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domingo, 4 de mayo de 2014

XVII SWR BARROSELAS METALFEST-PORTUGAL 26-ABR-2014


DÍA 3 :SABADO 26 DE ABRIL

Quizás viendo el cartel con perspectiva esta tercera y ultima jornada del XVII SWR Metalfest era la más encaminada hacia lo que podríamos denominar thrash metal “old school”, gracias en parte a la presencia en la apretada agenda del día de bandas americanas como Nuclear, Bonded By Blood, y uno de los platos fuertes de la noche, los legendarios Hirax. Aunque igualmente atractiva resultaba la presencia de nuestros Wormed, los emergentes In Solitude o la participación de los veteranos punks Discharge.

Al igual que sucediera durante las jornadas previas la maratoniana jornada de conciertos arrancaba a las 17,30 en el stage 2, donde los más madrugadores pudimos asistir a una de las sorpresas de la jornada, la brutal descarga de METHEDRAS. Debo de admitir que no conocía a este apabullante y veteranos cuarteto milanés que mezcla en su propuesta la velocidad netamente thrash con la intensidad y el Groove. Sin duda la suya me pareció una excelente elección para preparar nuestras cervicales de cara al vendaval thrashico que se nos venia encima. De lo más destacado de su actuación fueron la poderosa “Civil War”, la intensa “Katarsis”, durante la que repartieron Cd´s y camisetas entre el público, y la imparable “Circle Of Fire”.

Igualmente imparable, pero centrándose en unas tesituras más clásicas, resultó la descarga de los americanos BONDED BY BLOOD, quienes salían a escena dispuestos a darnos una buena ración de ese thrash metal corrosivo, rápido y devastador, directamente influenciado por bandas clásicas como sus compatriotas Exodus. Y es que el cuarteto de California con tan sólo 3 trabajos se ha convertido en toda una referencia para los seguidores de ese revival que esta viviendo la escena thrash americana. Durante toda su actuación fueron constantes los “circle-pits” y los intentos de invasión del escenario, y es que bombazos del calibre de “Among The Vultures”, o el primerizo “Mind Pollution”, con sus desquiciantes coros, fueron invitaciones explicitas hacia el desfase y la fiesta descontrolada.

También hubo momentos más intensos y “mosheantes” protagonizados por “Crawling In The Shadows” o la tralla arrolladora final con “Restless Mind” y “The Aftermath”, con la que los americanos demostraron que son una banda ideal para este tipo de festivales, ya que gracias a su potencia y a su personalidad  saben liarla sobre las tablas, y poco importa que sean las seis de la tarde o las dos de la mañana. Brutalmente divertidos.

Los primeros representantes del día dentro de la escuela Black metalera eran los portugueses DOLENTIA. El cuarteto, procedente de Oporto, salió a escena envuelto en la más absoluta oscuridad y ataviado con sus hábitos negros, encapuchados, ocultando sus rostros  y recubiertos de cadenas y medallones de simbología pagana. Si llamativa fue su efectiva puesta en escena, igualmente curiosa resultó su alineación ya que el cuarteto formó con dos guitarristas, pero sin el concurso de bajista. Durante su oscura actuación los lusos nos ofrecieron un repaso a su único trabajo “Sob A Égide Das Sombras”, ofreciéndonos piezas cargadas de ocultismo y magia negra como “Entre As Arcadas…” o la más atmosférica “Névoa E Sombra”, que si bien no destacaron ni por su técnica ni por su originalidad,  sí que contaron con el aliciente y  la particularidad de estar cantadas en portugués.

Los siguientes en hacer acto de presencia en las tablas del escenario principal eran los madrileños WORMED. Para el que suscribe una de las citas ineludibles de esta tercera y ultima jornada festivalera, ya que todavía no había tenido ocasión de presenciar su directo, y después de escuchar su último trabajo “Exodromos”, mis expectativas eran realmente altas.

No era esta la primera vez que los madrileños descargaban en Barroselas, y además en está ocasión estuvieron muy bien arropados por una hinchada española que se mostró muy ruidosa y participativa durante todo el show. Con un sonido crujiente, nítido  y arrollador la banda tomaba el escenario al ritmo de “The Nonlocality Trilemma”, con mucha fuerza y dispuestos a reivindicarse como una autentica realidad dentro de la escena europea. Irradiando brutalidad y entrega su descarga fue impecable, aportando esas pinceladas de sofisticación técnica de las que están impregnadas piezas como “Spacetime Ekleipsis Vorticity” y “Nucleon”.

Aunque el quinteto demostró en todo momento una confianza absoluta en su material más reciente, no faltó alguna pequeña pincelada  hacia sus anteriores lanzamientos, de modo que como homenaje a sus seguidores más fieles nos ofrecieron la delirante “Geodesic Dome”, extraída de su “Planispherium”.  Para rematar su descarga el quinteto optó por una nueva ración de su material más novedoso “Techkinox Wormhole”, con la banda poniendo toda la carne en el asador mientras Phlegeton animaba incansablemente a la audiencia.

Otros que también repetían participación en este XVII SWR Metalfest eran los portugueses MARTELO NEGRO, unos verdaderos estandartes dentro del underground luso que disfrutaron de un gran seguimiento durante su show en el escenario pequeño. Su thrash  n´roll sucio, crudo, visceral y acelerado, con numerosas pinceladas speed y punk desató innumerables pogos entre la audiencia, gracias a la inmediatez de temas como “Servos Da Cúspide” o la hilarante “Hierofante Em Chamas”, en la que demostraron su pasión por los ritmos rápidos y los riffs supersónicos.

Como curiosidad comentar que hicieron un cover del clásico “Un Día En Texas” de los madrileños Parálisis Permanente, cantado en castellano y que fue coreado con autentica devoción por sus seguidores, convirtiéndose en la guinda perfecta para su compacta y desquiciante actuación.

Tras  echarnos unas risas y divertirnos de lo lindo con la actuación de los portugueses, era el momento de retornar al escenario principal para seguir una de las actuaciones más intensas y apetecibles de esta última jornada, la de IN SOLITUDE. Pese a que el quinteto sueco ha acusado una notable evolución con la edición de su último trabajo “Sister”, la banda sigue conservando toda la potencia y la electricidad que caracterizaron obras como su debut homónimo, o su  anterior “The World. The Flesh. The Devil”, pero lo cierto es que ahora suenan mucho más accesibles, sin renunciar a su vertiente más ocultista pero dejando en su sonido pequeñas grietas a través de las cuales las guitarras suenan mucho más cálidas y luminosas.

Ya desde el mismo arranque con el devastador “Death Knows Where”, se vio que la banda venía dispuesta a exprimir al máximo las posibilidades que les  ofrecía el escenario grande del festival,  sacando el mayor partido posible al impresionante equipo de luces, jugando con los contrastes y dando a temas como “Lavander”, una atmosfera y una ambientación que le hizo ganar muchos enteros en directo. Muy animados, ágiles e incluso me atrevería a decir que un poco achispados, especialmente su vocalista Pelle Ahman quien no separo de su botella de vino, los suecos nos ofrecieron una descarga brutal alternando los mejores temas de su último trabajo con la densidad aplastante de temas como “We Were Never Here”.

Aunque la banda no quiso dejarse en el tintero algunas de las piezas que formaron parte de su debut de 2008 como “To Her Darkness” o la final “Witches Sabbath”, lo cierto es que piezas de nuevo cuño como “A Buried Sun”, o la que presta su  título a su ultima placa “Sister”, nos sirvieron para ratificar que en poco tiempo la banda esta llamada a jugar en una liga superior.

