Pocas veces dentro
de la escena metálica tenemos la posibilidad de encontrar a dos bandas con una
relación tan estrecha como Leaves´ Eyes
y Atrocity. Y no me refiero únicamente al hecho de que compartan sus miembros,
sino también a la relación conyugal que une a Liv Kristine y Alexander Krull.
Aunque a priori podría resultar sorpresivo que los más veteranos, Atrocity
fueran los que precedieran a la banda liderada por la vocalista noruega, lo
cierto es que la trayectoria y la evolución de Leaves´ Eyes han colocado al
quinteto en un escalón superior al de Atrocity. Con su último trabajo
"Symphonies Of The Night", ya muy rodado, Leaves´ Eyes regresaban a
la Ciudad Condal para ofrecernos un detallado repaso a toda su trayectoria.
Además del concurso de los ya mencionados Atrocity, la velada contaría con la
participación de los navarros Diabulus In Música, quienes regresaban a los
escenarios catalanes para presentar su
última referencia "Argia", rememorando así el mismo cartel que ya nos visitará a principios
de Marzo de 2012.
Resulta extraño que
una formación como Diabulus In Música, que se ha labrado una excelente
reputación dentro del circuito internacional, apenas sea conocida dentro de su propio país, y es que ya se sabe
que nadie es profeta en su tierra. Pero lejos de caer en el desánimo el
quinteto navarro ha decidido apostar fuerte por su sueño y ha invertido todo su
esfuerzo en enriquecer cada vez más ese sugerente metal sinfónico salpicado de
elementos góticos.
Aunque no fueron
muchos los que se congregaron para seguir
su actuación, lo cierto es que los que allí se dieron cita apoyaron y se
dejaron oír con fuerza a la hora del respaldar al combo pamplonica. Vestidos de
riguroso negro los miembros de la formación fueron posicionándose en escena
acompañados de los aromas medievales de la
introducción "Et Resurrexit
(Libera Me)", siendo la última en aparecer
su elegantísima vocalista Zuberoa Aznárez, que fue quién se llevó la
mayoría de las miradas y la encargada de guiarnos con su registro operístico a través de cortes como "Hidden
Reality", que nos mostraba el contraste entre la intensidad instrumental y el precioso lírico de sus
composiciones.
Aunque quizás
estuvo un poco estática en escena, Zuberoa se mostró muy simpática y
comunicativa, consiguiendo enganchar a todos los presentes en el arranque de
piezas como "Lies In Your Eyes", que
supuso el único recuerdo que tuvieron a su debut de 2010
"Secrets". Evidentemente una de los mayores características de la
propuesta de Diabulus In Música es la
dualidad vocal, ya que a los cristalinos
registros de la vocalista en temas como el single “Inner Voice”, hay que sumar
los despiadados "growls" del teclista Gorka Elso,
que darían ese toque agresivo y oscuro a piezas como
"From The Embers", ambas extraídas de su último trabajo
"Argia".
El retorno sobre su
anterior entrega "The Wanderer" vendría marcado por el single
"Sceneries Of Hope", que fue acompañado con palmas por el público,
para acabar dejando paso a una doble ración de "Argia" de manos de
"Spoilt Vampire",
presentada por el propio Gorka y que se
convirtió en uno de los mementos más devastadores de su show, y la final
"Blazing A Trail", en la que nuevamente volvieron a sonar con fuerza esos majestuosos coros.
Mucho se ha hablado
de la evolución que ha seguido Atrocity durante los últimos años, cambiando
radicalmente de registro y mutando desde su primigenio death metal a una
propuesta mucho más variopinta y ecléctica. Aunque debo admitir que no
tenía excesivas esperanzas en la
descarga de la formación alemana, lo cierto es que su show me convenció y me
hizo recuperar el interés en una formación a la que personalmente había
condenado al ostracismo.
Con el escenario
engalanado con un telón de fondo y con los pies de micro luciendo el clásico
logo de la formación, Alexander Krull y
sus muchachos saltaban a escena arrollándonos sin compasión con la rotunda
contundencia de la pieza que abre su
última entrega "Okkult", "Pandaemonium", adentrándonos de
lleno en la tortuosa densidad de su sonido. Lo primero que llamo la
atención es que la banda, al igual que sucedería posteriormente con Leaves´ Eyes, tocó sin el concurso de un
bajista, pero en honor a la verdad hay que decir que este hecho no lastró el aniquilador potencial de una banda que se mostró en un
estado de forma verdaderamente asombroso, desgranando con total solvencia temas
como "Haunted By Demons", con la que ponían de manifiesto que no han
perdido ese afilado perfil metálico.
Y es que dejando a
un lado la pegada que tiene el nuevo material del cuarteto, el líder de la
banda, Alexander Krull, se mostró como un auténtico “showman” , moviéndose
incansablemente por el escenario mientras buscaba la complicidad y el apoyo de
las primeras filas. El guiño a los seguidores más antiguos de la banda llegaría cuando Krull recordó sus
anteriores visitas a la capital catalana acompañando a Deicide y Gorefest en
Diciembre de 1992, para posteriormente postrarnos ante la devastadora voracidad death del
primerizo "Fatal Step", que fue recibido con absoluta devoción por
los más veteranos. Tampoco faltaría esa
ambientación oscura y vampírica que desprendieron temas como "March Of The Undaying", en el
que se dejaron sentir con fuerza esos inquietantes pasajes sinfónicos.
Durante todo el
show Alexander quiso que el público fuera parte importante del espectáculo, de
modo que el momento álgido de la noche llegaría cuando el propio vocalista
descendió a la pista para reclutar a un
par de chicas para que bailaran sobre el escenario mientras la banda
interpretaba "Satan's Braut", mostrándonos esa faceta más
industrial, festiva y vanguardista. Cabe
destacar que la formación alemana mostró una confianza absoluta en su material
más reciente, de hecho la primera mitad del show estuvo básicamente centrada en
"Okkult", siendo "Death
By Metal" la encargada de retornarnos a las texturas más voraces y metálicas.
Otro de los momentos más destacados de su
descarga llegaría con "Necropolis", una nueva concesión al catálogo
clásico de la banda, que acabaría conduciéndonos sobre el tema que daba título
a su tercer álbum "Blut" de
1994, mostrándonos la perfecta conjunción entre ese death metal oscuro y cadencioso y
unas sugerentes pinceladas de corte gótico. La última bala en la recámara de
Atrocity estaría marcada por la imponente y adictiva "Reich Of
Phenomena", que fue la escogida para finiquitar la actuación dejándonos a
todos con un fantástico sabor de boca.
Aunque debo
reconocer que puestos a elegir prefiero su material de principios de los
noventa, lo cierto es que Alexander Krull y sus muchachos se marcaron una
descarga compacta y cañera, convenciendo a los más escépticos, -como el que
suscribe-, y dejando claro que todavía
tienen mucho que decir de cara al futuro.
Tras una pausa
excesivamente larga, algo perfectamente
comprensible si tenemos en cuenta que la mayoría de los músicos hacían
doblete esta noche, y con una sala que gracias al arreón de última hora acabó presentando un aspecto
algo más cálido y acogedor, por fin llegaba el momento que todos estábamos
esperando, la actuación de Leaves´ Eyes.
Ya desde sus inicios como vocalista de
Theatre Of Tragedy el registro soprano de Liv Kristine encandiló a los seguidores
del metal, pero sin duda desde que se decidió a embarcarse en su actual
aventura junto a su marido Alexander Krull, el tándem ha conseguido posicionar
a Leaves´ Eyes como uno de los nombres de referencia dentro de la escena del
metal sinfónico. Aunque siempre resulta difícil, en este estilo, encontrar el
equilibrio ente melodía, elegancia y contundencia, lo cierto es que la
formación a la largo de sus cinco discos y sus múltiples Ep's ha conseguido un
sonido personal y reconocible, caracterizado por el precioso registro de la vocalista noruega y la fuerza imparable
de los guturales de Alexander Krull.
Otro factor que
jugó muy a favor de la descarga de Leaves´ Eyes fue que su último trabajo
"Symphonies Of The Night", estaba ya muy rodado, lo que permitió que
sus fans estuvieran muy familiarizados con sus composiciones, y eso se notó en
el respaldo que recibieron piezas como
la inicial "Galswintha", que fue la elegida para romper el hielo y
adentrarnos en ese personal universo repleto de distinción, intensidad y
potencia, una potencia que se encargó de rubricar el propio Alexander con sus
rotundas aportaciones. Aunque durante toda la velada la banda se mostró como un
colectivo cohesionado y perfectamente engrasado resulta obvio que el magnetismo
que irradia la vocalista noruega es el principal reclamo del quinteto en vivo,
como quedó patente a lo largo de "Take The Devil In Me", que supuso
su primera mirada al pasado, concretamente a su tercer trabajo
"Njord" de 2009.
Tras mostrarnos sus
armas en un arranque que consiguió enganchar a toda la audiencia llegaba el
momento de desplegar la magia contenida en la delicada "Fading
Earth", con Liv asumiendo todo el protagonismo vocal para poner a todos
los presentes a mover los brazos de izquierda a derecha antes de arrancar la
primera gran ovación de la noche. Tras los saludos y los pertinentes
agradecimientos, la atractiva vocalista se dirigía por primera vez a la
audiencia para hablarnos sobre el orgullo de su pueblo e introducirnos en un viaje junto a los vikingos en ese suculento "Farewell Proud Men",
rescatado de su conceptual "Vinland Saga".
Aunque toda la
actuación estuvo jalonada de momentos realmente memorables, sin duda uno de los
que consiguió llevar a la audiencia al éxtasis más absoluto fue el inicio a capela
que Liv se marcó de "My Destiny", uno de los temas más
directos de su discografía y que se ha acabado convirtiendo en una de sus bazas
fuertes de cara al directo, gracias a esos pegadizos estribillos y a la
mordiente que aporta el vocalista alemán en sus tajantes estribillos. El
contrapunto perfecto lo pondría la calidez vocal de "Symphony Of The Night", que
sonó realmente preciosa, con Liv
interpretándola en un más que correcto castellano, lo que propicio que la
audiencia recompensara su esfuerzo con una cerrada ovación.
Pese a que el
grueso de la descarga estuvo centrado en su última entrega, Leaves´ Eyes incrustaron en mitad de su repertorio
una triple ración de su anterior trabajo "Meredead", empezando su recorrido
con la grandilocuencia épica contenida
en "Spirits´ Masquerade", con las gaitas pregrabadas dándole ese
característico toque folk, "Museline", que volvía a ahondar en su faceta más cruda y devastadora, con las
guitarras de Sander Van Meer y Thorsten Baier
sonando fieras y altamente
afiladas. Mientras que la encargada de cerrar esta sugerente trilogía seria su personal versión del clásico
de Mike Oldfield "To France", que nos dejaría la estampa de la
vocalista bailando graciosamente mientras alentaba a todos los presentes para
que le acompañarán en su conocido estribillo.
Tras recibir una
calurosa ovación Alexander y Liv tomaban el escenario para protagonizar la anécdota
de la velada, pidiendo nuestra colaboración para grabar un mensaje futbolero para su retoño, proponiéndonos el cántico de
"Campeones, campeones". El retorno
sobre su material más reciente llegaría con la envolvente e intrigante
"Maid Of Lorraine". El punto y seguido para el primer tramo del show
llegaría con otro de los cortes clásicos dentro de su carrera "Elegy",
en la que Liv volvía a llevar sus registros al límite para dejar las espadas en todo lo alto de cara a afrontar
la recta final del show.
No se hicieron
derogar en exceso para su vuelta sobre las tablas y curiosamente la elegida para su retorno fue
la pieza de apertura de su última entrega, dejándonos atónitos con la compacta dualidad vocal de la pegadiza “Hell To The
Heavens”. Mientras que la encargada
de finiquitar su actuación de forma
definitiva fue la épica "Freya's Theme". Al terminar la descarga y
mientras sonaba a través del P.A. “Mot Fjerne Land” toda la banda saludó en
repetidas ocasiones desde el centro del escenario recogiendo el cariño y la
aprobación de todos sus incondicionales, certificando así que la banda tiene a día de
hoy una base de seguidores fieles y leales que disfrutan intensamente cada una
de sus descargas.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS.CARLOS OLIVER
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