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lunes, 10 de noviembre de 2014

OBUS+REGRESION-SALAMANDRA-BCN-1-NOV-2014



No creo que nadie necesite un pretexto especial  para reunirse con sus amigos y  pasar un buen rato. Y es que si  de algo pueden presumir los madrileños Obús es de haber sido siempre gente cercana y accesible, como esos colegas  del barrio con los que siempre se puede contar para tomar unas cervezas y montar una buena fiesta. Tras su presentación en Bóveda, a principios de  este mismo año,  y después de su paso por la  primera edición del Rock Fest, Fortu y sus muchachos regresaban a tierras catalanas para conmemorar con todos sus seguidores el trigésimo aniversario de su tercer trabajo "El Que Más", una de las piedras angulares de su discografía y un álbum de obligada referencia para  toda una generación de  metaleros  españoles.

El marco escogido para esta celebración fue la Sala Salamandra de L´Hospitalet, un recinto  que aunque no llegó a registrar el lleno que a todos nos hubiera gustado, sí que acabó congregando  a una nutrida representación de incondicionales dispuestos a dejarse la voz coreando tanto los clásicos indiscutibles de la banda como los arrolladores trallazos de su segunda época, corroborando, una vez más, que el cuarteto del foro sigue estando en un excelente estado de forma. Como compañeros de cartel repetían los locales Regresión, quienes ya están trabajando  en el material que formara parte de su inminente cuarto trabajo.

Con algo de retraso sobre el horario inicialmente previsto, y mientras la gente accedía al local e iba tomando posiciones, Regresión inauguraban la velada con el ritmo contagioso de "Mil Sirenas", derrochando calidad y tablas por los cuatro costados. Y es que los catalanes  se mostraron  en todo momento muy a gusto en escena,  tocando en casa y  rodeados de una buena representación de amigos. Además, el repertorio que nos ofrecieron estuvo básicamente  centrado en el material de sus dos últimas entregas "Revolución " y "Santa Decadencia", lo que propició que muchos  de los asistentes se animaran  a la hora de acompañar a Pedro Guijarro en temas como "Un Día Como Hoy".

Como siempre que he tenido la oportunidad de verles en directo, Regresión se mostraron muy intensos y dinámicos, exprimiendo al máximo esa faceta  hard roquera y desenfadada  que tanto gusta a sus seguidores, dejando unas fantásticas sensaciones al abordar temas como  "Sin Final", con Toni Sánchez despachándose a gusto con el "wha- wha", o un rotundo "Territorio Animal". El ambiente en la sala fue en todo momento muy cálido  y distendido, de hecho incluso alguien del público bromeó haciendo alusión al nuevo look de Toni, consiguiendo dibujar una sonrisa en el rostro del guitarrista.

Tampoco faltaron a su cita las proclamas reivindicativas contra políticos, banqueros y demás lacras de la sociedad durante la presentación del tema que daba título a su anterior trabajo "Revolución", para que acto seguido  la banda volviera a su último plástico  ofreciéndonos un  seguidismo "Avenida Del Deseo", que volvía a recuperar a los Regresión más marchosos y  roqueros. El último recuerdo a su trabajo de 2009 llegaría en forma de "Sigo Vivo", con Pedro animándonos a todos a gritar lo más fuerte que pudiéramos.

Como viene siendo habitual en todos los conciertos de Regresión no faltó su personal homenaje a la mítica formación de los hermanos Young, de la que en esta ocasión nos ofrecieron  "Highway To Hell", con Pedro bajando a la pista para cantar junto a las primeras filas mientras Toni se paseaba tranquilamente tocando su instrumento entre el público. Para rematar su actuación la banda apostó por "Estrellas Del Rock", invitándonos  a todos a cantar su pegadizo estribillo mientras intercalaban fragmentos del “Ain´t Talkin´Bout Love” de Van Halen y el “It´s A Long Way To The Top (If You Wanna Rock N´Roll) de Ac DC, poniendo un brillante colofón  a su presentación. Trabajadores incansables en esto del rock n´roll, Regresión volvieron a demostrar que son  un valor seguro de cara al directo. En poco tiempo estará terminado su nuevo trabajo, esperemos que la banda continúe con esa trayectoria ascendente que siempre han mantenido  disco a disco.

