Con el fantástico regusto que nos habían
dejado las actuaciones del primer día, la segunda jornada de esta cuarta edición del Sonicblast, la del
sábado 16 de agosto, arrancaba con un sol deslumbrante sobre un cielo claro y despejado,
lo que nos hacía presagiar otro día caluroso,
radiante y veraniego.
Aunque no me referí a ello durante
la crónica de la primera jornada, el festival además de la vertiente
estrictamente musical ofrecía la posibilidad de tener un primer contacto con
algunos deportes acuáticos en la playa de Moledo.
También, junto al acceso al escenario principal, se habían habilitado
algunos obstáculos para que los más “hábiles” con las tablas de skate nos
deleitaran con sus saltos y sus acrobacias. En definitiva, que Sonicblast no es
una cita estrictamente musical, sino que
bajo su nombre se concentran un montón de diferentes actividades que permiten
mantener ocupado al espectador durante las dos jornadas que dura el evento.
BÚFALO
Si ya durante la primera jornada del festival la actividad había sido realmente frenética, en este
segundo día al haber programado un mayor número de actuaciones, la hora
marcada para el inicio de los conciertos se adelantaba hasta las 14,50 horas,
lo que propició que nos perdiéramos el inicio del show de los locales Búfalo.
Pese a la intempestiva hora del arranque de las actuaciones muchos fueron
los que se reunieron para seguir las evoluciones del cuarteto de Caminha sobre
las tablas. Con su potente explosión de blues, convenientemente roquerizada y
endurecida, Búfalo consiguieron hacer desperezar a los más madrugadores con la
potencia de piezas como la setentera “A
Stupendous Amount Of Wrongdoing”, o la eléctrica “Sunday After Dawn”, ambas contenidas en su flamante nuevo trabajo “Towards The Light”.
LOS SAGUAROS
Con la gente de la organización apresurándose para dar los últimos retoques al escenario, y
mientras la piscina se abarrotaba de personal dispuesto a refrescarse del
intenso sol de primera hora de la tarde, llegaba el momento de la actuación de
los siguientes participantes en esta cuarta edición del SonicBlast, Los
Saguaros
.
A diferencia de lo que sucediera con otras formaciones participantes, en
esta ocasión, nos enfrentábamos a la actuación del dúo formado por Diogo
Augusto y Samuel Silva. Aunque pudiera parecer que su formación, solo con
guitarra y batería, podría sonar algo inconsistente, lo cierto es que cuajaron
una de las actuaciones más dinámicas y entretenidas de la tarde.
Mucha marcha y buen rollo fue lo que nos ofrecieron Los Saguaros sobre las tablas, con ese
personal “desert-rock n´roll” salpicado de grandes dosis de electricidad y
mucha actitud. De modo que temas como el novedoso “ I Killed My Girl”, con ese
oscuro aroma a los clásicos The Doors, o
el marchoso “Walk Like Brando”, significaron una excusa perfecta para que los
más animados movieran intensamente los pies.
Tampoco
faltaron a lo largo de su show esos pasajes más intensos y corrosivos,
herederos del “feeling” y el “punch” de
los clásicos del rock n´ roll dando forma a números como el desenfadado “I´m
Gonna Loose You”.
STONE DEAD
Como si de una
montaña rusa se tratara, a medida que iba avanzando la tarde, cada una de las
formaciones que pisaba el escenario del recinto de la piscina nos iba
proponiendo una sonoridad más dura y consistente. De modo que después de la
dosis de electricidad y clasicismo que nos habían propuesto los chicos de Los
Saguaros llegaba el momento de dar una vuelta de tuerca más y enfrentarnos al
potente hard rock, salpicado de pinceladas stoner, que nos ofrecían Stone
Dead.
El cuarteto
procedente de Alcobaça se marcó una actuación realmente compacta y convincente,
consiguiendo convencer a quienes todavía no les conocían, gracias al gancho y a
la consistencia de temas como “Mother” o “Evil Monkey”, que con ese inconfundiuble aroma a classic
rock consiguieron llevarse una buena salva de aplausos.
