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viernes, 18 de abril de 2014

HIRAX-IMMORTAL LEGACY



Hay formaciones que por mantenerse al margen y  no seguir los dictados que siempre han impuesto las compañías  discográficas se han acabado convirtiendo en auténticas leyendas para sus incondicionales, llevando hasta sus últimas consecuencias lo que significa pertenecer al underground y mantenerse  siempre fieles  a sus raíces y su filosofía. Nacidos en la década de los 80 como parte de la escena thrasher americana, los californianos Hirax nunca llegaron a disfrutar durante su primera etapa de la fama  y el  reconocimiento que sin duda se merecían, así que después de facturar un par de trabajos de “forma tradicional”, “Raging Violence” (1985) y “Hate, Fear And Power” (1986), y algunas demos de forma independiente , los constantes cambios de formación y su escasa repercusión en una escena cada vez más convulsa y cambiante acabaron provocando la disolución de la banda.

Pero afortunadamente si de algo puede vanagloriarse la escena thrasher es de ser una gran hermandad, así que gracias a  la insistencia de los seguidores de la banda su carismático vocalista y líder Katon W. De Pena, quien nunca llego a desvincularse de forma definitiva de la escena metal americana, decidió resucitar  a la mítica formación, embarcándose en una segunda andadura en la que la banda además de ofrecernos trabajos de gran calidad como “The New Age Of Terror” (2004) o “El Rostro De La Muerte” (2009), nos ha ido dejando  múltiples splits y Eps que les han permitido continuar girando,  haciendo las delicias de sus seguidores y recogiendo el cariño y la devoción de unos fans que, en muchos casos, no habían podido disfrutar de su directo durante la década de los ochenta.

Cinco largo años han pasado desde la edición de su anterior disco grande “El Rostro De La Muerte”, un lustro en el que la formación californiana lejos de hibernar ha seguido descargando su infeccioso thrash a ambos lados del océano Atlántico, alimentando su estatus como banda de culto dentro de la escena metálica internacional. Para este nuevo trabajo la principal novedad en el seno de la formación americana viene dada por la participación de algunos guitarristas ilustres como Juan García (Agent Steel, Evildead), Rocky George (Suicidal Tendences, Cro-Mags) o Jim Durkin (Dark Angel, Dreams Of Damnation) que han dejado su improntav solista a lo largo del álbum. En cuanto a los músicos que acompañan al incombustible Katon W., seguimos encontrando al guitarrista  Lance Harrison y a la base rítmica formada por el batería Jorge Iacobellis y el bajista Steve Harrison.

Para acabar de dar al álbum ese inconfundible enfoque “old school”, los americanos han contado con la participación tras los controles de todo un ilustre veterano, Bill Metroyer (Slayer, W.A.S.P. Sacred Reich, Armored Saint), quien ha sabido capturar la esencia y la vibración de la banda como ya hiciera en sus trabajos de la década de los ochenta,  pero llevando su sonido a un nivel superior, haciéndoles sonar tremendamente contundentes y contemporáneos, pero conservando intacta su personalidad. En cuanto al diseño de la portada ha corrido a cargo de otro “viejo zorro” del negocio, el dibujante Philip Lawvere quien ha trabajado para nombres como Kreator o Celtic Frost.

El álbum se abre a sangre y fuego con la catarata de riffs contenida en el speedico “Black Smoke”, con el que la banda parece certificar que, pese al largo lapsus discográfico desde su anterior trabajo “El Rostro De la Muerte”, siguen conservando intacta su característica flema thrashera, con un Katon W.  sonando igual de crudo y contundente que antaño durante las partes más afiladas, para dejar paso a  esos fraseos altamente melódicos a la hora de encarar los estribillos, redondeando una pieza potente y cambiante en la que el sonido de las sirenas será el encargado de adentrarnos en una devastadora recta final. Pese a su adhesión incondicional hacia la escena más puramente thrashera, una de sus señas de identidad y una de las características que siempre ha diferenciado a Hirax  del resto de sus coetáneos ha sido esa devoción exacerbada por el heavy metal tradicional de bandas como Judas Priest, y buena muestra de ello son las líneas vocales que abren “Hellion Rising”, que marcaran el equilibrio perfecto entre esos riffs devastadoramente rápidos, (de escuela Slayer), y esas voces cortantes y agudas al más puro estilo Halford.

Aunque la velocidad se relaja de forma notable, el nivel de fuerza y alta intensidad metálica se mantendrá intacto a lo largo del crujiente “Victims Of The Dead”, en el que las guitarras sonaran más profundas, punzantes y marcadas junto a una base rítmica realmente demoledora que se verá rematada por esas voces afiladas y por ese fenomenal duelo solista entre las guitarras de Lance Harrison y Juan García, dando al corte esa clásica orientación heavy metalera. Esas mismas guitarras envolventes serán las encargadas  de marcar el arranque  de “Thunder Roar, The Conquest, La Boca De La Bestia- The Mouth Of The Beast”, para acabar dejando paso a una de las piezas más oscuras y despiadadas de todo el álbum, mezclando de forma rotunda el clásico sonido de la Bay Arena,- con las guitarras sonando en primer plano durante el tramo inicial-, para acabar conduciéndonos sobre una arrolladora sucesión de desarrollos solistas a cargo de Rocky George y Jim Durkin.

