velocidad endemoniada, sobrándoles tiempo
para despedirse con el brutal "Slave Of Freedom", con guiño a Crisix
incluido, que fue el encargado de poner el broche definitivo a una de las
mejores actuaciones que he podido presenciar del cuarteto barcelonés.
Mientras sobre las
tablas se ultimaban los preparativos para la descarga de Crisix, en las
taquillas de la sala se despachaban los últimos tickets disponibles, con lo que,
tal y como avanzaba al inicio, se procedía a colgar el cartel de "sold
out". Ante tales perspectivas, y contando con el aliciente de jugar en casa, estaba claro que los de
Igualada tenían todos los ases en la manga para salir victoriosos en su
presentación oficial en la Ciudad Condal. La principal novedad en el seno de la
banda de cara a esta actuación era la incorporación de su nuevo bajista Dani
Ramos, quien demostró a lo largo de todo el concierto haberse acoplado
perfectamente al resto de sus compañeros, moviéndose con soltura sobre las
tablas, a la vez que atacaba con
solvencia sus partes a las cuatro cuerdas.
Con una sala
rebosante de público, los igualadinos fueron recibidos como auténticos héroes,
con toda la audiencia coreando ansiosa la introducción “A.S.F.H.”, que nos arrojaría
directamente sobre la primera dupla de
la noche, el contagioso “I.Y.F.F.”, y el
vertiginoso “Internal Pollution” que fueron los elegidos para poner a
funcionar la devastadora maquinaria del
quinteto, provocando los primeros “pogos” entre una audiencia enfervorizada y
alocada, que venía dispuesta a convertir la descarga de esta noche en un
apasionante reencuentro entre viejos colegas con la música de Crisix como banda sonora. Abrumados por la
entrega y lealtad de sus seguidores, era Juli el encargado de darnos las
gracias de forma efusiva, y anunciarnos que el papel se había agotado en las
taquillas, para posteriormente proceder a embarcarnos en una delirante versión
del novedoso “Rise… Then Rest”, una
bofetada rotunda y brutal con la que la banda demostró que, pese a su juventud,
han alcanzado un nivel de madurez e intensidad que para sí lo quisieran muchas
bandas del circuito internacional.
Con Juli erigido como maestro de ceremonias
daba arranque con un grito rotundo y desgarrador el segundo de los rescates de
su debut “The Menace”, de manos de un desolador “Holy Punisment”, que
rápidamente nos devolvería sobre el material más reciente del quinteto con la
furiosa “Scars Of The Wolf”, (una fantástica “balada”- según palabras del
propio vocalista-), en la que la batería de Javi Carrión hizo subir la temperatura de una sala que a
estas alturas se había convertido en una verdadera olla a presión. Con toda la
pista muy metida en la actuación del combo catalán, y con la adrenalina
brotando a borbotones desde el escenario para infectar a los aguerridos
seguidores de las primeras filas, la siguiente en sonar , sin dar un segundo de
tregua a nuestras castigadas cervicales, fue la rabiosa “Seven”, convirtiéndose
en la antesala perfecta para uno de los momentos más celebrados de la noche
“Spawn”, al que la gente respondió con uno de los múltiples “circle-pits” que
se fueron repitiendo a lo largo de todo el
show.
Durante toda la
actuación la banda estuvo rayando a un altísimo nivel, demostrando las tablas y
experiencia adquiridas durante los últimos años, con Requena y Busy
repartiéndose esos riffs sangrantes y agresivos, mientras que Javi y Dani se
encargaban de proporcionar la base rítmica perfecta para convertir el sonido de
la banda en una auténtica apisonadora. Mención especial merece la labor del vocalista
juli Baz, quien durante todo el show se mostró
simpático, cercano y comunicativo, sabiendo conectar con la audiencia, y marcándose el detalle de regalar varias
camisetas entre las primeras filas, como sucedió durante los prolegómenos de la
rabiosa y combativa “One By One”.
No faltaron, al
igual que sucediera durante la gira de presentación de “The Menace”, el
numerito de los encapuchados forzando al vocalista a sentarse en la silla eléctrica durante los
primeros compases de “Electric Possession”, ni el habitual cambio de
instrumentos, dejando a Busy como vocalista, para su sesión de versiones. Para
esta ocasión las elegidas fueron el “Whiplash” de Metallica, y una cachondísima
“Nos Vimos En Berlín”, de los vitorianos S.A., que sirvió para dar a la velada un
ambiente más ameno y distendido. Con la normalidad restablecida sobre las
tablas, llegaba el momento de una de las sorpresas de la noche, un aclamadísimo
“Frieza The Tyrant”, una composición que, pese a formar parte del último álbum
de la banda, se ha convertido en todo un himno para sus seguidores, y buena
prueba de ello fue ver a un Bóveda entregado tarareando a viva voz la armonía
central del corte ante la cara de
estupefacción y sorpresa de la banda.
Si hay algo que ha
caracterizado siempre las descargas del quinteto de Igualada es haber sabido
conjugar la velocidad, potencia y gancho de sus composiciones con un espíritu
festivo y desenfado, y buena muestra de ello fue el brutal “Brutal Gadget”, que
si bien en esta ocasión no contó con la participación de “La Máscara”, sí que
sirvió como excusa para que Juli sacara sus maracas para un delirante e
irrisorio final. Tras echarnos unas buenas risas, un pequeño parón servía para
ultimar los preparativos del equipo de grabación de cara a recoger las imágenes
que formaran parte del nuevo video de la banda “Bring ´Em To The Pit”, aunque después de ver la entrega y actitud del
público en un “Wall Of Death” con
pelotas hinchables y árbitro incluido, no me cabe la menor duda de que se
convertirá en un absoluto pelotazo.
El tramo final de
la actuación de Crisix estuvo marcado por la cachonda “Waldi Gang”, una
arrolladora versión del “Ace Of Space” de Motörhead, y como fin de fiesta
definitivo el himno por antonomasia de
la formación igualadina, un arrollador y devastador “Ultra Thrash”, que hizo
explotar definitivamente a todos los presentes, ofreciéndonos un final
realmente vibrante y arrollador, con los músicos dándolo todo sobre las tablas
mientras la gente se desgallitaba coreando el estribillo del tema. Además
durante la parte final del tema la banda
contó con la visita de un invitado muy especial, L.G. Valeta, (guitarra de los rockeros ´77), quien se sumó a la fiesta durante los
últimos compases del show.
Tras la arrolladora
presentación de Crisix en Barcelona resulta evidente que el quinteto de
Igualada está llamado a convertirse,- si no lo es ya-, en una de las bandas de
referencia dentro de la escena thrash nacional. Desde luego si la formación sigue
con esta clara trayectoria ascendente su
próximo paso,- siguiendo la senda de sus “hermanos” de Angelus Apatrida-, debe
ser dar el salto a nivel internacional.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
Gracias por la crónica, Alfonso! Un saludo y hasta la próxima ;)
ResponderEliminarJoel Remorse