Igualmente
atractivo y original resultó ese fantástico “Stone Jhon”, introducido por la
armónica del batería Bruno Monteiro, que nos acabaría sumergiendo en una
vibrante pieza de western-rock que contaría con un vertiginoso desarrollo
intermedio, mientras su vocalista y guitarrista, Joâo Branco, entonaba la letra emulando al mismísimo Jim
Morrison.
Y es que la
descarga de Stone Dead fue todo un homenaje a
los grandes clásicos de la década de los sesenta y los setenta, y buena
muestra de ello fue la impactante versión que se marcaron de los legendarios
The Stooges para cerrar su show, consiguiendo mover al numeroso público que a
estas horas abarrotaba el recinto de la piscina.
MR. MIYAGI
Viejos
conocidos de la audiencia local, y repetidores en esta cuarta edición del
Sonicblast, este cuarteto de Viana Do Castelo era el encargado de cerrar las
actuaciones en el recinto de la piscina. Y la verdad es que consiguieron montar
una buena fiesta durante su escueta y alocada actuación.
Curiosamente, si durante las actuaciones previas la
práctica totalidad de la audiencia había permanecido sentada tranquilamente siguiendo
distendidamente las actuaciones, fue durante los instantes previos a la salida
de Mr. Miyagi cuando el personal empezó a recoger sus toallas para dejar
espacio para que la gente tomara
posiciones frente al escenario, lo que nos hacía presagiar que la
actuación del cuarteto iba a ser una de las más eléctricas y bizarras de toda
la jornada.
Como un
torbellino desatado Mr. Miyagi salieron a escena con una actitud totalmente
diferente a la del resto de formaciones,
y con un objetivo claro, reventar con todo a su paso apoyándose para ello en un
potente y eléctrico hardcore/punk. Riffs
cortantes y directos, baterías vertiginosas y un cantante alocado que supo
conectar en todo momento con sus seguidores, fueron las armas básicas que
sellaron la brutal actuación de la banda.
Durante todo el show su vocalista Ciso San se mostró como el estilete perfecto para la
banda, no dudando en bajar hasta el foso para bailar con las primeras filas al
ritmo de temas como “Nothing Else Matters” o “Out Again”, que provocaron los
primeros “pits” de la jornada.
Además, las raíces
más puramente punk del cuarteto quedaron reflejadas en trallazos básicos y directos como ese
incisivo “Wasted Time”, con salto masivo del personal a la piscina, o el
malicioso “Son Of Evil”.
Para rematar
la actuación por todo lo alto el vocalista optó por encaramarse a una de las
torres laterales del escenario para, desde las alturas, agradecernos nuestra
presencia y dar por concluida su actuación.
DREAMWEAPON
Una vez finiquitada
la brutal actuación de Mr. Miyagi, que servía para echar el cierre a las
actuaciones en el recinto de la piscina, llegaba el momento de trasladarnos al lugar
donde estaba ubicado el escenario
principal para seguir de cerca la actuación de Dreamweapon.
A diferencia
de lo que sucediera durante la corrosiva actuación del cuarteto de Viana Do
Castelo, la gente prefirió seguir las evoluciones del show de Dreamweapon cómodamente sentada, y es que
la propuesta de estuie qnteto luso resultó mucho más introspectiva y
experimental.
Sin grandes
aspavientos pero mostrándose tremendamente originales e imaginativos, el
quinteto nos propuso un viaje iniciático a través de las envolventes
sonoridades contenidas en piezas como la sugerente “Let It Shine”, acompañada
de una percusión de lo más seductora, o de las atmosferas más envolventes y etéreas
de “Fall”, con las que se encargarían de dar un toque
melancólico a un precioso atardecer.
GUERRERA
Tras su magnífica
actuación en la edición del año pasado, los gallegos Guerrera regresaban al
Sonicblast dispuestos a ofrecernos una nueva muestra de su contagioso rock
n´roll salpicado de esencias blueseras y
condimentado con algunas pinceladas de boggie y psicodelia. En esta ocasión, la
formación gallega se presentaba con un flamante nuevo trabajo bajo el brazo “Mauna
Loa”.
