Sinónimo de vanguardia e innovación los
catalanes Ktulu han sido a lo largo de las últimas tres décadas un claro
ejemplo de evolución dentro del metal nacional. Nacidos al amparo de la primera
hornada de bandas thrashers en nuestro país, las huestes lideradas por el carismático e incombustible vocalista Willy
Espejo han sabido forjarse un estilo propio y personal, sobreponiéndose a los
cambios de formación y los vaivenes propios de la industria. Tras haber
defendido en los escenarios de todo el país las composiciones de su última obra
"Makinal" la formación volvía a presentarse en casa, con las pilas
bien cargadas, ilusiones renovadas y con el claro objetivo de rememorar las mejores
composiciones de una de sus obras más celebradas "Confrontación",
estrenando para ello una apabullante nueva formación.
Aunque en principio la cita estaba prevista
para la jornada del viernes en el Ateneo Popular de Nou Barris, cambios de
última hora propiciaron que el enclave escogido fuera la Sala Bóveda y que
finalmente la descarga se trasladara al sábado, contando con el apoyo para
abrir la velada de Sokritt y Hekatombe. Un ambiente algo gélido y una sala
todavía muy poco concurrida fue el panorama al que tuvieron que enfrentarse los
encargados de inaugurar la velada, Sokritt. La formación del Maresme además se
presentaba con el hándicap de tener que afrontar la descarga sin uno de sus
guitarristas, así que se vieron obligados a echar mano de la tecnología usando
alguna guitarra pregrabada. En los escasos treinta minutos que estuvieron sobre
las tablas el trío nos ofreció una buena muestra de su propuesta,
presentándonos algunas de las composiciones que formaron parte de su EP
homónimo grabado en los Recycle Estudios en 2012, dando rienda suelta a su
metal de corte vanguardista en piezas como "Personas De Desecho",
"Anulando Los Sentidos" o la más afilada e hiriente
"Anonimus".
Tampoco faltarían durante su actuación
algunas de las composiciones que la banda ha grabado recientemente y que
formarán parte de su próximo EP, como la pieza instrumental de apertura, o los
aromas etéreos y envolventes de "Resurgir", una habitual de sus
descargas que se convertiría en la antesala perfecta para la última pieza de su
show, "Tentación", en la que su vocalista y guitarrista, Ion Pereira,
nos sorprendió con sus constantes cambios de registro. En definitiva, pese a no
disponer de mucho tiempo, ni del apoyo de un público que prefirió retrasar su
entrada al recinto, no puede decirse que Sokritt facturaran una mala actuación,
dejando una buena muestra de su experiencia y su potencial.
Tras el habitual receso llegaba el turno
para el segundo acto de la noche, Hekatombe. Pese a que durante su andadura la
banda ha sufrido multitud de cambios en su “line-up”, lo cierto es que el
cuarteto catalán derrochó actitud y tablas, ofreciéndonos una descarga que
estuvo centrada en el material contenido en su debut "Evolution".
Ante una sala que poco a poco iba tomando colorido Hekatombe daban el
pistoletazo de salida a su show con los crujientes riffs de "Blanco
Humano", para rápidamente dejar paso a los aires más vanguardistas de
"En Tierra De Nadie", consiguiendo aunar a la perfección los
elementos electrónicos con ese “feeling” netamente metálico.
Además del doble ataque guitarrero que nos
propusieron Dani y Daltön , lo cierto es que el auténtico motor de la banda lo
constituyó la base rítmica formada por Max y el bajista zurdo Sergi, quienes
dieron un plus de intensidad y contundencia al áspero “groove” de "Empty
Your Mind". Dejando a un lado su faceta como guitarrista, Dani se
desprendería de su instrumento para concentrarse en su labor como vocalista a
lo largo de "Bienvenido A Mi Mundo", que fue una de las composiciones
que más gustaron a la audiencia, gracias a su contundencia y a la pegada de su
fulgurante estribillo.
El momento "cover" de su
actuación llegaría cuando la banda se embarcó en la versión del clásico de Pink
Floyd "The Wall", que quedó un tanto deslucida por la poca participación
de una audiencia excesivamente estática y expectante. Curiosamente, tendría
mucho mejor acogida "Salto Al Vacío", uno de sus temas más populares
y del que la banda ya grabara un video-clip hace unos meses. Mientras que la
elegida para cerrar su descarga sería la más thrashera e incisiva
"Hekatombe", con Dani dejando nuevamente su guitarra a un lado para centrarse
en su papel como “frontman”.
Aunque viendo el ambiente que se respiraba
en el local a primera hora de la tarde todo parecía indicar que la afluencia de
público sería un tanto escasa, lo cierto
es que tras las actuaciones de Sokritt y Hekatombe el recinto comenzó a
poblarse notablemente, y pese a que la sala no llegó a llenarse, sí que acabó
registrando una buena entrada. Mucha, muchísima, expectación había despertado
entre sus incondicionales el estreno en directo de este nuevo line-up de ktulu , que nos
presentaba a los ya habituales Franklin al bajo y Pako Y a los teclados y la
programación, junto a los nuevos fichajes, el guitarrista Asier Badiola y el
batería Riky Mena que completarían el equipo junto al retornado Pedro Sánchez
“Piter”. Como maestro de ceremonias contaríamos con el concurso del fundador de
la banda, Willy, quien sigue comandando el timón de la formación catalana.
