VORTICE
Sin duda con su último trabajo los catalanes Vortice han alcanzado su plena
madurez, facturando su mejor plástico hasta la fecha. Aunque en sus dos
anteriores entregas “Human Engine” y
“Zombie” la banda ya apuntaba maneras, ha sido con la incorporación del
vocalista Álex Misas y el guitarrista y teclista Florian Schartner cuando el
quinteto ha explotado definitivamente, llevando su personal propuesta a un
nivel superior.
A pesar de que su actuación estaba programada para una hora muy temprana,
las 14:10 horas, una buena representación de amigos, seguidores y algunos
curiosos se dieron cita para seguir las evoluciones del quinteto sobre las
tablas y contemplar su abrumadora
propuesta.
Muy motivados y con el cuchillo entre los dientes el desembarco del combo
barcelonés en tierras gallegas fue
toda una explosión de técnica, rabia y
visceralidad, dejando atónitos e impresionados a quienes todavía no les
conocían, y consiguiendo sacar de su ensoñación a los más somnolientos,
sometiéndoles sin piedad a una buena sesión de ese metal experimental repleto
de técnica y elementos incorporados de otros estilos como el djent o el math.
WORMED
Ya lo dice la sabiduría popular: "Nadie es profeta en su tierra".
Desgraciadamente en este país acostumbramos a ensalzar todo lo que nos viene de
fuera, dejando relegado a un segundo plano, cuando no al ostracismo, lo propio.
Mientras que en medio mundo los madrileños Wormed son considerados un nombre de
referencia dentro de la escena extrema,- tal y como atestiguan sus repetidas participaciones
en festivales internacionales-, dentro de nuestras fronteras no pasan de ser
una referencia muy destacada para
eruditos y amantes de la escena más “underground”. Ante tales
perspectivas esta oportunidad se presentaba como una excelente ocasión para que
Wormed llamaran la atención de los que
todavía no les conocían, consiguiendo
así hacerse con un buen botín en forma
de nuevos adeptos a su causa.
Como siempre que he tenido la ocasión de ver a la banda, los madrileños
sonaron brutales, técnicos e incisivos, provocando la respuesta enfervorizada
del público, ya fuera moviendo la cabeza desenfrenadamente o en forma de rotundos y violentos
"circle-pits". Avalados por la calidad de su última referencia
"Exodromos", el quinteto
salió a escena muy motivado,
dispuesto a volarnos la cabeza con esos
trallazos rotundos y viscerales, repletos
de técnica y salpicados de letras
de inspiración futurista y de ciencia ficción. Sin duda para los que no
conocían su propuesta su show fue cuanto menos impactante, gracias en gran
medida a la tenacidad corrosiva de temas como "Spacetime Ekleipsis Vorticity",
o esa descomunal bomba de relojería que es la subversiva "Nucleon".
Aunque la formación demostró una confianza plena en el material de
"Exodromos", no quisieron dejarse en el tintero algún pequeño guiño a
su pasado, descargando para la ocasión
"Tunnel Of Ions", rescatado de su segundo trabajo "Planisphaerium". Mientras que la
encargada de adentrarnos en la recta final de su brutal actuación fue la
novedosa "Tautochrome".
ANGELUS APATRIDA
Poco
se puede decir de la banda de los hermanos Izquierdo que no se haya dicho ya. Y
es que Angelus Apatrida continua su imparable ascensión, no solo en nuestro
país, sino también a lo largo de todo el Viejo Continente. Debido a su participación en
el Xtreme Fest, en la vecina Francia, la banda se vio obligada a adelantar su
actuación a primera hora de la tarde, pero afortunadamente eso no importó, ya que a la hora prevista para el
inicio de su show un buen numero de incondicionales se agolpaba frente al escenario
principal.
