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viernes, 17 de abril de 2015

ATTIC+VOIDKUSH-ROCKSOUND-BCN-8-ABR-2015


La devoción por lo oscuro y lo demoniaco ha estado siempre ligada al metal, casi tanto, o más, que los pantalones ajustados, las chaquetas de cuero o las melenas. Afortunadamente, hay elementos que parecen imperecederos y que se han mantenido inalterables dentro del "underground" metálico a lo largo de las últimas décadas. Formados hace tan solo cuatro años los alemanes Attic han tomado el relevo en pleno siglo XXI de las ambientaciones ocultistas, teatrales y ceremoniales que crearon los daneses Mercyful Fate y su líder King Diamond a principios de la década de los ochenta.

Amparados en los cánones clásicos y en el sonido de la N.W.O.H.M., este quinteto proveniente de Westphalia pisaba por primera vez los escenarios españoles para presentar el material contenido en su ópera prima "The Invocation". El enclave escogido para ubicar el púlpito desde el que los germanos llevarían a cabo su particular ceremonial de lo blasfemo sería la pequeña sala Rocksound del barrio del Poble Nou, donde rodeados de un puñado de fanáticos incondicionales desplegarían ese poderoso halo de terror, misterio y heavy metal. Los elegidos para abrir la velada serían los death metaleros sabadellenses Voidkush.

Aunque poco tenía que ver la propuesta de este cuarteto con la del combo alemán, lo cierto es que Voidkush nos ofrecieron una descarga sobria, compacta y muy contundente, en la que se dedicaron a desgranar el material que recientemente han grabado en los Moontowers Studios y que formara parte de su primer largo "Stay Close To The Fire".

Durante algo más de cincuenta minutos el cuarteto de Sabadell navegó incansablemente por esas angustiosas y densas ambientaciones, cimentadas sobre la base rítmica formada por la batería de Gusi y el bajo de Dani, sin duda influenciadas por pilares básicos del sonido más oscuro y metálico de bandas como Black Sabbath o Celtic Frost, dejando una buena muestra de su potencial al atacar de forma incontestable piezas como la propia "Stay Close To The Fire" o "Isolated Soul".

Pese a centrarse en esas sonoridades rocosas y tortuosas, también demostraron que saben darle más revoluciones a sus composiciones, llegando a recordar en algunos momentos puntuales a los primeros tiempos de los británicos Cathedral. Quizás el principal inconveniente de su actuación fue esa actitud excesivamente distante, ya que su vocalista Vomitor apenas  se dirigió a la audiencia, limitándose a descargar de forma sucesiva trallazos salvajes y corrosivos como "Evil Madness" o "Throgh The Fire".

En cualquier caso, Voidkush se mostraron como un colectivo sólido y muy bien engrasado proponiéndonos unos dinámicos cambios de ritmo para crear esos pasajes desgarradores e hirientes que protagonizarían cortes como "Ophis Defied The Gods", todo un ejercicio de blasfemia con Pedro dando buena cuenta de su guitarra, o "Petrified", que con un sonido atronador sería la elegida para zanjar su presentación.

Tras la descarga de los encargados de abrir la velada el local se convertía en un trasiego constante de bultos y elementos atrezo para ambientar el escenario de cara a  la actuación de las estrellas de la noche. He de admitir que pocas veces he visto el diminuto escenario del Rocksound tan bien aprovechado como en esta ocasión, ya que al tradicional telón de fondo con el logo de la banda hubo que sumar dos paneles laterales, diversos candelabros y, como no, la presencia de los cinco miembros del combo alemán. 

Con el público abalanzándose sobre el escenario, mientras el ambiente se enturbiaba con ese embriagador aroma a incienso, el quinteto alemán aguarda de espaldas para arrancar su show mientras a través de la megafonía del local retumbaba la introducción para rápidamente dejar paso a la primera pieza de la noche "Funeral In The Wods", una impactante pieza desbordante de clasicismo metalero con la que nos invitaban a impregnarnos de su esencia, mostrándonos a una banda salvaje y agresiva que estuvo liderada de forma magistral por el vocalista Meister Cagliostro quien, durante todo el show, mantuvo ese nivel de intensidad, teatralidad y dramatismo que solo los grandes “frontmans” son capaces de conseguir.

