Una
vez más, y ya van nueve, el festival Leyendas del Rock volvía a convertirse en
punto de encuentro obligado para todos los amantes del heavy metal en nuestro
país. Por segunda vez, el festival volvía a repetir emplazamiento en la bonita
localidad de Villena, que durante estos días se convertiría en punto de
peregrinaje obligado para numerosos fans venidos desde diferentes puntos de la
geografía española.
Aunque
en un principio el festival estaba dividido en dos jornadas, lo cierto es que
la organización había preparado una fiesta de bienvenida gratuita para los
vecinos del pueblo y para los primeros aficionados que se fueran
acercando al recinto durante la noche del Miércoles. Allí pudimos
disfrutar de las actuaciones de bandas jóvenes como LIZZIES, una formación
integrada por chicas que dieron una buena muestra de su heavy metal cañero y
clásico, dejando una magnifica impresión con trallazos como “Heavy Metal
Warriors”, o ONLYRICA, el nuevo proyecto de la carismática vocalista Leonor
Marchesi.
Tampoco
faltaron las bandas tributo como LA LEÑERA, que nos alegraron la tarde
haciéndonos cantar los clásicos del mítico trio madrileño. DISPLAY OF POWER,
que nos hicieron menear intensamente la cabeza al ritmo de los clásicos de
Pantera. También estuvieron presentes los catalanes MOTÖRHITS,
quienes dejaron una magnifica impresión con su revisión de los clásicos
de Lemmy y Cia. Y en el cierre de esta primera jornada RISING, el proyecto de
Armando de Castro (Baron Rojo) y Ronnie Romero que hicieron las delicias del
respetable con sus clásicos de los inortales RAINBOW.
La
nota más humorística y desenfadada la pondrían las actuaciones de EL RENO
RENARDO, que montaron una buena fiesta haciéndonos cantar y reír al mismo
tiempo con sus desternillantes letras, o LOS MOJINOS ESCOZIOS, quienes
volvían a repetir en esta nueva edición del Leyendas, teniendo el privilegio de
ser la banda que más publico congregó.
La
nota de calidad la pondrían los alemanes IN EXTREMO, quienes nos
ofrecieron un show de lo más ameno y entretenido combinando las dureza de sus
guitarras con elementos propios del folk, dejando en el aire las suntuosas y
pegadizas melodías contenidas en temas como “Himmel Uno Höle”, “Küss
Mich”, o ese contagioso “Viva La Vida. Tampoco faltó a esta fiesta de
presentación del Leyendas 2014 el inclasificable MAMBO KURT, un
personaje muy conocido en Alemania que con su pianola se dedica a interpretar
temas clásicos del hard rock, recurriendo sin ninguna clase de pudor al
catalogo de bandas como Van Halen o Europe.
BURNING
KINGDOM
Aunque,
tal y como ya he comentado en la introducción, durante la jornada del miércoles
ya tuvimos una buena ración de conciertos, algunos de ellos internacionales,
los encargados de inaugurar esta novena edición del Leyendas fueron los hard
roqueros Burning Kingdom. La banda del excelso guitarrista Manuel Seoane
público hace unos meses una soberbia colección de canciones bajo la
denominación de "Simplified", completando un plástico muy centrado en
el hard rock melódico y con una clara orientación internacional. Además de
estar respaldado por una banda de plenas garantías, el guitarrista cuenta en
sus filas con un pedazo de cantante como es el carismático Danny Vaughn, toda
una garantía de éxito de cara al directo.
Pese
a ser los encargados de abrir fuego Burning Kingdom consiguieron congregar a un
buen número de seguidores que disfrutaron plenamente con su propuesta y que
cayeron rendidos ante el buen rollo y la marcha de temas como "Watching
As It Burn" o "Big Bang".
Pese
a la estrecha colaboración que el vocalista tiene con nuestro país, en esta
ocasión, Danny no se aventuró a presentar los temas en castellano y prefirió
introducir los temas en inglés. Sin duda durante su escueta actuación brillaron
con luz propia temas como el marchoso y vacilón "That's My Boogie" o
"From On High", que contó con el respaldo del público que acompañó
con palmas el desarrollo del tema. Tampoco faltaron los comentarios ingeniosos
de Danny durante la presentación de ese pegadizo "Falling Down", ni
las proclamas de concienciación política en una coreadísima "We Are A
Wall", durante la que Seoane se encargó de tomar el timón de la banda para
ofrecernos una buena muestra de su calidad y virtuosismo.La faceta más
netamente metálica del quinteto quedaría plasmada en la heaviera "Killing
Time", que el vocalista dedicó al siempre añorado Ronnie James Dio.