Como
viene siendo habitual en ellos, el cuarteto salió a escena con el cuchillo
entre los dientes, dispuestos a hacernos
pasar un buen rato y sacar el máximo
partido a su reducido tiempo. Con un
Davish todavía convaleciente, luciendo una aparatosa rodillera y sentado en un
extremo del escenario, los albaceteños daban arranque a su actuación con un
tormentoso “Violent Dawn”, que ponía a todo el mundo en previo aviso de lo que
se nos venía encima. Sin concedernos ni un segundo de tregua la siguiente en
hacer acto de presencia fue “Of Men And Tyrants”, con la que llegaron los
primeros “circle-pits”, dando al recinto un ambiente realmente espectacular,
con una marea humana corriendo en circulo ante la cara de satisfacción de los
integrantes de la banda.
Pese
a disponer de muy poco tiempo Angelus Apatrida nos ofrecieron un set muy
equilibrado, rescatando los mejores momentos de su dilatada carrera
discográfica, especialmente brillante resulto la dupla formada por un
devastador “Vomitive”, y el clásico que daba título a su segundo trabajo “Give
Ém War”, con el que conseguirían mantener el nivel de complicidad y entrega con
una audiencia que respondió en todo momento a cada una de las increpaciones y
guiños del vocalista manchego.
De
su ultimo trabajo tampoco faltó ese corrosivo “You Are Next”, que puso a todos
a saltar, demostrando que se ha convertido ya en todo un clásico dentro del
repertorio de la banda, o ese crujiente y oscuro “Blast Off”, que nos
conduciría a un rotundo final con “Legally Brainwashed”. Corta, muy corta se
hizo la actuación de Angelus Apatrida, y debo reconocer que personalmente me
faltaron temas que siempre me han parecido idóneos para los festivales como
“Fresh Pleasure”, “Killer Instinct” o
“Thrash Attack”, pero lamentablemente esta vez no pudo ser. En cualquier caso,
Angelus Apatrida volvieron a demostrar porque son la banda más importante
dentro del thrash metal nacional.
BORN FROM PAIN
Los veteranos Born From Pain son considerados como uno de los máximos
exponentes de ese hardcore rápido, directo e impregnado en sus letras de un
incisivo y contestatario mensaje político-social. Aunque el quinteto está más
habituado a descargar sus composiciones en pequeños y sudorosos clubs, lo
cierto es que el Chaos Stage no se les quedó para nada grande y consiguieron
montar una buena fiesta durante su escueta actuación.
Dada la trayectoria y la reputación de los holandeses fueron muchos los que
se acercaron al Chaos Stage para tributar una calurosa bienvenida a Born From
Pain. Con muchas ganas y una actitud reivindicativa y rebelde, el quinteto supo conectar rápidamente con una
audiencia muy predispuesta al mosh y a
dar saltos incansablemente a la vez que alzaba sus puños para corear junto a
Rob Franssen los estribillos de trallazos tan letales como directos de "
Sons Of A Dying World" o "Behind The Enemy Lines".
Como si de una metralleta se tratara los holandeses no nos ofrecieron ni un
segundo tregua, escupiendo de forma incisiva todas sus reivindicaciones,
mezclando sin ninguna clase de pudor los riffs metálicos de "Black
Dog", con la hiriente rabia hardcore de "The New Hate", que se
convertiría en la excusa perfecta para que Franssen nos pusiera a todos a
gritar el título del tema. Como no podía ser de otra forma, los holandeses se
guardaron para despedir su actuación un último as en la manga, en forma de un
letal "When We were Kings", que nuevamente volvía a poner a los allí
presentes a saltar convirtiendo el show en un auténtico desmadre.
SKELETONWITCH
Siguiendo
la recomendación y el consejo que desde el escenario nos habían hecho los miembros de Angelus Apatrida
llegaba el momento de desplazarse hacia el Ritual Stage para seguir de cerca la
actuación de los americanos Skeletonwitch. Debo reconocer que no conocía la
propuesta de la banda de Ohio, pero
después de seguir su brutal actuación en Viveiro creo que el quinteto cuenta
con un nuevo adepto a su causa. Y es que la formación americana dio un
auténtico recital sobre las tablas, sorprendiendo a muchos de los presentes que
incrédulos ante semejante derroche de fuerza, técnica y velocidad miraban su
octavilla de horarios para saber quienes
eran esos cafres que estaban quemando el escenario del Ritual Stage.
Brutales,
con un sonido atronador y con una impactante puesta en escena la formación
americana salió claramente triunfadora en esta su primera participación en el
festival gallego, pese a que el sonido no fue todo lo nítido que nos hubiera
gustado, especialmente durante los primeros temas, lo cierto es que la banda
mostró una entrega y una actitud realmente encomiables. Como muestra de su
devastadora propuesta el quinteto dejo perlas como “ I Am Of Death” o “Burned
From Bone”, que, literalmente, enloquecieron al personal que copaba las primera
filas.
En
todo momento la conexión banda-publico fue perfecta, con lo que el show tuvo
siempre un ritmo rápido e infernal, lo que propicio que temas como “Beneath
Dead Leaves”, “Stad” o el hímnico y épico “Fight & Die”, resultaran
autenticas cuchillas degollando nuestras cabezas. En resumen, brutal actuación
de los americanos que aprovecharon esta incursión en territorio nacional para darse a conocer y hacer un buen
botín en forma de nuevos seguidores. Si te gusta el thrash metal “old chool”
potente, corrosivo, pero sobre todo con actitud no puedes dejar de pegarle un
buen repaso al material de Skeletonwith. Sin duda su actuación fue una de las
grandes sorpresas de esta novena edición del Resurrection Fest.
SUFFOCATION
Aunque a priori podría parecer que los maestros del brutal death
Suffocation tenían una ardua tarea tras la fantástica actuación de
Skeletonwitch, lo cierto es que los neoyorquinos salieron a escena con la
lección bien aprendida y con las ideas bien claras sobre lo que había que hacer
para triunfar y convencer a sus adeptos.
Un cuarto de siglo,- dejando parones de inactividad al margen-, es el tiempo que la banda lleva sobre los
escenarios, y esa experiencia se nota, y mucho, a la hora de encarar cada una
de sus actuaciones. Pese a que el material de su segunda etapa es francamente
reseñable, lo cierto es que los americanos han sabido aceptar y asumir que la
base de su propuesta está en sus primeros tres álbumes, así que conscientes de
lo que su público demanda de ellos no tuvieron ningún tipo de problema
en centrar su repertorio en su material más clásico, destripando para la
ocasión piezas tan hirientes y corrosivas como “Catatonia” o la despiadadamente
diabólica “Effigy Of The Forgotten”.
Aunque sobre las tablas el motor de la banda sigue siendo el vocalista
Frank Mullen, me gustó mucho la puesta en escena y la forma de atacar su
instrumento del bajista Derek Boyer, quien ofreció un auténtico recital. En
cuanto a la labor de ambos guitarristas, destacaría especialmente la aportación
de Terrance Hobbs quien se mostró especialmente inspirado a la hora de atacar
los intrincados desarrollos de temas como “Breeding The Spawn” o “Liege Of
Inveracity”. Aunque tal y como comentaba al principio, el repertorio de la
formación americana se basó en los temas clásicos de sus primeros trabajos, no
faltaron algunas concesiones al material incluido en su última referencia
“Pinnacle Of Bedlam”, del que nos ofrecieron la incontestable “As Grace
Descends”, con la voz de Mullen sonando más cortante y agresiva que nunca,
“Purgatorial Punishment”, con esos ritmos densos y crujientes tan característicos
de la formación americana, y “My Demise”, que nos sirvió para comprobar las
habilidades técnicas de Dave Culross tras los tambores.
Con la gente totalmente entregada llegaba el momento de encarar la recta
final del show y para ello que mejor que un par de pinceladas de su material
más primitivo y salvaje, de manos de la aplastante “Liege Of Inveracity” y la
demoniaca “Infecting The Crypts”, con la que se despedían como auténticos
héroes, dejándonos con la miel en los labios y con ganas de mucho más.
