A diferencia de lo que muchos
puedan pensar el rock n´roll sigue viviendo en el corazón de las ciudades gracias al latido y al empuje que le
proporcionan las jóvenes bandas que siguen luchando con determinación y tesón
por alcanzar su sueño. Lejos de los grandes escenarios, las salas abarrotadas y
todo el falso glamour que rodea al negocio hay que agradecer que bandas como
los protagonistas de esta noche, Mean Machine, sigan apostando, decididamente,
por el rock n´roll más duro, sucio,
áspero y con pelotas.
Para cualquiera que acostumbre a
moverse por el ambiente rockero de la ciudad de Barcelona el nombre de Mean Machine no
debería sonarle extraño, ya que estos tres chicos llevan mucho tiempo
batallando intensamente por hacerse oír, tocando constantemente, arrasando los
escenarios y convenciendo a los más reticentes con su sonido a medio camino
entre el speed, el punk, y una devoción absoluta por sus admirados Motörhead. Tras haber editado recientemente
su debut, “Livin´ Outlaw”, el trío barcelonés se presentaba ante su público en
la Sala Plataforma para volvernos a ofrecer una arrolladora muestra de su
imparable potencial, proponiéndonos un exhaustivo repaso a su debut, amén de
algunas atractivas sorpresas que acabarían de redondear la velada.
Para acompañantes en su
presentación Mean Machine contaron con el concurso de los jovencísimos Leather
Lash, un cuarteto proveniente también de la Ciudad Condal que llegaba dispuesto a amenizar la fiesta ofreciéndonos un exhaustivo repaso a su más
reciente demo “Devil´s Blues”, una colección de canciones en las que la banda
nos propone un retrospectivo viaje a través de ese rock n´roll de corte clásico
y añejo en el que son fácilmente
apreciables las influencias de bandas como The Rolling Stones o Creedence
Clearwater Revival.
Aunque se mostraron algo tímidos
sobre las tablas Leather Lash demostraron unas buenas cualidades técnicas y
sobre todo unas composiciones con gancho
y muy pegadizas. De forma que temas como la inicial “Leather Lash”, fueron la
mejor carta de presentación para un cuarteto que conseguía captar nuestra
atención gracias a sus riffs tremendamente marchosos y a sus contagiosos
estribillos. Si el homónimo tema de apertura nos había servido como
presentación, lo que vino a continuación fue toda una declaración de intenciones,
un rock n rollero “Streetlight”, que nos servía para ratificar el clasicismo de
esta panda de jovenzuelos, que no sabría decir si se han formado escuchando los
viejos vinilos de sus padres o de sus abuelos.
Por si alguien albergaba alguna
duda sobre las influencias del cuarteto barcelonés no faltaron durante su
actuación algunos “covers” que sirvieron
para alborotar un poco al personal y hacernos cantar. Así que a modo de tributo
hacia los grandes maestros de los 60 y los 70 fueron cayendo cortes como “Love Me Two Times” de The Doors, que quedó un poco
deslucida por algunos problemas con la guitarra, “Brown Sugar”, de los Stones
que les quedó francamente bien, con Arnau haciéndose cargo de la armónica, y un curioso medley formado
por algunos retazos de clásicos del
género.
Además también tuvieron tiempo
para dejar caer cortes como la guitarrera “Two Faced Woman”, que recibió una cálida acogida, el marchoso “Tequila Sunrise”, o el vacilón “Devil´s
Blues”, que con su atractivo toque sureño se convirtió en el preámbulo perfecto
para la última pieza de la noche, una imparable versión del clásico de Led
Zeppelin “Rock N´Roll”, con la que
Leather Lash ponían fin a su actuación demostrando que, pese a su insultante juventud, la banda tiene un
estilo claro y muy definido, amén de una buena colección de temas que defender
en vivo.
Tras un pequeño descanso, llegaba
el momento que todos los presentes habíamos ido a presenciar, la hora de la
verdad, el momento de saber que tal sonaban en vivo las nuevas composiciones del
trío barcelones, así que era el turno para Mean Machine. Estamos de acuerdo en que los
miembros de la banda no son precisamente unos músicos que destaquen por su virtuosismo, seguramente habrá quien pueda
alegar que sus composiciones no son excesivamente
complejas, pero lo que nadie puede negarles a Raúl, Juan Pedro y Marc es que se
dejan la piel en cada una de sus descargas. Y por supuesto el concierto de esta noche, presentando ante su público y
en su ciudad “Livin´ Outlaw”, no iba a ser una excepción.