En cuanto al repertorio que nos ofrecieron
Ktulu podría decirse que se centraron en el material facturado durante la
segunda mitad de la década de los noventa, concediendo un protagonismo estelar
a las composiciones de "Confrontación" y a las de su álbum homónimo
publicado en 1999. Pese a ello, tampoco quisieron dejarse en el tintero algún
fugaz recuerdo hacia el material contenido en su segundo trabajo "Orden
Genético",- del que precisamente se conmemora su vigésimo aniversario-, y
un par de piezas de su última obra "Makinal", mostrando así la
evolución y el recorrido que ha experimentado el sonido de la banda a lo largo
de los últimos veinte años. El arranque, como no podía ser de otra forma, fue
vibrante y arrollador con los matadores estribillos de "Pura Vida" haciendo
rugir intensamente al personal mientras la banda desplegaba todo su arsenal
metálico sobre las tablas. Y es que este estreno de la nueva formación, en casa
y ante su público, supuso una magnifica inyección de adrenalina para los
propios músicos que se mostraron pletóricos a la hora de proponernos la primera
incursión en "Confrontación", de manos de esa explícita denuncia
contra la violencia de género que es "El Latido Del Miedo".
Tras recibir la primera ovación de la noche
y después de que Willy nos diera las gracias por nuestra presencia llegaba el
momento de retroceder todavía más en el tiempo, concretamente hasta 1994 para rescatar
sus raíces más netamente thrasheras, apoyándose
para ello en la pieza de apertura de su segundo trabajo
"Mensaje Subliminal", que nos mostraba las excelentes aptitudes de
los nuevos miembros de la banda. Si algo ha caracterizado la carrera de Ktulu
es el espíritu crítico y reivindicativo de muchas de sus letras, y un claro
ejemplo llegaría cuando encararon un demoledor "Justicia", que nos
dejaría la imagen de un Willy completamente
desatado, moviéndose espasmódicamente sobre el escenario mientras escupía esa
ácida crítica que sigue conservando a día de hoy su plena vigencia.
Habiendo cuajado un primer tramo de
concierto verdaderamente abrumador, en el que la banda supo conectar con el público
y meterse a la gente en el bolsillo, era el momento de centrarse en sus
composiciones más recientes. Así que las encargadas de dar continuidad a la velada
serían dos de las piezas más representativas de "Makinal",
"Kontra Adicción", con las guitarras de Piter y Asier sonando
sangrantes y afiladas, y "Sadismo", que se convirtió en la excusa
perfecta para que los más animados se pusieran a botar mientras Willy convertía
la barra del local en una parte más del escenario.
Durante toda la descarga la banda hizo gala
de una excelente coordinación entre ellos, y en varias ocasiones pudimos ver
como intercambiaban guiños y bromas, creando un ambiente distendido que se
acabó trasladando a una audiencia que coreó el nombre de la formación en
repetidas ocasiones, propiciando que los músicos tuvieran que alargar los
parones entre tema y tema. Pese a ello, el ritmo fue intenso y vibrante,
haciendo que el público no tuviera apenas respiro a la hora de recibir
trallazos del calibre de "Alma.Limbo.Polis”, que marcaba el regreso sobre
su cuarto trabajo. Con Pako disparando los “samplers” desde su posición, en la
parte trasera del escenario, arrancaría un descomunal "Crisis De Fe",
en el que incluso algún espontáneo se subió al escenario para compartir la
letra con Willy.
Con toda la gente apoyando al máximo a una
banda totalmente enchufada la siguiente composición en hacer acto de presencia
sería "Hiperactividad", tras la que el propio vocalista se encargaría
de presentar a sus nuevos compañeros de viaje. Una nueva mirada a su
"Confrontación", nos allanaría el camino hacia la angustiosa
"Sutil Mutilación", con Willy encorvándose para sacar esos
característicos rugidos que se han convertido en seña de identidad de la banda.
A estas alturas del show el triunfo del sexteto era ya incontestable, de modo
que llegaba el momento de encarar el último segmento del show con
"Génesis" y la aplastante brutalidad de un apocalíptico "Tiempo
Hostil", para el que Pako abandonaría su posición para sumarse a sus
compañeros en una frenética sesión de "headbanging".
Otro de los momentos álgidos de la noche
llegaría con "Apocalipsis 25D", la composición que la banda aportó a
la banda sonora de "El Día De La Bestia", y que se ha convertido en
una pieza indispensable en todos sus directos, con la gente coreando el
estribillo mientras alzaba sus cuernos al aire a modo de invocación al maligno.
"Escarificación", última mirada a su trabajo de 1999, sería la
encargada de ponernos en sobre aviso de que el show daba sus últimos coletazos,
pero antes de dar por concluida su presentación todavía tendríamos tiempo de deleitarnos con las últimas dos gemas
extraídas de "Confrontación", una coreadísima "Biocontaminación",
con Pako desafiante cruzado de brazos y luciendo una llamativa máscara
anti-gas, antes de propiciarnos la
estocada definitiva con esa hipnótica y desquiciante "Delirium
Tremens", con la que cerraban por todo lo alto el primer capítulo de esta
nueva etapa. Mientras la banda recogía el aplauso y el cariño de sus incondicionales
todavía pudimos escuchar enlatada "Jinete Nocturno", que a modo de
"outro" sirvió para que el sexteto al completo saludara triunfalmente
desde el centro del escenario.
No creo que nadie ponga en tela de juicio la
trayectoria y la influencia que han
ejercido Ktulu dentro de la escena metálica nacional. Así que ahora con una
nueva formación y energías renovadas parece que Willy y sus muchachos están
dispuestos a recuperar el terreno perdido durante los últimos años.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS;CARLOS OLIVER
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