Pocas bandas hay en
la escena internacional que disfruten del cariño y la veneración de
sus seguidores como los germanos Scorpions, quienes han jalonado a lo largo de su medio siglo de historia su carrera con multitud de discos de platino, giras multitudinarias
e infinidad de éxitos que han traspasado
las fronteras del hard rock para llegar
a un público de los más variado y heterogéneo. Desafortunadamente, la suerte ha
sido esquiva con el público catalán, ya
que las últimas giras del combo alemán no han hecho escala en la Ciudad Condal, de
modo que la actuación de los andaluces Stingers, representaba una excelente
ocasión para volver a rememorar, una vez más, algunas de las piezas clásicas dentro del repertorio
de la banda liderada por Klaus Meine y Rudolf Schenker.
Como compañeros de
escenario Stingers contarían con la presencia de Wild Animal, quienes con su imparable colección de
himnos pertenecientes a la primera época de Running Wild se presentaban dispuestos a
hacer rugir nuestras gargantas mientras levantábamos los brazos para acompañar esos arrolladores
estribillos marca de la casa. Mientras que los encargados de dar el pistoletazo
de salida a la velada serían los locales
Ree Khol, que con su colección de temas propios reivindicarían la plena
vigencia de ese hard rock marchoso y guitarrero de la década de los ochenta.
Liderados por el
guitarrista y cantante Jordi Ricol, los barceloneses Ree Kohl se adueñaron del
escenario para proponernos un suculento show en el que dejaron patente su buen
gusto a la hora de fundir contundencia y melodía, regalándonos temas como el vitalista “I Wanna Live” o el pegadizo “Come
Hell Or High Water”, en los que la voz de Jordi se vio complementada por la de
la corista Alexia Molina.
Pese a tener varios
trabajos publicados, lo cierto es que la descarga del quinteto estuvo
básicamente centrada en el material de sus dos últimas entregas “III” y su más reciente “Cold
War Remake”, del que no faltaron piezas como ese rotundo homenaje a Kiss titulado “C´Mon And Love Her”, que fue el
responsable de poner a toda la sala a cantar.
Y es que la
propuesta del combo barcelonés rebosa
ese inconfundible aroma hard roquero, de modo que a lo largo de su actuación no faltaron
esos efectivos ejercicios solistas a cargo del guitarrista Luis Marsá.
La
principal novedad dentro de la alineación de Ree Khol fue el concurso del
bajista David “Chispi”,- quien sustituyó al ausente por lesión Jhonny B-Nasty-,
mostrándose totalmente compenetrado con
su par, el batería Jordi Steve. Además, también contaron con la
participación como invitado especial de
Amadeo Digón,- vocalista de Mescaleros-,
que se sumó a la fiesta para dar su
toque personal a temas como “Alice In Wonderland” o esa efectiva versión del clásico de Ac Dc “Shoot To Thrill”.
Con el ambiente ya
bastante caldeado llegaba el momento de ir finiquitando su actuación y las
elegidas para dar el carpetazo definitivo serían el medio tiempo “Going Away”,
con ese suculento aroma evocador a los clásicos
más ochenteros, y la declaración de intenciones que supuso “Back To The 80 ´s”, que con sus cuidadas melodías vocales sería la
encargada de cerrar su show.
Tras un rápido
cambio de equipo, una gran calavera sobre la tarima de la batería y un telón central nos anunciaba el nombre de los
siguientes en tomar al abordaje el escenario de un Salamandra que poco a poco iba
adquiriendo colorido, Wild Animal. De entre la multitud de bandas tributo que
hay en la actualidad resulta verdaderamente encomiable que haya algunas que se demarquen de los
nombres más obvios para concentrarse en rescatar el legado de otras formaciones,
igualmente importantes, pero que, por la
razón que sea, no han alcanzado el nivel de popularidad y seguimiento que sin
duda se merecen, como es el caso de los teutones
Running Wild.
Pese a que lo
primero que llama la atención en este nuevo proyecto de Eric y Toni Quesada, Iván Martín y Mark Oriol (Cyan Bloodbane), es que forman en alineación
de quinteto junto al guitarrista Israel Bermudo, lo cierto es que su forma de atacar las composiciones de Mr. Rolf Kasparev y cía.
es verdaderamente convincente, consiguiendo recrear a la perfección el “feeling”
de las descargas de la mítica banda germana.
Y es que ninguno de los presentes pudo resistirse al implacable ritmo que nos
propusieron Wild Animal con piezas como la inicial “Genghis Khan”, los hímnicos
"Bad To The Bone” y "Raw Ride", o ese legendario "Conquistadores",
con el que el quinteto rubricó un arranque verdaderamente abrumador.
Pese a que tuvieron
que lidiar con algún problemilla técnico
durante los primeros compases del show, Wild Animal nos ofrecieron una descarga
verdaderamente intensa, consiguiendo conectar en todo momento con una audiencia
que no se cortó a la hora de apoyar al máximo y corear los estribillos de
piezas como "Little Big Horn",- una de las pocas licencias que la
banda se permitió al material de la década de los noventa junto al adictivo
"Lonewolf"-, o ese apoteósico "Raise Your Fist", que
convirtió la sala en un auténtico hervidero.
Especialmente
cómodo encontré a Eric en su faceta como “frontman”, sabiéndose desenvolver a
la perfección sobre las tablas y apoyándose en sus compañeros,- especialmente en el
guitarrista Israel Bermudo-, a la hora de repartir el protagonismo escénico.