Con la banda posicionada sobre el
escenario, mostrando claramente sus colores- Raúl y Juan Pedro vestían sendas
camisetas de Motörhead- arrancaba su arrollador vendaval rockero con una de las piezas más agiles y
flameantes de su debut, “Brawler” que
nos servía para ponernos en situación mientras Raúl se adueñaba del micro para
escupirnos esos rotundos estribillos que hicieron que los más reticentes se acercaran un poco más
al escenario para dejarse imbuir por la potencia, entrega y actitud del trío
barcelonés. Con una sonrisa de oreja a oreja, se veía que el trio estaba
realmente cómodo sobre las tablas, sonando muy potentes y dominando la
situación, la cosa pintaba muy bien desde el arranque, así que sin darnos un segundo de tregua la
siguiente en sonar fue la fiestera “The Black Motorcrew”, con la banda dándolo
todo sobre las tablas liderada por la poderosa pegada de Marc.
Con las presentaciones echas y
con banda y público en plena conexión y efervescencia, la fiesta explotó
definitivamente cuando Raúl espetó el clásico “one , two, three”, para marcar
el arranque de un desenfrenado “N.S.E”, que hacía subir todavía más la
temperatura en la sala con la banda pisando el acelerador al máximo mientras
Juan Pedro reclamaba su cuota de protagonismo ocupando el centro del escenario para
castigarnos con un nuevo ataque frontal
en forma de breve y expeditivo solo de guitarra. Pero personalmente, para el
que suscribe, el primer momento realmente brillante de su actuación llegó con
la explosión de velocidad y rabia punk contenida en la visceral “Slaughter
Game”, en la que Raúl se volvió literalmente loco, dando vuelta en redondo como
un desquiciado, antes de acabar tumbado en el suelo del escenario castigando
sin compasión su instrumento.
Aunque toda la descarga estuvo,
inminentemente, marcada por la velocidad, la actitud y sobre todo la entrega,
lo cierto es que durante el show la banda también tuvo tiempo para ofrecernos
alguna otra de sus múltiples facetas. Así que la encargada de sumergirnos en el
clasicismo y devoción hacia los primeros
Ac Dc fue el alocado y desternillante fue “She Steals My Thrill”, un suculento
bocado que se vería perfectamente rematado por el vacilón medio tiempo
“Jailbait Rock”, que nos mostraba la vertiente más gamberra y macarra del trío
barcelonés. Por si no fuera suficiente, la encargada de redondear este segmento
de la actuación, que evidenciaba el amor del trío por el clásico rock n´roll,
fue la primera gran sorpresa de la noche, la archiconocida “Jhonny B. Good”,
que con su ritmo marchoso y vibrante resultó la excusa perfecta para ponernos a
todos a cantar.
Pero evidentemente la banda, tras
recobrar mínimamente el aliento, volvió a centrarse en el material más carrosivo, volviendo a
centrarse en su vertiente más sólida
y agresiva para ofrecernos una
doble ración de sus adorados Motörhead, interpretando una arrolladora “Mean
Machines”, que se vio fundida con uno de los clásicos más importantes dentro de
la discografía de los británicos, el abrupto “Killed By Death”, demostrando que
estos chicos tienen un auténtico don para bordar las versiones de Kilmister y
cía.
Al igual que sucede con su
música, las letras de los temas de Mean Machine son claras y directas, y como
muestra de ese estilo de vida y esa actitud 100% rockera el trio no quiso
dejarse en el tintero declaracines de intenciones tan sabrosas y
descriptivas como la marchosa “I Was
Made For Rock N Roll”, durante el que los más animados no dudaron en aunar sus voces para ayudar a Raúl en los
estribillos, o la más desenfadada “Rock N´Roll Wizard” que conseguía que el
ambiente no decayera de cara a afrontar la recta final de su actuación.
La arrolladora dupla compuesta
por “Ain´t No Justice (But The Death) y la corrosiva “RIdin The Iron”, serían
las encargadas de hacer que el aroma a queroseno quemado volviera a inundar la
sala, para dejar paso posteriormente a otra de las sorpresas de la noche, en esta
ocasción en forma de “cover” del
portentoso “Running Wild” de los australianos Airbourne. Tampoco faltó durante
el show el momento emotivo en el que Marc cogió el micro para, desde su
batería, dedicar la actuación a su padre, recientemente fallecido,
agradeciéndole el apoyo y la dedicación que siempre tuvo para con la banda. La
encargada de poner el cierre definitivo a la descarga del trío barcelonés fue,
curiosamente, la pieza que abre su debut, el corrosivamente adictivo “We Want
Violence”, una gema de muchos quilates que, a modo de arrollador himno, sirvió
para certificar la fantástica presentación de Mean Machine, poniendo a todos
los presentes a gritar ese arrollador estribillo.
El camino ha sido largo y duro,
pero parece que ahora con un disco que, sinceramente, pienso que hace justicia
al sonido de la banda en directo, Mean Machine parecen estar listos para arrasar con
todo a su paso. Desde Rockeandobcn hemos ido acompañando su crecimiento y su
progresión, y ahora ha llegado el momento de ser testigos de su eclosión definitiva. Os hemos ido avisando en repetidas ocasiones, pero si queréis
seguir mirando hacia otro lado es vuestra propia elección, aunque nosotros ya
somos parte de su “The Black Motorcrew”.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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