lunes, 18 de mayo de 2015

SKULL FIST+EVIL INVADERS-ROCKSOUND-BCN-12-MAY-2015




Si de algo puede vanagloriarse el heavy metal es de la fidelidad de sus seguidores.  Sólo así se explica que un reducido grupo de incondicionales se dieran cita en la Sala Rocksound de la Ciudad Condal el pasado 12 de Mayo para seguir la descarga de dos bandas emergentes y que puede decirse que todavía militan en el “underground” metálico, pese a estar  llamadas a ofrecernos muy buenos momentos de cara a los próximos años,  Evil Invaders y los canadienses Skull Fist. Y es que esta misma jornada de martes se disputaba el encuentro de vuelta de la máxima competición europea que enfrentaba al F.C. Barcelona y al Bayern de Munich. Pese a ello, unas cuantas decenas de fervientes “metalheads” optaron por dar la espalda al denominado deporte rey, decantándose por presenciar la soberana exhibición de velocidad, entrega y actitud heavy metalera que nos ofrecieron ambas formaciones.


Viejos conocidos de la parroquia metálica hispana, la de esta noche no era la primera aparición sobre nuestros escenarios  de la formación belga, y eso se percibió en el caluroso recibimiento que  obtuvieron. Si ya con la edición de su anterior E.P. homónimo, publicado hace un par de años, Evil Invaders  ya apuntaba maneras, la confirmación definitiva para este cuarteto procedente de la ciudad Leopolsburg llegaría hace tan sólo unos meses cuando ponían en circulación a través de la discográfica Napalm Records su abrumador debut “Pulses Of Pleasures”, una soberbia colección de composiciones en donde la banda dejaba patente su afición desmedida por la velocidad y su absoluta veneración  por el clasicismo propio de la N.W.O.B.H.M.

Pese a las reducidas dimensiones del escenario del Rocksound, el cuarteto optó por engalanarlo con un enorme telón de fondo con su logo,  además de dar ambiente con unas maquinas de humo, lo que junto al calor que hacia en el recinto convirtió la sala en un absoluto infierno. Dispuestos a quemarlo todo a su paso, Joe y sus muchachos asaltaron las tablas con el cuchillo entre los dientes dispuestos a no hacer prisioneros y someternos a todos a una fulgurante sesión de “headbanging”. Para salir victoriosos ante semejante envite  no dudaron en ofrecernos un detallado repaso a las composiciones de su debut, castigando inmisericordemente nuestras cervicales al ritmo de trallazos incontestables como “Fast, Loud ´n´Rude” o la primeriza “Driving Fast”, que a modo de declaración de intenciones servían para anticiparnos sus malignas intenciones.

Y es que durante toda su actuación el ritmo que imprimieron al show fue verdaderamente electrizante.  Y es que aunque quizás el sonido, en algunos momentos, dejó algo que desear, ya que la voz de Joe en ocasiones quedaba sepultada por el abrumador doble bombo del batería Senne Jacobs, la constante sucesión de riffs speed metaleros  a la que nos sometieron acabó propiciando que entre las primeras filas el ambiente se fuese caldeando. Conscientes del enorme potencial de sus composiciones los belgas no dudaron en someternos a la desquiciante vorágine que nos proponían en temas como “Pulse Of Pleasure” o “Shot To Paradise”

La otra vertiente del sonido de Evil Invaders, también tendría cabida al atacar la “maidenana” cabalgada contenida en “Starway To Heaven”. Mientras que para poner la nota mas genuinamente thrashera optaron por ofrecernos una rotunda versión del clásico de Exodus, “Fabulous Disaster”, convirtiendo la pista en un absoluto desparrame. La última mirada que nos ofrecieron sobre el material de su anterior Ep llegaría de la mano de “Victim Of Sacrifice”, con las guitarras del propio Joe y Max relevándose en una alocada carrera alrededor de los mástiles. Con la audiencia completamente rendida llegaba el momento de la despedida y para cerrar su actuación por todo lo alto el cuarteto belga dejaría que fueran los contundentes estribillos de “Mater Of Illusion”, los encargados de aunar las voces de todos los presentes. Juventud, experiencia y una actitud 100% descarada y arrolladora parecen los ingredientes perfectos para que esta banda se haga un merecido hueco dentro de la escena speed/thrash europea.

Durante muchos años Canadá fue conocida dentro del mundo del metal por ser la cuna de bandas como Anvil, Exciter o Annihilator, entre otros, pero durante los últimos años una nueva hornada de formaciones, encabezada por Striker, Cualdron o los protagonistas de la velada, Skull Fist, han hecho que al hablar del país norteño no sólo se haga referencia a viejas glorias de la década de los ochenta. Si en su anterior visita a esta misma sala la banda capitaneada por el incombustible y carismático Zach Slauguter ya dejó una fantástica impresión, en esta ocasión, más maduros, rodados y con un fantástico disco bajo el brazo como es “Chasing The Dream”, parecía que el cuarteto de Toronto tenia todos los elementos para marcarse una descarga verdaderamente antológica, pero lo cierto es que, personalmente, debo admitir que acabe un tanto contrariado, quizás debido a las altas expectativas que había puesto en su descarga.

