La devoción por lo oscuro y lo demoniaco ha estado
siempre ligada al metal, casi tanto, o más, que los pantalones ajustados, las
chaquetas de cuero o las melenas. Afortunadamente, hay elementos que parecen
imperecederos y que se han mantenido inalterables dentro del
"underground" metálico a lo largo de las últimas décadas. Formados
hace tan solo cuatro años los alemanes Attic han tomado el relevo en pleno siglo
XXI de las ambientaciones ocultistas, teatrales y ceremoniales que crearon los
daneses Mercyful Fate y su líder King Diamond a principios de la década de los
ochenta.
Amparados en los cánones clásicos y en el sonido de la
N.W.O.H.M., este quinteto proveniente de Westphalia pisaba por primera vez los
escenarios españoles para presentar el material contenido en su ópera prima
"The Invocation". El enclave escogido para ubicar el púlpito desde el
que los germanos llevarían a cabo su particular ceremonial de lo blasfemo sería
la pequeña sala Rocksound del barrio del Poble Nou, donde rodeados de un puñado
de fanáticos incondicionales desplegarían ese poderoso halo de terror, misterio
y heavy metal. Los elegidos para abrir la velada serían los death metaleros
sabadellenses Voidkush.
Aunque poco tenía que ver la propuesta de este cuarteto
con la del combo alemán, lo cierto es que Voidkush nos ofrecieron una descarga
sobria, compacta y muy contundente, en la que se dedicaron a desgranar el
material que recientemente han grabado en los Moontowers Studios y que formara
parte de su primer largo "Stay Close To The Fire".
Durante algo más de cincuenta minutos el cuarteto de
Sabadell navegó incansablemente por esas angustiosas y densas ambientaciones,
cimentadas sobre la base rítmica formada por la batería de Gusi y el bajo de
Dani, sin duda influenciadas por pilares básicos del sonido más oscuro y
metálico de bandas como Black Sabbath o Celtic Frost, dejando una buena muestra
de su potencial al atacar de forma incontestable piezas como la propia
"Stay Close To The Fire" o "Isolated Soul".
Pese a centrarse en esas sonoridades rocosas y tortuosas,
también demostraron que saben darle más revoluciones a sus composiciones,
llegando a recordar en algunos momentos puntuales a los primeros tiempos de los
británicos Cathedral. Quizás el principal inconveniente de su actuación fue esa
actitud excesivamente distante, ya que su vocalista Vomitor apenas se dirigió a la audiencia, limitándose a
descargar de forma sucesiva trallazos salvajes y corrosivos como "Evil
Madness" o "Throgh The Fire".
En cualquier caso, Voidkush se mostraron como un
colectivo sólido y muy bien engrasado proponiéndonos unos dinámicos cambios de
ritmo para crear esos pasajes desgarradores e hirientes que protagonizarían
cortes como "Ophis Defied The Gods", todo un ejercicio de blasfemia
con Pedro dando buena cuenta de su guitarra, o "Petrified", que con
un sonido atronador sería la elegida para zanjar su presentación.
Tras la descarga de los encargados de abrir la velada el
local se convertía en un trasiego constante de bultos y elementos atrezo para
ambientar el escenario de cara a la
actuación de las estrellas de la noche. He de admitir que pocas veces he visto
el diminuto escenario del Rocksound tan bien aprovechado como en esta ocasión,
ya que al tradicional telón de fondo con el logo de la banda hubo que sumar dos
paneles laterales, diversos candelabros y, como no, la presencia de los cinco
miembros del combo alemán.
Con el público abalanzándose sobre el escenario,
mientras el ambiente se enturbiaba con ese embriagador aroma a incienso, el
quinteto alemán aguarda de espaldas para arrancar su show mientras a través de
la megafonía del local retumbaba la introducción para rápidamente dejar paso a
la primera pieza de la noche "Funeral In The Wods", una impactante
pieza desbordante de clasicismo metalero con la que nos invitaban a
impregnarnos de su esencia, mostrándonos a una banda salvaje y agresiva que
estuvo liderada de forma magistral por el vocalista Meister Cagliostro quien,
durante todo el show, mantuvo ese nivel de intensidad, teatralidad y dramatismo
que solo los grandes “frontmans” son capaces de conseguir.
Tras
conseguir el beneplácito de todos los presentes la velada continuaba con la
primera mirada a su primera demo homónima de la que nos ofrecieron “Sinless”, que
nos dejaba a banda y público creando una sinergia perfecta, con el personal
enloquecido haciendo “headbanging” mientras la temperatura continuaba
incrementándose en la sala cada vez que
Meister cambiaba su registro para tornarlo más chillón y afilado. Con la
oscuridad reinando sobre la sala la introducción “Black Mass”, nos abocaba a la
demoniaca “Satan´s Bride”, toda una declaración de intenciones con la que el
combo alemán dejaba clara sus oscuras pretensiones, fusionando con gran
maestría y un sonido verdaderamente atronador las partes más salvajes humeantes
con desarrollos más crujientes y fantasmagóricos.
