Catorce años es la friolera de
tiempo que separa la edición de los dos
trabajos de los alemanes EZ Livin´, de modo que difícilmente nos podíamos imaginar a estar alturas que
íbamos a tener la posibilidad de presenciar la descarga de la formación
capitaneada por los Bonfire Hans Ziller y Harry Reischmann. Así que como un
regalo inesperado fue como nos tomamos el debut de los germanos en los escenarios catalanes. Aunque su segundo
trabajo “Firestorm” no ha tenido la repercusión deseada, lo cierto es que el
lanzamiento no ha pasado inadvertido para todos
los seguidores del buen hard rock melódico. Y es que una formación en la
que se agrupan algunos miembros y ex_miembros de bandas tan carismáticas como Bonfire,
Accept, Seven Witches o Rainbow sólo puede ser sinónimo de calidad, entrega y experiencia.
Pero no era la presentación de EZ Livin´ el único reclamo de esta noche de
sábado en la Ciudad Condal, ya que para calentar el ambiente contábamos con la
presencia de los carismáticos metaleros Sacred Steel, quienes regresaban a
nuestro país para presentar su aplastante último trabajo "The Bloodshed
Summoning". Mientras que los encargados de abrir la velada serían Traw, una joven formación catalana que en estos
días está ultimando los detalles de las composiciones que formarán parte de su
inminente debut. Pese a lo atractivo y variado del cartel de esta sexta edición
del Doctor Metal Fest la afluencia de público fue bastante discreta, congregando a una audiencia bastante
experimentada y veterana.
Ciñéndose al guión previsto cuando pasaban pocos minutos de las 20,45 horas saltaban a escena
los chicos de Traw. Con una sala todavía
muy poco concurrida los catalanes, con su atractiva vocalista Cris Satira al
frente , nos ofrecieron una buena muestra de su heavy metal de amplias miras,
ofreciéndonos piezas como "Bring
Me" o "Twisted", con las que pusieron de manifiesto la calidad y pegada de su
material.
Aunque empezaron un poco fríos, el quinteto poco a poco fue adueñándose del
escenario, sonando cada vez más intensos y poderosos, destacando especialmente
el concurso de Sergio Deach, quien con su bajo de 5 cuerdas se mostró realmente
implacable. Tras las pertinentes presentaciones
la banda continuaba su descarga adentrándose en los explosivos cambios de "Soul
Comander", para posteriormente dejar paso a "The Eyes Of The Dead", que ellos
mismo presentaron como una de sus piezas más cañeras y agresivas.
Tras la inclemente tormenta de riffs llegaría el momento de
"Reborn", rescatada de su demo “#3rd Quimera” y salpicada de esos sugerentes aromas baladísticos que servirían como
preámbulo para su personal homenaje a las formaciones clásicas de manos de los pegadizos estribillos de
"Iron Bird". Con la sala presentando un aspecto algo más acogedor
llegaba el momento de cerrar su actuación y el quinteto catalán optó por ofrecernos
la pieza que han escogido para presentar su próximo debut "Tearing Your
Sanity", en la que destacó el incendiario intercambio entre las guitarras
de Mike y Miki. En resumen, a escasas semanas de su estreno discográfico Traw
nos mostraron sus credenciales, demostrando
una excelente actitud y una confianza ciega en los temas que formarán
parte de “The End Of Sanity”.
Resulta cuanto menos curioso que una banda como Sacred Steel, con su bagaje y su trayectoria, se haya
prodigado tan poco en nuestros escenarios durante los últimos años. Rápidos,
poderosos y enérgicos el quinteto de Ludwigsburg son una garantía segura de cara
al directo, ya que sus composiciones son auténticos proyectiles de destrucción
masiva. Con el cuchillo entre los dientes y dispuestos a aprovechar al máximo
el tiempo del que disponían Gerrit P.
Mutz y sus muchachos abordaban el escenario arrasando con todo a su paso,
mostrándose muy activos sobre las tablas y dejando que trallazos como el
corrosivo "Maniacs Of Steel", o el coreadísimo y novedoso "When The Siren Calls", certificarán
que la banda está viviendo uno de sus mejores momentos.
Vestido de riguroso negro y ataviado de sus inseparables gafas de sol Gerrit
se convirtió en el nexo de unión perfecto entre sus compañeros y un público
realmente caliente y participativo, que
en ningún momento dejó de animar y corear cada uno de sus himnos. Pese a no
disponer de mucho tiempo el quinteto
alemán supo confeccionar un repertorio de lo más equilibrado, en el que
estuvieron representados casi todos sus trabajos. De modos que viejos himnos
como "Battle Angel",que con su notable carga épica consiguieron
calentar al personal, se acabarían
fundiendo con la ambientación más oscura y machacona de "Open Wide The
Gates", que estuvo precedida por un sincero brindis del vocalista mientras
nos agradecía nuestra presencia y apoyo.
Tampoco faltaron durante su descarga esos temas cargados de intensidad
metálica como el hímnico “Denial Of
Judas (Heaven Betrayed), con el que se
relajarían mínimamente los ánimos antes de adentrarnos en la melódica
introducción de “Sacred Bloody Steel”, con la que los alemanes volvían a pisar
el acelerador al máximo ante la algarabía de todos los presentes. El regreso a
las composiciones de su más reciente trabajo “The Bloodshed Summoning” vendría
de la mano de un rotundo “No Good/ No Religion”. Pero sin duda uno de los momentos
cumbre de la noche llegaría con “Blood On My Steel”, con la que la formación
alemana nos invitaba a acompañarles a la hora de corear esos épicos estribillos
marca de la casa mientras el escenario se iba cubriendo de humo.
Otro detalle que me gustó especialmente de la actuación del combo germano
fue la gran movilidad de sus miembros sobre el escenario, cambiando
incansablemente sus posiciones e intercambiando entre ellos sonrisas de
complicidad, haciendo que temas como “Carnage Victory”, en el que la pareja
formada por Jens y Jonas tomaron el centro del escenario para hacernos sucumbir
bajo su incendiario duelo de solos, sonaran realmente devastadores. Quizás el
detalle emotivo de la noche lo puso el “speech” de Gerrit al recordar su anterior
visita a esta misma sala, hace ya quince años, durante la presentación del
seminal “Metal Is War”, que sería la escogida para encarar la recta final de su
show.
Para poner la guinda al pastel el quinteto alemán optó por ofrecernos una
doble ración de su segundo trabajo “Wardogs Of Metal”, espetándonos sin previo
aviso dos trallazos como el propio “Wardogs Of Steel”, sin duda uno de los
temas más representativos de su longeva carrera, mientras que la encargada de
rubricar su descarga fue la arrolladora “Heavy Metal To The End”, que nos ponía
a todos nuevamente a cantar mientras Gerrit machacaba intensamente los platos
de la batería de Mathias Straub, ante el delirio generalizado de una audiencia
que disfrutó de lo lindo y que se quedó con ganas de mucho más.
Pese a llevar casi dos décadas en activo Sacred Steel demostraron que están
en un gran momento de forma, ya que su descarga en Barcelona fue realmente
arrolladora, convenciendo sin paliativos a una audiencia que les aclamó como
auténticos héroes.
Tras el vendaval sonoro que nos habían ofrecido Sacred Steel llegaba el
momento de cambiar radicalmente de tercio para adentrarnos en la actuación de
sus compatriotas EZ Livin´. Tras conocerse, durante las horas previas al show,
las suspensiones de sus conciertos en Madrid y Cartagena su presentación en la Ciudad Condal iba a ser
la única oportunidad de ver a los alemanes en territorio español. Así que la
banda salió a escena muy motivada y dispuesta a dejar una magnifica impresión
entre sus seguidores. Quizás el principal hándicap al que tuvieron que
enfrentarse fue el desconocimiento de algunas de sus nuevas composiciones, lo
que propició que la acogida que recibieron piezas como “Rocking Into The Night”, fuera
bastante más efusiva y cálida que por
ejemplo la más novedosa “Loaded Gun”.
Para mantener el ritmo y la intensidad del show los miembros de la banda decidieron
rescatar algunas de las composiciones de sus anteriores formaciones. Sin duda
una de las más celebradas en el arranque del show fue “Generation Clash”, que sería la escogida
como representante de la etapa que David Reece estuvo al frente de los míticos Accept a finales de la
década de los ochenta. En cuanto a sus propias composiciones sonaron
especialmente potentes la vacilona “That´s How He Rocks”, con Reece muy metido
en su papel de “frontman”, contorneándose por el escenario mientras hacía
participe a los fans de las primeras filas a la vez que proclamaba enérgicamente el consabido grito de
: “This is Rock n´Roll”.
La encargada de poner el momento de pausa a su actuación sería la
composición que protagoniza su más reciente clip “White Lighting”, en la que
brillaron especialmente la sensibilidad
y la elegancia del guitarrista Hans Ziller y la fantástica interpretación de un
inspirado Reece que supo imprimir intensidad y dramatismo al corte. Acto
seguido los miembros de la banda desaparecían del escenario para dejar en
solitario sobre las tablas al teclista Paul Morris que, tras ofrecernos un
extenso desarrollo instrumental, nos introducirá de lleno en su versión del
clásico de Uriah Heep “Easy Livin´”, que a la postre se acabaría convirtiéndose
en otro de los momentos álgidos de la velada.
Tras una calurosa ovación llegaba el momento de volver la vista atrás para
rescatar una de las composiciones más eléctricas y pegadizas de su debut de
1991, la contagiosa “Take Me”,
proponiéndonos toda una explosión de melodía que nos dejaría la imagen
del vocalista acercándose al filo del escenario para saludar a los integrantes
de las primeras filas. El retorno sobre los temas de “Firestorm” estaría
marcado por los aromas sosegados del medio tiempo “Let´s Fly Away”, en el que
nuevamente volvió a destacar por encima de sus compañeros la labor de un
imponente Reece, quien a lo largo de todo el show demostró estar en un
excelente estado de forma, ya que con el paso de los años su voz no ha perdido
ni un ápice de potencia pero su registro ha ganado en “feeling” y personalidad.
Si la primera parte del show de EZ Livin´ había estado marcada casi de
forma exclusiva por el material contenido en sus dos trabajos discográficos, la
parte final del concierto estaría protagonizada por un buen número de “covers”.
De modo que el encargado de proseguir con la fiesta sería “Sword & Stone”,
de Bonfire que haría desatar la euforia entre los presentes mientras la banda le daba
su particular toque personal. Igualmente caluroso resultó el recibimiento tributado
al “Black Masquerade”, de los Rainbown del maestro Ritchie Blackmore, durante
el que Paul Morris sería el encargado de dejarnos una buena muestra de su
estilo a la hora de atacar sus teclados.
Un escueto solo de batería serviría como preámbulo para volvernos a
sumergir en el recuerdo, proponiéndonos Harry Reischmann otro cover de sus
Bonfire, en esta ocasión, el elegido sería el hardroquero “American Nights”,
con el quinteto mostrando su vena más marchosa y desenfadada para hacernos mover los pies intensamente. El momento
emotivo de la noche llegaría con el sentido homenaje hacia la figura del mítico Ronnie James Dio, con el quinteto
atacando de forma reverencial una fantástica versión de “Long Live Rock n´
Roll”, que en su parte central contó con un simpático guiño al “Black Night” de
los Purple, poniendo así un suculento punto y seguido a su actuación.
No se hicieron derogar en exceso en su retorno sobre las tablas y
rápidamente volvieron a tomar posiciones para ofrecernos una doble ración de
versiones. De modo que las escogidas para rubricar su actuación fueron una
coreadísima “Champion”, volviendo a echar mano del catálogo de Bonfire y una
emotiva “With A Little Help From My Friends”, que convenientemente endurecida serviría
para que el quinteto abandonara las tablas dejando una buena impresión.
Haciendo balance no creo que nadie saliera descontento con la descarga de
EZ Livin´, pero sí que me dio la
impresión de que se apoyaron en exceso en los “covers” de otras bandas. Aunque
siempre es de agradecer que los músicos con un amplio bagaje a sus espaldas
tengan el detalle de rescatar algún clásico
de etapas anteriores, me pareció un tanto
excesivo el protagonismo que tuvieron las composiciones de Bonfire y Rainbow
durante la segunda parte del show.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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