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viernes, 11 de julio de 2014

ROCK FEST-BARCELONA-5-JUL-2014




ANGELUS APATRIDA

Aunque los encargados de abrir esta segunda jornada del festival fueron los bilbaínos Rat- zinger, la primera banda que movilizó a los valientes que se atrevieron a desafiar el intenso calor de las dos de la tarde fueron los albaceteños Angelus Apatrida. Actualmente hablar de la formación de los hermanos Izquierdo es hablar de una de las bandas más en forma de nuestra escena. Con varias giras europeas a sus espaldas y con diversas apariciones en festivales del Viejo Continente,  los albaceteños se presentaban  ante el público de una de sus plazas fuertes.

 A diferencia de lo que sucediera en  su reciente  actuación del  Hellfest, el guitarrista Davish sí que formó junto a sus compañeros, aunque fuera en silla de ruedas y arrastrando las secuelas de un reciente accidente. Pese a ello, el hacha demostró con su participación un gran compromiso, no solo con sus compañeros sino también  con sus seguidores, dándolo todo en escena y atreviéndose incluso a moverse con la silla por el escenario mientras no dejaba de hacer “headbanging”. Como viene siendo habitual en ellos, el cuarteto se mostró intenso, poderoso  y dispuesto a ir a por todas desde los primeros compases del show, arrancando su actuación con el poderoso "Vomitive", que nos hacía sacudir el sueño de las orejas para adentrarnos en una rotunda y desquiciante sesión de ese thrash metal, para posteriormente proponernos trallazos como "Violent Down", con el que la gente se fue animando a montar los primeros “circle-pits” de la jornada.

A lo largo de  su hora de show, Guillermo se mostró muy comunicativo y simpático  con el público, así como especialmente atento y cariñoso con su compañero Davish, para el que pidió un par de ovaciones durante su actuación. Poco hay que comentar sobre el material que descargó el cuarteto, ya que para cualquiera que haya visto alguna de sus actuaciones resulta innegable el poderío thrashero que aportan temas como  "Of Men And Tyrants", o el corrosivo y crítico "Killer Instinct", que fue uno de los que mejor respuesta obtuvieron.

Tampoco quisieron dejarse en el tintero algunos guiños hacia sus primeros trabajos rescatando para la ocasión piezas como "Versus The World", con Guillermo y Davish exprimiendo al máximo sus guitarras, o esa frenética ración de doble bombo contenida en el vibrante "Never Forget", extraído de su "Giv´Em War", que espoleó todavía más a una audiencia totalmente desatada.
 
Pese a que las dos de la tarde no parecía la mejor hora  para la descarga de los manchegos, el cuarteto demostró que no precisa para despuntar ni de luces ni de grandes  ornamentos escénicos, sino  simplemente  del apoyo de sus incondicionales y la potencia arrolladora de trallazos como "Corruption", para convertir el foso en un verdadero infierno. Evidentemente contra el asfixiante calor reinante  lo mejor era una buena cerveza fría, así que no faltó su personal  homenaje a la milenaria bebida en la festiva "Fresh Pleasure", que contó con el brindis de Guillermo en su presentación.

Una arrolladora versión del tema que daba título a su segundo trabajo "Giv´Em War", sería la encargada de adentrarnos en la recta final del show,  para posteriormente  dejar paso al celebradísimo "You Are Next" que, convertido ya en un auténtico clásico, fue  uno de los temas más coreados de la tarde. Una nueva demanda de "circle-pit"  a cargo del vocalista marcaría el arranque del crujiente y devastador "Blast Off". Mientras que el sprint definitivo a su arrolladora actuación  vendría de la mano de la declaración de intenciones que supone  "Thrash Attack" y la crítica “Legally Brainwashed”, con las que el cuarteto manchego dejaba bien claro, una vez más, porque actualmente son una de las bandas más importantes de nuestro país.


H.E.A.T

Si de  algo puede presumir esta primera edición del Rock Fest es de la variedad de su cartel, ya que a lo largo de las dos jornadas fueron desfilando bandas y propuestas para todos los gustos, desde el clasicismo roquero  encarnado por Barón Rojo o Medina Azahara, pasando por el thrash metal que nos ofrecieron  Kreator o Angelus Apatrida, o el power metal  de Stratovarius o Gamma Ray. Así que como máximos baluartes  del hard rock melódico contábamos con la actuación de los prometedores H.e.a.t. Para los que ya tuvieron ocasión de presenciar su reciente actuación madrileña,  abriendo para los míticos Scorpions, la de los suecos representaba una cita ineludible pese a estar programada  para las tres y media  de la tarde.