Entre su último disco en directo "De Madrid Al Infierno", las giras conmemorativas, las apariciones televisivas de Fortu  y la publicación de sus discos en solitario, lo cierto es que ha pasado casi un lustro desde que Obús editaran su última referencia de estudio "Cállate!". Durante todo este tiempo la banda se ha mantenido activa a base de recorrer el país presentando su arrollador directo. De cara a esta nueva gira  el cuarteto ha decidido dar  una vuelta de tuerca a su repertorio  habitual, dividiendo su espectáculo en dos partes muy bien diferenciadas. Un primer segmento en el que se  alternan sus composiciones más recientes con algunos de sus clásicos de la década de los ochenta. Mientras que en el segundo acto, se concentran en descargar, de forma casi integra, el material contenido en el que para muchos es el mejor álbum de su discografía: "El Que Más".

Sin ninguna clase de introducción ni preámbulo previo, y  casi por sorpresa,  nos sorprendía el arranque del show, alzándose telón que cubría el escenario para  dejarnos ver  la figura de un estilizado Fortu contorneándose sobre una pequeña tarima central,  mientras Paco, Fernando y Carlos  atacaban con fuerza el primer tema de la noche "Corre Mamón", que era el escogido para dar el pistoletazo de salida a la descarga. Respaldados por un sonido potente y poderoso, era Paco quien, ataviado con su inseparable chupa de cuero, nos espetaba  el sinuoso riff de "Más Que Un Dios", mostrándonos a una banda que continúa sonando   igual de rotunda y demoledora  que de costumbre, mientras Fortu se encargaba de espolearnos  al máximo cada vez que se acercaba al filo de escenario para recabar el apoyo de nuestras gargantas.

Quizás la principal sorpresa de esta primera parte del show fuera la intensidad que desplegaron los madrileños sobre las tablas, marcándose un arranque verdaderamente antológico, enlazando de forma consecutiva un tema tras otro,  provocando la algarabía entre todos presentes. Con las pilas bien cargadas y con la gente mostrándose totalmente entregada y muy participativa llegaba el momento del primer clásico de la noche "Necesito Más", que nos transportaba directamente a la década de los ochenta, proponiéndonos un viaje que haría escala en un acelerado "Pesadilla Nuclear", con un  Fortu pletórico demostrando que sigue conservando intactas sus aptitudes para encarar  esos agudos imposibles, y un coreadísimo "Te Visitara La Muerte", con el propio vocalista repartiendo bendiciones y que, teniendo en cuenta que estábamos en el día de difuntos, sonó de lo más apropiado.

Pese a que entre ellos hay un importante salto temporal, lo cierto es que piezas de su segunda etapa como "Que Te Jodan", o el festivo "Esta Ronda La paga Obús", no desentonaron para nada con el material clásico de la banda, e incluso me atrevería a decir que ambas se han acabado convirtiendo en pilares indiscutibles  de su actual repertorio en vivo. Pese a ello,  fueron temas legendarios como "Dinero, Dinero", el macarra "Solo Lo Hago En Mi Moto" o el mítico tema que abría su debut “Prepárate” de 1981, "Va A Estallar El Obús", los que se llevaron  las mayores ovaciones de esta primera parte del show.

La gran sorpresa de la velada llegaría  cuando tras un arranque verdaderamente fulminante los instrumentos se silenciaban y los asistentes de la banda colocaban en el centro del escenario una gran mesa. Acto seguido,  el cuarteto tomaba asiento y se daban un merecido descanso mientras tomaban  un aperitivo, -con cervecita y platito de queso incluido-, departiendo  distendidamente con el público, mientras repasaban su longeva trayectoria hasta remontarse  a los lejanos tiempos de Unión Pacífic, -banda que fue el embrión de Obús y en la que compartieron sus primeras vivencias musicales Paco y Fortu-. El detalle simpático de esta inesperada "mesa redonda" lo pondría Fernando Montesinos quien se arrancó a cantar un famosísimo "jingle" televisivo  de la década de los noventa.