Durante
toda la actuación la banda fue saltando del material de su opera prima “The
Invocation”, hasta el de su primera demo homónima, de hecho el quinteto
desgrano durante su show todo el material que ha publicado hasta la fecha, así
que que no faltaron a su cita cortes como “Devourer Of Souls”, con ese
característico juego de guitarras gemelas en el arranque, que consiguió hacer
las delicias de los amantes de los sonidos más clásicos para después
adentrarnos en esos estribillos hímnicos que provocaron que todos los presentes
elevaran sus puños al aire. Pero sin duda uno de los puntos culminantes de esta
primera parte del show llegaría con el descomunal “Join The Coven”, con la que
los germanos nos mostraban sus excelentes aptitudes para adentrarse en terrenos
más melódicos pero igualmente potentes y aguerridos, demostrando la
versatilidad de su material.
Pese a
las reducidas dimensiones del escenario, lo cierto es que todos los miembros se
mostraron muy activos sobre las tablas, especialmente el tándem de hachas que
formaron Katte y Rob, quienes en todo momento mostraron una perfecta
sincronización a la hora de doblar sus melodías, dando a piezas como “On The
Belfry”, que les servía para volver nuevamente al material contenido en
su demo, ese aire intrigante y apocalíptico. La sorpresa de la noche llegaría
cuando Meister se dirigió a la audiencia para presentarnos una de las nuevas
composiciones que formara parte de su segundo trabajo y que llevará por título
“Sanctimonious” y que parece seguir una línea similar al del material contenido
en “The Invocation
El
retorno sobre el material contenido en “The Invocation” llegaría de la mano de
“Ghost Of The Orphange”, con la batería de JP y el aplastante bajo de Chris marcando
incansablemente el paso mientras Meister nos ofrecía una nueva demostración de
sus imposibles agudos, dando al tema esa inquietante ambientación espectral. Aunque a estas
alturas la temperatura en la sala era verdaderamente asfixiante, tanto el
maquillaje de los músicos como la entrega de una audiencia que estaba
disfrutando al máximo se mantuvieron inalterables, de modo que el quinteto
alemán continuo desplegando todo su potencial sobre las tablas, recurriendo para
exaltar, todavía más, el animo de una audiencia totalmente entregada los ritmos
densos y pesadumbrosos de esa joya titulada “Edlyn”, que nos dejaría la faceta
más netamente clásica de la banda junto a una soberana interpretación de
Meister.
Debo
admitir que antes del concierto tenía mis reservas sobre como aguantaría la voz
de Meister a lo largo de todo el show, y aunque hay que admitir que durante el
tramo final del concierto se vio al vocalista un tanto forzado en algunos
momentos puntuales, lo cierto es que mantuvo un nivel bastante aceptable
durante toda la velada, consiguiendo salir victorioso a la hora de encarar durante la recta final del show temas exigentes como
el que da titulo a su debut “The Invocation”, que, como no podía ser de otra
forma, fue precedido por los órganos eclesiásticos de “In The Chapel”,
facturando así un final realmente incendiario que dejaría a la gente extasiada
y con ganas de escuchar algún tema más.
No
tardarían mucho tiempo en regresar sobre las tablas para dar el espaldarazo
definitivo a su primera visita a tierras catalanas. Así que sin perder ni un
ápice de ímpetu y conscientes de las excelentes impresiones que estaban dejando
ante la parroquia metálica barcelonesa, los germanos regresaban a la carga con
las pilas bien cargadas para espetarnos, casi por sorpresa, la oscura
teatralidad de la pieza que cierra su primer largo “Evil Inheritance”. La
ultima mirada a su material más primigenio llegaría de la mano de “The Headless
Horseman”. Mientras que la encargada de rubricar una descarga verdaderamente
imparable sería “Dying World”, cover de los americanos Pentagram.
Tras
finalizar la primera liturgia metálica de Attic en tierras catalanas la impresión
generalizada de todos los presentes era la de haber visto a una banda con un
gran potencial y que de cara al futuro está llamada a ofrecernos muy buenos
momentos tanto en estudio como en directo. Sin duda siempre habrá quien opine
que su puesta en escena y su estilo musical está excesivamente inspirado en los
maestros daneses Mercyful Fate, pero lo cierto es que los alemanes demostraron
tener tablas y material suficiente para hacerse un nombre por si mismos.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario