Dentro del “underground” metálico Peter Hobbs es toda una institución, y su
banda Hobbs Angel Of Death una referencia para los fieles devotos de ese thrash metal oscuro, agresivo y con
altas dosis de ocultismo. Aunque la formación siempre ha permanecido a la
sombra de los grandes referentes del género, como puedan ser Metallica, Kreator… o su máxima influencia Slayer, lo
cierto es que Hobbs Angel Of Death desde su creación en 1987 se han
consolidado como la respuesta australiana a toda la oleada de bandas thrash que
se dio a ambos lados del océano Atlántico a mediados de la década de los
ochenta, convirtiendo a los de Melbourne en la formación más exitosa y
representativa de este sonido en las lejanas tierras de los canguros.
Tras registrar un par de demos en las que la banda perfiló los trazos maestros de su estilo, que ellos mismos bautizaron como “Virgin Metal”, finalmente en 1988 veía la luz su debut homónimo, que cosechó excelentes críticas y consiguió atraer la atención de todos los amantes del género. Pero lamentablemente, la inestabilidad en el seno de la banda y las dificultades de trasladarse fuera de su Australia natal para presentar el plástico acabaron propiciando que la salida de su segundo trabajo “Inheritance”, no se produjera hasta 1995.
Tras unos años fuera de circulación, el carismático guitarrista y vocalista
Peter Hobbs, alma e ideólogo del proyecto, decidió resucitar a la mítica
formación australiana. Desde entonces la banda ha venido manteniéndose en
activo, alternando sus apariciones en grandes festivales con actuaciones
enmarcadas dentro del intimismo de los clubs de pequeño aforo, con lo que Hoobs
y sus secuaces han conseguido agrandar la leyenda de una banda que muchos
pensábamos nunca tendríamos la oportunidad de ver en directo. Para esta primera
visita en tierras catalanas, el marco escogido fue la Sala BeGood de Barcelona,
y los acompañantes elegidos para calentar el ambiente de cara al desembarco del
mítico Hobbs, los thrashers Nuckin ´Futs.
Puestos a remarcar alguna curiosidad, se da la circunstancia de que cuando Hobbs facturó el debut homónimo de
su banda allá por 1988, ninguno de los miembros del joven quinteto barcelonés
había nacido. Pero curiosidades al margen, lo cierto es que pese a pertenecer a
otra generación, lo de estos chicos es el thrash metal de raíz clásica. De hecho
la banda ha experimentado un rotundo crecimiento desde que los vi el año pasado abriendo para los valencianos Exodia, y se les nota que han
adquirido unas tablas y una soltura que
únicamente se consiguen a base de tocar
en directo.
Apelotonados en el pequeño escenario del BeGood, y sin apenas espacio para
moverse, los chicos de Nuckin´Futs arrancaban su actuación respaldados en
el clasicismo thrashero que emana el
cachondo “”Beer Fight”, toda una declaración de intenciones que nos dejaba una
buena muestra de la contundencia y el sentido del humor de la banda. A pesar de
que no disfrutaron de una audiencia muy numerosa, muchos todavía estaban
pendientes de la jornada mundialista, el
quinteto se mostró muy simpático sobre las tablas, agradeciendo en repetidas
ocasiones nuestra presencia e invitándonos insistentemente a tomar posiciones
frente al escenario, para continuar desgranando las piezas de su Ep de debut
“Evilution”, defendiendo con mucha convicción y entrega temas como el corrosivo
“Natural Disaster".
A lo largo de toda su actuación me gustó especialmente el trabajo que realizó
su guitarrista Joâo Sessetti quien, a pesar de permanecer algo estático, se
marcó la mayoría de los solos de guitarra, dando esa vertiente netamente speed
metalera a cortes como “Filling The Ground With Blood”. Pese a que todos los
miembros de la banda rayaron a un excelente nivel, sin duda el alma de la
formación fue su vocalista “Tolo” Juan quien no dejo de animar e interactuar
con todos los presentes, haciendo “headbanging” y alentándonos para encarar el
pegadizo estribillo del tema que presta su título a su EP “Evilution”, que nos mostraba
la devoción que la banda profesa hacia nombres
clásicos como los neoyorquinos Anthrax.
