Debo admitir que fui de los que se entusiasmó al escuchar su anterior
entrega "Sin And Bones", pensando que Fozzy, tras dar sus primeros
pasos como banda de “covers”, por fin habían encontrado su camino y que tenían
por delante un futuro de los más prometedor. Y más aún, cuando su fornido
vocalista,Chris Jericho, pareció aparcar su carrera como luchador de la W.W.E.
para concentrarse en la actividad en directo de la banda. Aunque
desafortunadamente nuestro país se quedó fuera de los planes de gira del quinteto
americano, impidiéndonos comprobar cómo
se las gasta la banda en directo, lo cierto es que he de reconocer que tenía
muchas ganas de enfrentarme a este nuevo "Do You Wanna Start A War", y la
verdad es que después de escucharlo detenidamente y en profundidad no puedo
negar que me he sentido ligeramente decepcionado con el resultado global del
mismo.
Con esto no quiero decir que el disco sea un mal trabajo, ya que a lo largo
de sus doce temas podemos apreciar las señas de identidad de la banda. Además, su
guitarrista Rich “The Duke” Ward no ha perdido su característico olfato para escribir esos punzantes y
adictivos riffs marca de la casa, pero lo cierto es que al igual que sucediera
en su anterior entrega la banda ha facturado un trabajo estilísticamente muy
variado, pero que, a mi entender, se ha dejado influenciar en exceso por las
nuevas corrientes y tendencias que nos llegan del otro lado del Atlántico,
dando como resultado una colección de composiciones repletas de elementos
electrónicos y estribillos excesivamente accesibles y repetitivos. En resumen,
que la banda ha perdido en este “Do You Wanna Start A War” parte de la frescura
y la contundencia que hasta ahora les
habían caracterizado.
El inicio del álbum viene marcado por el oscuro y envolvente arranque de la
pieza que presta su nombre al disco “Dou You Wanna Start A War”, un medio
tiempo en el que el quinteto de Atlanta se adentra en unas texturas densas y
cadenciosas, sin que en ningún momento el tema acabe de explotar
definitivamente, apostando por una sonoridad totalmente vanguardista con una reiteración
machacona del estribillo junto a las voces filtradas de Chris Jericho. Tras un
inicio un tanto sorpresivo, la guitarra
de Rich Ward será la encargada de llevar las riendas a lo largo de “Bad Tattoo”, un tema que sin ser ninguna
maravilla nos muestra la faceta más netamente metálica de los americanos,
sonando mucho más compacto y contundente y proponiéndonos un sonido más musculosos y agresivo que se verá potenciado por el mejor estribillo de todo el
álbum.
Esa nueva dirección que la banda había apuntado en el arranque del plástico
acabará tomando forma en “Lights Go Out”, una composición repleta de bases
electrónicas y del que únicamente rescataría esas inflexiones vocales de Chris
Jericho, que en algunos momentos recuerda al carismático “The Madman”, aunque
musicalmente la canción está mucho más cerca de bandas como Powerman 5000 que
del clásico heavy metal. Sin abandonar esa vertiente más contemporánea nos
encontramos con el melódico “Died With You”, un uptempo cargado aromas
baladísticos que les ha quedado algo desangelado y falto de sentimiento, pese a
la intensidad que aportan las voces dobladas de Jericho y a ese apabullante in-crescendo
final.
Mucho más inspirado y marchoso les que ha quedado el festivo “Tonight”, en
el que colabora Michel Starr de Steel Panther y en el que la banda rescata sus
esencias más hard roqueras para dar forma a un tema que perfectamente podrían
haber escrito sus compatriotas Buckcherry, y en el que apuestan por esas guitarras con un
cierto sabor “sleazy” junto a unos estribillos de lo más contagiosos y
adictivos. Aunque el disco sigue con su habitual variedad estilística, es en
los cortes más potentes como “Brides Of Fire”, en los que el quinteto nos ofrece
sus mejores prestaciones, proponiéndonos una pieza intensa y poderosa, basada
en el metal más crudo y descarnado y en la que se incluyen algunos coros más
rasgados que ayudan a dotar el corte de más
“punch” y contundencia.
Tampoco ha querido la formación americana dejarse en el tintero esos toques
más vanguardistas, utilizando algunos elementos
industriales en temas como “One Crazed
Anarchist”, sustentado sobre una base rítmica altamente machacona junto a unas
capas sonoras que darán al tema una textura más densa pero algo opaca, restándole
algo de frescura a una composición que
parece inspirada en White Zombie y el metal alternativo de mediados de los noventa. La búsqueda de ese
sonido más accesible, y me atrevería a decir que hasta radiable para las emisoras americanas,
prosigue con la desconcertante “Unstoppable”, una pieza de corte roquero en la que la voz de Jericho
comparte protagonismo con la guitarra y los coros de Chris Chandler.
El momento introspectivo del álbum estará protagonizado por el inicio de “Scarecrow”,
para dejar paso a una pieza lenta y oscura en la que volverá a brillar con luz
propia la guitara, en este caso solista, de Rich “The Duke” Ward. La electricidad se recupera con “No Good
Way”, un tema que se ajusta mucho más a lo que a priori podrían esperar los
seguidores de la banda, aunque a mi parecer el quinteto continúa mostrándose
excesivamente accesible en sus facilones estribillos.
La recta final del álbum estará protagonizada por la versión de los sueco
ABBA “SOS”, un clásico de la música Pop que los americanos han pasado por su
particular cocktelera de riffs. Mientras que la encargada de cerrar el plástico
de forma definitiva es la más cruda y efectiva “Witchery”, en la que el
quinteto parece recobrar las energías.
No voy a ocultar que quizás mis expectativas de cara a este nuevo trabajo
de los americanos eran excesivamente altas, pero lo cierto es que la banda no
ha acabado de explotar el potencial que había mostrado en sus anteriores
referencias de estudio. En resumen, un disco de luces y sombras, aunque puestos
a hacer balance, quizás pesen más las sombras que los momentos realmente
brillantes, que personalmente acotaría a temas como “Bad Tattoo”, “Tonight” o
la final “Witchery”, en los que la banda
parece tratar de seguir la senda marcada por su anterior entrega “Sin And
Bones”. En cuanto al resto del material, me parece que está algo falto de visceralidad
y pegada, y me da la sensación de que la banda se ha dejado por el camino parte
de la reputación que se había granjeado entre la parroquia metálica durante los
últimos años.
DISCOGRAFICA:CENTURY MEDIA
Lista de Temas
1. Do You
Wanna Start A War
2. Bad Tattoo
3. Lights Go Out
4. Died With You
5. Tonight
6. Brides Of Fire
7. One Crazed Anarchist
8. Unstoppable
9. Scarecrow
10. No Good Way
11. SOS
12. Witchery
2. Bad Tattoo
3. Lights Go Out
4. Died With You
5. Tonight
6. Brides Of Fire
7. One Crazed Anarchist
8. Unstoppable
9. Scarecrow
10. No Good Way
11. SOS
12. Witchery
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