DÍA 3 :SABADO 26 DE ABRIL
Quizás viendo el cartel con perspectiva esta tercera y ultima jornada del
XVII SWR Metalfest era la más encaminada hacia lo que podríamos denominar
thrash metal “old school”, gracias en parte a la presencia en la apretada
agenda del día de bandas americanas como Nuclear, Bonded By Blood, y uno de los
platos fuertes de la noche, los legendarios Hirax. Aunque igualmente atractiva
resultaba la presencia de nuestros Wormed, los emergentes In Solitude o la
participación de los veteranos punks Discharge.
Al igual que sucediera durante las jornadas previas la maratoniana jornada
de conciertos arrancaba a las 17,30 en el stage 2, donde los más madrugadores
pudimos asistir a una de las sorpresas de la jornada, la brutal descarga de METHEDRAS. Debo de admitir que no
conocía a este apabullante y veteranos cuarteto milanés que mezcla en su
propuesta la velocidad netamente thrash con la intensidad y el Groove. Sin duda
la suya me pareció una excelente elección para preparar nuestras cervicales de
cara al vendaval thrashico que se nos venia encima. De lo más destacado de su
actuación fueron la poderosa “Civil War”, la intensa “Katarsis”, durante la que
repartieron Cd´s y camisetas entre el público, y la imparable “Circle Of Fire”.
Igualmente imparable, pero centrándose en unas tesituras más clásicas,
resultó la descarga de los americanos BONDED
BY BLOOD, quienes salían a escena dispuestos a darnos una buena ración de
ese thrash metal corrosivo, rápido y devastador, directamente influenciado por
bandas clásicas como sus compatriotas Exodus. Y es que el cuarteto de
California con tan sólo 3 trabajos se ha convertido en toda una referencia para
los seguidores de ese revival que esta viviendo la escena thrash americana.
Durante toda su actuación fueron constantes los “circle-pits” y los intentos de
invasión del escenario, y es que bombazos del calibre de “Among The Vultures”,
o el primerizo “Mind Pollution”, con sus desquiciantes coros, fueron
invitaciones explicitas hacia el desfase y la fiesta descontrolada.
También hubo momentos más intensos y “mosheantes” protagonizados por
“Crawling In The Shadows” o la tralla arrolladora final con “Restless Mind” y
“The Aftermath”, con la que los americanos demostraron que son una banda ideal
para este tipo de festivales, ya que gracias a su potencia y a su
personalidad saben liarla sobre las
tablas, y poco importa que sean las seis de la tarde o las dos de la mañana.
Brutalmente divertidos.
Los primeros representantes del día dentro de la escuela Black metalera
eran los portugueses DOLENTIA. El
cuarteto, procedente de Oporto, salió a escena envuelto en la más absoluta
oscuridad y ataviado con sus hábitos negros, encapuchados, ocultando sus
rostros y recubiertos de cadenas y
medallones de simbología pagana. Si llamativa fue su efectiva puesta en escena,
igualmente curiosa resultó su alineación ya que el cuarteto formó con dos
guitarristas, pero sin el concurso de bajista. Durante su oscura actuación los
lusos nos ofrecieron un repaso a su único trabajo “Sob A Égide Das Sombras”,
ofreciéndonos piezas cargadas de ocultismo y magia negra como “Entre As
Arcadas…” o la más atmosférica “Névoa E Sombra”, que si bien no destacaron ni
por su técnica ni por su originalidad, sí
que contaron con el aliciente y la particularidad
de estar cantadas en portugués.
Los siguientes en hacer acto de presencia en las tablas del escenario
principal eran los madrileños WORMED. Para
el que suscribe una de las citas ineludibles de esta tercera y ultima jornada
festivalera, ya que todavía no había tenido ocasión de presenciar su directo, y
después de escuchar su último trabajo “Exodromos”, mis expectativas eran
realmente altas.