Avalados por el excelente material contenido en sus dos últimos lanzamientos, "Adress The Nation" (2012) y "Tearing Down The Walls" (2014), y liderados por un fantástico frontman como es Erik Grörwall, los suecos desafiaron el intenso calor de primera hora de la tarde para convertir el Parc de Can Zam en una auténtica fiesta. Desde que la banda diera el pistoletazo de salida a su actuación con la intro y el tema que abre su último trabajo "Point Of No Return", se pudo comprobar que la formación  posee el gancho y el “punch” propio de las grandes formaciones, además de contar con unos estribillos brillantes y altamente coreables. Mención especial merece la puesta en escena de su vocalista Erik Grörwall que, con su imagen punk, se mostró como una fiera indomable sobre las tablas, saltando, bailando, haciendo movimientos pugilísticos e incluso atreviéndose a bajar al foso para animar a una audiencia totalmente entregada.

Y es que durante su show la banda supo compaginar con total descaro y maestría la elegancia y sutileza melódica de temas como “Better Off Alone” con la inmediatez roquera de temas como “Heartbreaker” o "It´s All About Tonight", que se destaparon  como auténticos himnos para ser coreados frente a grandes audiencias. Pese a que su propuesta no resulta especialmente novedosa, lo cierto es que los suecos consiguieron que su música sonara fresca y poderosa, dejando que los contagiosos coros de "Beg Beg Beg", se convirtieran en unos de los más coreados de toda la jornada.

Aunque a esa hora el sol apretaba todavía con mucha  fuerza, banda y público no cesaron de darlo todo durante el tiempo que los suecos permanecieron en escena. Los momentos más calientes de su actuación estuvieron marcados por el marchoso “A Shot Of Redemption”,  el melódico "Downtown", y la pegadiza "Living On The Run", con un Grörwall enloquecido bañándose en cerveza.

Sin duda H.e.a.t están aprovechando al máximo su oportunidad de tocar frente a grandes audiencias para labrarse un nombre y una excelente reputación. Si estos chicos consiguen mantener semejante nivel de entrega y actitud en sus show en locales más pequeños sus próximos conciertos  prometen ser una auténtica locura.



EPICA

Ardua tarea a la que tenían que enfrentarse Epica tras la abrumadora descarga de los suecos  H.e.a.t. Con el astro rey todavía picando fuerte sobre nuestras cabezas los holandeses tomaban posiciones en escena acompañados por la introducción que abre su último trabajo "Originem", recibiendo una calurosa  bienvenida  de parte de una audiencia que les apoyó en todo momento. Al igual que sucede en "The Quantum Enigma", la encargada de hacernos entrar en el complejo universo sonoro de los holandeses fue  la veloz "The Second Stone", que nos mostraba su cara más agresiva y visceral, con el sonido cortante y afilado de las guitarras de Mark Jansen e Isaac Delahaye rugiendo potentes, en primer plano,  junto al elegante  registro mezzosoprano de   Simone Simon.


Tras recibir la primera ráfaga de aplausos, la banda siguió desgranado las composiciones de su última entrega discográfica, de modo que la siguiente en sonar fue una de las piezas más crudas y violentas del plástico, la implacable "The Essence Of Silence", en la que los guturales de Mark Jansen cobraron un mayor protagonismo concediendo  al corte esa potencia y esa dualidad  que tanto gusta a sus seguidores. A diferencia de lo que sucediera con otras bandas, los holandeses decidieron engalanar el escenario con un gran telón que reproducía la portada de su último trabajo. Además, colocaron tres tarimas a lo largo del escenario. Una a cada extremo, donde  se aposentaban los teclados giratorios de Coen Janssen y  la batería de Ariën Van Weesenbeek; y una tercera, en la zona central, que delimitaría los dominios de Simone Simons.

Lamentablemente,  los holandeses no disfrutaron de un sonido excesivamente brillante, como pudo apreciarse durante las partes más grandilocuentes y orquestadas, lo que provocó que piezas como la novedosa "Victims Of Contingency", no acabaran de brillar y obtener la respuesta esperada por el sexteto, quedando excesivamente saturadas y sobrecargadas. Tras habernos ofrecido una buena muestra de su material más reciente, por fin llegaba el momento de adentrarnos en el elegante sinfonismo que macaría el arranque de "Unleashed", que apoyado por las palma del público se convertiría en uno de los momentos álgidos de su actuación. El retorno sobre su material más reciente estaría marcado por "Natural Corruption", con los sintetizadores de Coen Janssen dando cobertura a una de las composiciones más melódicas de su extensa discografía.

Pero indudablemente el punto culminante de la actuación de los holandeses estuvo marcado por la portentosa interpretación que Simone Simons realizó de la apoteósica “Cry For The Moon”, transmitiendo  ese “feeling” y esa magia tan especial que acabaría contagiándose a todos los presentes a la hora de entonar su estribillo. Aunque la banda tiene previsto visitarnos durante los próximos meses, el sexteto no quiso dejarse ninguna bala en la recamara, y apostó fuertemente por el material de  "The Quantum Enigma", del que interpretaron hasta cinco cortes, siendo el último de ellos "Unchain Utopia". Para rematar su actuación, la banda se abandonaría en las arrolladoras ambientaciones épicas contenidas en la extensa "Consing To Oblivion".


