No creo que nadie necesite un pretexto especial para reunirse con sus amigos y pasar un buen rato. Y es que si de algo pueden presumir los madrileños Obús
es de haber sido siempre gente cercana y accesible, como esos colegas del barrio con los que siempre se puede
contar para tomar unas cervezas y montar una buena fiesta. Tras su presentación
en Bóveda, a principios de este mismo
año, y después de su paso por la primera edición del Rock Fest, Fortu y sus
muchachos regresaban a tierras catalanas para conmemorar con todos sus
seguidores el trigésimo aniversario de su tercer trabajo "El Que
Más", una de las piedras angulares de su discografía y un álbum de
obligada referencia para toda una generación
de metaleros españoles.
El marco escogido para esta celebración fue la Sala Salamandra de
L´Hospitalet, un recinto que aunque no
llegó a registrar el lleno que a todos nos hubiera gustado, sí que acabó
congregando a una nutrida representación
de incondicionales dispuestos a dejarse la voz coreando tanto los clásicos
indiscutibles de la banda como los arrolladores trallazos de su segunda época, corroborando,
una vez más, que el cuarteto del foro sigue estando en un excelente estado de
forma. Como compañeros de cartel repetían los locales Regresión, quienes ya
están trabajando en el material que
formara parte de su inminente cuarto trabajo.
Con algo de retraso sobre el horario inicialmente previsto, y mientras la
gente accedía al local e iba tomando posiciones, Regresión inauguraban la
velada con el ritmo contagioso de "Mil Sirenas", derrochando calidad
y tablas por los cuatro costados. Y es que los catalanes se mostraron en todo momento muy a gusto en escena, tocando en casa y rodeados de una buena representación de
amigos. Además, el repertorio que nos ofrecieron estuvo básicamente centrado en el material de sus dos últimas
entregas "Revolución " y "Santa Decadencia", lo que
propició que muchos de los asistentes se
animaran a la hora de acompañar a Pedro Guijarro
en temas como "Un Día Como Hoy".
Como siempre que he tenido la oportunidad de verles en directo, Regresión
se mostraron muy intensos y dinámicos, exprimiendo al máximo esa faceta hard roquera y desenfadada que tanto gusta a sus seguidores, dejando
unas fantásticas sensaciones al abordar temas como "Sin Final", con Toni Sánchez
despachándose a gusto con el "wha- wha", o un rotundo
"Territorio Animal". El ambiente en la sala fue en todo momento muy
cálido y distendido, de hecho incluso
alguien del público bromeó haciendo alusión al nuevo look de Toni, consiguiendo
dibujar una sonrisa en el rostro del guitarrista.
Tampoco faltaron a su cita las proclamas reivindicativas contra políticos,
banqueros y demás lacras de la sociedad durante la presentación del tema que
daba título a su anterior trabajo "Revolución", para que acto seguido la banda volviera a su último plástico ofreciéndonos un seguidismo "Avenida Del Deseo", que
volvía a recuperar a los Regresión más marchosos y roqueros. El último recuerdo a su trabajo de
2009 llegaría en forma de "Sigo Vivo", con Pedro animándonos a todos a
gritar lo más fuerte que pudiéramos.
Como viene siendo habitual en todos los conciertos de Regresión no faltó su
personal homenaje a la mítica formación de los hermanos Young, de la que en
esta ocasión nos ofrecieron
"Highway To Hell", con Pedro bajando a la pista para cantar
junto a las primeras filas mientras Toni se paseaba tranquilamente tocando su
instrumento entre el público. Para rematar su actuación la banda apostó por
"Estrellas Del Rock", invitándonos
a todos a cantar su pegadizo estribillo mientras intercalaban fragmentos
del “Ain´t Talkin´Bout Love” de Van Halen y el “It´s A Long Way To The Top (If
You Wanna Rock N´Roll) de Ac DC, poniendo un brillante colofón a su presentación. Trabajadores incansables
en esto del rock n´roll, Regresión volvieron a demostrar que son un valor seguro de cara al directo. En poco
tiempo estará terminado su nuevo trabajo, esperemos que la banda continúe con
esa trayectoria ascendente que siempre han mantenido disco a disco.