Aunque debo reconocer que el numerito  de la mesa me pareció simpático y original, creo que quizás se alargó en exceso, cortando un poco el vibrante ritmo que hasta ese momento estaba llevando la noche. Y es que ya se sabe que los madrileños, y en especial Fortu, no son para nada amigos de los convencionalismos, y les encanta seguir  rompiendo moldes e innovando. Por fin, con energías renovadas tanto el público como la propia banda se adentraban en el motivo principal de este  nuevo tour, la revisión de su plástico de 1984 "El Que Más".

Pese a que  he de admitir que tenía mis reservas sobre si Fortu y sus muchachos, tras un parón tan largo, serían capaces de volver a remontar el vuelo, lo cierto es que simplemente fueron necesarios  los primeros compases de una vitalista "Viviré", (que personalmente me sonó a gloria, -y que si no recuerdo mal ya tocaron  hace unos años  en su la sala K.G.B-), para que la banda volviera a restablecer su plena conexión con la audiencia. Siguiendo el mismo orden del mítico plástico, llegaba el momento de otra de esas gemas semi-olvidadas de su extenso catálogo "Deprisa, Deprisa", con ese suculento y atractivo riff  que rezuma  clasicismo metálico  por los cuatro costados.

Aunque algunos de los temas no sonaron  tan compactos y redondos como nos hubiera gustado, lógicamente se notó que algunos de ellos llevan muchos años sin ser interpretados en vivo, lo cierto es que resultó muy emocionante y emotivo volverlos a entonar acompañados por la propia banda después de tanto tiempo. Mucho más dinámicos y poderosos sonaron esas composiciones que se han mantenido en el set a lo largo de los últimos años, y buena muestra de ello fueron la imperial "Autopista", que continúa siendo uno de los puntos álgidos en cada actuación del cuarteto, con la gente enloquecida apoyando al máximo; el poder arrollador de la imprescindible   "El Que Más", todo un himno para la parroquia metalera, y la vacilona "La Raya", que nos servía para recuperar al Fortu más socarrón y macarra, paseándose desafiante por el escenario mientras sus compañeros atacaban intensamente sus instrumentos.

Otra de las piezas que personalmente tenía más  ganas de oír en directo era "Alguien", la composición que el mítico Adrián Smith, guitarrista de Iron Maiden, escribió para los madrileños, que dio a la noche ese toque melódico y elegante que nos acabaría conduciendo hasta el adictivo "Da Igual", donde nuevamente la gente se convirtió en el complemento perfecto para un Fortu desatado, y un desquiciante "Juego Sucio", que nos dejaba al carismático vocalista haciendo acrobacias para hacer subir las revoluciones  de una sala que disfrutó al máximo de la velada.

Como no podía ser de otra forma, la encargada de poner el punto y seguido a la descarga fue la inevitable "Vamos Muy Bien", convenientemente alargada para hacernos cantar, reivindicándose como uno de esos himnos imprescindibles para todos y convirtiéndose, una vez más, en  el tema más coreado de la noche. El retorno sobre las tablas llegaría de la mano de la única balada de la velada, la emotiva y vibrante "Complaciente o Cruel". Mientras que, sorpresivamente, la encargada de finiquitar la descarga sería la nueva composición de la banda, una pieza estrenada  especialmente para esta gira y que formara parte de su nuevo trabajo, "Siente El Rock And  Roll".

No creo que a estas alturas Obús  tengan nada que demostrar a nadie. Ellos llevan más de tres décadas reivindicándose como una de las formaciones más representativas y genuinas  de la escena nacional. Seguramente en pocos meses la banda tendrá un nuevo trabajo  que defender en directo, pero mientras tanto,  esta gira conmemorativa de "El Que Más", resulta una excelente excusa para reencontrarse con algunas composiciones que la banda hacía   muchos años que no tocaba en directo.



TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLES OLIVER


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