Tampoco
faltaría durante su descarga algún fugaz recuerdo a los tiempos más pretéritos
de los germanos de manos de la legendaria
"Prisioners Of Our Time", que cerraba su debut de 1984
"Gates To Purgatory".
El momento emotivo
de la noche llegaría durante el tramo final del show cuando la banda quiso dedicar
"Chains & Leather", a un viejo amigo, Alex, recientemente
desaparecido, proyectando imágenes suyas mientras sonaba el tema, consiguiendo
arrancar una de las ovaciones más
sentidas y rotundas de toda la velada. La encargada de poner el broche
definitivo a su fulgurante descarga fue la siempre imprescindible "Under
Jolly Roger", que nos dejaba a todos con una sonrisa de oreja a oreja y
con ganas de mucho más.
Con casi una década
de arduo trabajo a sus espaldas Stingers pueden presumir, a
día de hoy, de ser una de las mejores bandas tributo en nuestro país. Y es que
los sevillanos, además de pasear su espectáculo por toda la geografía nacional,
teloneando incluso al mismísimo Uli Jon Roth, han recibido invitaciones para presentar su espectáculo
en diversos festivales y más allá de
nuestras fronteras.
Quizás la principal
virtud del combo andaluz sea saber recrear a la perfección la ambientación de
las descargas de la legendaria formación alemana. De modo que para engalanar el escenario no dudaron en
colocar el mítico aguijón del escorpión asomando por encima de la batería y
sendos paneles laterales en los que,
reproduciendo la tipografía habitual de los germanos, podía leerse el nombre de
Stingers.
Mención especial
merece el cuidado vestuario de los miembros de la
banda,- especialmente de Javi (Rudolf Schenker), Yeyo (Matthias Jabs) y
Panchi (Klaus Meine)-, y su buen hacer a la hora de recrear esas
poses y esos movimientos tan característicos en los músicos de la
formación alemana.
Teniendo en cuenta el amplio catálogo de “hits” del que
disponen Scorpions resultaba una autentica lotería aventurarse a adivinar que
gemas rescatarían Stingers de cara al
repertorio de esta noche. De modo que la
mejor opción era relajarse, disfrutar de una buena cerveza y dejarse impregnar por
la magia que emanaba de trallazos clásicos
como “Coming Home” o “Bad Boys Running
Wild”, que fundidas en un solo corte serían las encargadas de dar el
pistoletazo de salida a noventa intensos minutos.
Tras proponernos
una suculenta doble ración del “Love At
Fist Sting”, llegaba el momento de las presentaciones, para rápidamente rebajar
el nivel de revoluciones y adentrarnos
en el zig-zageante riff de esa gema que es “The Zoo”, que nos dejaría la imagen
de ambos “hachas” moviendo sus guitarras de forma sincronizada, mientras Panchi
tocaba el cencerro. Sin abandonar el material de “Animal Magnetism”, la
siguiente en hacer acto de presencia, para regocijo de todos los presentes, sería
una enérgica versión del “Make It Real”,
que serviría para que el quinteto sevillano pusiera a toda la sala a cantar.
Una de las
principales sorpresas de la noche llegaría con el siguiente tema, “On The Way”,
que da nombre al primer trabajo de la banda y con el que el quinteto demostró que les sobran tablas y talento para escribir sus propias composiciones,
aunque siempre permaneciendo bajo el poderoso
influjo de la formación teutona. Pero, evidentemente,
los momentos más calientes de la noche llegarían cuando los sevillanos se adentraron en temas como “We´ll Burn The
Sky”, “Loving You Sunday Morning” o “Is There Anybody There”, proponiéndonos
una tripleta que nos servía para rememorar
la época que ayudó a definir el clásico sonido de la formación alemana y que les permitió, durante la siguiente
década, escribir temas tan redondos y exitosos como “Rhythm Of Love”.
Tampoco quisieron
los andaluces dejarse en el tintero algunas de las baladas más importantes de
la carrera de los de Hannover, de modo que no faltaron “mega-hits” como el
inmortal “Still Loving You”, que sonó magistral con un inspiradísimo Panchi
haciendo estremecer al público, o el sibilino “Winds Of Change”, interpretado
en formato bilingüe. Para adentrarnos en la recta final del show nada mejor que
la potencia imparable del legendario “Blackout”, con un Javi completamente desatado, espoleando al máximo a una sala que se vino literalmente abajo, y el contagioso ritmo de una imponente “Big
City Nights”.
Antes de despedirse
definitivamente todavía tendrían tiempo de recoger el cariño de todos los
presentes en forma de una tremenda
ovación, para posteriormente concentrarse en las dos piezas elegidas para
concluir su actuación, “When The Smoke Is Going Down”, la fantástica pieza que
cerraba aquel inmortal “Blackout” de 1982, y un potentísimo “Rock You Like
Hurricane”, que serviría para poner el broche definitivo a una velada
verdaderamente apoteósica.
En resumen,
inmejorable forma de dar el pistoletazo de salida a este recién inaugurado 2015 disfrutando del hard rock ochentero de
Ree Kohl, la fuerza arrolladora de los clásicos de Running Wild de manos de
Wild Animal. Y, como no, volver a disfrutar del “veneno” de esos himnos intemporales que son los clásicos de Scorpions,
tocados con un cariño y una devoción verdaderamente elogiables de manos de esos
monstruos que son Stingers.
TEXTO:ALFONSO DÍAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario