AZRAEL
Si
durante la jornada del jueves mi atención había estado centrada en los
escenarios principales, de cara a esta jornada de Jueves, por lo menos durante
los primeros compases de la tarde, mi atención se centraría en el escenario
Mark Reale donde tenían programadas sus presentaciones algunas de nuestras
bandas más interesantes. Es por ello que decidí dejar a un lado las descargas
de Orphaned Land y Turisas para presenciar el directo de Azrael.
Veteranos
de la escena metálica granadina, en activo desde los inicios de la década de
los 90, el sexteto salió dispuesto a darlo todo y dejar una magnifica impresión
entre todos los que les han apoyado a lo largo de su longeva trayectoria.
Comandados por un espectacular Marc Riera, que facturó una descarga absolutamente
impecable, los andaluces se dedicaron en sus cincuenta minutos de show a
proponernos una mirada a toda su historia dejándonos unas magnificas dosis de
melodía en ese poderoso medio tiempo que es “Mas Alla Del Cielo”.
Tampoco
faltarían momentos más animado y cañeros como los que presidirían piezas como
“Sacrificio”, ni los amplios pasajes dominados por los teclados que encerraron
composiciones como “Castigo”, que fue una de las elegidas para representar a su
última entrega de 2014 “Código Infinito”. Pero sin duda serían temas más
antiguos como “Entre La Espada Y La Pared” de su “Futuro” las que mejor acogida
obtuvieron de manos de un publico muy entregado y participativo, que no dudó en
sumarse a las demandas de Marc a la hora de acompañar en cada uno de sus
estribillos.
Y es
que los andaluces supieron rentabilizar al máximo su tiempo, y se despacharon a
gusto con piezas como “Vuela” de su tercer trabajo “Mafia”, para posteriormente
dejar paso a “Para Mal O Para Bien”. Pese a su veteranía los granadinos
demostraron continuar impasibles al desaliento y sonaron fresco y potentes,
demostrando que no han perdido ni una pizca de ilusión.
ZENOBIA
Tras
la descarga de Azrael los elegidos para continuar la jornada en el escenario
Marc Reale eran una de las bandas más en forma dentro del panorama español, los
riojanos Zenobia. La formación capitaneada por el ahora vocalista Jorge Berceo
se ha consolidado en los últimos tiempos como una de las puntas de lanza del
metal nacional, tal y como lo atestiguan la calidad de sus últimos trabajos,
algo que les ha permitido no solo girar por nuestro país, sino embarcarse en un
periplo por el continente americano.
Conscientes
de su actual estado de gracia la formación riojana salió a escena luciendo una
llamativa indumentaria, y no me refiero al extravagante atuendo que suele
vestir su guitarrista, Víctor de Andrés,
-a medio camino entre Jack Sparrow y un excéntrico desmedido-, sino a los
maquillajes que cubrían los ojos, a modo de antifaz, de los miembros de la
banda. Como un torbellino y contando con el apoyo incondicional de su cada vez
mayor de incondicionales el cuarteto daba viaje a su travesía poniendo a todo
el mundo a botar al son de “La Legión Infernal”, que venia a rubricar la
excelente acogida que han tenido los últimos trabajos de la banda. Sin
ofrecernos ni un segundo de tregua la descarga proseguía con las palmas de
apoyo del respetable al anunciar Jorge una de las gemas contenidas en “Alma De
Fuego”, “Icaro”.
Resulta
evidente el acierto que ha supuesto que Jorge abandonara su faceta como
guitarrista para concentrarse en su papel como vocalista, ya que hemos ganado
un frontman con personalidad y con capacidad para enganchar a la audiencia, tal
y como quedo demostrado en piezas como “La Fiebre Del Oro”, que sirvió para que
el vocalista nos convirtiera en parte activa del show. Pero indudablemente uno
de los punto culminantes de su actuación llegaría con ese poderoso medio tiempo
denominado “El Sueño De Un Loco”, que en poco tiempo ha pasado a convertirse en
un nuevo clásico para todos los seguidores de los riojanos, gracias a ese tempo
denso y crujiente heredero de los mejores Accept.
