martes, 11 de febrero de 2014

BEASTO BLANCO+EVER SINCE-ROCKSOUND-BCN-4-FEB-2014



Chuck Garric es uno de aquellos tipos que irradian autenticidad y rock n´roll por los cuatro costados. Ataviado con sus gastados jeans, su cortísima chaqueta, sus tatuajes y sus quilométricas patillas, el bajista ha invertido gran parte de su carrera en ser un jugador de equipo, formando parte de las bandas que han acompañado a artistas como Ted Nugent, Alice Cooper, o el tristemente desaparecido Ronnie James Dio. Con semejante currículum, y cantidad de quilómetros a sus espaldas, el bajista ha decidido pasarse a las seis cuerdas y, llevando la voz cantante, se ha puesto al frente de su nuevo proyecto Beasto Blanco con el que acaba de editar su primer trabajo "Live Fast Die Loud".


Lejos de los montajes faraónicos y los grandes escenarios, Chuck ha decidido embarcarse junto a sus secuaces en un gira en la que el sexteto descarga su abrumador show dentro del marco de pequeños clubs, recuperando así el encanto y el espíritu del genuino rock n' Roll. Aunque evidentemente es la presencia de Chuck el principal reclamo de las descargas de Beasto Blanco, lo cierto es que el carismático músico ha sabido rodearse de una  banda realmente compacta y de garantías, en la que comparte escenario con sus compañeras en Alice Cooper, la teclista Tiffany  Lowe y la vocalista Calico Cooper, hija de un tal Vincent Furnier. Lamentablemente la sorpresa de la noche vino de la mano de la floja afluencia de público que se dio cita para seguir la descarga de Beasto Blanco, ya que apenas unas cuantas decenas de personas fueron las que se acercaron para presenciar el show. Seguramente el aluvión de conciertos, y el hecho de que la descarga fuera un martes por la noche acabo siendo un hándicap importante  para que muchos fanáticos de Alice Cooper no se acercaran a la sala, aunque sólo fuera por la posibilidad de hacerse una foto con el bajista y la hija del mítico vocalista.

Aunque musicalmente tenían muy poco en común con los protagonistas de la noche, los encargados de dar por inaugurada la velada fueron los suizos Ever Since, una banda totalmente desconocida por estos lares, pero que lleva más de quince años descargando su poderoso death metal de corte melódico. En los cuarenta minutos que estuvieron sobre las tablas, los suizos se dedicaron a desgranar de forma íntegra todos los cortes que forman parte de su segundo trabajo "Bring Out The Gimp", que salió a la venta a principios de este mismo año 2014. Pese al gélido ambiente que se respiraba en el Rocksound, el quinteto salió a escena muy enchufado y dispuesto a agradar  a la treintena de personas que aguardan su descarga,  atacando de forma convincente temas potentes y frenéticos como "Wrong  Way", o el más machacón y corrosivo "Run", protagonizado por unos arrolladores registros guturales.

Sobreponiéndose a las circunstancias, el combo suizo consiguió crear un clima muy distendido, gracias a que su vocalista Pedro se dedicó a presentar todos los temas en un correcto castellano con lo que consiguió la complicidad de todos los presentes, lo que les sirvió para que los estribillos más melódicos de "Prison Son", fueran seguidos con atención por una audiencia dispersa, pero muy atenta a las evoluciones del quinteto sobre las tablas. A pesar de la orientación netamente deathmetalera  de muchas de las composiciones del combo suizo, Ever Since también tuvieron tiempo de dejarnos una buena muestra de su faceta más vanguardista, introduciendo algunos elementos electrónicos en temas como "No Way Out", o el cambiante "Wake Up", que nos dejó la estampa del vocalista subido en uno de los monitores, mientras el bajista se sumergía en una trepidante sesión  de “headbanging” con la que intentó contagiar a la audiencia.

Sin tiempo para mucho más, la recta final de su show estuvo marcada por la arrolladora "10´000 Feet", y por los aires más ambientales de la experimental "Circles", que fue la elegida para cerrar su show rescatando nuevamente su vertiente más letal y devastadora.

Tras un pequeño descanso, que sirvió para que los más rezagados accedieran a la sala, el escenario aguardaba ya dispuesto para la descarga de los protagonistas de la noche Beasto Blanco. Cabe remarcar que, aunque la afluencia no fue excesivamente numerosa, todos los que nos dimos cita en la pequeña  Rocksound conseguimos, junto a la banda, dar a la actuación un toque de autenticidad rockera, convirtiendo la velada en una verdadera reunión entre amigos, con la banda poniendo toda la carne en el asador para dar un buen espectáculo ante una selección de fieles seguidores que se apretujaron en las proximidades del escenario logrando que los músicos se sintieran arropados.

Acompañados por la introducción de música de “spaghetti western” que abre su debut " Ride Fast, Die Loud", la banda tomaba posiciones para arrancar su show con la contagiosa pieza que da nombre a la banda "Beasto Blanco", fusionando ese rock n´roll crudo y  clásico, marcado por una actitud macarra y unas guitarras sucias, con esas bases típicas del rock industrial propio de bandas como White Zombie. A pesar de llevar la guitarra colgada al cuello, lo cierto es que Chuck se concentró, casi de forma exclusiva, en su faceta de  vocalista, consiguiendo con su raspada voz dar personalidad y empaque a unos temas marchosos y altamente adictivos que contaron con el contrapunto de la chillona voz de Calico Cooper, quien acabó convirtiéndose  en el otro punto de atención sobre el escenario, gracias a su magnetismo y a los sugerentes bailes que nos regaló  durante la interpretación de cortes como la efectiva "Bloodshot", que contó con el respaldo de un público muy participativo.

Tal y como nos había anunciado Chuck en su entrevista, el show estuvo centrado en los cortes que forman parte de su debut, así que tras las primeras presentaciones de la noche, la banda continuó desgranando temas como el altamente contagioso "Freak", que nos dejó la imagen de  Chuck elevando su guitarra para que pudiéramos leer el "Hell Yeah" del estribillo, consiguiendo caldear todavía más el ambiente. Tras unos primeros compases en los que el sexteto apostó por sus temas más desenfadados y festivos, las guitarras se tornaron  más densas y oscuras para atacar la pieza que presta su nombre al plástico "Ride Fast Die Loud", durante la que destacó  la contundencia de la base rítmica en un explosivo y corrosivo final.

Otro de los puntos fuertes de la banda durante el show fue su actitud, personificada en la figura de su líder quien, a pecho descubierto y mostrando sus tatuajes, se abalanzó sobre el micrófono para obsequiarnos con una fastuosa interpretación de "California", con Chuck encarnando su papel de alma atormentada cantando a la meca de la nocturnidad y los excesos, para acabar cambiando el nombre del tema por el de Barcelona. Sin darnos un segundo de tregua, y frente a la estampa de una Calico Cooper totalmente poseída, moviendo lascivamente sus caderas, arrancaba una descomunal "Vegas Baby Vegas", que nos arrastraba irremediablemente  hacia ese rock visceral y crudo, salpicado de pinceladas “sleazy”, con el que el sexteto  volvió a conectar plenamente con sus seguidores, haciéndonos cantar como descosidos mientras Chuck se dirigía a nosotros como un pastor adoctrinando a su rebaño.

Aunque evidentemente todas las miradas se las llevo la dupla  formada por Chuck y Calico Cooper, lo cierto es que la pareja de vocalistas tienen detrás una banda realmente compacta y de auténticas  garantías, como quedo plenamente ratificado durante el instrumental "Death Dealer", en  la que ambos vocalistas desaparecieron entre bambalinas dejando todo el protagonismo a sus compañeros. A su regreso, era Calico quien, encapuchada y apuntándonos con dos linternas, nos introducía en la demoniaca "Motor Queen", que nos dejó a un Chuck cantando ataviado con un pasamontañas, consiguiendo dotar al corte de esa característica ambientación “shock-rock”.

Con los asistentes en un estado de exaltación máximo, y muchísimas ganas diversión, Chuck dejaba de lado su instrumento para embarcarse en una teatral interpretación junto a Calico del clásico "No More Man", con ambos vocalistas enzarzados en una ardua discusión de pareja sobre las tablas, dando al corte un gran dramatismo e intensidad. Tampoco quisieron dejar pasar la ocasión de mostrarnos su vena más macarra y punkera  con una adrenalítica versión de "Beg To Differ", con el vocalista contorneándose y adentrándose entre el público al más puro estilo Iggy Pop. Recuperando Chuck nuevamente su guitarra, la banda se adentraba en una brillante "Who Do You Think You Are", cantada íntegramente por Calico demostrando su capacidad para liderar su propia banda, consiguiendo hacernos esbozar una sonrisa al reconocer en su expresión algunas de las muecas clásicas de su padre.

La elegida para  echar   el cierre a esta primera parte del show fue "Breakdown", en la que nuevamente la banda volvía a mostrarnos su faceta más novedosa, fundiendo el sonido industrial con ese rock n´ roll de estirpe clásica. Para los bises la formación americana se reservó un par de ases en la manga. La encargada de poner la sala en estado de ebullición  fue el clásico de Alice Cooper "School´s Out", con todos los asistentes cantando efusivamente el conocido estribillo, para acabar evolucionando el tema hasta confundirlo con el "The Wall" de Pink Floyd. Y por último el broche definitivo  que vino de la mano de una lasciva "Gang Bang", con ambos vocalistas compartiendo nuevamente las tareas vocales para cerrar  una divertida velada roquera.

Mientras que muchos artistas se han dejado engullir por la maquinaria del negocio  del rock n´ roll, siempre es de agradecer la entrega  y la actitud de algunos músicos que siguen defendiendo con orgullo la autenticidad del más puro y genuino rock n´ roll. Una lástima que la descarga de Beasto Blanco en Barcelona no contara con el apoyo y el seguimiento que sin duda  merecía. Si siendo una reunión entre amigos la banda redondeó una descarga realmente notable, no me quiero imaginar de lo que serían capaces con el apoyo incondicional de una sala repleta y  totalmente entregada. En resumen,  un concierto Intenso, caliente y sobretodo cargado de actitud roquera. ¡Arrolladores!




TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER

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