Entre su último disco en directo "De Madrid Al Infierno", las
giras conmemorativas, las apariciones televisivas de Fortu y la publicación de sus discos en solitario,
lo cierto es que ha pasado casi un lustro desde que Obús editaran su última referencia
de estudio "Cállate!". Durante todo este tiempo la banda se ha
mantenido activa a base de recorrer el país presentando su arrollador directo.
De cara a esta nueva gira el cuarteto ha
decidido dar una vuelta de tuerca a su
repertorio habitual, dividiendo su
espectáculo en dos partes muy bien diferenciadas. Un primer segmento en el que
se alternan sus composiciones más
recientes con algunos de sus clásicos de la década de los ochenta. Mientras que
en el segundo acto, se concentran en descargar, de forma casi integra, el
material contenido en el que para muchos es el mejor álbum de su discografía:
"El Que Más".
Sin ninguna clase de introducción ni preámbulo previo, y casi por sorpresa, nos sorprendía el arranque del show,
alzándose telón que cubría el escenario para
dejarnos ver la figura de un
estilizado Fortu contorneándose sobre una pequeña tarima central, mientras Paco, Fernando y Carlos atacaban con fuerza el primer tema de la
noche "Corre Mamón", que era el escogido para dar el pistoletazo de
salida a la descarga. Respaldados por un sonido potente y poderoso, era Paco
quien, ataviado con su inseparable chupa de cuero, nos espetaba el sinuoso riff de "Más Que Un
Dios", mostrándonos a una banda que continúa sonando igual de rotunda y demoledora que de costumbre, mientras Fortu se encargaba
de espolearnos al máximo cada vez que se
acercaba al filo de escenario para recabar el apoyo de nuestras gargantas.
Quizás la principal sorpresa de esta primera parte del show fuera la
intensidad que desplegaron los madrileños sobre las tablas, marcándose un
arranque verdaderamente antológico, enlazando de forma consecutiva un tema tras
otro, provocando la algarabía entre
todos presentes. Con las pilas bien cargadas y con la gente mostrándose
totalmente entregada y muy participativa llegaba el momento del primer clásico
de la noche "Necesito Más", que nos transportaba directamente a la
década de los ochenta, proponiéndonos un viaje que haría escala en un acelerado
"Pesadilla Nuclear", con un
Fortu pletórico demostrando que sigue conservando intactas sus aptitudes
para encarar esos agudos imposibles, y
un coreadísimo "Te Visitara La Muerte", con el propio vocalista repartiendo
bendiciones y que, teniendo en cuenta que estábamos en el día de difuntos, sonó
de lo más apropiado.
Pese a que entre ellos hay un importante salto temporal, lo cierto es que
piezas de su segunda etapa como "Que Te Jodan", o el festivo
"Esta Ronda La paga Obús", no desentonaron para nada con el material
clásico de la banda, e incluso me atrevería a decir que ambas se han acabado convirtiendo
en pilares indiscutibles de su actual
repertorio en vivo. Pese a ello, fueron
temas legendarios como "Dinero, Dinero", el macarra "Solo Lo
Hago En Mi Moto" o el mítico tema que abría su debut “Prepárate” de 1981,
"Va A Estallar El Obús", los que se llevaron las mayores ovaciones de esta primera parte
del show.
La gran sorpresa de la velada llegaría
cuando tras un arranque verdaderamente fulminante los instrumentos se
silenciaban y los asistentes de la banda colocaban en el centro del escenario
una gran mesa. Acto seguido, el cuarteto
tomaba asiento y se daban un merecido descanso mientras tomaban un aperitivo, -con cervecita y platito de
queso incluido-, departiendo
distendidamente con el público, mientras repasaban su longeva
trayectoria hasta remontarse a los
lejanos tiempos de Unión Pacífic, -banda que fue el embrión de Obús y en la que
compartieron sus primeras vivencias musicales Paco y Fortu-. El detalle
simpático de esta inesperada "mesa redonda" lo pondría Fernando
Montesinos quien se arrancó a cantar un famosísimo "jingle"
televisivo de la década de los noventa.