Pero
sin duda el tema más coreado de toda su actuación fue ese fantástico "Rock
On The Radio", que les servía para abandonar las tablas dejándonos con un
fantástico sabor de boca y ratificando la impresión generalizada de que la
banda tiene tablas, temas y talento siguiente para entrar por la puerta grande
en el circuito europeo.
MOONSPELL
Con
el sol todavía en pleno esplendor y a una hora relativamente temprana para una
banda como los portugueses llegaba el momento de adentrarnos en la elegante
oscuridad que nos proponían nuestros vecinos Moonspell.
Los
portugueses llevan muchos años quemando quilómetros a sus espaldas y esas
tablas y experiencia se notan, y mucho, al observar como la banda afronta cada
uno de sus directos. Con un escenario perfectamente engalanado para la ocasión,
los lusos se permitieron la licencia de abordarnos con todo su Arsenal metálico
desde los primeros compases del show, proponiéndonos un inicio realmente
compacto y abrumador con temas como "Axis Mundi", que Fernando
Ribeiro interpretó ataviado con su legendario casco troyano, o “Finisterra”,
que servía para empezar a movilizar a las primeras filas.
Como
viene siendo habitual en los conciertos que los lusos ofrecen en nuestro país,
Fernando quiso presentar los temas en un más que correcto castellano,
consiguiendo crear un clima de buen rollo y complicidad que se notó
especialmente en la respuesta que obtuvieron piezas como el sobrecogedor e
intenso "Awake!". De su etapa más pretérita tampoco quisieron dejarse
en el tintero una fantástica "Opium", que sonó potente y
grandilocuente a partes iguales, y sin perder el feeling que estaba llevando su
actuación, también obtuvo una fantástica respuesta por parte del público la
delicada "Scorpion Flower".
Como
representantes del país vecino, Moonspell tampoco quisieron olvidarse de sus
pinceladas más netamente folk de “Ataegina”, ni tampoco de sus grandes éxitos
como "Vampiria", que hicieron extreme este a más de uno de los
presentes al recordar tiempos pasados. La parte final de su impactante descarga
estuvo marcada por la inmediatez metálica de "Alma Matter", que
dejaría paso a ese torbellino sonoro que es "Full Moon Madness", con
la que los lusos certificaban que siguen siendo una de las formaciones más
importantes y reconocidas de la actual escena europea.
HELL
Aunque
por el hecho que querer ver la actuación de Leprous no pude seguir en su
integridad la descarga de los icónicos Hell, resultaba imposible resistirse y
no acercarse a comprobar como se lo montan en directo la banda del famoso
guitarrista y productor Andy Sneap.
Pese
a que no tuvieron suerte con el sonido, que les maltrató especialmente durante
los primeros compases del show, la formación se mostró como un vendaval
desatado en escena, especialmente si vocalista David Bower, quien salió a
escena ataviado con su clásica corona de espinas y su micrófono inalámbrico
dispuesto a repartir cera de la buena. El resto de sus compañeros, pintados y
perfectamente caracterizados con esa estética demoniaca, también rindieron a un
magnífico nivel, demostrando porque la banda es toda una institución dentro del
underground metálico europeo.
Del
poco tiempo que pude ver de su show, me gustaron especialmente, pese a las
deficiencias de un sonido manifiestamente mejorable, la potencia desplegada en
temas como el inicial "The Age Of Nefarious", "Let The Battle
Commence", o el desgarrador "Blasphemy".
Lo
dicho una pena que la solapación de horarios me impidiera ver todo su show, ya
que la cosa prometía, y tal como me comentaron después algunos de mis
compañeros su show fue claramente de menos a más. Habrá que esperar a que algún
promotor se aventuré a traerlos por aquí, ya que la puesta en escena y el
espectáculo que ofrecen Hell merece ser analizado con detenimiento.
LEPROUS
La primera
formación internacional en pisar las tablas del escenario Mark Reale fueron los
experimentales Leprous. Quizás a muchos pudo sorprenderles la inclusión en el
cartel de este año de una banda como los noruegos, pero lo cierto es que el
quinteto de Notodden supo poner la nota elegante y progresiva a esta primera
jornada del festival. Aunque a priori podría parecer que la propuesta de los
noruegos, sin sus proyecciones y sin sus efectos lumínicos, podría quedar
algo deslucida, la verdad es que Leprous demostraron ser unos excelentes músicos
y unos auténticos maestros en su genero, proponiéndonos a lo largo de su show
una catarata imparable de cambios de ritmo, camaleónicas ambientaciones y
momentos altamente hipnóticos, todo ello matizado y potenciado a su máxima
expresión por la versátil polivalencia de su vocalista Einar Solberg, quien sin
dejar de tocar su sintetizador nos ofreció un autentico recital, intercalando
para ello registros cristalinos con crudos y desgarradores rugidos, que
ayudaron a dar un plus de crudeza a los momentos más intensos de su show.
A plena luz
del día y sin ninguna clase de parafernalia externa el quinteto daba por
inaugurada su descarga con los aromas ambientales contenidos en “Foe”, que nos
dejaba la imagen de toda la banda machacando intensamente sus instrumentos ante
una audiencia inmóvil y casi hipnotizada con las armonías vocales que salían de
la garganta de Eiran Solberg. Sin apenas dirigirse a los presentes, y sin
abandonar el material contenido en su ultima entrega “Coal”, unas intrigantes
notas de piano serian las encargada de introducirnos en “Chronic”, haciendo
subir considerablemente el nivel de intensidad del show, con la banda sonando
mucho más cruda y descarnada para conseguir arrastrarnos a través de esos
seductores estribillos marca de la casa.
Mucho más
emocional e introspectivas sonó “The Cloak”, que se convertiría en la excusa
perfecta para que la formación nos mostrará su vertiente más ambiental y
delicada, prescindiendo de la agresividad y sabiendo canalizar sus emociones a
favor de la elegancia y la sobriedad. Sin abandonar esa orientación más
comedida llegaba el momento de adentrarnos en el material de su anterior
trabajo “Bilateral”, del que los noruegos nos ofrecieron un suculento bocado,
regalándonos temas como “Thorn”, o el más progresivo “Forced Entry”, durante el
que todos y cada uno de los miembros mostraron su destreza y talento.
Pese a que
los noruegos no consiguieron congregar a un gran numero de aficionados, lo
cierto es que los nos dimos cita para seguir su actuación acabamos realmente
encantados y coreando de forma reverencial en nombre del quinteto. La elegida
para poner el punto y final a la descarga de los noruegos fue la grandilocuente
“The Valley”, que pasa por ser una de las composiciones que mejor puede resumir
su propuesta, combinando para ello la contundencia de sus guitarras con la
sutileza de los sintetizadores. Aunque para algunos pasó totalmente
desapercibida entre la extensa oferta del festival, la descarga de los noruegos
Leprous fue una de las más entretenidas e innovadoras de esta novena edición de
Leyendas del Rock.
ANNIHILATOR
Debo de reconocer que después de la cancelación, a causa de un accidente de
tráfico, de su última descarga en Barcelona tenía muchísimas ganas de
presenciar la actuación de Annihilator. Los canadienses aterrizaban en Villena
como estandartes del mas clásico y genuino thrash metal, y eso, contando con la
presencia de toda una institución como es Jeff Waters era toda una garantía de
éxito.
Con un enorme telón con el clásico logo de la banda y respaldados por un
impresionante pared de amplificadores Marshall, los canadienses tomaban al
asalto el escenario para proponernos un impactante primer asalto con
"Smear Campaign", una rotunda tormenta de watios y riffs ,que
lamentablemente se vio deslucida por un sonido pésimo. Resulta cuanto menos
curioso que mientras las bandas del día anterior, la mayoría nacionales, habían
sonado relativamente bien, los grandes nombres internacionales fueran víctimas
de un sonido francamente mejorable, especialmente durante los primeros compases
del show.