DOWN
Hacía mucho tiempo que Down no visitaban nuestros escenarios, de modo que
había muchas ganas de volver a ver a la formación capitaneada por el mítico Phil
Anselmo y el rubio guitarrista Pepper Keenan. Tras la pequeña decepción que supuso
la actuación de sus compatriotas Megadeth, los de Nueva Orleans tenían una
inmejorable ocasión para reivindicarse como auténticos vencedores de esta
novena edición del Resurrection Fest, pero lamentablemente no pudo ser. No
quiero decir con esto que Down hicieron un mal concierto, sino que no llegaron
a cumplir las expectativas que muchos habíamos depositado en la banda.
Sin duda creo que el principal inconveniente de la descarga de los
americanos radicó en la elección del repertorio, ya que la banda apostó por los
temas más densos y correosos de su discografía, concediendo un excesivo
protagonismo a las composiciones de su última entrega “Down IV-Part II”, algo
que definitivamente no ayudó a que la banda acabará de conectar con sus
seguidores. Ya desde el mismo inicio con una larguísima introducción que nos
conduciría hacia la primeriza “Eyes Of The South”, se pudo apreciar a una banda excesivamente estática e indolente,
que dejaba que todo el protagonismo escénico recayera sobre la figura de un Anselmo que evidenció no estar en su mejor
estado de forma. Y es que el registro del vocalista sonó excesivamente ronco y
rasposo, muy alejado de la potencia y la agresividad a la que nos tenía
acostumbrados, haciendo que temas como el novedoso “We Knew Him Well”, sonaran
faltos de fuerza e intensidad.
Algo más rabioso y afilado se mostró Anselmo durante la arrolladora “Witchtripper”, que
fue uno de los pocos momentos en los que la banda llegó a conectar con su
público. Lo que no cambio el vocalista fue su particular forma de dirigirse a
la audiencia, con esos largos discursos
ácidos y llenos de ironía que no hicieron más que ralentizar, aún más, un concierto que no
acababa de despegar. Pese a ello, no faltaron a lo largo del show momentos
emotivos, como el sentido recuerdo hacía la figura del tristemente desaparecido
Dimebag Darrell durante la presentación de “Lifer”. Precisamente, fue durante
este tema cuando se produjo un apagón del equipo de luces que provocó que la
banda estuviera varios minutos tocando a oscuras ante el desconcierto
generalizado de una audiencia que no sabía lo que estaba pasando.
Con el problema de la iluminación parcialmente solucionado, ya que la banda prosiguió su
descarga con todas las luces encendidas, llegaba el momento de adentrarse en la
hipnótica ambientación de “Lysergik Funeral Procession”, que cual tributo a los
Black Sabbath más densos y correosos nos conduciría hacia la crujiente “Hail The Leaf” y a la más pesadumbrosa y
tosca “Conjure”, que volvía a ralentizar
notablemente el ritmo del show. Sin duda la mejor parte del concierto estuvo
protagonizado por esa suculenta dupla final en la que se fundieron los aromas
típicamente sureños de “Stone The Crow”, en la que por fin Pepper Keenan se
decidió a asumir algo de protagonismo, y la machacona “Bury Me In Smoke”, que
Anselmo detuvo en una primera intentona porque no le gustaba la actitud
excesivamente contemplativa de las primeras filas. En resumen, una actuación
simplemente correcta del quinteto americano que se quedó muy lejos de las
expectativas que muchos nos habíamos marcado. Analizando con detenimiento la
actuación del quinteto americano creo que la principal diferencia entre los
actuales Down y los que grabaron “Nola” ,
radica en que ahora la banda no parece una hermandad unida y cohesionada, sino
simplemente la banda de acompañamiento de Phil Anselmo.
WATAIN
Con
la noche ya bien entrada llegaba el momento de enfrentarnos al oscura celebración
pagana que nos tenían preparada Watain en el incomparable marco del Chaos
Stage. Venerados por los amantes del black metal , los suecos no dudaron en
engalanar el escenario con diferentes motivos y ornamentaciones dando así al
escenario una ambientación propia de una ceremonia iniciatica. Y es que además
de la música, el principal protagonista de la descarga de los suecos fue el
fuego, que estuvo presente durante la practica totalidad del show.
Aunque
personalmente creo que su sonido dejo bastante que desear, no puede decirse lo
mismo de una puesta en escena realmente lograda e impactante, con dos crucifijos invertidos presidiendo el
escenario y con todos los miembros de la banda luciendo desafiantes sus
personales pinturas de guerra.
Recibidos
con autentica devoción por sus incondicionales y consiguiendo llamar la
atención de los más curiosos, la formación de Upsala nos ofreció una rotunda
sesión de oscuro e irascible black metal, que estuvo protagonizada por momentos
sublimes y épicos como “Malfeitor” o “Reaping Death”, en el que la formación
demostró que además de la caña también sabe embarcarse en esos pasajes más
envolventes y técnicos.
Amantes
de la magia negra, la oscuridad y el satanismo, los suecos dejaron bien claro
sobre las tablas del Chaos Stage que son
una apuesta decidida por el extremismo musical, y por si alguien tenia alguna
duda alrededor de sus intenciones, no dudaron en abordarnos durante la parte
final del show con esos trallazos tan letales como certeros que representan
piezas como la pagana “Hymn To Qayin”, “Stellarvore” o la final “Holocaust Dawn”,
que servía para saciar la sed de fuego de sus incondicionales.
SICK OF IT ALL
Incombustibles al paso del tiempo los neoyorquinos Sick Of It All, llevan
casi tres décadas asolándonos con sus letras crudas y comprometidas, cargadas
de un alto contenido social y un marcado simbolismo político. Además, el
cuarteto se ha convertido en una banda admirada y respetada tanto por los
seguidores del punk como los del metal. De hecho ellos han compartido escenario
con los principales referentes de ambos estilos, granjeándose una excelente
reputación como banda de directo y una
amplia legión de seguidores que les apoyan en cada una de sus descargas. Y como
no podía ser de otra forma, sus incondicionales no quisieron perderse la
oportunidad de cantar nuevamente junto al carismático Lou Koller los estribillos rabiosos y precisos
de temas como “Death Or Jail”, “Uprising Nation” o ese puñetazo sonoro que es
el punzante “World Full Of Hate”.
Como viene siendo habitual en todos los directos de la banda, el cuarteto
se mostró muy activo sobre las tablas, corriendo de un lado a otro del escenario como si fueran unos
imberbes jovenzuelos. Mención especial
merece el despliegue físico que ofreció el guitarrista y fundador de la banda,
Pete Koller, quien no dejó en ningún momento animar a la audiencia mientras acompañaba con sus acrobáticos saltos
temas como “Take The Night Off” o “Busted”. Tampoco faltó durante su incendiario y acelerado show la
faceta más genuinamente punk de la banda, que estuvo representada por temas
como la adictiva “My Life” o la coreada y combativa “Us Vs. Them”.
En todo momento la respuesta del respetable fue realmente efusiva,
respondiendo a todas y cada una de las propuestas de la banda, consiguiendo que
temas como el altamente metalizado “The Divide” o el hiriente “Machete”,
convirtieran la parte central del foso en un auténtico campo de batalla, sometiendo
a las primeras filas a un pogo intenso y constante. Aunque evidentemente también hubo
momentos más distendidos y sosegados que invitaron al baile, como la pegadiza “Friends Like You”, o la
final “Step Down”, que servía para poner el punto y final a una de las
actuaciones más vibrantes y atractivas de esta segunda jornada festivalera.
enlace cronica del Jueves 31 de Julio
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