SABATON

Durante los últimos años los suecos Sabaton se han consolidado como una de las apuestas más decididas del power metal. Mientras que en otros países del Viejo Continente la banda, capitaneada por el vocalista Joakim Brodén y el bajista Pär Sundström, son toda una institución, en su última visita por salas en nuestro país únicamente fueron capaces de congregar a tres centenares de seguidores en un Razzmatazz 2 a medio gas. Afortunadamente parece que el duro trabajo del quinteto está dando sus frutos, así que a la hora prevista para el inicio de su show, las 18,30 horas, un buen número de seguidores se arremolinaban en los aledaños del escenario para ser testigo de primera mano del arrollador poder metálico de los suecos.

Acompañados por la introducción “The March To War”, los suecos tomaban al asalto el escenario ante una audiencia que les tributó un recibimiento de auténticos héroes. Ataviados con su habitual indumentaria militar, Sabaton salieron muy potentes y con muchas ganas, abordándonos con ese fantástico “Ghost Division”, que además de servirles para inaugurar el show nos proponía esos ampulosos coros marca de la casa que tanto gustan a sus seguidores. Los suecos recientemente han publicado su última referencia de estudio “Heroes”, de modo que la actuación de esta tarde, ante una audiencia numerosa, era una buena ocasión para calibrar la respuesta que obtendrían temas como “To Hell And Back”.

Como ya pudimos apreciar los que asistimos a su última presentación en Barcelona, de hace un par de años, Joakim Brodén es un “frontman” solvente y comunicativo, de hecho no dudó en bromear con las primeras filas sobre su habitual indumentaria y el calor asfixiante que estaba pasando. Así que con la gente ya muy metida en su actuación y con la banda deseosa de desplegar toda su parafernalia militar y sus letras bélicas llegaba el momento de la grandilocuente de “Carolus Rex”, que se ha convertido ya en todo un himno para los seguidores de la banda. A diferencia de lo que sucediera en otras actuaciones que he podido ver del quinteto, si me pareció que en esta ocasión   dejaban un mayor espacio entre tema y tema, con lo que el ritmo de su actuación no fue tan dinámico como me esperaba.

Pese a ello,  cuando sobre las tablas los músicos atacaban piezas “Screaming Eagles”, el movimiento del quinteto en escena era imparable, con los músicos corriendo de una punta a otra del escenario incansablemente. Otro detalle que también llamó mucho la atención de su show fue lo equilibrado de su repertorio, ya que rescataron temas de casi todos sus trabajos. Uno de los momentos más brillantes de su actuación llego con la interpretación de abrumador y desconcertante “Swedish Pagans”, que fue el escogido para representar su quinto trabajo “The Art Of War”.

Pero evidentemente el motivo principal de esta nueva visita de los suecos era presentar los temas contenidos en “Heroes”, de modo que lo siguiente que nos ofrecieron fue una doble ración compuesta por la intensidad y épica de “Resist And Resist”, para rápidamente dejar paso a uno de los trallazos más compactos de su último trabajo “Soldier Of 3 Armies”. Pese a la buena acogida que recibieron las composiciones más novedosas de la banda, los momentos más intensos y de mayor complicidad con la audiencia llegarían con esa arrolladora tripleta final que serviría para poner el broche definitivo a su actuación.

Como un golpe certero y sin aviso previo llegaba “The Art Of War”, provocando la algarabía entre un público que no dejó de saltar y corear todos los estribillos que proponían los suecos. Aún más si cabe caldeó el ambiente el ampuloso “Primo Victoria”, mientras que la encargada de finiquitar su actuación fue la inevitable y roquera “Metal Crüe”.

Incansables, luchadores y profesionales los suecos aprovecharon esta actuación dentro del marco del Rock Fest para pescar a algunos seguidores. En unos meses tendremos la posibilidad de verlos de nuevo por aquí liderando su propio show, veremos si en esta ocasión la sala presenta un aspecto más calado y concurrido que durante su última visita.


LOS SUAVES

Con el calor empezando a concedernos una tregua, era el momento de recibir al segundo representante patrio de esta última jornada festivalera, Los Suaves. La veterana formación gallega  ha vivido un idilio permanente  con el público catalana. Cada año de forma tradicional la banda se acerca a   los escenarios de la capital catalana para seguir alimentando ese amor que se ha mantenido inalterable durante las últimas tres décadas. Con todo esto quiero decir que todos conocemos ya el talante y la personalidad de su vocalista, el carismático Yosi, y sus fans condescendientes y compresivos suelen perdonarle todas sus chaladuras y desvaríos, pero sinceramente creo que lo de esta tarde en el Rock Fest fue excesivo.


Como suele suceder siempre con la formación gallega había muchísimas ganas de seguir su concierto, yo personalmente hacía mucho tiempo que no los veía, y la verdad que después de salir un poco decepcionado las últimas veces que había acudido a presenciar su descarga, tenía muchas ganas de reencontrarme con ellos y sacarme la espinita. Pero desafortunadamente no pudo ser. Desde el mismo arranque del show con ese trepidante “Preparados Para El Rock and roll”, se vio que la banda estaba en un excelente estado de forma, pero que Yosi era el que no estaba preparado para el rock n´roll, ya que apenas era perceptible su voz y hasta parecía que le costaba mantenerse erguido sobre el escenario.



Además del mejorable estado que exhibía el vocalista, lo cierto es que el sonido no acompañó a los gallegos en ningún momento, siendo víctimas de un sonido realmente desastroso, especialmente durante los primeros compases del show, cuando temas como “Cuando Los Sueños Se Van”, o el emotivo “Palabras Para Julia”, sonaron con unas guitarras casi inexistentes, lo que acabó desluciéndolos notablemente. Pese a ello los seguidores de la banda seguían apoyando incondicionalmente, mientras el resto de la banda ponía buena cara. Varias veces fueron las que el vocalista se despidió de la audiencia, de hecho se pasó así gran parte del concierto, diciendo que se volvían para Galicia. Aunque antes de que llegará ese momento todavía nos harían cantar los estribillos de clásicos como “Maldita Sea Mi Suerte”, que pese a todos los contratiempos y problemas técnicos sonó francamente arrolladora.

Dejando a un lado los desvaríos y chaladuras de Yosi quien, por cierto, acabó por los suelos desplomado y tuvo que ser ayudado por dos asistentes para recuperar la verticalidad, lo cierto es que el resto de sus compañeros se mostraron en un fantástico estado de forma, especialmente la dupla formada por el excelso Alberto Cereijo y el efectivo Fernando Calvo. Afortunadamente la ristra de himnos de los gallegos es muy amplia, y su actuación acabó convirtiéndose en un karaoke multitudinario, en el que Yosi se limitaba a dejar alguna frase para animar aún más al respetable. De modo que durante su hora de actuación no faltaron las alusiones a los desaparecidos “¿Sabes? Phil Lynott Murió”, o ese magnífico “Viajando Al Fin De La Noche”.

Con un sonido algo más normalizado, en el que por lo menos podían distinguirse las guitarras, llegaba el momento de encarar la segunda mitad show, regalándonos piezas como “No Puedo Dejar El Rock”, que fue coreada como el enorme  himno que es, “Mi Casa”, que sonó potente y sentida, pero a la que le faltó un poco de gancho, y la pesimista “Dulce Castigo”. Visto lo visto, estaba claro que hoy el vocalista no estaba en uno de sus días buenos, así que los asistentes tuvimos que capear el chaparrón y conformarnos con una excelente interpretación instrumental y un cantante totalmente disperso y pasado de vueltas, que amenazó con destripar piezas clásicas como “El Afilador”. Como viene siendo habitual en todas sus descargas, y como si de un ritual se tratara, no faltó la bandera gallega ni la interpretación del himno. Aunque la encargada de cerrar su show fue la siempre inevitable “Dolores Se Llamaba Lola”, que servía para que todos los presentes volviéramos a tararear una de las composiciones más famosas del rock n´roll nacional.

Desgraciadamente no tuvieron su día los de Ourense, o mejor dicho, su vocalista, Yosi. En cualquier caso, una autentica lástima.

GAMMA RAY

Aunque hace escasamente unos meses que Kai Hansen y sus muchachos habían pisado los escenarios de la  Ciudad Condal para presentar su última obra de estudio “Empire Of The Undead”, la verdad es que la presencia de la mítica formación alemana siempre levanta una gran expectación entre todos los seguidores del heavy metal europeo. A estas alturas, creo que todos sabemos que las actuaciones de la banda  dependen, y mucho, del estado vocal de Mr. Hansen. Pues bien, en esta ocasión, podría decirse que estuvimos de suerte, ya que aunque resulta obvio que su voz  en los últimos años ha perdido potencia y matices, lo cierto es que durante la actuación de esta noche estuvo a un nivel bastante aceptable, sonando mucho más potente y agresiva  que durante su última visita.


Otro de los condicionantes que dieron un plus añadido a la descarga de los de Hamburgo fue que, al tocar ya sin luz solar, la banda pudo sacar el máximo partido al vistoso juego de luces del escenario, con lo que su actuación ganó muchos enteros. Quizás la única pega que le pondría a su show  fue un repertorio muy similar al de su última  visita, repitiendo la totalidad de los temas que ya tocaron en su reciente actuación  en la Sala Apolo. De modo que pienso que habría sido un acierto haber  introducido alguna novedad en su repertorio, como por ejemplo la inclusión de algún tema del olvidado “Somewhere Out In Space”, con lo que seguramente habrían  hecho las delicias de sus más fieles seguidores. En cualquier caso, la descarga de Hansen y sus secuaces fue correcta en líneas generales, pero como digo, podría haber estado mucho mejor a poco que hubieran introducido un par de modificaciones.