Nuevo regreso al escenario pequeño y vuelta al clasicismo thrashmetalero, en esta ocasión con una banda que está girando por el viejo continente junto a Bonded By Blood y los maestros Hirax, los chilenos NUCLEAR. La veterana formación chilena, anteriormente conocida como Escoria, se mostró muy suelta y confiada sobre las tablas, consiguiendo hacer participe al publico de la fiesta thrashera que nos propusieron, provocando un constante cauce de surfers que volaban desde el escenario y una interminable sucesión de “circle-pits”, consiguiendo que temas como “Inner Hate”, o el contestatario “Againsthem”, levantaran el animo de la tropa.

Con la presencia de los seguidores de Hirax entre la audiencia el éxito de los chilenos estaba asegurado, gracias a su propuesta altamente adictiva y muy del estilo de los seguidores más acérrimos del thrash metal “old school”, por lo que durante su show no faltaron esos característicos riffs en cascada que protagonizaron cortes como “Left To Die” o “Breathing Dispair”, que hicieron crecer la adrenalina de una audiencia totalmente exaltada. Para rematar su actuación el cuarteto apostó por la inmediatez de su clásico “Criminal Polution”  y una aceleradísima versión de su “Apatrida”, cantada en castellano y que puso a toda la pista a gritar el titulo del corte.

Cierto es que los americanos HIRAX nuca gozaron del éxito y el reconocimiento del que si disfrutaron otras bandas de su generación. Pero afortunadamente en esta segunda etapa la banda liderada por el carismático Kathon W. se ha revitalizado notablemente, consiguiendo conservar a sus fans de toda la vida y llegar a una nueva generación de jóvenes thrashers que les idolatran como auténticos iconos del movimiento. De modo que el escenario grande del festival se presentaba como el marco idóneo para acoger este primer show del combo americano en tierras portuguesas. Imparables, sonando tremendamente nítidos y poderosos la banda salía a escena con el cuchillo entre los dientes y dispuesta a ofrecernos una buena ración de fuerza, actitud y del mejor thash metal, y que mejor apertura que la instrumental “Lucifers Inferno”, que servía para que los más rezagados tomaran posiciones frente al inmenso escenario a la espera del desembarco del mítico vocalista de color.

Capitaneados por el incombustible Kathon W., que no paró durante todo el show de animar y hacer poses, la formación americana nos regaló una de las mejores descargas de todo el festival, ofreciéndonos un set corto, intenso y equilibrado, en el que no faltaron temas para el recuerdo como “La Boca De La Bestia”, ni tampoco alguna fugaz pincelada de su última obra de estudio “Inmortal Legacy”, que estuvo representada por la voraz y directa “Black Smoke”. Durante todo su show la vorágine de surfers que volaban hacia el escenario fue constante, obligando a emplearse a fondo a un personal de seguridad que se vio totalmente desbordado. Además Kathon W. se dedicó a saludar, de forma efusiva y personalizada, a todos los espontáneos que triunfaban en su cometido de llegar al escenario.

Evidentemente no faltaron las proclamas hablando de la hermandad de la gran familia metálica, ni el momento emotivo que se produjo cuando el vocalista se emocionó al hablar de su abuelo ya fallecido que, según nos comentó, era de origen portugués. Para el “rush” final de su apoteósica actuación el cuarteto se guardó dos proyectiles de gran calibre, el explosivo y devastador “El Diablo Negro” y la primera composición que el vocalista escribió a principio de la década de los ochenta, una arrolladora “Bombs Of Death”, que fue la encargada de sellar esta nueva alianza entre la banda americana y el publico portugués. Sin duda la suya fue otra de las grandes actuaciones de este XVII SWR Metalfest.

Pese a no ser excesivamente conocido en nuestro país, excepto para los más metidos dentro de las corrientes extremas, debo admitir que la de  BÖLZER era una de las actuaciones que más curiosidad tenia de ver dentro de esta XVII SWR Metalfest. En pocas ocasiones he podido presenciar el show de una formación que  únicamente integrada por guitarra y batería sea capaz de ofrecer un sonido tan rico y repleto de matices. Y es que la afinación grave y profunda de la guitarra de Kzr  consigue introducirnos dentro de esas atmosferas cadenciosas, épicas y ocultistas que tanto atraen a los amantes de las sonoridades más oscuras y paganas.

Envueltos dentro de ese halo de misterio y espiritualidad, el dúo suizo se presentaba de forma minimalista en la intimidad del escenario pequeño, dispuestos a ofrecernos  una buena muestra de su imperfecto universo sonoro, proponiéndonos las destructivas ambientaciones de “C.M.E.”, para rápidamente, y tras cambiar la afinación de su guitarra, someternos al vendaval death del místico “Zdeus- Seducer Of Hearts”, todo un derroche de irascible brutalidad pagana. Pese a formar como dúo en ningún momento pudimos descubrir grietas o incómodos silencios en una propuesta totalmente estudiada, compacta y poderosa que nos deparó momentos intensos y sublimes como “Roman Acupunture”, o la final “The Great Unifier”, que sirvieron para convencer a una audiencia que empezó expectante, pero  que acabó sometida a la brutalidad de la propuesta del combo suizo.

Expectación y mucha curiosidad había suscitado la actuación de ANAAL NATHRAKH, y más si tenemos en cuenta que las mentes pensantes de este proyecto, el multi instrumentista Mick Kenney y el vocalista Dave Hunt, no se suelen prodigar excesivamente en sus apariciones en directo. Así que es su descarga en el escenario grande de Barroselas significaba una oportunidad única para comprobar que tal sonaban en directo y con una formación real los temas de su apabullante “Vanitas”, un álbum considerado por los más doctos en la materia como uno de los mejores lanzamientos del pasado 2012. Teniendo en cuenta la arriesgada propuesta de la formación inglesa, capaz de conjugar en sus composiciones el black metal más visceral y el grind core mas tétrico y desquiciante, su actuación tenía todos los alicientes para ofrecernos 50 intensos minutos no aptos para los oídos más selectos y delicados.

Con mucha fuerza y con el apoyo de un público incondicional que acompaño en todo momento la iracunda descarga de los británicos, su show daba arranque proponiéndonos el rigor extremo del seminal “Forging Toeards The Sunset” y el blasfemo “The Lucifer Effect”, extraído de su incontestable “In The Constellation Of The Black Widow”, que servían para convencer a los mas escépticos de que la intrincada propuesta del dúo británico es perfectamente reproducible en directo. Pese a la bicefalia compositiva de la formación, cabe destacar que sobre las tablas fue Dave Hunt quien ejerció de maestro de ceremonias, tomando las riendas de una banda que funcionó, en todo momento, como una máquina perfectamente engrasada y compacta, escupiendo esos arrolladores riffs que protagonizarían cortes como el primerizo “Submission Is For The Weak”, o el desquiciante “More Of Fire Than Blood”, durante el que Dave Hunt se encargó de someter a sus monitores a un severo castigo.

Durante todo el show el combo británico tuvo una conexión especial con el participativo publico luso, de hecho el vocalista no vaciló a la hora de cambiar el repertorio que la banda tenia inicialmente previsto para satisfacer la demanda de un sector de la audiencia que pidió insistentemente  “Between Shit And Piss We Born”, para posteriormente abalanzarse, a modo de despedida, sobre un explicito “Do  Not Speak”, con el que rubricaron una actuación repleta de brutalidad, intensidad y grandes dosis de actitud.

Con las cervicales todavía doloridas, llegaba el momento de tomar posiciones frente al stage 2 para recibir una nueva lección de ese death/black repleto de agresividad, tristeza y melancolía de manos de los británicos GRAVE MIASMA. Conocidos anteriormente como Goat Molestör no fue hasta el pasado año 2013 cuando la banda londinense  publicó su debut “Odori Sepulcrorum”, una colección de composiciones repletas de referencias a la muerte y al ocultismo.