Adentrándonos en la recta final de su fulgurante y cachonda actuación no
podía faltar el tema que la banda compuso inspirándose en una de las figuras
más icónicas del cine de terror de la década de los ochenta, Freddy Krueger,
atacando sin compasión ese desternillante “Killing The Elm Street Children”. El
quinteto barcelonés también tuvo el bonito detalle de presentarnos en
exclusiva uno de los nuevos temas que
formara parte de su debut, que
actualmente están grabando junto al productor Javi Felez. Mientras que para
cerrar su descarga Nuckin´ Futs optaron por un valor seguro, una versión muy
fidedigna de los primeros Metallica, “Hit The Lights”, que contaría con el
apoyo de todos los presentes. En resumen, un rato entretenido y agradable el
que nos hicieron pasar Nuckin´Futs. Habrá que estar muy atentos a la próxima
edición de su prometedor debut, ya que a tenor del estado de forma que exhibió
la banda y del nivel de madurez y confianza adquirido su álbum puede ser uno de
los trabajos más interesantes de este año dentro de la escena thrasher
nacional.
Con el buen sabor de boca que nos
había dejado la actuación del joven quinteto barcelonés y después de una espera
un tanto dilatada, en la que los propios miembros del combo australiano se
afanaron en dar los últimos retoques al “backline”, por fin, con un escenario
engalanado con un vistoso y diabólico telón de fondo junto a un llamativo pie
de micro, en el que podía distinguirse un crucifijo invertido, Peter Hobbs y
sus muchachos tomaban el escenario del BeGood para arrancar su peculiar
ceremonia de velocidad, watios y ocultismo al ritmo del delirante “Lucifer´s
Domain”, una tortuosa apertura con la
que Hobbs dejaba bien claro que, pese al tiempo transcurrido, la propuesta de
la banda no ha perdido ni un ápice de personalidad y contundencia. Liderados
por la carrasposa voz de Hobbs, la banda sonó en todo momento como un auténtico
ciclón, dejando boquiabiertos a todos los asistentes, enganchando al personal con la contundencia de temas como el explosivo “Jack The Ripper”.
Tras una efectiva dupla inicial era el líder de la banda el encargado de dirigirse a un público bastante nutrido, que si bien no llego a llenar el local, sí que dio a la sala un aspecto de lo más colorista, para anunciarnos la siguiente pieza de la noche “House Of Death”, otra de las perlas extraídas de su fulgurante debut, pero ya que incluyeran en su primera demo “Virgin Metal Invasion From Down Under”, que nos dejó la imagen del carismático guitarrista sacando la lengua de forma provocativa antes de que sus compañeros pisasen el acelerador al máximo en un rotundo e incendiario final, consiguiendo exaltar, aun más, el ánimo de todos los presentes. Aunque evidentemente, la mítica formación gira en torno al carismático Peter Hobbs, lo cierto es que el veterano guitarrista ha sabido rodearse de una banda realmente solvente y de garantías, ya que sus acompañantes, todos de origen transalpino, estuvieron muy acertados durante toda la noche, especialmente el guitarrista Damiano “Idda” Porciani quien, además de formar una buena dupla con el propio Hobbs, se mostró muy rápido y preciso a la hora de atacar los apabullantes solos de temas como “Drawn And Quarterer”.
Pese a que, como era de esperar, la
mayoría de los temas que sonaron esta noche formaban parte de su exitoso debut
homónimo de 1988, la banda no quiso dejarse en el tintero algún tema más
reciente como “Heaven Bled”, que fue fantásticamente recibido por parte de
participativa audiencia. Pero sin duda los temas que consiguieron exaltar al
máximo a los seguidores del combo australiano fueron piezas como el hilarante
“Satan´s Crusade” que, curiosamente, llego justo cuando nuestros relojes
marcaban el punto horario de la media noche, consiguiendo inundar el recinto de
ese aroma místico y ocultista que personalmente me trajo al recuerdo el
material más clásico de bandas como Venom o Hellhammer.