Como viene siendo habitual en todas las descargas del cuarteto alemán era “Welcome” la encargada de inaugurar su show para rápidamente adentrarnos en el ritmo lento y sobrecogedor de “Avalon”. Pese a que en un principio podría parecer que esta composición  no es la más idónea  para abrir el show, resulta encomiable  ver como Hansen tira de tablas y carisma  para irse adueñando de la situación mientras va creando esa ambientación épica con la que acabara  arrastrando a toda la audiencia a ese grandilocuente coro. Con el público plenamente metido en la descarga y con las gargantas ya calientes llegaba el momento de rescatar una de sus piezas clásicas de inicios de los noventa, el contagioso "Heaven Can Wait”, con el que conseguían llevar al éxtasis a sus  fans más veteranos.

Tras hablarnos de sus correrías nocturnas por la ciudad  y recordarnos que la banda tiene un nuevo trabajo  titulado  “Empire Of The Undead”, sería el propio Hansen el encargado de adentrarnos en el vendaval  metálico que encierra  el oscuro “Hellbent”. Mucho más excitado se mostró el personal cuando el vocalista pronunció las tres palabras mágicas que conforman el título de uno de los temas más coreados de la historia del heavy metal, “I Want Out”, provocando el delirio y tal nivel de decibelios  que se hacía prácticamente imposible escuchar a Hansen a la hora de atacar  los estribillos. Aunque la pieza sonó tan brillante y efectiva  como de costumbre, debo reconocer que ese guiño reggae que introdujeron en su parte central  acabó sonando algo forzado y repetitivo.

En cualquier caso, a estas alturas la actuación de Gamma Ray se había convertido ya en una auténtica fiesta, y por si todavía había alguien que no tenía argumentos suficientes para sumarse a ella la siguiente en caer fue  “Rebelion In Dreamland”, rezumando épica y grandilocuencia por los cuatro costados, aunque Kai decidiera prescindir de la acelerada parte final para dar paso a  la novedosa “Master Of Confusion”, que, nuevamente, fue coreada con auténtica devoción por todos los seguidores de la banda, ratificando así la excelente acogida que ha recibido  su último trabajo.

La faceta más speed metalera de los de Hamburgo se apoderaría del torrente riffero que representa “Man On A Mission”, que nos embarcó en una intensa y veloz cabalgada  mientras la banda hacia retumbar la estructura del escenario. Con un Hansen enormemente agradecido, que incluso ofreció alguna reverencia a sus feligreses, la formación alemana encaraba la recta final de su actuación volviendo a aunar nuestras voces para un  “To The Metal”, que quizás sonó demasiado lineal y previsible. Mientras que la elegida para  poner el  punto y final  a su descarga fue la pegadiza “Send Me A Sign”, una composición  rescatada de “Power Plant” que se ha convertido  en una pieza indispensable  en todas sus presentaciones.

En definitiva, buena y efectiva actuación de Gamma Ray que optaron por lo seguro, ofreciendo un show muy similar al de su última visita a la Capital Catalana. Seguramente, muchos de sus fans habrían  agradecido  un pequeño giro en su repertorio, introduciendo alguna modificación o algún  guiño en forma de tema poco habitual en sus directos, pero lamentablemente esta vez no fue así.


TWISTED SISTER

Si durante todo el fin de semana la norma  del festival había sido la de respetar al máximo las horas de inicio y finalización de cada  actuación, desgraciadamente esta tónica se rompió con Twisted Sister. El rock n ´roll siempre se ha rodeado de una mística especial, al igual que en otras esferas de la vida siempre hay rumores y leyendas que pululan alrededor de los múscicos. Pues bien, para cualquiera que haya sido seguidor del metal americano durante las últimas décadas no resultará una novedad “el affaire”  que habla de la encarnizada enemistad entre Twisted Sister y Manowar. No sé si sería por ese motivo, o más bien fruto de la desgraciada  casualidad, pero lo cierto es que el inicio de la actuación de la banda de Dee Snider se retrasó en casi media hora. El resultado de este retraso fue que su actuación quedó recortada de los 75 minutos  previstos inicialmente a unos escasos 45 minutos de show.

Mucha expectación había por seguir la descarga de una de las bandas míticas de la escena americana de la década de los ochenta. De hecho durante la larga espera fueron muchos los pitidos que pudieron escucharse y que manifestaban el descontento y la impaciencia de una audiencia deseosa de empezar a saltar y corear los clásicos de los neoyorquinos. Así que tras una larga y exasperante espera por fin empezaba a sonar a través del P.A. el clásico de los australianos AC DC “It´s A Long Way To The Top (If You Wanna Rock N´Roll)”, que nos anunciaba el inminente arranque de la descarga de los americanos. Como un ciclón, muy alborotados y dispuestos a cogernos por la solapa y aplastarnos sin piedad  salieron a escena  Twisted Sister con un  rotundo “Stay Hungry”, que hizo explotar a un público ansioso por vivir emociones fuertes.

A pesar de no ser ningunos jovenzuelos la banda se mostró en todo momento en un estado de forma realmente envidiable. Mención especial merece su vocalista, Dee Snider, quien sigue conservando la imagen y la planta de sus videos de los 80. Aunque en esta ocasión la banda no se presentó con sus clásicas pinturas de guerra, temas como “Shot ´Em Down” o “You Can´t Stop Rock N´Roll”, sonaron realmente poderosos y compactos, demostrando que la banda no ha pedido ni un ápice de su fuerza y su pegada en vivo. Pese a que durante este 2014 se cumple el trigésimo aniversario de la edición de uno de sus plásticos más conocidos, el mítico “Stay Hungry”, la banda no quiso dejarse en el tintero piezas como el melódico “Captain Howdy” o el macarrónico “Street Justice”.

Además de la vitalidad que los ´Sister imprimen a todas sus descargas no faltó ese desternillante momento de vacile, cuando después de interpretar “We´Re Not Gonna Take It”, Snider nos hizo cantar en castellano, cambiando el estribillo de la canción por “Huevos con Aceite”, provocando el cachondeo y el jolgorio generalizado. De su álbum de 1983 “You Can´t Stop Rock N´Roll”, rescataron la pieza que lo abría, ese marchoso “The Kids are Back”, para acto seguido dejar paso a la declaración de principios que representa “I Believe In Rock n´Roll”.

Tras presentarnos a los componentes de la banda, Snider tuvo un emotivo recuerdo hacia un viejo amigo, Mr. Kilmister, con el que según manifestó habían coincidido en multitud de festivales a lo largo de los años. Así que como tributo hacia el mítico bajista la banda descargó el clásico “Born To Raiser Hell”. Con la audiencia plenamente entregada, y con un Snider demostrando porque está considerado como  uno de los mejores “frontman” de todos los tiempos, la banda encaraba la recta final de su actuación de la mano del oscuro “Burn In Hell”, mientras que la encargada de poner la guinda al pastel era la hímnica “I Wanna Rock”, que volvía a poner el recinto de Can Zam patas arriba.

Corto, muy corto se nos hizo el paso  de Twisted Sister por esta primera edición del Rock Fest. Pese a ello, los americanos fueron una de las mejores bandas de todo el festival, de modo que si hubieran podido desplegar todo su potencial y ofrecernos su show completo, no me cabe la menor duda de que hubieran sido los auténticos triunfadores de esta primera edición del Rock Fest.



MANOWAR

Tras la acortada actuación de Twisted Sister, era el momento de recibir a los que a priori tenían que ser los grandes triunfadores de la noche y del festival, Manowar. Como seguidor que he sido de la banda durante los últimos 25 años  debo reconocer que sus directos no siempre me han convencido, ya que les he visto hacer conciertos realmente épicos y poderosos, pero también les he visto en otras ocasiones en las que sus actuaciones me han parecido aburridas y faltas de ritmo. En cualquier caso, todos sabemos del fanatismo de “los hermanos del metal”, así que teniendo en cuenta que estábamos en un gran festival, y que la suya era la actuación principal del mismo, todo parecía preparado para su indiscutible triunfo.

En principio todo pintaba muy bien. Con un montón de fieles seguidores alineados frente al grandioso escenario, una noche placida y una enorme pantalla presidiendo el escenario. Pero desafortunadamente desde que la banda diera el pistoletazo de salida a su actuación con su himno “Manowar”, pudimos observar que algo no iba bien, y lamentablemente lo que fallaba era lo más importante en un concierto, el sonido. Inexplicablemente el cuarteto americano salió a escena, después de haber estado probando durante toda la mañana, con un sonido desastroso donde únicamente eran descifrables la batería de Donnie Harmik  y la portentosa voz de Eric Adams, mientras que las guitarras de Karl Logan quedaban  totalmente difusas y sepultadas bajo el distorsionado bajo de Joey DeMaio.


Con caras de incredulidad y sorpresa los fieles de la banda achacaron el lamentable sonido inicial a una ecualización poco equilibrada, pero lamentablemente el sonido no mejoró durante todo el show. Aunque todos pensábamos que el pequeño parón que se produjo después del tema de apertura serviría para que el sonido mejorara notablemente, la cosa siguió igual a lo largo de “Blood Of My Enemies”, en donde únicamente destacaría el inmenso caudal vocal de un Eric Adams por el que parece que no pasan los años, y que sigue conservando su potente voz y esa imagen de vigoroso guerrero. Pese a que durante los primeros compases del show la banda no estaba dando su mejor versión, sus fieles seguidores apoyaron al máximo durante piezas clásicas como “Sign Of The Hammer”.

Por si no fuera suficiente hándicap el sonido tan desastroso que estaba ofreciendo el cuarteto americano, Manowar apostaron por colocar imágenes, a modo de documental, que ilustraban la grabación de su “Kings Of Metal”, del que precisamente se conmemoraba su XXV aniversario. Y es que fue precisamente el material contenido en ese álbum, que recientemente la banda ha regrabado, el que centró la mayoría del show de los americanos. De modo que tras habernos ofrecido una  buena muestra de su material más novedoso con un prescindible “The Lord Of Stell” y un portentoso “The Dawn Of Battle”, las luces se apagaron y empezó la que podríamos calificar como la mejor parte del show de los americanos.

Quizás no fuera tanto por el nivel musical, sino más bien por la ambientación y la entrega que pusieron los fans durante este segmento dedicado a su clásico trabajo de 1988. Con las pantallas mostrándonos imágenes de un abuelo explicando una historia a su nieto arrancaba  la grabación de  “The Warrior´s Prayers”, para acto seguido adentrarnos en trallazos del calibre de “Blood Of The Kings”, un recuperado “Kingdom Come”, que personalmente me supo a gloria, y el emotivo “Heart Of Steel”, que fue uno de los que mejor sonaron durante toda la actuación.

Tras esta tripleta ganadora, que parecía animar nuevamente a unos fieles deseosos de emociones fuertes, era Joey DeMaio el encargado de volver a cortar el ritmo del show para ofrecernos un esperpéntico solo de bajo, que creo que nadie comprendió y que acabó desembocando en “Sting Of The bumblebee”. Tras intercalar imágenes de algunos amigos fallecidos de la banda como Ronnie James Dio, o su ex_batería Scott Columbus llegaba el momento de “Wheels Of Fire” y de un “Hail And Kill”, que salió hacia adelante más por la entrega y el cariño que pusieron los fans que por el propio trabajo de la banda.

Con el expediente cumplido llegaba el momento de encarar la recta final de show, y los cuatro guerreros del metal optaron por el acto de hermandad que significa “Warriors Of The World United”, con el pertinente desfile de todas las banderas de los países que se mencionan durante la canción, y provocando la lógica explosión de júbilo cuando por fin apareció en las pantallas la de nuestro país. Para acabar de certificar un concierto bastante gris y hasta cierto punto apático, la banda nos ofreció, como viene siendo habitual en sus presentaciones, un coreadísimo “Black Wind, Fire And Steel”, que nos dejó el típico ritual de Joey DeMaio rompiendo las cuerdas de su bajo para regalárselas a los fieles de las primeras filas.

Quizás lo mejor de la actuación del cuarteto americano fue el vistoso castillo de fuegos artificiales con el que se cerró su descarga mientras a través del P.A. sonaba “The Crown And The Ring” junto a  un mensaje nos daba las gracias por nuestro apoyo y nuestra asistencia. Muchos fueron los que mostraron su disconformidad con un show manifiestamente mejorable en muchos aspectos. De hecho a la salida no eran pocos los que hablaban de que era el peor concierto que habían visto de los americanos, y algunos incluso aseguraban que no volverían a verlos en directo.


ROCK TENT

Al igual que sucediera durante la primera jornada del festival, el escenario Rock Tent se destapó como una excelente opción para amenizar las esperas entre las actuaciones del escenario principal. Si a lo largo del viernes fueron desfilando por este espacio formaciones que rendían tributo a clásicos como The Ramones, Deep Purple, Bon Jovi o Kiss, en esta segunda jornada festivalera los encargados de abrir fuego serían FAST SHARKS, que nos deleitaron con un fugaz recorrido a través de los clásicos más conocidos de los teutones Accept. Además de ser unos músicos muy solventes y compactos, me llamó especialmente la atención lo muy lograda que estaba la voz y la caracterización de su vocalista quien, literalmente, bordó piezas como “Metal Heart”, un coreadísimo “Balls To The Wall” o el inevitable “Fast As A Shark”, que hicieron rugir intensamente a todos los asistentes.

Proponiéndonos un cambio rotundo  de registro llegaba el turno de una de las mejores “cover-band” de nuestro país, DR. CRÜE. Los catalanes llevan ya mucho tiempo ofreciendo su recorrido salvaje a través de los primeros años de la carrera de los americanos, de hecho se podría decir que prácticamente clavan los temas. Con muchas ganas de fiesta y dispuestos a contagiar a una audiencia muy participativa los chicos de Dr. Crüe supieron dar a la gente lo que había ido a buscar, de modo que no faltaron en su repertorio piezas ágiles como “Wild Side”, momentos para ponernos a todos a cantar con “Shout At The Devil”, o trepidantes carreras a través del mástil  con “Live Wire” o un acelerado “Kickstar My Heart”.