Temas como “Death´s Meditative Trance” o “Ascension Eyes”, fueron suficiente convincentes  para que la formación británica demostrara sus tablas y su experiencia ante la audiencia portuguesa. Aunque evidentemente su show se centró en su obra más reciente, no faltaron algunas pinceladas del material contenido en sus anteriores Ep´s, descargando piezas como la seminal y abrupta “Gnosis Of The Summon”, para cerrar definitivamente con el latigazo de clasicismo death contenido en “Ossuary”.

Pese a no haber seguido de cerca la trayectoria de los míticos punks DISCHARGE, debo reconocer que su nombre siempre ha estado ligado, de una u otra forma, al metal. Creadores del D-beat y considerados como una gran influencia para muchas bandas de la escena extrema, las composiciones de la mítica formación británica han sido versionadas por bandas como Metallica, Slayer, Anthrax o Napalm Death. Con la difícil tarea de cerrar el escenario principal de esta XVII edición del SWR Metalfest, el cuarteto británico aparecía en escena con esa inconfundible actitud punk y su característica pinta de personajes malditos y trasnochados, dispuestos a ofrecernos una buena ración de ese punk altamente metalizado que tan buen resultado tiene en directo. Como una maquina partiendo desde  la estación, la formación británica supo conectar en todo momento con una audiencia mayoritariamente metálica, pero que aceptó de muy buen grado su propuesta, coreando incansablemente clásicos del calibre “The End”, que se alternaron con piezas más reciente como “CCTV”.

Al igual que sucediera durante las actuación más ardientes de la jornada, el show de los británicos fue uno de los que más participación generó de parte de un público que no dejo de animar e invadir el escenario, hasta tal punto que acabó  provocando que un espontaneo arrastrará  al vocalista Tony “Rat” Martin en su salto desde el escenario. Tampoco quisieron dejarse en el tintero sus características proclamas cargadas de alto contenido político de “Protest & Survive” o “Fight Back”, durante las que el vocalista cedió el micrófono al público a la hora de encarar los estribillos.

Durante el detallado repaso a su dilatada trayectoria fueron temas como el contagioso “Never Again” o un metalizado “Dissorder”, las piezas que más polvareda levantaron, espoleando al máximo al público y consiguiendo que la descarga de los míticos punks se convirtiera en una autentica fiesta. Hasta dos bises nos ofrecieron Discharge, siendo el encargado de cerrar su frenética actuación el controvertido “The Blood Runs Red”, que fue el escogido para dejar bien alta la bandera combativa de ese punk contestatario, crítico  y corrosivo.

Tras tres intensas jornadas de música, los encargados de lidiar con la ingrata tarea de cerrar el festival eran los españoles DISPLAY OF POWER. Aunque a estas horas de la madrugada muchos habían decidido  dar por concluida la jornada festivalera, lo cierto es que el cuarteto gallego salió a escena muy motivado y predispuesto a montar una buena fiesta. Para ello contaba con el repertorio de una de las bandas más influyentes y queridas  de los últimos 25 años, los texanos Pantera.

Pese al sueño y al cansancio bastaron simplemente los primeros compases de “Strength Beyond Strength”, para que todo el mundo se volviera literalmente loco, moviendo compulsivamente la cabeza y dejándose arrastras por los inflamables riffs del maestro  Dimebag Darrell. Además de las piezas que todos imagináis, no faltaron durante su actuación momentos crujientes y pantanosos como “Mouth For War”, “Hellbound” o un rotundo “A New Level”,con los que el cuarteto redondeo una fantástica actuación y mostró su veneración por los Cowboys del Infierno.



2 comentarios:

  1. Metal Church y Gorguts, grandes: sólo digo eso.

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  2. Si señor dos grandísimas bandas, aunque con planteamientos bien diferentes. Mientras Metal Church apostaron por sus clásicos, Gorguts se centraron en destripar su último trabajo.

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