Mientras en la sala mediana del Razzmatazz,
los americanos Steel Panther hacían su particular desfile de moldeados, vestuario estrambótico y sombra de
ojos, en la sala Estraperlo de Badalona
los seguidores de los sonidos más fieros y afilados teníamos una cita
obligada con un fantástico cartel en el que compartían protagonismo dos de la
bandas más emblemáticas y representativas de la actual escena “underground”
americana. Por un lado contábamos con la participación de toda una institución,
los californianos Exhumed, quienes repetían en este mismo recinto, tras su
actuación en la sala pequeña de hace escasamente unos meses, para ofrecernos,
en poco más de cuarenta minutos, un exhaustivo repaso a su dilata trayectoria
discográfica. Mientras que los encargados de rematar la velada serían los
carismáticos Toxic Holocaust, quienes liderados por el incombustible
guitarrista y vocalista Joel Grind pisaban por primera vez los escenarios de la
capital catalana para presentar su último trabajo "Chemistry Of
Consciouness".
Aunque, lamentablemente, resulta cada vez más habitual encontrarnos con salas a medio gas, lo cierto es que en
esta ocasión el recinto presentó una destacable entrada, creándose un ambiente,
tanto dentro como fuera del local, que nos hacía presagiar que esta agradable
velada de viernes sería realmente memorable.
Además del concurso de las dos bandas americanas, que copaban el cartel de
esta noche, contábamos con la implacable descarga de los locales Execució, un
explosivo cuarteto formado por ilustres veteranos de la escena punk catalana.
Aunque la banda no tiene una trayectoria excesivamente larga a sus espaldas, lo
cierto es que sus miembros demostraron muchas tablas y una gran actitud,
descargando en escasos treinta minutos un show corrosivo, visceral y altamente incendiario, con el que
consiguieron dejar una fantástica
impresión entre el público asistente.
En cuanto a la propuesta del cuarteto catalán diremos que los suyo es un fiero thrash metal impregnado por la rabia y la ferocidad propia del punk, dando forma a unas composiciones vertiginosas, agresivas y directas que contagiaron a las primeras filas consiguiendo provocar los primeros pogos de la noche. Aunque la banda todavía no tiene ningún de material publicado en formato físico, el cuarteto desgranó de forma íntegra los temas que recientemente han registrado y que formarán parte de su primera demo. De entre ellos destacaría trallazos tan sucios y efectivos como el antibelicista “Total War”, protagonizado por esos arrolladores coros, o el colérico “Shithead”.
En cuanto a la propuesta del cuarteto catalán diremos que los suyo es un fiero thrash metal impregnado por la rabia y la ferocidad propia del punk, dando forma a unas composiciones vertiginosas, agresivas y directas que contagiaron a las primeras filas consiguiendo provocar los primeros pogos de la noche. Aunque la banda todavía no tiene ningún de material publicado en formato físico, el cuarteto desgranó de forma íntegra los temas que recientemente han registrado y que formarán parte de su primera demo. De entre ellos destacaría trallazos tan sucios y efectivos como el antibelicista “Total War”, protagonizado por esos arrolladores coros, o el colérico “Shithead”.
Tampoco quisieron dejarse en el tintero algún pequeño homenaje en forma de
cover, o los ramalazos más típicamente “old school” contenidos en cortes como
“Under The Metal Wrap”, quizás su tema más complejo, y en el que se separaron un poco de su habitual línea incendiaria para
proponernos unos cambios más marcados y rotundos. En resumen, notable actuación
del cuarteto catalán que demostró que, pese a estar dando sus primeros pasos,
tiene ante sí un futuro de lo más prometedor.
Tras la actuación del cuarteto catalán, los encargados de recoger el
testigo para proseguir con el ajetreado programa de la velada eran unos
ilustres veteranos, los californianos Exhumed. Si ya durante la descarga de
Execució la sala había presentado un
animado aspecto, fue durante los minutos previos al desembarco del combo
americano cuando el recinto se pobló notablemente, hasta completarse más de las
tres cuartas partes del aforo. Desde que el guitarrista y vocalista Matt Harvey
decidiera reactivar la banda en 2010, el cuarteto ha facturado un par de
álbumes "All Guts, No Glory"(2011), y su más reciente "Necrocracy"(2013),
en los que sin renunciar a su inflamable Gore-grind, el combo ha ido dejando
paso a esas demoledoras pinceladas más propias del brutal-death.
Desde los primeros compases de su show el cuarteto americano demostró su
plena determinación para aplastar y convencer a la parroquia allí congregada,
mezclando para ello la áspera brutalidad de la novedosa "Coins Above The
Eyes", con la infecciosa adicción
contenida en la sangrante pieza que abría su icónico debut "Gore-metal", la primitiva
"Necromaniac", que servía para poner la pista patas arriba, provocando los primeros
conatos de "circle-pits" de la noche.