La vuelta sobre la velocidad más genuinamente thrasher estaría marcada por
esa arrolladora tormenta de watios que contiene “Final Fest”, extraída de su
segundo trabajo “Inheritance”, durante el que su batería, Iago Bruchi, nos
ofreció un auténtico recital de técnica y velocidad, destrozando su kit
mientras nos adentraba en esos oscuros y desolados pasajes marca de la casa.
Con el ambiente totalmente caldeado y con una audiencia plenamente entregada a
la propuesta de la banda australiana, llegaba el momento de retornar a los
temas de su aplastante debut, de modo que la elegida para volver a mostrarnos
su cara más blasfema y demoniaca fue la oscura “Crucifixion”, que Hobbs presentó
con un contundente e irreverente “Death
To Christ”. Para cualquiera que haya seguido el thrash, resulta evidente que la escena es algo asi como una hermandad,
y precisamente fue “Brotherhood”, la encargada de recordarnos este sentimiento
a todos los presentes, a la que vez que la banda encaraba la recta final de su
actuación.
Desde que la banda fuera creada a mediados de la década de los ochenta, su
líder e ideólogo Peter Hobbs nunca escondió su predilección y su personal
devoción por la música de los maestros Slayer, una influencia que ha perdurado
de forma impasible en la sonoridad y la ambientación de los shows de la banda,
y que a día de hoy sigue notándose y mucho al encarar el cuarteto temas tan
rotundos y afilados líricamente como “Son Of God”, que se convertiría en la antesala
perfecta para otro trallazo extraído de su debut, el seminal “The Journey”, que volvía a mostrarnos la
cara más rotunda y abrupta de la formación, con las guitarras de Hobbs y
Porciani sacando humo para provocar el delirio y la algarabía de una sala en la que la tensión podía
palparse en el ambiente.
Para rematar su actuación de forma magistral que mejor que, sin abandonar
su opera prima, ofrecernos una rotunda
“Marie Antoinette”, recibida como un auténtico himno entre todos los seguidores
de la banda y con la que, por fin, llegaron los circle-pits, consiguiendo dar
color y ambiente a la velada. Mientras que la encargada de poner el punto y
final a esta primera parte del show fue la siempre efectiva “Abomination”. Con
la gente completamente enloquecida, un satisfecho Peter Hobbs se dirigía a
nosotros para preguntarnos si todavía queríamos más, y efectivamente el rugido
del personal sirvió como respuesta positiva a su pregunta. De modo que el
cuarteto volvió a colgarse sus instrumentos para ofrecernos una nueva muestra
de su potencial de manos de un crudo y descarnado “Hypocrites”, que sería el
encargado de poner el punto y final definitivo a la tormentosa y arrolladora
descarga del cuarteto.
Más de
veinticinco años ha tardado el carismático Peter Hobbs en descargar sus
composiciones en nuestros escenarios, pero después de ver su descarga sólo
puedo decir que la espera ha merecido la pena. Sin duda sería muy fácil dar al
veterano músico australiano todo el mérito del show de su banda, pero lo cierto
es que Hobbs se ha sabido rodear de unos magníficos acompañantes, que además de
estar al nivel técnicamente han inyectado sabía nueva e ilusión a la propuesta
de la mítica banda australiana. Según comentó Hobbs a la salida del show, el
nuevo álbum de la banda está ya prácticamente listo, y tendría que ver la luz
durante los próximos meses. Ahora solo falta que las nuevas composiciones estén
a la altura del material clásico de la banda, y que, por supuesto, su próxima
visita a nuestro país no se demore tanto como esta primera. Sin duda lo que
pudimos presenciar el pasado viernes en la Sala BeGood de Barcelona fue una
autentica ceremonia iniciática para los thrashers más jóvenes, mientras que
para los más veteranos fue una auténtica delicia disfrutar del directo de una
formación mítica.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario