viernes, 26 de diciembre de 2014

IRON WHAT?+BOUNCE-BÓVEDA-BCN-13-DIC-2014



Mientras en el ambiente siguen resonando los ecos de las diferentes opiniones del público sobre la idoneidad, o no, de las bandas tributo, el pasado sábado 13 de diciembre teníamos una nueva cita en la Sala Bóveda de Barcelona para disfrutar de una colección de clásicos intemporales  de manos de dos bandas que, con mucho respeto y plena solvencia, desgranaron algunos de los himnos clásicos de dos instituciones dentro del hard rock y el heavy metal respectivamente.

Los encargados de abrir la velada fueron Bounce, que con su colección de clásicos de Bon Jovi nos hicieron pasar un buen rato, haciéndonos mover los pies y cantar algunos de los mejores estribillos  que ha facturado la banda New Jersey a lo largo de las últimas tres décadas. Ante una sala que presentó un buen ambiente, con una nutrida representación de público femenino, la formación catalana inauguraba su descarga con la inyección de rock n´roll y buen rollo que supuso  "Raise Your Hands".

Lo primero que llamó la atención fue las excelentes aptitudes de su vocalista, Nacho Ibáñez, quien además de abordar con notable solvencia los temas demostró un gran dominio escénico y muchas tablas. Tampoco se quedaron atrás el guitarrista David Moreno  y el bajista Ivan Fusté, quienes no dudaron en transformar  la barra del local en una parte más del escenario, convirtiéndola en una especie de improvisada pasarela.

 Aunque la producción de la formación americana   es verdaderamente  faraónica, los primeros compases del show estuvieron marcados por el  material contenido en dos de sus obras cumbres  "New Jersey" (1988) y "Keep The Faith" (1992), de modo que los rotundos estribillos de "Born To Be My Baby" o "Blood On Blood", se fueron alternando con piezas más comprometidas líricamente como "Keep The Faith", con la base rítmica que forman Enzo Beats y Ivan Fusté dándole ese inconfundible regustillo roquero, o la más melosa "In These Arms", que personalmente fue una de las que más me gustó con un excelente trabajo de Nacho a las voces.

Aunque quizás estuvo un poco escondido tras sus compañeros,  los teclados de Jodi Longán también se dejarían notar con fuerza en algunos momentos puntuales de la descarga, y buena muestra lo tuvimos durante en el desarrollo que sirvió de introducción para un seguidísimo  "Lay Your  Hands  On Me", con el que,  poco a poco, se  iba caldeando  el ambiente con una audiencia cada vez más metida en el show y predispuesta a dar a la noche un cariz verdaderamente especial. Y es que resultó  imposible no dejarse arrastrar por la excelente aptitud que mostraron Bounce sobre las tablas y el poder melódico de piezas como "I' ll Be There For You", que fue recibida con auténtica devoción por un público muy participativo.

Pese a que  resulta evidente que para todos los seguidores de los de New Jersey los mejores momentos de su carrera están contenidos en sus primeras obras de estudio, Bounce no quisieron olvidarse de la etapa más reciente del quinteto,  y nos ofrecieron una buena versión del vitalista "We Got It Going On", para rápidamente reclamar la colaboración de todos nosotros  para acompañarles  con palmas el arranque  de  "Wild In The Streets", en la que nuevamente volverían a dejarse oír con fuerza los teclados de Jordi Longán.

Otro detalle muy destacable fue que todos los miembros de Bounce disfrutaron al máximo del show, y eso me notó en la vitalidad que desplegaron sobre las tablas, contagiando a la audiencia en piezas  como "One Wild Night", que pusieron a saltar a banda y público. El momento emotivo de la noche llegaría con "Never Say Goodbye", que recabaría una rotunda ovación, dejándonos otra suculenta interpretación de Nacho. La vuelta a la electricidad vendría marcada por un pequeño fragmento del "Sweet Dreams" de Eurythmics, que se convertiría en el preámbulo perfecto para una contagiosa  "It's My Life".

Para encarar el tramo final del  show Bounce nos tenían reservada otra imparable  colección de clásicos de los de New Jersey, y la elegida para poner la sala patas arriba fue "Runaway", tocada a la vieja usanza y respetando la velocidad de la primigenia versión contenida en aquel lejano debut de 1984. La vuelta al material contenido en "Slippery When Wet", estaría marcada por la dupla que formaron  "You Give Love A Bad Name" y los aires western-rock  de "Wanter Dead Or Alive".

La despedida definitiva llegaría con el toque vacilón  de un irresistible  "Bad Medicine", con Nacho demostrando sus dotes como frontman, animando intensamente mientras David volvía, una vez más, a pasearse por la barra del local. Mientras que  el final definitivo llegaría con la balada "Always". Pese a que Bounce anunciaron en el tramo final del show que el de esta noche sería el penúltimo concierto de Nacho.  Afortunadamente, horas después rectificaban a través de su facebook y confirmaban la continuidad de la actual formación durante el  2015. En resumen, excelente descarga del quinteto catalán, haciéndonos  pasar un rato entretenido y ameno, derrochando garra, simpatía y actitud. Aunque evidentemente habrá quien echara en falta tal o cual tema, lo cierto es que Bounce nos ofrecieron un buen repaso sobre lo mejor de la producción musical de Jon Bon Jovi y sus muchachos, haciendo especial hincapié en la mejor época del quinteto.