Aunque durante todo su actuación fue el guitarrista y vocalista Matt Harvey
el encargado de llevar las riendas del
show, también destacaría la demoledora participación de su bajista Rob
Babcock quien, con su voz profunda y
cavernosa,- al más puro estilo brutal death-, se mostró como el complemento
perfecto para Harvey, repartiéndose entre ambos las líneas vocales de temas
como el vertiginoso "Forged In Fire
(Formed In Flame). Tras la primera gran ovación de la noche, el propio Harvey
nos agradecía nuestra presencia y nos
recordaba sus anteriores visitas, alentando al personal a darlo todo para
acompañarle en el siguiente trallazo de la noche, el cambiante y crujiente
"Your Funeral, My Feast", que consiguió mantener el intenso ritmo que
el cuarteto estaba imprimiendo a su
descarga.
Además de los cuatro miembros de la banda, Exhumed contaron con la participación de un "doctor
chiflado" que apareció en escena, motosierra en mano, para revolucionar
todavía más al personal a la hora de interpretar otra de las piezas clásicas de
su repertorio "Limb From
Limb", que se convertiría en el preámbulo perfecto para otra de las
composiciones de su último trabajo
“Chemistry Of Consciousness”, una demencial y extensa "Dysmorphic",
que se convirtió en una de las más
coreadas de la noche.
Pero sin duda el momento más desternillante y alocado de la actuación del
combo californiano se produjo cuando en mitad de su solo el guitarrista Bud
Burke se desplomó sobre las tablas,
saliendo a socorrerle nuestro "chiflado amigo” quien, tras aplicarle un
par de electro-shocks, optó por reanimarle suministrándole una generosa dosis
de cerveza, provocando el alboroto y
jolgorio generalizado. Tras el bizarro solo de guitarra, todavía se calentarían
más los ánimos al someternos los americanos a un perturbador
"Sickened", en donde el “pogo” de las primeras filas se volvió
realmente desquiciante. Tampoco quisieron dejarse en el tintero la arrolladora
"Grave Walker", con la banda dándolo todo sobre las tablas mientras
el bajista Rob Babcock aporreaba sin
contemplaciones su instrumento. La última escala del tormentoso viaje que nos propusieron Exhumed vino de la mano de "The Matter Of Splatter", en la que nuevamente nuestro "amigo enmascarado"
volvió a aparecer en escena, en esta ocasión, para repartir las vísceras de una
cabeza decapitada.
En definitiva, efectiva descarga del combo americano que volvió a certificar que, tras su retorno en 2010, se
encuentra en un fantástico momento de
forma, proponiéndonos un show poderoso, intenso, pero ante todo divertido y electrizante.
Viendo el ambiente que se había creado durante la devastadora actuación de Exhumed,
resultaba evidente que entre el personal, que prácticamente llenaba el recinto,
había muchas ganas de juerga y de poder ser testigos, en primera persona, del
ansiado desembarco del combo americano
en tierras catalanas. Aunque la banda no debutó discográficamente hasta el año
2003 con “Evil Never Dies”, Toxic Holocaust llevan en activo desde finales del
pasado milenio. Habiendo facturado un total de cinco trabajos de estudio, amén
de un par directos, y múltiples split's y EP' s, resulta sorpresivo que la
banda nunca hubiera descargado con anterioridad por estos lares.
Seguramente la inestabilidad en el seno de la banda ha supuesto un importante lastre que ha
impedido girar a Toxic Holocaust con tanta
asiduidad como le hubiera gustado
a su líder, el guitarrista y vocalista Joel Grind. Afortunadamente parece que el
guitarrista ha conseguido esa ansiada
estabilidad con su actual line-up, en el
que además del incombustible Grind, la banda cuenta con la participación del bajista Philtty Gnaast
y el batería Mikka Roge.
Con una puesta en escena sobria pero efectiva, por fin el ruidoso trío americano, tras una larga
prueba de sonido, parecía tenerlo
todo listo para volarnos la cabeza con
una devastadora sesión del más genuino y devastador thrash metal. Como un
verdadero ciclón el trío arrancaba su actuación poniendo toda la carne en el
asador desde el inicio, echando mano de
uno de los temas clásicos de su repertorio "Metal Attack", toda una
declaración de intenciones que servía para que la banda rompiera el hielo,
mostrándonos una actitud y una entrega que acabó contagiándose entre todos los
presentes. Con el cuchillo entre los dientes y sin concedernos ni un segundo de
tregua, el combo americano pisaba el
acelerador al máximo para hacer subir las revoluciones de una audiencia
totalmente entregada, que acabaría explotando
definitivamente con los contagiosos coros contenidos en la infecciosa
“Wild Dogs”, que propiciarían que la descarga se convirtiera en una auténtica fiesta.