No era esta la primera vez que los madrileños descargaban en
Barroselas, y además en está ocasión estuvieron muy bien arropados por una hinchada
española que se mostró muy ruidosa y participativa durante todo el show. Con un
sonido crujiente, nítido y arrollador la
banda tomaba el escenario al ritmo de “The Nonlocality Trilemma”, con mucha
fuerza y dispuestos a reivindicarse como una autentica realidad dentro de la
escena europea. Irradiando brutalidad y entrega su descarga fue impecable,
aportando esas pinceladas de sofisticación técnica de las que están impregnadas
piezas como “Spacetime Ekleipsis Vorticity” y “Nucleon”.
Aunque el quinteto
demostró en todo momento una confianza absoluta en su material más reciente, no
faltó alguna pequeña pincelada hacia sus
anteriores lanzamientos, de modo que como homenaje a sus seguidores más fieles
nos ofrecieron la delirante “Geodesic Dome”, extraída de su
“Planispherium”. Para rematar su
descarga el quinteto optó por una nueva ración de su material más novedoso
“Techkinox Wormhole”, con la banda poniendo toda la carne en el asador mientras
Phlegeton animaba incansablemente a la audiencia.
Otros que también repetían participación en este XVII SWR Metalfest eran
los portugueses MARTELO NEGRO, unos
verdaderos estandartes dentro del underground luso que disfrutaron de un gran
seguimiento durante su show en el escenario pequeño. Su thrash n´roll sucio, crudo, visceral y acelerado,
con numerosas pinceladas speed y punk desató innumerables pogos entre la
audiencia, gracias a la inmediatez de temas como “Servos Da Cúspide” o la
hilarante “Hierofante Em Chamas”, en la que demostraron su pasión por los
ritmos rápidos y los riffs supersónicos.
Como curiosidad comentar que hicieron un cover del clásico “Un Día En
Texas” de los madrileños Parálisis Permanente, cantado en castellano y que fue
coreado con autentica devoción por sus seguidores, convirtiéndose en la guinda
perfecta para su compacta y desquiciante actuación.
Tras echarnos unas risas y
divertirnos de lo lindo con la actuación de los portugueses, era el momento de
retornar al escenario principal para seguir una de las actuaciones más intensas
y apetecibles de esta última jornada, la de IN SOLITUDE. Pese a que el quinteto sueco ha acusado una notable evolución
con la edición de su último trabajo “Sister”, la banda sigue conservando toda
la potencia y la electricidad que caracterizaron obras como su debut homónimo,
o su anterior “The World. The Flesh. The
Devil”, pero lo cierto es que ahora suenan mucho más accesibles, sin renunciar
a su vertiente más ocultista pero dejando en su sonido pequeñas grietas a
través de las cuales las guitarras suenan mucho más cálidas y luminosas.
Ya desde el mismo arranque con el devastador “Death Knows Where”, se vio
que la banda venía dispuesta a exprimir al máximo las posibilidades que
les ofrecía el escenario grande del
festival, sacando el mayor partido
posible al impresionante equipo de luces, jugando con los contrastes y dando a
temas como “Lavander”, una atmosfera y una ambientación que le hizo ganar
muchos enteros en directo. Muy animados, ágiles e incluso me atrevería a decir
que un poco achispados, especialmente su vocalista Pelle Ahman quien no separo
de su botella de vino, los suecos nos ofrecieron una descarga brutal alternando
los mejores temas de su último trabajo con la densidad aplastante de temas como
“We Were Never Here”.
Aunque la banda no quiso dejarse en el tintero algunas de las piezas que
formaron parte de su debut de 2008 como “To Her Darkness” o la final “Witches
Sabbath”, lo cierto es que piezas de nuevo cuño como “A Buried Sun”, o la que presta
su título a su ultima placa “Sister”,
nos sirvieron para ratificar que en poco tiempo la banda esta llamada a jugar
en una liga superior.