A diferencia
de lo que sucediera durante la actuación de Dreamweapon, la gente decidió
incorporarse para seguir con detenimiento la actuación de Guerrera, y es que la
banda se mostró en todo momento poderosa e intensa, concediendo un
significativo protagonismo a esas fieras guitarras que nos adentrarían en los
grandilocuentes desarrollos de la extensa “Montaña y Fuego”. Tampoco faltaron unos excelsos ejercicios cargados de psicodelia y protagonizados por ese incontestable duelo
entre ambas guitarras dando forma a la novedosa “Magma Y Trueno”.
Pero indiscutiblemente,
los temas que mejor funcionaron a lo largo de la descarga del combo gallego
fueron los que formaban parte de su anterior trabajo “Under The Gypsy Sun”. De
modo que no faltaron a su cita los ácidos guitarrazos que dan vida a cortes
como “Dead Man”, o la rabia bluesera contenida en la rotunda “Make Me Feel”.
Durante todo
el show su guitarrista y vocalista, Alejandro, se mostró como el verdadero
motor de la formación gallega, sabiendo conectar con la audiencia y llevando el peso de
composiciones como ese delicioso “Ted Kaczynski”, todo un ejercicio de experimentación
y psicodelia que en directo cobra una nueva dimensión.
Una vez más los gallegos volvieron a dejar una magnifica impresión y
una buena muestra de su entrega y madurez en tierras lusas, firmando una actuación realmente vibrante
e intensa, que les consolida como una de
las bandas de referencia dentro la escena norteña.
BLUES PILLS
Si hay una
banda que se ha consagrado a lo largo de este verano de 2014, ellos han sido Blues Pills. Aunque ya venían avisando de su
enorme potencial con el rotundo material
contenido en su apabullante debut homónimo,
lo cierto es que el cuarteto con sus exitosas apariciones en los
principales festivales veraniegos ha
conseguido darse a conocer ante las grandes audiencias y hacerse un hueco
dentro de la escena roquera europea.
Liderados por
la vocalista sueca Elin Larsson, la banda se ha consolidado como una de las
nuevas sensaciones dentro del blues/rock internacional. Y es que la formación
posee esa magia y ese magnetismo que hace que cada una de sus composiciones sea
como un viaje al pasado.
Aunque en sus directos los temas que más tirón tienen son
los más roqueros como “High Class Woman”, que fue el encargado de abrir la
descarga, o ese demoledor “Devil Man”,
que constituyó uno de los puntos álgidos de su actuación, la banda también demostró
unas buenas aptitudes para sumergirnos en esos desarrollos más intensos y psicodélicos
que protagonizarían piezas como “River”.
Pese a que en
un primer momento todas las miradas se
centraron en su vocalista, Elin Larsson,
quien parece la reencarnación de la propia Janis Joplin, lo cierto es que sus
compañeros son una maquinaria perfecta de crear blues/rock, y buena muestra de
ello fueron los descomunales in-crescendos de ese eléctrico “Ain´t No Change”, o las etéreas
atmosferas que nos propusieron a lo largo de “Black Smoke”.
Aunque la
banda está ya plenamente establecida dentro del circuito de los grandes
festivales, lo cierto es que se les vio algo estáticos sobre las tablas, además
de que se les notó que están habituados a tocar a plena luz del día, ya que la iluminación
fue un tanto deficiente, lo que restó
algo de espectacularidad y brillantez a su show. En cualquier caso, el cuarteto
ofreció unas excelentes prestaciones en temas como “The Time Is Now”, “Gypsy”,
o la final “Little Sun”.
Poco más se
puede decir de la soberbia actuación de una banda que está llamada a convertirse
en uno de los referentes del classic rock durante los próximos años. Sin duda, la apuesta de los
organizadores por Blues Pills fue uno de los grandes aciertos de esta cuarta edición
del Sonicblast.
MY SLEEPING KARMA
Una vez
capeado el vendaval roquero que nos proponían Blues Pills llegaba el momento de
cambiar nuevamente de estilo para introducirnos en las ambientaciones
introspectivas e intimistas de los
alemanes My Sleeping Karma.
El cuarteto
comandado por el bajista Matte siempre se ha mostrado como una maquina implacable
de crear vibrante rock psicodélico, junto a unos suntuosos y atractivos pasajes acústicos,
redondeando una fórmula que ha alcanzado
su máximo esplendor con la publicación de
su álbum trabajo “Soma”, una obra
compleja e instrumental en la que tienen cabida desde furiosos riffs,- cuasi
más propios del metal-, a intensos pasajes de calma intimista.
Uno de los
factores que diferenciaron la actuación del combo alemán de la del resto de
bandas participantes en el festival fue que el cuarteto optó por utilizar unas proyecciones para ambientar algunos
de los pasajes más intensos de su show. Mención especial merece la entrega de
un público que acompañó en todo momento la actuación del combo alemán, lo que
provocó las repetidas muestras de agradecimiento de todos los miembros de la
banda.
Pese a no
disponer de mucho de tiempo, la banda nos ofreció un buen repaso a toda su trayectoria,
haciendo especial hincapié en el material contenido en sus últimas referencias
de estudio. De modo que no faltaron piezas como la dramática “Ahimsa”,
salpicada de ese atractivo aroma oriental, la consistente “Drannel Xu Llop”, en
la que las guitarras se erigieron como las auténticas protagonistas, sonando
más crudas y consistentes, o la más psicodélica “Tamas”.
Con la gente
cada vez más entregada, el cuarteto alemán encaraba la recta final de su actuación
recurriendo a las atmosferas cósmicas de la cautivadora “Psylocybe”, todo un
ejercicio de experimentación y desarrollo instrumental. Mientras que la encargada de poner
el broche definitivo a su set sería la envolvente y cambiante “Hymn 72”, con la
que los alemanes se marchaban del escenario plenamente satisfechos y dejando
tras de sí a una audiencia totalmente convencida, que disfrutó intensamente de cada una de sus composiciones.
THE ATOMIC BITCHWAX
Tras dos
largas e intensas jornadas de música llegaba el momento de poner el broche
definitivo a esta cuarta edición del festival Sonicblast, y los encargados de
hacerlo eran los legendarios roqueros americanos The Atomic Bitchwax.
Con más de dos
décadas de historia a sus espaldas la legendaria formación americana puede
vanagloriarse de haber sido una de las que asentó los cimientos de lo que posteriormente
se conocería como sonido “stoner”. El
enorme potencial de las composiciones de su explosivo debut y la estrecha
vinculación con otros de los pesos
pesados de la escena, como los Monster
Magnet del carismático Dave Wyndorf, les valieron el reconocimiento del público
a ambos lados del océano Atlántico.
Incombustibles
al desánimo y al desaliento el trio de New Jersey llegaba a Moledo dispuesto a
ratificar por qué son toda una institución y una referencia para una generación
de roqueros. Como un torbellino, los americanos salieron a escena con el cuchillo entre los dientes dispuestos a
convencer y agradar a todos sus seguidores, proponiéndonos un repertorio en el
que tuvieron un protagonismo destacado las composiciones de su apabullante
debut.
Dinámicos, eléctricos
e incisivos sonaron cortes como el revolucionario “Birth To Earth”, el
vitalista “Gettin´Old”, o ese fantástico “Hope You Die”, que volvieron a sonar
igual de frescos y agresivos que hace dos décadas, demostrando que la formación
americana no ha perdido ni un ápice de la potencia y el punch que siempre les ha
caracterizado.
Tampoco
faltaron en su repertorio algunas piezas más recientes como una contagiosa “So
Come On”, durante la que los “surfers” hicieron acto de presencia navegando
sobre nuestras cabezas”, o los pasajes más cachondos de nuevas composiciones “War
Claw” o la instrumental “Clow Car”. El momento más intenso de su actuación llegaría
con un celebradísimo “Kiss The Sun”, que se convertiría en la excusa perfecta
para que la formación pusiera a todo el recinto a cantar, certificando así su
rotundo triunfo en esta cuarta edición del Sonicblast.
Enlace a la crónica del Viernes día 15
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
Enlace a la crónica del Viernes día 15
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
Y la quinta edición de SonicBlast Moledo ya está ahí !!!
ResponderEliminar14 y 15 de Agosto 2015:
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