Tras conseguir el beneplácito de todos los presentes la velada continuaba con la primera mirada a su primera demo homónima de la que nos ofrecieron “Sinless”, que nos dejaba a banda y público creando una sinergia perfecta, con el personal enloquecido haciendo “headbanging” mientras la temperatura continuaba incrementándose en la sala  cada vez que Meister cambiaba su registro para tornarlo más chillón y afilado. Con la oscuridad reinando sobre la sala la introducción “Black Mass”, nos abocaba a la demoniaca “Satan´s Bride”, toda una declaración de intenciones con la que el combo alemán dejaba clara sus oscuras pretensiones, fusionando con gran maestría y un sonido verdaderamente atronador las partes más salvajes humeantes con desarrollos más crujientes y  fantasmagóricos.

Durante toda la actuación la banda fue saltando del material de su opera prima “The Invocation”, hasta el de su primera demo homónima, de hecho el quinteto desgrano durante su show todo el material que ha publicado hasta la fecha, así que que no faltaron a su cita cortes como “Devourer Of Souls”, con ese característico juego de guitarras gemelas en el arranque, que consiguió hacer las delicias de los amantes de los sonidos más clásicos para después adentrarnos en esos estribillos hímnicos que provocaron que todos los presentes elevaran sus puños al aire. Pero sin duda uno de los puntos culminantes de esta primera parte del show llegaría con el descomunal “Join The Coven”, con la que los germanos nos mostraban sus excelentes aptitudes para adentrarse en terrenos más melódicos pero igualmente potentes y aguerridos, demostrando la versatilidad de su material.

Pese a las reducidas dimensiones del escenario, lo cierto es que todos los miembros se mostraron muy activos sobre las tablas, especialmente el tándem de hachas que formaron Katte y Rob, quienes en todo momento mostraron una perfecta sincronización a la hora de doblar sus melodías, dando a piezas como “On The Belfry”, que les servía para volver nuevamente al material  contenido en su demo, ese aire intrigante y apocalíptico. La sorpresa de la noche llegaría cuando Meister se dirigió a la audiencia para presentarnos una de las nuevas composiciones que formara parte de su segundo trabajo y que llevará por título “Sanctimonious” y que parece seguir una línea similar al del material contenido en “The Invocation

El retorno sobre el material contenido en “The Invocation” llegaría de la mano de “Ghost Of The Orphange”, con la batería de JP y el aplastante bajo de Chris marcando incansablemente el paso mientras Meister nos ofrecía una nueva demostración de sus imposibles agudos, dando al tema esa inquietante  ambientación espectral. Aunque a estas alturas la temperatura en la sala era verdaderamente asfixiante, tanto el maquillaje de los músicos como la entrega de una audiencia que estaba disfrutando al máximo se mantuvieron inalterables, de modo que el quinteto alemán continuo desplegando todo su potencial sobre las tablas, recurriendo para exaltar, todavía más, el animo de una audiencia totalmente entregada los ritmos densos y pesadumbrosos de esa joya titulada “Edlyn”, que nos dejaría la faceta más netamente clásica de la banda junto a una soberana interpretación de Meister.

Debo admitir que antes del concierto tenía mis reservas sobre como aguantaría la voz de Meister a lo largo de todo el show, y aunque hay que admitir que durante el tramo final del concierto se vio al vocalista un tanto forzado en algunos momentos puntuales, lo cierto es que mantuvo un nivel bastante aceptable durante toda la velada, consiguiendo salir victorioso a la hora de  encarar durante  la recta final del show temas exigentes como el que da titulo a su debut “The Invocation”, que, como no podía ser de otra forma, fue precedido por los órganos eclesiásticos de “In The Chapel”, facturando así un final realmente incendiario que dejaría a la gente extasiada y con ganas de escuchar algún tema más.

No tardarían mucho tiempo en regresar sobre las tablas para dar el espaldarazo definitivo a su primera visita a tierras catalanas. Así que sin perder ni un ápice de ímpetu y conscientes de las excelentes impresiones que estaban dejando ante la parroquia metálica barcelonesa, los germanos regresaban a la carga con las pilas bien cargadas para espetarnos, casi por sorpresa, la oscura teatralidad de la pieza que cierra su primer largo “Evil Inheritance”. La ultima mirada a su material más primigenio llegaría de la mano de “The Headless Horseman”. Mientras que la encargada de rubricar una descarga verdaderamente imparable sería “Dying World”, cover de los americanos Pentagram.

Tras finalizar la primera liturgia metálica de  Attic en tierras catalanas la impresión generalizada de todos los presentes era la de haber visto a una banda con un gran potencial y que de cara al futuro está llamada a ofrecernos muy buenos momentos tanto en estudio como en directo. Sin duda siempre habrá quien opine que su puesta en escena y su estilo musical está excesivamente inspirado en los maestros daneses Mercyful Fate, pero lo cierto es que los alemanes demostraron tener tablas y material suficiente para hacerse un nombre por si mismos.



TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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