Hay formaciones que por su propia idiosincrasia y filosofía son sinónimo de
marcha, fiesta y..., en definitiva, rock
n´roll. Durante las últimas cuatro décadas la banda de los míticos hermanos
Young, Ac Dc, ha servido como fuente de inspiración a un puñado de jóvenes formaciones
que han recogido su legado y su forma de
entender el más eléctrico y marchoso hard rock. Uno de los máximos exponentes
de este sonido en tierras germanas son Hardbone. Reincidentes habituales de
nuestros escenarios, el quinteto de Hamburgo regresaba a territorio catalán para dar el pistoletazo de salida a un nuevo y extenso periplo por nuestro país. Días antes de que su nuevo álbum "Bone Hard", viera la luz de forma oficial, el arrollador quinteto
germano volvía a la Ciudad Condal para presentarnos en exclusiva algunas de las composiciones que formaran
parte de este tercer trabajo, compareciendo
ante una audiencia devota, fiel y deseosa de una buena sesión de fiesta y rock n´roll.
A diferencia de lo que sucediera en su descarga del año pasado en Rocksound, en esta ocasión el marco escogido fue el Espai Musical La Báscula, y nuestros anfitriones, la gente de AC Metalcova y La Bunsen, nos tenían preparada una atractiva y sugerente previa. Para amenizar la espera, y antes de que el vendaval germano arrasara el escenario, contábamos con las presentaciones de Irthangaz, quienes llegaban dispuestos a ofrecernos una buena ración de su power metal clasico. Mientras que los encargados de acercarnos ese hard rock denso, marchoso y altamente adictivo fue el power-trío Devil Wind.
Con algo de retraso sobre el horario inicialmente previsto y con una
actitud muy positiva saltaban a escena los chicos de Irthangaz. El cuarteto
liderado por el guitarrista y vocalista Toni
García, demostró unas buenas maneras y una sólida puesta en escena a la
hora de descargar ese power metal melódico y tradicional,
revestido de unas buenas dosis de doble bombo y una inminente carga
épica, que se dejó notar con fuerza desde el mismo arranque con piezas
como " El Retorno Del
Caballero", que fue la elegida para romper el hielo y recabar los primeros
aplausos de la noche. Con el cuarteto ya posicionado sobre las tablas, y con
Toni ejerciendo como frontman en
escena, llegaba el momento de la composición que presta su nombre a la banda
"Irthangaz", durante el que el cuarteto mostró una excelente
predisposición a la hora de adentrarse en unos desarrollos más técnicos y
complejos.
El clasicismo de la propuesta de la banda quedó patente a lo largo de todo
su show, pero especialmente a la hora de
encarar los dos “covers” que interpretaron. El primero de ellos, un
efectivo y afilado "Maldito Sea Tu
Nombre", de los legendarios Ángeles Del Infierno", que fue fantásticamente
recibido por el público y que puso a
todos los presentes a cantar. Mientras que el segundo, que descargaron para
cerrar su actuación, fue el clásico " I Want Out", de los alemanes
Helloween.
Pero entre medias no faltaron algunos temas propios, de modo que la banda
no quiso dejarse en el tintero piezas
como " Gritos En La Noche", o la más oscura y power metalera "La
Bestia", que personalmente fue una de las que más me gustaron. Para
encarar la recta final de su actuación, Irthangaz nos propusieron los aromas
hímnicos que encierra "Aún Seguimos En Pie" que, cual grito de
guerra, sirvió para caldear el ánimo de todos los presentes, haciéndonos cantar
nuevamente el contagioso estribillo. En resumen, buena descarga de Irthangaz
que demostraron aunar tablas, clasicismo y una personalidad muy marcada.
Tras el habitual receso y con algo más de público poblando el recinto,
llegaba el turno de Devil Wind, un potente y arrollador power- trío, muy
influenciado por bandas como Motörhead, Ac Dc o Rose Tatto, quienes a lo largo de una hora aprovecharon
para desgranar sus composiciones junto a
alguna versión, que acabaría de caldear el ambiente durante su eléctrica
descarga.
Como un torbellino y dándolo todo desde el minuto cero, el trío abordaba el
escenario de la Báscula al son del irresistible " The Chase", apoyado sobre un sonido potente, sucio e
hiriente, con el que consiguieron impactar a los que todavía no conocíamos su
corrosiva propuesta. Aunque en escena el motor y el líder de la banda es su vocalista y guitarrista ,Martin Weber, lo
cierto es que el combo tarraconense se
mostró como un colectivo compacto y perfectamente engrasado,
reivindicándose en todo momento como una
máquina perfecta de hacer crudo y rudo
rock n´roll, logrando que
temas como "No Babbies" sonasen realmente compactos y adictivos. Pero
además de la rabia y la potencia, Devil Wind demostraron una gran versatilidad
a la hora de adentrarse en las texturas
más densas y complejas de temas
como "B.J. Queen".
La encargada de poner el punto culminante a este fulgurante arranque fue su marchosa versión del "Bomber", de la mítica banda del maestro Kilmister.
Tras unos primeros compases marcados por la velocidad y el inconfundible aroma
a gasolina quemada, el trío ralentizó mínimamente su presentación para
ofrecernos temas más densos y cadenciosos como "Mammouth", para
rápidamente retomar el ritmo frenético
con su apoteósica "Fire Free", que con su fulgurante
estribillo convirtió la sala en un karaoke multitudinario.
Pese a formar como trío, Devil Wind se mostraron muy cómodos y compactos en
escena, consiguiendo mantener el nivel de atención entre todos los presentes
durante la interpretación de piezas como "Eternity", que se
convertiría en la antesala perfecta para el segundo cover de su actuación, una
seguidísima "Love Me Like A Reptile", que nos conduciría sobre una
rotunda recta final marcada por la potencia de "The Wind" y los
aromas más hard roqueros de "Dirty
Love".
Al poco tiempo de concluir la descarga de Devil Wind, ya teníamos en escena
a unos hambrientos Hardbone. Para
cualquiera que haya escuchado alguno de
sus trabajos de estudio o visto alguna
de sus fogosas actuaciones resulta obvio
que los germanos basan su propuesta en la electricidad de sus devastadores riffs y la enorme pegada de su
imponente base rítmica que, cual locomotora de tren, impulsa a la banda de
forma arrolladora. Pero evidentemente, el timonel y la imagen de la banda sobre
las tablas es su carismático vocalista Tim Dammann, un verdadero front-man de
escuela clásica, capaz de echarse a sus compañeros a la espalda para llevar
todo el peso escénico y conectar con sus seguidores, desbordando carisma y
simpatía por los cuatro costados.
Ya desde los guitarrazos iniciales que marcaron el arranque con "This
Is Rock N´Roll", se pudo apreciar que los alemanes gozarían de un sonido
potente y aplastante, además de contar con la complicidad y el apoyo de un público
receptivo y muy participativo, que no vaciló a la hora de hacer suyo cada uno
de los estribillos que propia el quinteto de Hamburgo. Si el primer trallazo de
la noche había servido para sacudirnos
el cansancio de encima, el siguiente tema en sonar, el primero que descargaron
de su inminente nuevo trabajo, fue el adictivo "Take It Off", que
pese a ser desconocido para la mayoría de los asistentes fue recibido con un gran entusiasmo,
ratificando que, una vez más, Hardbone han vuelto a dar en el clavo a la hora
de componer esos himnos altamente fiesteros.
Tras un inicio realmente fulgurante, los germanos echaban la vista atrás
para recuperar un vacilón e irreverente "Demon In The Glass", que se
convirtió en todo un derroche de fuerza y descaro roquero, contagiando a todos
los presentes, para posteriormente dejar paso a la novedosa "Move
On", algo menos rápida pero igualmente contundente y machacona.
A pesar de que su nuevo trabajo "Bone Hard" todavía no había
visto la luz de forma oficial, aunque se pudo comprar en el puesto de
"merchandising", los alemanes a lo largo de todo el show demostraron
una fe ciega en sus nuevas composiciones, ya que la gran mayoría de los temas
que descargaron formarán parte de esta nueva entrega que verá la luz a finales de este mismo de
Junio. Una buena muestra del potencial de los nuevos temas del quinteto quedó reflejada en el caluroso
recibimiento que obtuvieron piezas como " Sound Of The City",
dedicada a su Hamburgo natal y que se convirtió en uno de los puntos álgidos de
la noche. El viaje a través de ese potente hard rock de estirpe clasica y añeja
prosiguió con otra composición rescatada de su prometedor debut de 2010
"Dirty N´Young", de manos del vacilón e irreverente "Walking Talking
Sexmachine", que se convirtió en un éxito rotundo gracias a su invitación
implícita al descontrol, y a las poses obscenas que nos ofrecieron Sebastian
Kranke y Tommy Lindemann, dando ese toque bohemio y descarado
a la velada ante los gestos de aprobación de un público más que entregado.
Padeciendo un calor asfixiante y con la sala en estado de ebullición,
llegaba el momento de presentarnos otra pieza de nuevo cuño, en esta ocasión la
elegida sería "Bad Boy", todo una declaración de intenciones, que
cantada por la afilada voz de Tim Dammann tiene muchos números de convertirse
en un nuevo clásico dentro de la discografía de los alemanes. Sin entretenerse
en presentaciones y sin concedernos ni un segundo de tregua, el quinteto nos
sometía al vertiginoso ritmo de un coreadísimo "One Night Stand",
rescatado de su anterior trabajo “This Is Rock n´roll”, que volvía a poner la sala patas arriba y a
prueba nuestras castigadas cervicales.
Durante todo el show los alemanes
imprimieron un nivel altísimo a su descarga, enlazando de forma sucesiva la mayoría de los temas. De modo que la
fiesta continuó con otra pieza extraída de su segundo trabajo, la gamberra
y descontrolada "Wild Nights", que fue la escogida por ambos
hachas para darse un paseo entre los asistentes mientras sus compañeros Caine Grandt y
Wolfgang Pohl machacaban sin
contemplaciones sus instrumentos. Aunque durante su show no hubo tiempo ni para
baladas ni para sensiblerías baratas,
poco pareció importar esto a unos seguidores que se dejaron la voz a la hora de corear el rotundo estribillo de
piezas como el enérgico "Fire", que volvía a convertir la pista en un
auténtico despiporre.
Aunque todos estábamos disfrutando como enanos con la descarga de Hardbone,
lo cierto es que el show estaba llegando a su fin. Así que para poner el colofón
a su vibrante actuación los alemanes optaron por una nueva invitación al
descontrol y la algarabía que nos proponía el tenaz y díscolo "One Last
Shot", mientras que el encargados de poner la rúbrica definitiva a su magistral exhibición de garra y actitud
roquera fue el inevitable "Girls
& Gasoline", que lograba, nuevamente, movilizar a toda la sala y
ponerla a cantar mientras un mar de puños se alzaban en el aire como símbolo de
apoyo y aprobación hacia la banda.
En definitiva, un show realmente eléctrico, vibrante e intenso el que nos
ofrecieron Hardbone en esta nueva visita a la Ciudad Condal. Y es que estos
chicos, al igual que sucede con el buen vino, parecen ir mejorando con el paso de los
años, dándolo todo sobre las tablas y convirtiendo cada una de sus
presentaciones en una auténtica liturgia de caña, diversión y hard rock de muchos quilates.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ
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