Pese a que durante su primera etapa la banda californiana siempre estuvo a la sombra de los grandes nombres de la escena, lo cierto es que con el paso de los años Hirax  se han convertido en un nombre de referencia para todos los amantes del género, de modo que su calidad técnica siempre ha sido una de sus principales bazas, tanto en estudio como en  directo, así que para sus fieles no será una novedad  enfrentarse a ejercicios del calibre de la instrumental “Earthshaker”, con esas guitarras afiladas y chirriantes que se convertirán en el preámbulo perfecto para encarar la   estruendosa explosión que abre “Tied To The Gallows Pole”, con las guitarras nuevamente doblando sus armonías para conducirnos sobre un himno potente y poderoso, rebosante de intensidad y épica  metalera, en el que la banda quizás levanta un poco el pie del acelerador durante las parte intermedias para mostrarse más compacta y poderosa durante los estribillos.

La vuelta a las sonoridades más netamente thrasheras estará protagonizada por “Deceiver”, liderada por la machacona batería de  Jorge Iacobellis, marcando incansablemente  el ritmo, mientras los despiadados riffs de  guitarras acompañaran impasibles a la descarnada interpretación de Katon W., que demuestra, una vez más, que  pese al tiempo transcurrido sigue conservando  todos los matices y la potencia que siempre le han caracterizado, redondeando un trallazo que no faltará en el setlist de su próxima gira. Una de las composiciones más directas y devastadoras del álbum es sin duda la que presta su nombre al plástico “Immortal Legacy”, una brutal demostración de poderío metálico en el que la banda exhibe sin complejos todos los elementos que siempre han definido su propuesta, fundiendo con gran maestría la velocidad y potencia de las guitarras con la agresividad machacona de la base rítmica, todo ello  junto a  esas furibundas líneas vocales que, sin perder la intensidad, suenan altamente melódicas.

La influencia del clásico sonido de la N.W.O.B.H.M. se dejará sentir con fuerza a lo largo del escueto y melódico “S.O.W.”, una pieza instrumental protagonizada por un  fantástico juego de guitarras gemelas que servirá  como introducción a la alocución que abre “Violence Of Action”, un nuevo ejercicio del clásico sonido “old school”  en forma de descomunal puñetazo sonoro en el que Katon D. suena todavía más desgarrador y enojado si cabe, evidenciando que la formación californiana  es una máquina voraz y totalmente descontrolada de escupir asesinos riffs a 10.000 revoluciones.

Una nueva pieza instrumental, en esta ocasión a cargo del bajo de Steve Harrison, titulada “Atlantis (Journey To Atlantis)”, será la encargada de adentrarnos en la pieza seleccionada para cerrar el álbum “The World Will Burn”, todo una demostración de cómo el thrash metal más fiero y rotundo puede estar impregnado de unas altas dosis de  melodía,  embarcándonos en  un tema que poco a poco ira creciendo en intensidad gracias a la poderosa pegada de la base rítmica y a esos contagiosos coros que darán al corte más “punch” y mordiente,  convirtiéndose en el complemento perfecto para la chirriante y afilada voz de Katon W.

Aunque quizás los más nostálgicos hubieran preferido una reunión del line-up original de los californianos, lo cierto es que el carismático Katon W. sigue siendo el líder y la imagen de la banda americana,  y ha conseguido reunir a su alrededor una formación sólida, compacta y de plenas garantías. Pese a que  los californianos nunca llegaron a jugar en primera división, esa fe ciega y esa determinación férrea de permanecer siempre en el underground les ha valido el respeto y el reconocimiento de todos los  seguidores del thrash metal. Puede ser que este “Immortal Legacy”, no sorprenda ni por su sonido ni por sus composiciones, pero nos trae de vuelta a una de las bandas más carismáticas y queridas de la escena, además de demostrarnos que se encuentran en un fantástico estado de forma.


DISCOGRAFICA: Steamhammer / SPV


Lista de Temas

1. Black Smoke
2.
Hellion Rising
3. Victims of the Dead
4. Thunder Roar, The Conquest, La Boca de la Bestia
- The Mouth of the Beast
5. Earthshaker
6. Tied to the Gallows Pole
7. Deceiver
8. Immortal Legacy
9. S.O.W. (intro)
10. Violence of Action
11. Atlantis (Journey to Atlantis)
12. The World Will Burn

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