Afortunadamente el sonido fue corregido rápidamente, y eso nos permitió
disfrutar en todo su esplendor de la potencia de trallazos descomunales como el
machacón y eléctrico "King Of The Kill" y el desbordante "No Way
Out". Y es que pese a los constantes cambios de personal a lo largo de su
dilatada carrera, Jeff Waters parece haber encontrado a su socio perfecto en la
figura de Dave Padden, que sin ser un vocalista realmente sobresaliente cumple
y resuelve con plenas garantías tanto los temas clásicos de los canadienses
como sus composiciones más recientes.
De su etapa de mediados de la década de los noventa destacaría esa enorme
"Set The World On Fire", que fundió con gran maestro melodía y
velocidad, y de su etapa más clásica no podían faltar gemas como "I Am In
Command", o ese arrollador "Alison Hell", que desato la locura
entre las primeras filas, demostrando que el material clásico de los
canadienses sigue gozando de gran arraigo entre la parroquia metálica española.
Algo menos de tirón y respaldo obtuvieron piezas como "Road To
Ruin" o la iracunda "Brain Dance", que pese a sonar compactas y
cañeras no acabaron de emocionar a una audiencia algo estática. Pese a ello
Watters y sus secuaces no pararon de meter cera y hacer headbabgibg dando más
mordiente y punch con esa abrumadora imagen de toda la banda perfectamente
asentado moviendo sus cabezas furiosamente y de forma casi sincronizada. El
sprint final de su actuación estaría marcado por "No Zone" y por la
seminal " Human Insecticide".
Sin ser uno de los mejores conciertos que he visto de los
canadienses, lo cierto es que el cuarteto se mostró en todo momento como una
unidad sólida y compacta, en la que pese a llevar los galones Jeff Waters,
todos tienen un papel destacado, y eso se nota en las prestaciones que la banda
ofrece en directo. En resumen, buen show de Annihilator pese a un repertorio
algo irregular y un sonido manifiestamente mejorable.
ARCH ENEMY
He de reconocer que siempre he sido seguidor de Michael Amott, y es que el
guitarrista británico siempre me ha parecido una de esas figuras algo
infra-valoradas dentro de la escena metálica internacional. Muchas, muchísimas
ganas había de ver a la nueva vocalista de Arch Enemy, Alissa White-Gluz, quien
después de grabar un muy buen trabajo con la banda, “War Eternal”, tenía ahora
que enfrentarse a su autentica prueba de fuego el directo., Y demostrar que sus
compañeros no se habían equivocado al elegirla como substituta de la
carismática Angela Gossow.
Mientras los rayos del sol nos concedían una necesaria tregua
la formación sueca saltaba sobre el escenario “Azucena”, de forma agresiva,
dispuesta a quemar todo a su paso, con una de las piezas de su anterior trabajo
“Khaos Legions”, concretamente con la poderosa “Yesterday Is Dead And Gone”,
con la que rápidamente los mas suspicaces perdieron su miedo, ya que Alissa
demostró una gran potencia y una fuerza y poder escénico realmente asombrosos.
Pese a que la vocalista está dando sus primeros conciertos con sus nuevos
compañeros, en todo momento pareció muy cómoda sobre el escenario, mostrando
una gran soltura y desparpajo.
Especialmente poderosos sonaron los temas de su último trabajo, dejando una
fantástica impresión durante el tramo inicial de su show ese furibundo “War
Eternal”, que acabaría dejando paso a un lejano “Ravenous”, que hizo subir
considerablemente el nivel de intensidad y entrega entre las primeras filas.
Uno de los mayores aciertos de la descarga del quinteto sueco fue que su repertorio,
lejos de centrarse en su material más reciente, se basó en un repaso bastante
amplio de todo su catálogo. De modo que piezas como “Dead Eyes See No Future” ,
nos sirvieron para corroborar que la nueva vocalista de la banda puede llegar
a dominar a la perfección los temas de su antecesora.
Una nueva mirada a su último trabajo de manos de “You Will Know My
Name”, sería la encargada de adentrarnos en “My Apocalypse”, protagonizada por
un intenso y despiadado duelo entre las guitarra de Amott y Cordle.
Aunque la banda tiene previsto regresar durante los próximos meses a nuestro
país, los chicos no quisieron dejar pasar la oportunidad de calibrar la
respuesta que obtenían piezas como “As The Pages Burn”, que a tenor de la
euforia con la que fue recibida, no faltara en su próximo periplo europeo.