De entrada lo primero que me sorprendió fue la total sobriedad de su set escénico, y más teniendo en cuenta el atrezo que habían aportado los encargados de abrir la velada, ya que únicamente unos llamativos pies  de micro con forma de cadenas,( que también utilizaron Evil Invaders), constituían el único adorno escénico que portaban. Tampoco les acabó de acompañar un sonido excesivamente pobre y poco matizado, que impidió que algunas de sus composiciones llegaran a alcanzar el nivel de intensidad y brillantez  que tienen en sus trabajos de estudio.

Pero dejando a un lado estas apreciaciones está claro que no se puede poner ningún tipo de pega a la actitud y la profesionalidad de una banda que lo dio todo en escena y que intentó hacer pasar un muy buen rato a sus incondicionales.  Casi por sorpresa nos pillaría el arranque con esa vertiginosa acometida que es “Sign Of The Warrior”, curiosamente se decantarían por abrir la descarga con una de las composiciones de su primer E.P. “Heavier Than Metal”, para acto seguido sumergirnos en las metaleras ambientaciones de la primeriza “Ride The Beast”, que servía para espolear al máximo a una audiencia deseosa de emociones fuertes.

Sin duda uno de los principales activos de la formación canadiense es el carisma y la personalidad que desprende su vocalista y guitarrista Zach Slaughter quien ejerció en todo momento  como “frontman” del cuarteto, liderando a sus compañeros y convirtiéndose en el nexo de unión perfecto entre banda y publico, logrando que temas como “Get Fisted”, disfrutaran del seguimiento y el apoyo que sin duda se  merecen. Debo admitir que me sorprendió que, a diferencia de lo que suele ser habitual, los canadienses  optaran por dejarnos caer todo su arsenal de material clásico durante los primeros compases del show, dejando completamente aparcadas las composiciones de su más reciente entrega “Chasing The Dream”. De modo que la velada prosiguió con el ímpetu roquero que imprimieron al sugerente  “Commit To Rock”, que fue el elegido  para que la banda levantara mínimamente el pie del acelerador para concentrarse en ponernos a todos a cantar sus hímnicos estribillos.

Con la gente cada vez más caliente llegaba el momento de que Zach nos atenazara con el penetrante riff de la pieza que daba titulo a su E.P. “Heavier Than Metal”, toda una declaración de principios que puede servir perfectamente para definir la propuesta del cuarteto canadiense, una guitarras agiles, una base rítmica portentosa y esa característica voz con algunos tonos en falsete que consigue que sus composiciones sean del agrado de todos los seguidores del clásico sonido de la N.W.O.B.H.M. Tras semejante ejercicio de nostalgia, por fin, llegaba el momento de centrar su objetivo en el material de nuevo cuño, de modo que la encargada de abrir el capitulo dedicado a “Chasing The Dream”, sería curiosamente la pieza que lo cierra, la marchosa “Mean Street Rider”, durante la que tendrían cabida esos contagiosos coros en los estribillos y un pequeño solo a cargo del batería  JJ Tartaglia.

Mucho más acelerada y speed metalera resultaría “Hour To Live”, con la banda pisando el acelerador al máximo para poner de manifiesto que son unos verdaderos maestros a la hora de imprimir a sus composiciones esa endiablada velocidad,  aunque sin perder en ningún momento esa orientación altamente melódica. Para los que prefieren esas estructuras más netamente ochenteras también tendría cabida la hard roquera “Bad For Good”, que se convertiría en el preámbulo perfecto para la orgia guitarrera contenida en la desquiciante “You´re Gonna Pay”, que para la ocasión contó con el paseo del guitarrista Johny Nesta a hombros del propio Slaughter.

Con el show dando sus ultimo coletazos llegaría el momento de otra rotunda demostración de poderío metálico, echando la vista atrás al material de su primer trabajo, rescatando ese delicioso “Head Öf The Pack”, que conseguiría que todos los presentes levantaran sus puños al aire para apoyar al máximo durante los estribillos. Tras abandonar por primera vez el escenario, no se demorarían en exceso en su retorno sobre las tablas para ofrecernos una composición que se ha convertido en una habitual en todas sus descargas, la versión de Angel Witch “Angel Witch”. Tras una nueva huida, la gente empezaría a corear insistentemente el nombre del cuarteto para que estos regresaran, una vez más al escenario, antes de despedirse de forma definitiva con otro cover, en esta ocasión, el  “Attack Attack” de los británicos Tokyo Blade.

Lo dicho, pese a la poca afluencia de público ambas formaciones nos ofrecieron sendos shows de gran altura. Aunque, en esta ocasión, creo que los que acabaron llevándose el gato al agua para convertirse en los indiscutibles triunfadores de la noche fueron los chicos de Evil Invaders.




TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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