Durante los últimos años el denominado thrash metal "old School" parece estar viviendo una segunda juventud gracias al trabajo de un puñado de nuevas  bandas que practican un estilo que muchos creían más que amortizado.  Como representantes de esta eclosión thrashmetalera en el escenario Rock Tent contábamos con el concurso de los badaloneses Alyanza. Una banda ya muy curtida en los escenarios de la escena local catalana que se presentaba con muchas ganas y dispuesta a triturar nuestras cabezas ofreciéndonos una rotunda sesión de técnico y agresivo  thrash metal. Frente a una audiencia hambrienta y deseosa de emociones fuertes los chicos de ALYANZA  nos plantearon un concierto  rotundo y enérgico, consiguiendo exprimir al máximo sus treinta minutos. Aunque su último trabajo "A New Beginning" data del pasado 2012, el cuarteto atacó con total solvencia y convicción piezas como el sangriento "Revolution", que sería el  encargado de romper el hielo, "Soul Wanderings", protagonizado por un intenso duelo entre ambos guitarristas, o la oscura y apocalíptica "We Are Dead", con las que consiguieron dejar una fantástica impresión frente una audiencia muy participativa. Aunque su fugaz actuación estuvo centrada en el material de su último trabajo, también tuvieron  tiempo para echar la vista atrás y recuperar piezas como la portentosa "No Human", que formaba parte de su debut "Mind Control".

De entre todas las formaciones que desfilaron durante el festival por el escenario  Rock Tent, si hubo una   que supo sacar el máximo partido a su oportunidad ofreciéndonos una descarga realmente arrolladora e intensa estos fueron los chicos de MEAN MACHINE. Este iracundo trío barcelonés, que ya había plasmado  su devoción por la velocidad y  los estribillos contagiosos  en su prometedor debut "Livin´ Outlaw", nos ofreció una descarga apoteósica repleta de riffs incendiarios, mala leche  y actitud roquera. Pese a que el inicio de su actuación la gente estaba todavía tomando posiciones frente al escenario, el trio rápidamente supo conectar con la audiencia gracias a la contundencia de temas como "Brawler" y "The Black Motorcrew", en las que rescataban la esencia del clásico sonido de los legendarios Motörhead. Por si no fuera suficiente con la inmediatez de unas composiciones que desprenden  ese genuino aroma a gasolina quemada, Mean Machine contaron con la rabia desbordante de su bajista y vocalista Raúl Mesa, quien no dejo de animar y moverse sobre el escenario como si fuera una fiera enjaulada. Durante su escueta actuación la banda nos ofreció un vertiginoso repaso de su explosivo álbum  debut, destacando especialmente piezas como la desquiciante "I Was Made For Rock n' Roll", toda una declaración de intenciones que puso a todos a cantar,  o el toque roquero y vacilón que representó "Rock n' Roll Wizard". Sin concedernos ni un segundo de tregua, directos a la yugular  y dispuestos a provocarnos una severa  lesión en nuestras maltrechas cervicales, la recta final de su show estuvo protagonizada por el corrosivo "Ain' t No Justice (But The Death) y  el single de presentación de su debut "We Want Violence", que fue el responsable de un tumultuoso "circle-pit". En resumen, rock ácido, áspero y mucha actitud es lo que nos ofrecieron Mean Machine.

Como aperitivo antes de la actuación principal del festival contábamos con la participación de SEEK´EM ALL. Aunque para muchos puede parecer un recurso fácil hacer versiones de una banda tan grande e idolatrada como Metallica, lo cierto es que los chicos de Seek ´em All demostraron tablas y buen gusto a la hora de revisitar el material de los cuatro hombres de negro. De entre ellos, destacaría especialmente a su guitarra solista quien clavo los solos de los clásicos de los de  San Francisco. Aunque solo dispusieron de treinta minutos para ofrecernos una buena muestra de su potencial, los chicos no quisieron dejarse en el tintero viejas favoritas de todos como “Creeping Death”, o  el rapidísimo   “Hit The Lights”. Tampoco faltó un vistoso medley en el que entremezclaron fragmentos de piezas como “Battery” o “Master Of Puppets” entre otras. Para el final se dejaron “One”, “Enter Sandman” y un primerizo “Seek And Destroy”, que desató la locura entre todos los asistentes.

Tras la frustrante actuación de Manowar eran los chicos de Motörhits los que tenían la responsabilidad de cerrar el festival dejándonos un buen sabor de boca. Y en honor a la verdad hay que reconocer que lo consiguieron. Aunque fueron muchos los que abandonaron el recinto después de la descarga de los americanos, aún hubo bastantes valientes que se quedaron a hacer headbanging al ritmo de clásicos como “Born To Raise Hell”, que sonaría por segunda vez esta noche, “Stay Clean”, el inevitable “Killed By Death”, o el archiconocido “Ace Of Space”.


Enlace  a la crónica del Viernes dia 4 de Julio


TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ

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