Si durante la primera parte del show Alissa se había mostrado poderosa y
muy activa, durante el tramo final de su actuación, lo cierto es que se
la vio flaquear mínimamente, pese a ello consiguió sacar adelante con bastante
solvencia piezas como “We Will Rise”, que fue recibida de forma apoteósica por
sus incondicionales, o “No Gods, No Masters”. Para la despedida final el
quinteto se dejó una de sus piezas más viscerales y venenosas “Nemesis”.
En definitiva, aprobado alto para la nueva forntwoman de los suecos,
quienes demostraron haber acertado plenamente con la elección de la
sustituta de Angela Gossow. Habrá que ver como se desarrollan los
acontecimientos de cara a los próximos meses, pero si después de tan solo unos
conciertos Alissa ofrece ya este rendimiento, no me quiero imaginar lo que
puede llegar a dar de si cuando este plenamente asentada y girando por toda
Europa junto a los alemanes Kreator.
W.A.S.P.
Controvertido,
polémico e irreverente Blackie Lawless ha sido un personaje realmente relevante
para todos los que amamos el heavy metal de la década de los ochenta. Y es que
el grandullón vocalista ha protagonizado un buen numero de situaciones bizarras y polémicas que han
escandalizado e incomodado a una sociedad tan puritana y conservadora como la
americana. Pese a que la banda lleva muchos años sin publicar un álbum
realmente impactante que cumpla con las expectativas de sus seguidores, lo cierto
es que la mítica formación angelina continua contando con el respaldo y el
apoyo de sus incondicionales, y buena muestra de ello fue el fantástico
ambiente que se respiraba alrededor del
escenario “Jesús De la Rosa” desde bastante tiempo antes de que los americanos
saltaran a escena.
Aunque
a lo largo de su dilata carrera la banda siempre se ha caracterizado por unos
vistosos montajes escénicos, en esta ocasión, el escenario únicamente estuvo
engalanado con un enorme telón de fondo, en que junto al nombre de la banda
podía leerse la leyenda “ 1982-2014 – 32 Years”, una alusión a su historia que
parecía presagiar un repertorio que nos propusiera un exhaustivo viaje a través de toda su discografía. Sin
embargo, lo que nos ofrecieron Blackie y sus muchachos fue un repertorio
cargado de clásicos, una colección de temas que se centraron en el material
publicado entre su debut homónimo de 1984 y el álbum conceptual “The Crimson
Idol” de 1992.
Sin
duda otro de los factores muy a tener en cuenta en esta nueva visita del combo
americano era el estado vocal de Blackie, a quien en anteriores ocasiones se le
ha acusado de apoyarse en exceso en la tecnología a la hora de afrontar sus
directos. Pero en esta ocasión, no fue así. Pese a que Blackie no brilló
especialmente en el apartado vocal, lo cierto es que se mostró bastante
solvente, aunque siempre contando con la inestimable ayuda de su fiel escudero,
el bajista Mike Duda, siempre atento para
ayudar en los coros y sacar las castañas del fuego a su jefe. Ataviado
con sus muñequeras de sierra, sus botas y rodilleras blancas, y luciendo sin
complejos algún kilo de más, Blackie saltaba a escena para espetarnos un
rotundo “On Your Knees”, que servía para desatar la euforia entre todos los que
se apelotonaban frente al escenario. Sin mediar presentación alguna y solapada
con la pieza de apertura llegaba el momento de su habitual “cover” de The Who
“The Real Me”, una pieza que con el paso de los años se ha convertido en una de
las fijas dentro de los repertorios de la banda. Con la gente totalmente
entregada llegaba el momento de completar un arranque altamente explosivo, y
que mejor manera que el propio Blackie mirando desafiante al publico para
atacar el fastuoso riff de una de las piezas clave de su debut, “L.O.V.E. Machine”,
que sería la responsable de poner el recinto literalmente patas arriba.
Pese
al paso de los años y que el vocalista ya no resulta tan amenazador y peligroso
como antaño, Blackie sigue conservando un enorme carisma entre sus seguidores,
y es que el vocalista es un “perro viejo” del negocio y sabe lo que sus
seguidores esperan de él. Así que tras la primera pausa del show, Blackie
amagaba el arranque de “Wild Child”, que sería la encargada de continuar con la
fiesta para rápidamente enlazarle con un intenso “Sleeping In The Fire”, que
sonó potente e intenso, consiguiendo helarnos la sangre y convirtiéndose en uno
de los momentos más vibrantes y apoteósicos del todo el show. Seguramente serán
muchos los que opinen que el show de los americanos fue lineal y previsible,
pero es que resulta verdaderamente imposible no rendirse, una y otra vez, ante
el magnetismo que irradian piezas como el primerizo “I Wanna Be Somebody”, que
volvía a poner a todo el recinto a saltar,
antes de que Blackie se dedicara a dividir a la audiencia en dos grupos
para continuar cantando el estribillo durante varios minutos.
Tras
semejante momento de subidón los músicos abandonaban el escenario para que a
través del P.A. empezará a sonar “The Titanic Overture”, que nos adentraría en
un extenso medley en el que los americanos recorrerían algunos de los pasajes
contenidos en el álbum “The Crimson
Idol”, proponiéndonos una tormentosa travesía que tuvo escalas en ese
perturbador “The Invisible Boy”, “I Am One”, o el preciosismo melódico de “The
Idol”, que estaría culminado por un excelente solo a cargo de Doug Blair. Con el sonido de las motosierras retumbando
en nuestras cabezas daba arranque “Chainsaw Charlie (Murders In The New
Morgue), que volvía a espolear al máximo a la audiencia mientras Blackie se
paseaba desafiante por el filo del escenario golpeándose en el pecho. La
encargada de finiquitar la descarga del combo americano fue una coreadísima
“Blind In Texas”, que volvía a poner de manifiesto el enorme calado del
material más clásico de la banda.
En
resumen, no creo que la actuación de W.A.S.P. sorprendiera a nadie, ya que el
repertorio que nos ofrecieron fue bastante previsible. Pero analizando el show
con detenimiento, podemos decir que la americanos rayaron a un notable nivel, y
en definitiva, acabaron interpretando todos esos “favoritos” que siempre
queremos oír, y más, dentro del marco de un festival como el Leyendas. De modo
que sin ser la mejor actuación que les he visto, no creo que nadie se sintiera
decepcionado.
MICHAEL SCHENKER
Leyenda
viva del hard rock y el heavy metal el guitarrista alemán Michael Schenker ha
puesto su instrumento al servicio de bandas tan emblemáticas e icónicas como U.F.O. o Scorpions, amen de en sus
propios discos al frente de M.S.G. Y precisamente, para alegrón de muchos
seguidores, su concierto se basó en un meticuloso recorrido a toda su carrera.
Como
acompañantes del rubio guitarrista alemán, formaron en el escenario el batería
Francis Bucholz y el bajista Herman Rarebell, ambos miembros de los legendarios
Scorpions, mientras que de las voces se hizo cargo Doogie White.
Con
semejante formación estaba claro que la descarga del combo del guitarrista
alemán tenia muchos números de convertirse en toda una celebración hardroquera,
de modo que uno a uno, y ante la atenta mirada de sus seguidores, el
guitarrista y el resto de sus compañeros fueron desgranando clásicos del
calibre de 2Lovedrive” o “Another Piece Of Meat”, de Scorpions.
Tampoco
faltaron las composiciones de otra banda legendaria como los británicos U.F.O.,
de la que se dejaron caer bombazos como “Lights Out”, que fue coreada con autentica devoción, “Shoot Shoot”o el
clásico de los clásicos “Doctor, Doctor”, que convirtió el reciento en un
karaoke roquero cantando junto a White. Precisamente fue el vocalista el que no
acabó de convencerme en escena, ya que se limitó a cantar los temas, pero sin
ponerle ninguna clase de pasión, con lo que algunos de estos temas clásicos
hubieran quedado bastante deslucidos sino hubiera sido por la colaboración de
un publico muy participativo.
Así
que entre clásicos del hard rock y algunas piezas propias fue transcurriendo la
descarga del rubio guitarrista , y aunque debo reconocer que en ningún momento
llegó a emocionarme con su repertorio y sus vistosas interpretaciones, si que
resultó una autentica gozada poder volver a ver la típica estampa del
guitarrista doblada atacando su instrumento, reproduciendo la imagen clásica
que tantas veces hemos visto inmortalizada en algunos de nuestros vinilos más
antiguos.