Nuevo regreso al escenario pequeño y vuelta al clasicismo thrashmetalero,
en esta ocasión con una banda que está girando por el viejo continente junto a
Bonded By Blood y los maestros Hirax, los chilenos NUCLEAR. La veterana formación chilena, anteriormente conocida como
Escoria, se mostró muy suelta y confiada sobre las tablas, consiguiendo hacer
participe al publico de la fiesta thrashera que nos propusieron, provocando un
constante cauce de surfers que volaban desde el escenario y una interminable
sucesión de “circle-pits”, consiguiendo que temas como “Inner Hate”, o el
contestatario “Againsthem”, levantaran el animo de la tropa.
Con la presencia de los seguidores de Hirax entre la audiencia el éxito de
los chilenos estaba asegurado, gracias a su propuesta altamente adictiva y muy
del estilo de los seguidores más acérrimos del thrash metal “old school”, por
lo que durante su show no faltaron esos característicos riffs en cascada que
protagonizaron cortes como “Left To Die” o “Breathing Dispair”, que hicieron
crecer la adrenalina de una audiencia totalmente exaltada. Para rematar su
actuación el cuarteto apostó por la inmediatez de su clásico “Criminal
Polution” y una aceleradísima versión de
su “Apatrida”, cantada en castellano y que puso a toda la pista a gritar el
titulo del corte.
Cierto es que los americanos HIRAX nuca
gozaron del éxito y el reconocimiento del que si disfrutaron otras bandas de su
generación. Pero afortunadamente en esta segunda etapa la banda liderada por el
carismático Kathon W. se ha revitalizado notablemente, consiguiendo conservar a
sus fans de toda la vida y llegar a una nueva generación de jóvenes thrashers
que les idolatran como auténticos iconos del movimiento. De modo que el
escenario grande del festival se presentaba como el marco idóneo para acoger este
primer show del combo americano en tierras portuguesas. Imparables, sonando
tremendamente nítidos y poderosos la banda salía a escena con el cuchillo entre
los dientes y dispuesta a ofrecernos una buena ración de fuerza, actitud y del
mejor thash metal, y que mejor apertura que la instrumental “Lucifers Inferno”,
que servía para que los más rezagados tomaran posiciones frente al inmenso
escenario a la espera del desembarco del mítico vocalista de color.
Capitaneados por el incombustible Kathon W., que no paró durante todo el
show de animar y hacer poses, la formación americana nos regaló una de las
mejores descargas de todo el festival, ofreciéndonos un set corto, intenso y equilibrado,
en el que no faltaron temas para el recuerdo como “La Boca De La Bestia”, ni
tampoco alguna fugaz pincelada de su última obra de estudio “Inmortal Legacy”,
que estuvo representada por la voraz y directa “Black Smoke”. Durante todo su
show la vorágine de surfers que volaban hacia el escenario fue constante,
obligando a emplearse a fondo a un personal de seguridad que se vio totalmente
desbordado. Además Kathon W. se dedicó a saludar, de forma efusiva y
personalizada, a todos los espontáneos que triunfaban en su cometido de llegar
al escenario.
Evidentemente no faltaron las proclamas hablando de la hermandad de la gran
familia metálica, ni el momento emotivo que se produjo cuando el vocalista se
emocionó al hablar de su abuelo ya fallecido que, según nos comentó, era de
origen portugués. Para el “rush” final de su apoteósica actuación el cuarteto
se guardó dos proyectiles de gran calibre, el explosivo y devastador “El Diablo
Negro” y la primera composición que el vocalista escribió a principio de la
década de los ochenta, una arrolladora “Bombs Of Death”, que fue la encargada
de sellar esta nueva alianza entre la banda americana y el publico portugués.
Sin duda la suya fue otra de las grandes actuaciones de este XVII SWR Metalfest.
Pese a no ser excesivamente conocido en nuestro país, excepto para los más
metidos dentro de las corrientes extremas, debo admitir que la de BÖLZER era
una de las actuaciones que más curiosidad tenia de ver dentro de esta XVII SWR
Metalfest. En pocas ocasiones he podido presenciar el show de una formación
que únicamente integrada por guitarra y
batería sea capaz de ofrecer un sonido tan rico y repleto de matices. Y es que
la afinación grave y profunda de la guitarra de Kzr consigue introducirnos dentro de esas
atmosferas cadenciosas, épicas y ocultistas que tanto atraen a los amantes de
las sonoridades más oscuras y paganas.
