Mientras que en el
mundo del rock la mayoría de los músicos prefieren vincular su nombre al de una banda, hay otros que
optan por el peregrinaje, embarcándose
en diferentes proyectos en los que dejar patente su huella y su calidad individual. Desde que Jeff Scott Soto uniera su camino al del virtuoso guitarrista sueco Yngwie J.
Malmsteen la carrera del vocalista neoyorquino ha sido un trasiego constante de
múltiples proyectos y colaboraciones, lo que le ha permitido compartir estudio
y escenario con multitud de músicos, participando en bandas como Eyes,
Talisman, Takara, Axel Rudi Pell, Soul
Sirkus, W.E.T.,... amén de su propia carrera como artista en solitario.
Con semejante
currículum a sus espaldas el vocalista de origen puertorriqueño se ha
convertido en uno de los vocalistas más prolíficos y respetados de la escena
hard n' heavy internacional. Para este nuevo paso por la Ciudad Condal Soto apostaría por el
intimísimo de la Sala Monasterio del Port
Olimpic, un marco idóneo para presentarnos algunas de sus “al desnudo”,
apostando por el formato acústico.
Para acabar de redondear una velada
verdaderamente atractiva también contaríamos con la presencia de otro ilustre veterano de
la escena, el vocalista Terry Ilous
(XYZ, Great White). Mientras que el encargado de abrir la velada y
ejercer como maestro de ceremonias sería el talentoso guitarrista Jorge Salán.
Pese a tener una
longeva trayectoria como artista en solitario el "hacha" madrileño
nos dio la bienvenida con una composición de sus "Satánicas
Majestades", pero sorpresivamente, lejos de optar por uno de sus temas
legendarios Salan se decantó por el más novedoso "Doom And Gloom",
con el que rompía el hielo y nos hacía mover los pies.
El talento del genial
guitarrista quedaría plasmado en el homenaje que tributó al maestro de la
guitarra clásica, Paco de Lucía, ofreciéndonos un extenso desarrollo
instrumental que incluyó pasajes de
algunos de sus temas más conocidos. Poco tiempo dispuso Salán sobre las tablas,
pero antes de que el primero de sus
compañeros se le uniera sobre el escenario todavía tendría tiempo de ofrecernos
"The Thrill Is Gone", un nuevo guiño a otro de los guitarristas más
influyente del siglo XX, el “bluesman” B.B. King.
Con el público ya
metido en situación y con la sala
irradiando ese distendido ambiente propio de una reunión entre amigos salía a escena un bromista Terry Ilous,
copa de vino en mano, quien rápidamente tomó posiciones a la derecha de Salán para empezar a
desgranar piezas como "Come On 'n´ Love Me", rescatada del debut
homónimo de XYZ, o la delicada "When I Found Love", con las que el
vocalista dejaba claro su buen gusto a la hora de imprimir ese “feeling” íntimo y roquero a sus
interpretaciones.
Aunque la mayoría
de las composiciones que interpretó Iluos estuvieron marcadas por los aromas
baladísticos, como ese sugerente y
elegante "After The Rain", también tuvimos ocasión de cantar todos
juntos los contagiosos estribillos de piezas como la marchosa "Face Down
In The Gutter", de la que el
vocalista nos explicó su disparata génesis.
Tampoco quiso Iluos dejarse en el
tintero alguna de las composición que recientemente grabará con Great White
para el álbum "Elation", de
modo que no faltó la deliciosa
"Hard To Say Goodbye", que dedicadó a su hija. Sin abandonar
el material de su actual banda la siguiente en sonar fue el clásico "Once
Bitten, Twice Shy", que con su contagioso ritmo hard roquero volvía a
ponernos a todos a cantar convirtiendo el auditorio en una fiesta, mientras Soto
tomaba posiciones junto a sus compañeros para acompañar en los estribillos.
Con la tripleta
formada por Soto, Salán y Ilous llegaba el momento de la despedida del
vocalista americano, y la elegida para ello sería una marchosa versión de "Inside Out", único guiño que el
vocalista tuvo hacia el material de
“Letter To God”. Elegante, simpático y distendido Terry Ilous desplegó
todo su carisma y calidad sobre el pequeño escenario de la Sala Monasterio
convenciendo con sus argumentos a los presentes y dejándonos un fantástico
sabor de boca.
Tras escenificarse
el cambio de tercio, con Terry Ilous abandonando el escenario para dejar en
escena a la pareja Salán/Soto, era el propio guitarrista madrileño el encargado
de presentarnos al principal protagonista de la noche, Jeff Scott Soto. Tras un
pequeño “speech”, durante el que el vocalista agradeció nuestra presencia, el dúo se ponía manos a la obra dispuesto a
hacer las delicias de un auditorio expectante. La encargada de dar inicio al
repaso de la carrera del prolífico vocalista neoyorquino sería uno de los himnos clásicos de Talisman,
"Mysterious (This Time It´s Serious)", desplegando toda su magia y
clase ante un auditorio que coreó reverencialmente cada uno de sus estribillos
ante la cara de satisfacción de un complacido Soto.
Aunque el formato propuesto
para el recital de esta noche era el acústico, los músicos decidieron acompañarse de una caja de ritmo, disparada
desde un Ipad, con lo que algunos de los temas, los más marchosos, sonaron más
dinámicos y animados, como sucedería con "Eyes Of Love", que
significaba su primera mirada a su material en solitario, concretamente al
álbum "Prism".
Tras unos primeros
compases marcados por el ritmo roquero llegaba el momento de rebajar los
ánimos, de modo que la elegida para adentrarnos en terrenos más
delicados y emotivos sería "Broken Man", en la que pudimos comprobar
que el vocalista no está en su mejor momento, ya que en algunos pasajes su registro
quedó algo diluido entre el bullicio de la sala y el volumen de las guitarras.
Sin abandonar esas texturas salpicadas de intimismo y buen gusto Soto nos propuso una nueva mirada al material
de Talisman, recabando el apoyo de todos los presentes para acompañarle a lo
largo de "I ´ll Be Waiting", que se acabaría convirtiendo en una de
las piezas más coreadas y aclamadas de toda la velada.
Pese a su ascendencia
latina y a sus múltiples visitas a nuestro país, lo cierto es que el vocalista
neoyorquino no término de arrancarse a hablar en nuestro idioma, dejando que
fuera Salán el encargado de traducir alguna de sus presentaciones. Tampoco
faltaría algún guiño a su material más reciente “Inside The Vertigo”, que acaba de editar bajo la denominación Soto,-
junto al propio guitarrista madrileño-, del que nos regaló un delicioso "When I´m Older", que
era el elegido para devolvernos a texturas más animadas y marchosas. Igualmente
atractivo me resultó escuchar el vitalista "Livin' The Life", que el
vocalista grabara para la banda sonora de la película "Rock Star".
Para acabar de
redondear el repaso a gran parte de su carrera Soto centraría su objetivo sobre la
sentimental "Comes Down Like Rain", de los tiempos de W.E.T., y como
colofón ese majestuoso "Don' t Let
It End", con el que rememoraba su época junto al genio sueco de las seis
cuerdas, Yngwie J. Malmsteen. El final de fiesta definitivo llegaría con una
curiosa versión del "Purple Rain" del polifacético Prince, para el
que Soto recabaría la colaboración de Terry Ilous, para repartirse las partes
vocales ante el delirio de una audiencia completamente extasiada.
Quizás Jeff Scott Soto no esté en su mejor momento de forma como vocalista, pero resulta innegable que sigue conservando ese timbre elegante y personal, amén de un extraordinario carisma y una buena legión de incondicionales que se ha ganado a lo largo de las últimas tres décadas.
Quizás Jeff Scott Soto no esté en su mejor momento de forma como vocalista, pero resulta innegable que sigue conservando ese timbre elegante y personal, amén de un extraordinario carisma y una buena legión de incondicionales que se ha ganado a lo largo de las últimas tres décadas.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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