Cada
vez son más numerosas las voces que se alzan contra el elevado precio de las
entradas de los conciertos, y más después de que la ultima subida del I.V.A. acabara
repercutiendo directamente sobre el
precio de los espectáculos. De modo que resulta cuando menos curioso que cuando
se producen iniciativas tan encomiables como este “Killing The Fest”, algo
menos de un centenar de personas se den cita para seguir la velada.
Para
esta nueva edición del festival, los organizadores nos tenían preparado un variado
cartel compuesto por cuatro jóvenes formaciones de la escena barcelonesa.
Cuatro nombres que representaban cuatro estilos completamente diferentes, pero
que tenían en común la contundencia, la actitud y la entrega de unos músicos
dispuestos a reivindicarse como parte activa de una escena que está en
permanente lucha por sobrevivir y expandirse.
El
planteamiento de este Killing The Fest venía a ser básicamente el de una
clásica batalla de bandas, con los grupos participando disponiendo de idéntico tiempo y condiciones sobre las tablas, con lo que cada una de las formaciones
dispondría de aproximadamente cuarenta minutos para presentar su propuesta ante
el público y lograr convertir a los asistentes en nuevos adeptos a su causa.
KILL THE KRAIT
Con
una tarde tormentosa en la Ciudad Condal, los encargados de empezar a caldear
el ambiente haciendo rugir sus instrumentos con su poderoso heavy- thrash
fueron Kill The Krait. Sin duda de los cuatro grupos participantes en el festival de esta noche, ellos representaban la corriente más clásica,
pero no por ello la menos atractiva. Pese a su juventud este quinteto de la
zona del Llobregat lleva bastantes conciertos a sus espaldas, y de hecho la
banda esta ya plenamente centrada en la grabación de lo que será su disco
debut.
Durante
su descarga fueron claramente palpables esas influencias clásicas extraídas del
heavy metal más tradicional, inspirado en bandas como Judas Priest e Iron
Maiden, y esas poderosas acometidas más propias del thrash metal americano que
practican bandas como Slayer o Anthrax, todo ello aderezado por unas voces
incisivas y afiladas para dar forma a unos textos cantados en castellano. De los
temas que mejor impresión causaron entre
los asistentes me quedaría con la inicial “Volveré”, que servía como perfecta
carta de presentación para los que todavía no conocían la propuesta del
quinteto, o la contagiosa “Navegante”, que
con su pegadizo estribillo se convirtió en la primera pieza que hizo cantar
tímidamente a los allí presentes.
A lo largo de su actuación los chicos estuvieron muy activos sobre las tablas,
especialmente su vocalista Pau Correras quien no dejo de recorrer el escenario
de izquierda a derecha animando al personal y dándolo todo en escena. Muy destacable
me pareció también la labor de la base rítmica formada Albert Guallar (bajo) y
Raúl Nieto (batería) quienes nos deleitaron con algunos pasajes realmente
intensos y poderosos, como durante el incisivo
y machacón desarrollo de “El Beso de La Serpiente”.
Tampoco
faltaron esos desarrollos más melódicos y envolventes en los que las guitarras
de Cristian López y Kristian Haro serían las encargadas de llevar todo el peso
de la composición. Pero sin duda el
mejor tema de su actuación llegó durante el tramo final, de manos de esa
explosiva y corrosiva “Grita”, que sonó como toda una declaración de
intenciones, consiguiendo suscitar la respuesta del respetable y dejando a
todos los presentes con un buen sabor de
boca.
FACE THE MAYBE
Tras
un rápido cambio de equipo poco tardaron los chicos de Face The Maybe en tomar
el escenario de la sala pequeña del Razzmatazz. Debo reconocer que pese a haber
escuchado su álbum debut “Insight”, todavía no había podido presenciar el
directo de la banda. Y personalmente, creo que lo mejor que puedo decir tras
presenciar la descarga del cuarteto es que ese plástico no hace justicia al
potencial, talento y técnica que derrocha la banda sobre las tablas.
Para
cualquiera que se haya molestado en pegarle una atenta escucha a su sugerente debut de 2011, habrá podido apreciar que la
banda no es de aquellas formaciones fácilmente encasillables, de hecho se
desmarcan de cualquier posible etiqueta, optando por unas estructuras complejas
e imaginativas, que en algunos momentos pueden llevarnos hacia derroteros
progresivos. Aunque individualmente todos los miembros de la banda se mostraron
como unos excelentes músicos, debo reconocer que quede muy gratamente
sorprendido con la exhibición que nos ofreció el guitarrista Eimel Trejo. Y es
que el hacha de origen venezolano es capaz de sonar tremendamente despiadado,
atacando de forma rotunda esos abruptos y abrasivos riffs marca de la casa,
mientras que en otros momentos es todo un derroche de elegancia, maestría y
sutileza haciendo volar sus dedos a través del mástil, evocando a los grandes virtuosos
de las seis cuerdas.
Pese
a no disponer de mucho tiempo para desarrollar su personal estilo,
el cuarteto acabó cuajando una actuación verdaderamente sensacional, dejando el
nivel muy alto y poniendo las cosas muy difíciles a las dos bandas que aún quedaban por tocar.
Curiosamente, no se si de forma intencionada o por descuido, el cuarteto tocó
con el telón de Kill The Krait detrás suyo. Pero dejando a un lado las
anécdotas, lo cierto es que trallazos como “Hall Of Shame”, durante el tramo
inicial de su descarga, fueron la mejor muestra de su vertiente más demoledora
y agresiva.
Igualmente
poderosa y destructora se nos presentó “Cruel Town”, una de las piezas mejor
recibidas de su repertorio, ya que con ella consiguieron exaltar a la pista y poner
a la gente a bailar “pogo”. Tampoco faltaron composiciones de nuevo cuño, que
formaran parte de su nuevo trabajo, como la arrolladora “Seth”, en la que el
cuarteto mostró una acusada evolución
con respecto al material que formaba parte de su opera prima.
Sin
duda la actuación de Face The Maybe, por lo menos para el que suscribe, fue la
sorpresa de este Killing The Fest. En resumen, si la banda consigue plasmar el
poderío de sus nuevas composiciones en CD, su próxima obra no dejara
indiferente a nadie y tiene muchos números de convertirse en uno de los
pelotazos de este año 2014.
VIVID REMORSE
Con
la banda reestructurada y con la cabeza centrada en su próxima obra de estudio, la de esta
noche se presentaba como una ocasión idónea para estrenar alguna de las nuevas
composiciones en las que está trabajando actualmente el cuarteto. Pero evidentemente antes dejarnos
oír alguna de sus nuevas canciones había que calentar el ambiente, y que mejor
opción que empezar su descarga pisando el acelerador al máximo con las
desenfrenadas y ardientes guitarras de “Inside”,
que nos servían para comprobar que la banda está en un fantástico estado de
forma tras su reciente gira por el continente americano. A pesar de ser el
debut de Edgar, el nuevo fichaje de la banda se mostró muy solvente y entregado,
quizá un poco nervioso durante los primeros compases del show, pero atacando
rotundamente su instrumento en temas como “Imaginery Actress”, en el que
pudimos ver una perfecta química con el siempre sonriente Xavi.
Con
las presentaciones hechas, llegaba el momento de seguir descargando su poderoso
thrash/death, y que mejor elección que uno de los temas que mejor define el personal estilo de la banda “Seize
The Death”, con Joel recorriendo el escenario mientras no dejaba de animar a
los integrantes de las primeras filas, consiguiendo dar algo de colorido y
ambiente a la salal Sin abandonar el
material de su ultimo trabajo “Down To The Wire”, el cuarteto no quiso dejarse
en el tintero “Involution”, en el que, como viene siendo habitual, el
vocalista se mostró muy reivindicativo,
teniendo un recuerdo hacia los incidentes que están sucediendo en el barrio de
Sants.
Pese
al nuevo “look” de su guitarrista Gustavo Revoredo “Gufy”, lo cierto es que sus
riffs siguieron sonando tan densos y abrasivos como de costumbre, dando contundencia
y pegada a temas como ese “Imaginery Actress”, que nuevamente volvió a convertirse
en uno de los momentos álgidos del show, sonando como un puñetazo en el rostro.
Tal y como habían prometido, la banda tuvo tiempo para poder ofrecernos una pequeña muestra del material en el que
están trabajando. La primera muestra llegó con “Contradiction”, un tema
compacto y crujiente durante su parte central, pero que nos acabaría conduciendo sobre
unos desarrollos en los que Gufy nos mostró su devoción por los
maestros del thrash Slayer.
Para
encarar la recta final de su show la banda se decantó por la primeriza “The Bed
You Lie In”, rescatada de su primer
trabajo “The Seed Of Malise”, y que nos dejó la imagen de Joel bajando a la
pista para ponerse a bailar pogo junto a los integrantes de las primeras filas.
La otra nueva composición que presentaron esta noche fue una vieja conocida
para los seguidores de la banda, la festiva “The Party House”, que la banda ya
estrenó en su descarga junto a Avulsed de finales del pasado año, pero que ahora
con la aportación de Edgar a las cuatro cuerdas sonó mucho más potente y
compacta. El tiempo se estaba agotando pero el cuarteto todavía tuvo ocasión
de regalarnos un voraz “Slave Of Freedom”, convertido ya en todo un clásico
dentro de sus descargas, en el que Joel cedió el micrófono a los integrantes de
las primeras filas, mientras que la encargada de poner el punto y final a su
actuación fue su habitual versión del “Blitzkrieg Bop” de The Ramones.
En
definitiva, fantástico retorno a los escenarios barceloneses de Vivid Remorse
quienes ya con su formación nuevamente completada se disponen a encarar una nueva etapa que les tiene que
llevar a la grabación de un inminente tercer trabajo.
THE ZEN
Los
encargados de clausurar esta nueva edición del Killing The Fest eran The Zen. El quinteto de
Cornella de Llobregat son unos viejos
conocidos de la escena barcelonesa, ya que llevan en activo desde 2010. Durante
este tiempo la formación ha editado un único trabajo titulado “Somewhere On
Earth”, publicado a finales del pasado año 2012, en el que la banda nos dejaba
una buena muestra de su arrollador death
metal no exento de melodía y unas
buenas dosis de virtuosismo guitarrero.
Con
un escueto “Buenas noches, somo The Zen”, arrancaba la perturbadora actuación del
quinteto al son de “The Calling”, una rotunda declaración de intenciones con la
que los de Cornella asaltaban el escenario de la sala pequeña del Razzmatazz
dispuestos a hacernos pasar un buen rato. Respaldados por la potencia de las
guitarras de Xavi Divi y Álvaro Clemente, The Zen nos brindaron a lo largo de sus cuarenta minutos de show un
enrriquecedor viajes a través de los mejores temas de su debut “Somewhere On Earth”,
un recorrido en el que no faltaron la
contundencia arrebatadora de temas como el crujiente “Origin”, sin duda una de
las piezas que mejor puede definir su propuesta y durante la que la banda dejó una
buena muestra de su calidad técnica y de la influencia de bandas como Children
Of Bodom.
Las
atmosferas envolventes cargadas de voracidad metálica y de ambientación épica
también estuvieron representadas en temas como el directo “The Obllivion Of Lies”, durante el que las
voces de Toni González se tornaron más crudas y amenazantes dando al tema un
filo aún más devastador. Aunque su actuación se hizo realmente corta, no faltó
el tema que presta el nombre a su debut “Somewhere On Earth”, una rotunda
demostración de fuerza, calidad y técnica, que en esta ocasión se vio potenciada
por unos excelentes coros dando al tema un filo más rotundo y aplastante.
Desgraciadamente
el tiempo se estaba acabando, pero antes de
que The Zen dieran por concluida su actuación, todavía tuvimos tiempo de
disfrutar de la que, para el que suscribe, es la mejor pieza de su debut , la camaleónica
“First Time Dead”, durante la que la formación catalana demostró que sabe moverse con soltura por diferentes
estilos y ambientaciones, consiguiendo dotar al tema de una personalidad
propia, mezclando para ello unos riffs desgarradores, unas dobles líneas vocales,
unos coros aplastantes y unas estructuras cambiantes y dinámicas para conseguir
facturar un rotundo final que nos dejo a muchos con ganas de más.
Haciendo
un resumen global de la velada, este "Killing the Fest" nos sirvió para
comprobar que, pese al discreto apoyo del que goza la escena local barcelonesa,
las formaciones de nuestra ciudad y alrededores no se rinden y siguen batallando
intensamente por
darse a conocer y conseguir hacerse un hueco dentro de la escena.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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