ALQUIMIA
Debo
admitir que fui de los que asintió con agrado cuando, tras confirmarse la
despedida de Avalanch, el guitarrista Alberto Rionda anunció su intención de
volver a empuñar su Ibanez blanca componer los temas que formarían parte de su
nueva aventura Alquimia. Así que tras la excelente acogida de su debut y su
exitosa gira de presentación, la formación aterrizaba en el escenario Mark
Reale para ofrecernos una prueba irrefutable de su abrumador potencial en
directo, contando eso sí, con el apoyo y la entrega de un publico que abarrotó
hasta los topes la carpa para cantar todas y cada una de las canciones, tanto
las propias como los clásicos de los míticos Avalanch. De modo que el resultado
para toda esta conexión y comunión total entre banda y público fue una
actuación realmente apoteósica, que se hizo realmente corta, y que nos sirvió
para certificar , por si alguien tenia todavía dudas, que el camino de Alquimia
no ha hecho más que comenzar y que la banda tiene sobrados argumentos para
convertirse en uno de los nombres más importantes dentro de la escena de
nuestro país.
Acompañados
de la introducción “Mutus Liber”, los miembros de Alquimia salían a escena para
ir ocupando sus posiciones, para rápidamente abalanzarse sobre un arranque realmente vibrante con “El Lobo Y El Arca”.
Ya desde los primeros compases del show se vio que Alquimia tendría a la
audiencia de su lado, y es que prácticamente desde el mismo inicio Israel nos
dejó cantar muchas partes del tema de apertura, certificando así que el material
de la banda ha calado muy hondo entre los seguidores del power nacional.
Precisamente creo que una de las claves del rotundo éxito de Alquimia fue la
forma en la que un sonriente Israel Ramos lideró a sus compañeros, sabiendo
asumir su faceta como frontman, pero dejando al mismo tiempo que fuera el
publico el encargado de protagonizar con sus voces temas como “Dama Oscura”, o
un fantástico “Aliento”, con la que el quinteto conseguirá firmar un inicio
realmente arrollador.
Tras
semejante arranque, con el que la banda se reivindicó plenamente, llegaba el
momento de echar la vista atrás para recuperar una de las piezas más
emblemáticas de la antigua formación del guitarrista asturiano, una coreadísima
“Pelayo”, que hizo retumbar peligrosamente toda la estructura del recinto, con
toda la gente desgalillándose para acompañar a la banda ante la cara de
satisfacción de un Alberto Rionda feliz
e exultante. Una calurosísima ovación serviría de preámbulo para que el propio
guitarrista tomara el centro del escenario y nos sumergiera en el elegante
desarrollo que precedería al melódico sinfonismo de “Divina Providencia”, que
lejos de apaciguar los ánimos del respetable, sirvió para que todos
continuáramos cantando junto a Israel. Si durante todo el show la banda se
había mostrado excelsa y virtuosos durante los pasajes más poderosos y rápidos,
los momentos más intensos y relajados estuvieron impregnados de esa magia y
buen gusto que siempre destila la guitarra de Rionda, y buena muestra de ello
fueron piezas como “La Fuente Dorada” que, además, serviría como excusa para
que Israel nos hiciera calentar, aun más, las cuerdas vocales.
Con
el escenario completamente teñido de intenso color purpura llegaba el momento
más épico de toda la descarga de Alquimia que , como no podía ser de otra
forma, estuvo marcado por la vertiginosa cabalgada de “Torquemada”, con la que
se volvía a poner de manifiesto la grandeza de una composición que se ha
convertido en una referencia obligada para todos los amantes del power metal en
nuestro país. Sin abandonar el material de su anterior banda, Rionda volvería a
adentrarnos en esa preciosa leyenda titulada “Xana”, para acto seguido
embarcarnos en un poderoso “Sacrificio”, que les serviría para rubricar una de
las mejores descargar de todo el festival.
En
pocas ocasiones he visto a una formación con tan solo un trabajo publicado
provocar semejante reacción entre sus incondicionales, y es que resultó
realmente impactante ver como la gente coreaba temas como “El Lobo Y El Arca” o
“Aliento”, con la misma entrega e intensidad que clásicos del calibre de
“Pelayo”, “Torquemada” o “Xana”. Tras su abrumadora descarga en el escenario Mar k Reale creo que
Alquimia se han ganado un hueco en uno de los escenarios principales para su
próxima visita al Leyendas del Rock.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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