Si ya durante la actuación de Exhumed, los pogos y los “circles-pits”
habían sido constantes entre las primeras filas, fue durante la actuación del
explosivo trío de Oregon, concretamente
a partir del avasallador “Endless Armageddon”, cuando el escenario se vio
inundado por una incesante marea de “surfers” que hicieron del escenario su
plataforma de lanzamiento para acabar
navegando entre la audiencia. Tras dirigirse Joel Grind por primera vez a sus
entregados seguidores, por fin llegaba el momento de tomarnos un pequeño
respiro, embarcándonos para ello en los tempos más densos y maliciosos del hímnico y arrollador “I´Am Disease”, que con su ritmo intenso y
machacón nos preparaba para la aniquiladora llegada de uno de los
temas más candentes y seguidos de la noche, el irreverente “War Is Hell” que,
nuevamente,- y nunca mejor dicho-, convertiría la pista en un campo de
batalla, con todo el mundo bailando pogo
como auténticos descosidos.
Por supuesto que el guitarrista y
vocalista Joel Grind fue el encargado de
llevar el timón y las riendas de la actuación, siendo el más activo de sus
compañeros y liderando a la banda en todo momento, tirando de carisma y experiencia a la hora de recabar el apoyo
incondicional del respetable en temas como “Reaper´s Grave”, o el sobrecogedor
“Death Brings Death”, con el que la banda interpretaba, de forma íntegra, el
material contenido en su single “Reaper´s Grave”, publicado durante el año 2006.
Si durante la primera parte del show, el
imparable trio americano se había
centrado en su material más enérgico, rabioso y visceral, el inicio de la
segunda mitad del show estuvo más centrado en esos temas más complejos y
cambiantes en los que la banda parece distanciarse mínimamente de las estructuras más coléricas
y corrosivas para adentrarse en unas composiciones más densas y
complejas, rebajando notablemente el nivel de revoluciones, y mostrando una influencia heavy metalera
bastante más acusada. La primera de las piezas que nos sirvieron para volver a
recobrar el aliento fue la oscura “Agony Of The Damned”, extraída de su
anterior trabajo “Conjure And Command”, mientras que la siguiente en sonar fue
una sobrecogedora y crujiente “In The Name Of Science”.
Una vez concluidas las concesiones a los tempos más crudos y cadenciosos,
llegaba el momento de volver a poner las cosas en su sitio, y que mejor que
hacer nuevamente vibrar al personal con
una doble ración de su material más agresivo
y novedoso, apostando para ello por la dupla compuesta por el corte que
abre su más reciente trabajo “Awaken
The Serpent”, y la fastuosa y cortante
“Mkultra”, que nos demostraba que, pese al tiempo transcurrido y al
carrusel de cambios en su formación, la banda no ha perdido ni un ápice de
su punch y personalidad, y que, lejos de
acomodarse o levantar el pie del acelerador, siguen siendo unos auténticos maniacos sobre las tablas.
A estas alturas de concierto era evidente que la banda ya no iba a
permitirse ningún tipo de concesión, de modo que el sprint final de su
arrolladora descarga estuvo marcado por el triunfal cuarteto que formaron
"The Lord Of The Wasteland", durante la que se intensifico, todavía
más, el caudal de “surfers” que volaban
desde el escenario; el adictivo y poderoso "Gravelord", que acabaría
dejando paso al remate definitivo de
manos de una fulgurante "Acid Fuzz", y la cachonda “Nuke The Cross”,
con Grind exprimiendo al máximo su
guitarra para poner fin al intenso y devastador show de los americanos .
Tras el clamor popular, que anunciaba
que nadie estaba dispuesto a abandonar la sala sin una última dosis de
velocidad y caña, el trío volvía colgarse sus instrumentos para rematar la
faena con la demoniaca "666", que fue intensamente coreada por parte
de la audiencia; mientras que para certificar su incontestable triunfo en su
primera visita por tierras catalanas la banda se decantó por la desoladora y sucia "Bitch".
Fueron sólo sesenta minutos el
tiempo que Grind y sus secuaces permanecieron sobre las tablas. Y ya se sabe
que:" lo bueno, si breve, dos veces
bueno". Aunque pienso que no
hubiera estado de más un segundo bis que
hubiera acabado de redondear un show realmente fulgurante.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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