Aunque debo reconocer que el numerito
de la mesa me pareció simpático y original, creo que quizás se alargó en
exceso, cortando un poco el vibrante ritmo que hasta ese momento estaba
llevando la noche. Y es que ya se sabe que los madrileños, y en especial Fortu,
no son para nada amigos de los convencionalismos, y les encanta seguir rompiendo moldes e innovando. Por fin, con
energías renovadas tanto el público como la propia banda se adentraban en el
motivo principal de este nuevo tour, la
revisión de su plástico de 1984 "El Que Más".
Pese a que he de admitir que tenía
mis reservas sobre si Fortu y sus muchachos, tras un parón tan largo, serían
capaces de volver a remontar el vuelo, lo cierto es que simplemente fueron
necesarios los primeros compases de una
vitalista "Viviré", (que personalmente me sonó a gloria, -y que si no
recuerdo mal ya tocaron hace unos años en su la sala K.G.B-), para que la banda
volviera a restablecer su plena conexión con la audiencia. Siguiendo el mismo
orden del mítico plástico, llegaba el momento de otra de esas gemas semi-olvidadas
de su extenso catálogo "Deprisa, Deprisa", con ese suculento y
atractivo riff que rezuma clasicismo metálico por los cuatro costados.
Aunque algunos de los temas no sonaron
tan compactos y redondos como nos hubiera gustado, lógicamente se notó
que algunos de ellos llevan muchos años sin ser interpretados en vivo, lo
cierto es que resultó muy emocionante y emotivo volverlos a entonar acompañados
por la propia banda después de tanto tiempo. Mucho más dinámicos y poderosos
sonaron esas composiciones que se han mantenido en el set a lo largo de los
últimos años, y buena muestra de ello fueron la imperial "Autopista",
que continúa siendo uno de los puntos álgidos en cada actuación del cuarteto,
con la gente enloquecida apoyando al máximo; el poder arrollador de la
imprescindible "El Que Más",
todo un himno para la parroquia metalera, y la vacilona "La Raya",
que nos servía para recuperar al Fortu más socarrón y macarra, paseándose
desafiante por el escenario mientras sus compañeros atacaban intensamente sus
instrumentos.
Otra de las piezas que personalmente tenía más ganas de oír en directo era "Alguien",
la composición que el mítico Adrián Smith, guitarrista de Iron Maiden, escribió
para los madrileños, que dio a la noche ese toque melódico y elegante que nos
acabaría conduciendo hasta el adictivo "Da Igual", donde nuevamente
la gente se convirtió en el complemento perfecto para un Fortu desatado, y un
desquiciante "Juego Sucio", que nos dejaba al carismático vocalista haciendo
acrobacias para hacer subir las revoluciones
de una sala que disfrutó al máximo de la velada.
Como no podía ser de otra forma, la encargada de poner el punto y seguido a
la descarga fue la inevitable "Vamos Muy Bien", convenientemente
alargada para hacernos cantar, reivindicándose como uno de esos himnos
imprescindibles para todos y convirtiéndose, una vez más, en el tema más coreado de la noche. El retorno
sobre las tablas llegaría de la mano de la única balada de la velada, la
emotiva y vibrante "Complaciente o Cruel". Mientras que, sorpresivamente,
la encargada de finiquitar la descarga sería la nueva composición de la banda, una
pieza estrenada especialmente para esta
gira y que formara parte de su nuevo trabajo, "Siente El Rock And Roll".
No creo que a estas alturas Obús
tengan nada que demostrar a nadie. Ellos llevan más de tres décadas reivindicándose
como una de las formaciones más representativas y genuinas de la escena nacional. Seguramente en pocos
meses la banda tendrá un nuevo trabajo
que defender en directo, pero mientras tanto, esta gira conmemorativa de "El Que
Más", resulta una excelente excusa para reencontrarse con algunas
composiciones que la banda hacía muchos
años que no tocaba en directo.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLES OLIVER
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