Envueltos dentro de ese halo de misterio y espiritualidad, el dúo suizo se
presentaba de forma minimalista en la intimidad del escenario pequeño,
dispuestos a ofrecernos una buena
muestra de su imperfecto universo sonoro, proponiéndonos las destructivas
ambientaciones de “C.M.E.”, para rápidamente, y tras cambiar la afinación de su
guitarra, someternos al vendaval death del místico “Zdeus- Seducer Of Hearts”,
todo un derroche de irascible brutalidad pagana. Pese a formar como dúo en
ningún momento pudimos descubrir grietas o incómodos silencios en una propuesta
totalmente estudiada, compacta y poderosa que nos deparó momentos intensos y
sublimes como “Roman Acupunture”, o la final “The Great Unifier”, que sirvieron
para convencer a una audiencia que empezó expectante, pero que acabó sometida a la brutalidad de la
propuesta del combo suizo.
Expectación y mucha curiosidad había suscitado la actuación de ANAAL NATHRAKH, y más si tenemos en
cuenta que las mentes pensantes de este proyecto, el multi instrumentista Mick
Kenney y el vocalista Dave Hunt, no se suelen prodigar excesivamente en sus
apariciones en directo. Así que es su descarga en el escenario grande de
Barroselas significaba una oportunidad única para comprobar que tal sonaban en
directo y con una formación real los temas de su apabullante “Vanitas”, un
álbum considerado por los más doctos en la materia como uno de los mejores
lanzamientos del pasado 2012. Teniendo en cuenta la arriesgada propuesta de la
formación inglesa, capaz de conjugar en sus composiciones el black metal más
visceral y el grind core mas tétrico y desquiciante, su actuación tenía todos
los alicientes para ofrecernos 50 intensos minutos no aptos para los oídos más
selectos y delicados.
Con mucha fuerza y con el apoyo de un público incondicional que acompaño en
todo momento la iracunda descarga de los británicos, su show daba arranque
proponiéndonos el rigor extremo del seminal “Forging Toeards The Sunset” y el
blasfemo “The Lucifer Effect”, extraído de su incontestable “In The
Constellation Of The Black Widow”, que servían para convencer a los mas
escépticos de que la intrincada propuesta del dúo británico es perfectamente
reproducible en directo. Pese a la bicefalia compositiva de la formación, cabe destacar
que sobre las tablas fue Dave Hunt quien ejerció de maestro de ceremonias,
tomando las riendas de una banda que funcionó, en todo momento, como una máquina
perfectamente engrasada y compacta, escupiendo esos arrolladores riffs que
protagonizarían cortes como el primerizo “Submission Is For The Weak”, o el
desquiciante “More Of Fire Than Blood”, durante el que Dave Hunt se encargó de
someter a sus monitores a un severo castigo.
Durante todo el show el combo británico tuvo una conexión especial con el
participativo publico luso, de hecho el vocalista no vaciló a la hora de
cambiar el repertorio que la banda tenia inicialmente previsto para satisfacer
la demanda de un sector de la audiencia que pidió insistentemente “Between Shit And Piss We Born”, para
posteriormente abalanzarse, a modo de despedida, sobre un explicito “Do Not Speak”, con el que rubricaron una
actuación repleta de brutalidad, intensidad y grandes dosis de actitud.
Con las cervicales todavía doloridas, llegaba el momento de tomar posiciones
frente al stage 2 para recibir una nueva lección de ese death/black repleto de
agresividad, tristeza y melancolía de manos de los británicos GRAVE MIASMA. Conocidos anteriormente
como Goat Molestör no fue hasta el pasado año 2013 cuando la banda londinense publicó su debut “Odori Sepulcrorum”, una
colección de composiciones repletas de referencias a la muerte y al ocultismo.
Temas como “Death´s Meditative Trance” o “Ascension Eyes”, fueron
suficiente convincentes para que la
formación británica demostrara sus tablas y su experiencia ante la audiencia
portuguesa. Aunque evidentemente su show se centró en su obra más reciente, no
faltaron algunas pinceladas del material contenido en sus anteriores Ep´s,
descargando piezas como la seminal y abrupta “Gnosis Of The Summon”, para
cerrar definitivamente con el latigazo de clasicismo death contenido en
“Ossuary”.
Pese a no haber seguido de cerca la trayectoria de los míticos punks DISCHARGE, debo reconocer que su nombre
siempre ha estado ligado, de una u otra forma, al metal. Creadores del D-beat y
considerados como una gran influencia para muchas bandas de la escena extrema,
las composiciones de la mítica formación británica han sido versionadas por
bandas como Metallica, Slayer, Anthrax o Napalm Death. Con la difícil tarea de
cerrar el escenario principal de esta XVII edición del SWR Metalfest, el
cuarteto británico aparecía en escena con esa inconfundible actitud punk y su
característica pinta de personajes malditos y trasnochados, dispuestos a
ofrecernos una buena ración de ese punk altamente metalizado que tan buen
resultado tiene en directo. Como una maquina partiendo desde la estación, la formación británica supo
conectar en todo momento con una audiencia mayoritariamente metálica, pero que
aceptó de muy buen grado su propuesta, coreando incansablemente clásicos del
calibre “The End”, que se alternaron con piezas más reciente como “CCTV”.
Al igual que sucediera durante las actuación más ardientes de la jornada,
el show de los británicos fue uno de los que más participación generó de parte
de un público que no dejo de animar e invadir el escenario, hasta tal punto que
acabó provocando que un espontaneo
arrastrará al vocalista Tony “Rat”
Martin en su salto desde el escenario. Tampoco quisieron dejarse en el tintero
sus características proclamas cargadas de alto contenido político de “Protest
& Survive” o “Fight Back”, durante las que el vocalista cedió el micrófono
al público a la hora de encarar los estribillos.
Durante el detallado repaso a su dilatada trayectoria fueron temas como el
contagioso “Never Again” o un metalizado “Dissorder”, las piezas que más
polvareda levantaron, espoleando al máximo al público y consiguiendo que la
descarga de los míticos punks se convirtiera en una autentica fiesta. Hasta dos
bises nos ofrecieron Discharge, siendo el encargado de cerrar su frenética actuación
el controvertido “The Blood Runs Red”, que fue el escogido para dejar bien alta
la bandera combativa de ese punk contestatario, crítico y corrosivo.
Tras tres intensas jornadas de música, los encargados de lidiar con la
ingrata tarea de cerrar el festival eran los españoles DISPLAY OF POWER. Aunque a estas horas de la madrugada muchos
habían decidido dar por concluida la
jornada festivalera, lo cierto es que el cuarteto gallego salió a escena muy
motivado y predispuesto a montar una buena fiesta. Para ello contaba con el
repertorio de una de las bandas más influyentes y queridas de los últimos 25 años, los texanos Pantera.
Pese al sueño y al cansancio bastaron simplemente los primeros compases de
“Strength Beyond Strength”, para que todo el mundo se volviera literalmente
loco, moviendo compulsivamente la cabeza y dejándose arrastras por los inflamables
riffs del maestro Dimebag Darrell. Además
de las piezas que todos imagináis, no faltaron durante su actuación momentos
crujientes y pantanosos como “Mouth For War”, “Hellbound” o un rotundo “A New
Level”,con los que el cuarteto redondeo una fantástica actuación y mostró su
veneración por los Cowboys del Infierno.
Metal Church y Gorguts, grandes: sólo digo eso.
ResponderEliminarSi señor dos grandísimas bandas, aunque con planteamientos bien diferentes. Mientras Metal Church apostaron por sus clásicos, Gorguts se centraron en destripar su último trabajo.
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