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viernes, 29 de agosto de 2014

FOZZY-DO YOU WANNA START A WAR



Debo admitir que fui de los que se entusiasmó al escuchar su anterior entrega "Sin And Bones", pensando que Fozzy, tras dar sus primeros pasos como banda de “covers”, por fin habían encontrado su camino y que tenían por delante un futuro de los más prometedor. Y más aún, cuando su fornido vocalista,Chris Jericho, pareció aparcar su carrera como luchador de la W.W.E. para concentrarse en la actividad en directo de la banda. Aunque desafortunadamente nuestro país se quedó fuera de los planes de gira del quinteto americano, impidiéndonos comprobar  cómo se las gasta la banda en directo, lo cierto es que he de reconocer que tenía muchas ganas de enfrentarme a este nuevo  "Do You Wanna Start A War", y la verdad es que después de escucharlo detenidamente y en profundidad no puedo negar que me he sentido ligeramente decepcionado con el resultado global del mismo.

Con esto no quiero decir que el disco sea un mal trabajo, ya que a lo largo de sus doce temas podemos apreciar las señas de identidad de la banda. Además, su guitarrista Rich “The Duke” Ward no ha perdido su característico  olfato para escribir esos punzantes y adictivos riffs marca de la casa, pero lo cierto es que al igual que sucediera en su anterior entrega la banda ha facturado un trabajo estilísticamente muy variado, pero que, a mi entender, se ha dejado influenciar en exceso por las nuevas corrientes y tendencias que nos llegan del otro lado del Atlántico, dando como resultado una colección de composiciones repletas de elementos electrónicos y estribillos excesivamente accesibles y repetitivos. En resumen, que la banda ha perdido en este “Do You Wanna Start A War” parte de la frescura y la  contundencia que hasta ahora les habían caracterizado.

El inicio del álbum viene marcado por el oscuro y envolvente arranque de la pieza que presta su nombre al disco “Dou You Wanna Start A War”, un medio tiempo en el que el quinteto de Atlanta se adentra en unas texturas densas y cadenciosas, sin que en ningún momento el tema acabe de explotar definitivamente, apostando por una sonoridad  totalmente vanguardista con una reiteración machacona del estribillo junto a las  voces filtradas de Chris Jericho. Tras un inicio un tanto sorpresivo,  la guitarra de Rich Ward será la encargada de llevar las riendas a lo largo de  “Bad Tattoo”, un tema que sin ser ninguna maravilla nos muestra la faceta más netamente metálica de los americanos, sonando mucho más compacto y contundente y  proponiéndonos un sonido  más musculosos y agresivo que se verá  potenciado por el mejor estribillo de todo el álbum.

Esa nueva dirección que la banda había apuntado en el arranque del plástico acabará tomando forma en “Lights Go Out”, una composición repleta de bases electrónicas y del que únicamente rescataría esas inflexiones vocales de Chris Jericho, que en algunos momentos recuerda al carismático “The Madman”, aunque musicalmente la canción está mucho más cerca de bandas como Powerman 5000 que del clásico heavy metal. Sin abandonar esa vertiente más contemporánea nos encontramos con el melódico “Died With You”, un uptempo cargado aromas baladísticos que les ha quedado algo desangelado y falto de sentimiento, pese a la intensidad que aportan las voces dobladas de Jericho y a ese apabullante in-crescendo final.

Mucho más inspirado y marchoso les que ha quedado el festivo “Tonight”, en el que colabora Michel Starr de Steel Panther y en el que la banda rescata sus esencias más hard roqueras para dar forma a un tema que perfectamente podrían haber escrito sus compatriotas Buckcherry,  y en el que apuestan por esas guitarras con un cierto sabor “sleazy” junto a unos estribillos de lo más contagiosos y adictivos. Aunque el disco sigue con su habitual variedad estilística, es en los cortes más potentes como “Brides Of Fire”, en los que el quinteto nos ofrece sus mejores prestaciones, proponiéndonos una pieza intensa y poderosa, basada en el metal más crudo y descarnado y en la que se incluyen algunos coros más rasgados que ayudan a dotar el  corte de más “punch” y contundencia.

Tampoco ha querido la formación americana dejarse en el tintero esos toques más vanguardistas,  utilizando algunos elementos industriales en temas como  “One Crazed Anarchist”, sustentado sobre una base rítmica altamente machacona junto a unas capas sonoras que darán al tema una textura más densa pero algo opaca, restándole algo de frescura a una composición  que parece inspirada  en  White Zombie y el metal alternativo de  mediados de los noventa. La búsqueda de ese sonido más accesible, y me atrevería a decir que hasta  radiable para las emisoras americanas, prosigue con la desconcertante “Unstoppable”, una pieza  de corte roquero en la que la voz de Jericho comparte protagonismo con la guitarra y los coros de Chris Chandler.

El momento introspectivo del álbum estará  protagonizado por el inicio de “Scarecrow”, para dejar paso a una pieza lenta y oscura en la que volverá a brillar con luz propia la guitara, en este caso solista, de Rich “The Duke”  Ward. La electricidad se recupera con “No Good Way”, un tema que se ajusta mucho más a lo que a priori podrían esperar los seguidores de la banda, aunque a mi parecer el quinteto continúa mostrándose excesivamente accesible en sus facilones estribillos.

La recta final del álbum estará protagonizada por la versión de los sueco ABBA “SOS”, un clásico de la música Pop que los americanos han pasado por su particular cocktelera de riffs. Mientras que la encargada de cerrar el plástico de forma definitiva es la más cruda y efectiva “Witchery”, en la que el quinteto parece recobrar las energías.

No voy a ocultar que quizás mis expectativas de cara a este nuevo trabajo de los americanos eran excesivamente altas, pero lo cierto es que la banda no ha acabado de explotar el potencial que había mostrado en sus anteriores referencias de estudio. En resumen, un disco de luces y sombras, aunque puestos a hacer balance, quizás pesen más las sombras que los momentos realmente brillantes, que personalmente acotaría a temas como “Bad Tattoo”, “Tonight” o la final  “Witchery”, en los que la banda parece tratar de seguir la senda marcada por su anterior entrega “Sin And Bones”. En cuanto al resto del material, me parece que está algo falto de visceralidad y pegada, y me da la sensación de que la banda se ha dejado por el camino parte de la reputación que se había granjeado entre la parroquia metálica durante los últimos años.


DISCOGRAFICA:CENTURY MEDIA

Lista de Temas

1. Do You Wanna Start A War
2. Bad Tattoo
3. Lights Go Out
4. Died With You
5. Tonight
6. Brides Of Fire
7.
One Crazed Anarchist
8. Unstoppable
9. Scarecrow
10. No Good Way
11. SOS
12. Witchery

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