Decir que Iron Maiden es una de las bandas más queridas e idolatradas en nuestro país resulta  una obviedad. Muchos de nosotros hemos visto a la banda de Steve Harris en múltiples ocasiones, así que la labor de Iron What?, es totalmente loable. Y es que estos vallisoletanos  no se limitan  únicamente a versionear  los míticos himnos  de la Doncella, sino que buscan, con sus  lógicas limitaciones, transmitir las mismas emociones y sensaciones que desprenden las presentaciones del sexteto británico.

Para ello,  no dudaron  en engalanar el escenario con algunos paneles que hacían alusión a diferentes etapas  de la carrera de la mitica formación británica, utilizar algunas proyecciones para dar un mayor énfasis a los momentos culminantes  del show, e incluso reproducir el vestuario y los gestos de los componentes de la banda en directo, demostrando que tras su puesta en escena hay muchas horas de ensayo y largas sesiones de video.

 Todos sabemos que las descargas de Maiden son algo así como un ritual para todos sus adeptos, de modo que la inevitable "Doctor Doctor", sería la encargada de anunciarnos que la actuación estaba a punto de arrancar. Al igual que sucediera durante las últimas  visitas de Maiden  a nuestro país, el concierto daba el pistoletazo de salida  con "Moonchild". 

Sin duda el gran animador de la velada fue Carlos " Dickinson" Sanz, quien emuló en todo momento las poses y los gestos del gran Bruce, consiguiendo que el público rápidamente se convirtiera en parte activa del show, coreando intensamente  temas como "Where Eagles Daré" o un  fulgurante "Can I Play With Madness", que fue la elegida por José Enrique "Harris" nos ametrallara con  su bajo. Pero sin duda uno de los pasajes más vibrantes de la velada llegaría con "The Trooper", en la que no faltó la casaca roja de Carlos mientras empuñaba la Unión Jack jaleado por el público.


Pese a que  la mayoría de las miradas en escena recayeron sobre Carlos y José Enrique, me gustó mucho el trabajo de la tripleta de  "hachas", con unos roles perfectamente repartidos, con cada uno de ellos muy metido en el papel de sus respectivos "alters-egos".  Evidentemente, aunque   el más vistoso visualmente  y animado fue Antonio "Gers" Robus, destacaría las aportaciones de un sobrio Lander "Murray" Fernández y Antonio "Smith" Valseca, que fue quien arrancó esa joya que es "Wasted Years". Tampoco dejarían de lado la magnificencia épica de "Revelations", en donde el público supo interpretar su papel rugiendo cada vez que Carlos levantaba los brazos, o la deliciosa "The Clansman", que los vallisoletanos dedicaron a la libertad, y que personalmente me supo a gloria, ya que esta es una composición que se ha caído del setlist de los británicos durante sus últimas giras. Además, esta pieza rescatada del “Virtual XI”,  fue la única composición  que pudimos escuchar de la época de Blaze Bayley.

La vuelta sobre el material más clásico de la Doncella estaría marcado por una brillantísima versión del "The Number Of The Beast", que pondría a toda la sala a cantar, para rápidamente saltar al siglo XXI para proponernos un rotundo "Brave New World", que nuevamente ponía a saltar a banda y público durante los estribillos, ratificando que Iron What?, habían conseguido conectar plenamente con una audiencia que estaba disfrutando al máximo con su descarga.

Uno tras otro los vallisoletanos nos iban dejando una buena muestra de su profesionalidad y buen hacer, poniendo toda la carne en el asador con trallazos del calibre de "The Evil That Men Do", que nos acabarían abocando sobre la desbordante cabalgada contenida  en "Run To The Hills".

Como en cualquier descarga de Maiden no podía faltar la aparición en escena del séptimo miembro de la banda, así que fue durante la primeriza "Iron Maiden", cuando Eddie hizo acto de presencia sobre las tablas para compartir protagonismo con el resto de componentes de la banda para desatar la euforia de todos los presentes.

Para despedir la noche no podía faltar el poder imparable de la vertiginosa  "Acces Hig" con Carlos saliendo airoso de sus complicados agudos, una coreadísima "Two Minutes To Midnight", que hacia rugir, una vez más, a todos los presentes. Mientras que la encargada de poner el broche definitivo a su actuación sería una apabullante "Hallowed By The Name".
 
Bandas  tributo a Maiden hay muchas, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, pero sin duda en nuestro país los vallisoletanos Iron  What? son una de las mejores. Llevan ya muchos años presentando su espectáculo por toda la piel de toro,  y esa soltura se nota en unos músicos que disfrutan al máximo de  cada una de sus actuaciones , casi tanto o más que los propios fans de la Doncella.

En definitiva, fantástica noche de música la que disfrutamos en la sala Bóveda de Barcelona. Y es que cuando el tributo es reverencial y está hecho con buen gusto y ganas se nota. Así que la cara de satisfacción y los comentarios positivos que los asistentes hacían a la salida del local  servían para certificar el excelente espectáculo presenciado.


TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

1 comentario:

  1. A mí las bandas tributo me cansan lo que no está escrito. Hay ya tantas y, casi siempre, de los mismos grupos, que no hay nada del factor sorpresa.

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