Tampoco
faltarían temas más directos y adictivos como el incisivo “Lengua De
Serpiente”, o el recuerdo a su anterior trabajo “Supernova” de manos de
“Borrare Tu Nombre”, con la que conseguían que el recinto se viniera
literalmente abajo. Las referencias a los lobos de mar se dejarían notar a lo
largo de “Una De Piratas”, que el vocalista dedicó a su compañero a las seis
cuerdas. La sorpresa llegaría cuando Jorge anunció que la banda ya esta
trabajando en lo que será su próxima obra de estudio que llevara por nombre
“Alma De Fuego 2”.
Para
el tramo final de la descarga todavía tendríamos tiempos de deleitarnos con “La
Tormenta”, que una vez más volvió a ratificar la fantástica conexión entre
banda y público, mientras que la elegida para poner el colofón a sus cincuenta
minutos de show fue una celebradísima “Lo Llevo En La Sangre”. En resumen,
fantástica actuación de los riojanos que continúan creciendo como banda,
presentando en cada uno de sus conciertos su candidatura a ser una de las
bandas más grandes del metal nacional.
ROCK
ICONS
Lo
cierto es que en esta decima edición del Leyendas del Rock contaríamos con un
invitado que pocos esperábamos que hiciera acto de presencia, la lluvia. El
primero de los chaparrones de esta jornada de Viernes llegaría con la actuación
de Rock Icons. Bajo esta curiosa denominación se agrupaban dos de la voces más
elegante y reconocibles del hard rock internacional, Eric Martin de Mr. Big y el
incombustible Joe Lunn Turner. Pese a que en un principio estaban anunciadas la
presencia de Robin Beck y Steve Augeri, lo cierto es que al final no pudo ser.
El que si estuvo presente, poniendo la nota de clase y elegancia a muchas de
las composiciones que sonaron, fue el guitarrista Jorge Salan.
Con
ese aspecto de eterno jovenzuelo el encargado de abrir la descarga de Rock Icon
sería un sonriente Eric Martin que dio buena cuenta de clásicos de su banda,
Mr. Big., atacando de forma convincente y 100% roquera clásicos como “Daddy,
Brother, Lover Little Boy”, que animaban a la audiencia al máximo, o ese
fulgurante “Alive And Kickin”, que hacia que la gente se dejara la voz a la
hora de corear su pegadizo estribillo.
Entre
gestos de complicidad y buen rollo el vocalista americano seria el encargado de
entregar el testigo al legendario Joe Lynn Turner quien rápidamente se entregó
a los clásicos de Rainbow, firmando una impecables interpretaciones de “Death
Allay Driver”. Parapetado en su habitual indumentaria, completamente vestido de
negro y ataviado con sus inseparables gafas de sol, el vocalista demostró estar
en un buen estado de forma, dejando muestras de su clase y elegancia al abordar
piezas como “Streets Of Dreams”. Mencion especial merece el trabajo de un
sobrio Salan quien se supo defender con clase y distinción el legado de ese
gran maestro entre los guitarrista que es Richie Blackmore.
Curiosamente
seria cuando el combo atacó las piezas más conocidas de Rainbow cuando la
lluvia arreció sobre el recinto, algo así como si fuera la maldición de
Blackmore, ya que fue al atacar piezas legendarias como “Spotlight Kid” o “ I
Surrender”, cuando la lluvia arreció con fuerza para que viviéramos uno de los
momentos más épicos del festival, con la gente botando y cantando bajo un buen chaparrón.
Aun
regresaría el carismático Eric Martin para ofrecernos una segunda tando de
material de Mr. Big, en esta ocasión conformado por el mega-hit “To Be With
You”, el marchoso “Gotta Love The Rid”, y el eléctrico “Just Take My Heart”.
Para el final todavía nos quedarían fuerzas suficientes para cantar todos al
unísono “The Man Of The Silver Mountain”, “Smoke On The Water” y ese tributo al
maestro Dio que significó “Long Live Rock N Roll”, con el que se ponía fin a
una actuación que se hizo realmente corta.
EDGUY
Tras apaciguarse el viento y el
agua que acompañaron la actuación de
Rock Icons les llegaba el turno a los alemanes Edguy. Precisamente, sería a
causa de ese inoportuno aguacero que los de Fulda no pudieron lucir el enorme
telón trasero que traían para engalanar el escenario, ya que debido al fuerte
viento optaron por no colgarlo. Debo admitir que he sido seguidor de la banda
de Tobias Sammet desde su primera visita a nuestro país acompañando a los
suecos Hammerfall, y lo cierto es que durante todos estos años he podido verles
conciertos realmente brillantes y otros bastantes discretos. Pero haciendo
balance de su trayectoria, creo que la madurez les ha sentado muy bien,
especialmente a un Tobias Sammet que ha aprendido con el paso de los años a
administrar sus recursos como vocalista, evitando esos incomprensibles
altibajos a los que nos tenia acostumbrados durante los primeros años de su
carrera.
Como siempre, simpáticos,
marchosos y contundentes los chicos de Edguy se presentaban sobre el escenario
Azucena con el objetivo claro de hacernos pasar un buen rato, proponiéndonos un
detallado repaso por los mejores momentos de su catálogo junto a alguna incursión en su última entrega “Space
Police-Defenders Of The Crown”. Evidentemente, una de las claves del éxito para
la formación germana es la estabilidad que la banda ha alcanzado desde la
inclusión en 1998 de la base rítmica formada por el batería Felix Bohnke y el
bajista Tobias Exxel, formando un equipo que se ha mantenido inalterable desde
entonces. El otro factor que convierte en especial a una banda como Edguy es la
particularidad de tener entre sus filas a un vocalista como Sammet, un buen
cantante pero ante todo un excelente “showman”, capaz de manejar a la audiencia
a su antojo consiguiendo convertir cada concierto en una auténtica fiesta.
Aunque muchos piensan que la banda
ya ha vivido sus mejores momentos, el quinteto apareció en escena sonando
contundente y muy compacto, dando cancha a uno de los temas de su última
entrega “Love Tyger”, demostrando el enorme calado que ha tenido “Space
Police-Defenders Of The Crown” entre sus incondicionales. Como era previsible
todas las miradas recayeron sobre un Sammet que, ataviado con una chaqueta
larga y aferrado firmemente a su pie de micro, se dedicó a recorrer
incansablemente el escenario buscando las muestras de apoyo y complicidad de
sus seguidores mientras sus compañeros, siempre en un discreto segundo plano,
se mostraban en un excelente estado de forma. Tras unos fugaces saludos llegaba
el momento de inundar de épica el recinto, recurriendo para ello a uno de los temas más intensos y potentes de su
discografía “Tears Of A Mandrake”, que fue la elegida para que Sammet nos
ofreciera su primer gran alarde vocal.
No faltaron las bromas sobre la
atípica climatología de esta tarde-noche de verano durante el arranque de “Lovatory Love
Machine”, con la base rítmica marcando decididamente el paso antes de la
rotunda entrada de las guitarras de Jens Ludwing y Dirk Sauer. Sería
precisamente durante este tema cuando Sammet se erigió como ese animador que
siempre ha sido, dividiendo a la audiencia en dos sectores para hacernos cantar
de forma sucesiva durante varios minutos. Tras recibir una estruendosa ovación
y bromear sobre las habilidades amatorias del batería Felix Bohnke, llegaba el
momento de ofrecernos la segunda y última muestra de su más reciente trabajo de
manos de la pegadiza “Space Police”, que se convertiría en la excusa perfecta
para que la gente volviera a entonar su melodía a la vez que movía los brazos
de izquierda a derecha.
Pero para el que suscribe los
mejores momentos de la descarga de Edguy llegarían durante el tramo central del show,
cuando la banda se centró en ofrecernos una buena muestra de su pasado más
netamente powermetalero. Y es que la
química entre banda y público fue verdaderamente asombrosa al intuir el
respetable la conocida melodía del hímnico “Vain Glory Opera”, la pieza que les puso en el mapa allá por 1998. No sería
esta la única sorpresa que el quinteto nos tenia preparada a sus fans más
veteranos, ya que la siguiente en hacer acto de presencia sería la poderosa
cabalgada contenida en “Babylon”, con un Sammet verdaderamente exultante y con
una banda totalmente enchufada que nos hizo revivir durante unos minutos la
magia de los “mejores Helloween” de la década de los 80.
El homenaje de Sammet hacia su
persona llegaría con la cachonda presentación de la desenfadada “Superheroes”,
que fue tarareada como todo un himno por sus incondicionales. Mientras que la
encargada de poner el punto de reposo al show sería la más comedida y elegante
“Save Me”, con la que demostraban que además de darle caña a su doble bombo los
alemanes son unos excelentes interpretes a la hora de adentrarse en terrenos
más baladísticos y hardroqueros. Aunque, personalmente, no me gustó que
alargaran en exceso algunos de los temas, -dejando cantar demasiado al público-,
lo cierto es que temas como “Fucking With Fire (Hair Force One)”, sirvieron
para rubricar que Edguy siguen
conservando una buena base de fieles devotos. Así que cuando la banda anunció
el último tema de la noche “King Of Fools”, los gritos de euforia y aprobación
fueron ensordecedores, respaldando al máximo a una banda que sigue su andadura
de forma implacable y que, aunque parezca mentira, va camino de cumplir sus
primeros veinticinco años de vida.
THE DARKNESS
Sin
duda su irrupción en el panorama musical a principios de este siglo XXI fue
todo un shock para los amantes del hard rock, ya que la banda británica aunaba
bajo su etiqueta el sello de clasicismo roquero junto a la fuerza, la imagen y
la personalidad de un vocalista único e imposible de catalogar como es Justin Hawkins, algo así como un cruce entre Freddie
Mercury, Mick Jagger y David Bowie. Desafortunadamente los excesos acabaron
pasando factura y lo que empezó con un exitoso trabajo como fue “Permission To
Land”, -del que se vendieron más de 4 millones de copias-, y una más que convincente secuela “One Way
Ticket To Hell… And Back”, se acabó disipando lentamente.
Tras
pasar una larga temporada recuperándose de sus adicciones Justin Hawkins
regresaba junto a su hermano Dan para retomar la historia, y en 2012 se ponía
en circulación el álbum de regreso del cuarteto “Hot Cakes”, al que acompañó su
correspondiente gira. Pues bien, con una banda que parece querer recuperar el
fuelle y la energía de sus primeros días, los británicos arribaban al escenario
De La Rosa dispuestos a presentar algunas de las composiciones de su nuevo
trabajo “Last Of Our Kind”, que vio la luz a principios del pasado mes de
Junio.
Debo
admitir que, teniendo en cuenta que los británicos no son el típico grupo que
uno se esperaría encontrar en un cartel como el del Leyendas, tenía mucha
curiosidad por ver que tal reacción tendría el público con ellos, y lo cierto
es que los que nos acercamos a presenciar su actuación acabamos pasándolo en
grande, gracias al desparpajo e histrionismo de Justin y a una soberbia colección de
canciones, ya que la mayoría del repertorio estuvo centrado en el material de “Permission
To Land”, del que interpretaron hasta siete composiciones.
Tal
y como esperábamos, los británicos no defraudaron en cuanto a sus indumentarias
de directo, y se presentaron con unas coloristas y llamativas vestimentas para
abrir la descarga al ritmo del primer clásico de la noche “Black Shuck”. Desde
los primeros compases del show pudimos apreciar que Justin sigue siendo el auténtico motor de la banda, se mueve por el
escenario con total soltura, interactúa con las primeras filas, se cuelga la
guitarra para ejecutar los solos de muchos de los temas, y no para de animar a
las primeras filas. Así que tras
levantar el ánimo de la parroquia con el primer recuerdo a su millonario debut
llegaba el momento de presentarnos una de sus nuevas composiciones “Open Fire”,
que resultó la excusa perfecta para que Justin se marcara los primeros de pasos
de baile con su guitarra colgada al cuello.
Pero
dejando a un lado las excentricidades del vocalista, lo cierto es que a Justin
le acompaña una banda de auténticas garantías. Y es que aunque el vocalista se
llevara todas las miradas en escena, el encargado de mantener ese sonido y
espíritu 100% roquero fue su hermano Dan, que fue quien atacó con absoluta
convicción los riffs de temas como “Growing On Me”, que nos dejaría esa interminable colección de histriónicos
falsetes, o la más novedosa “Mudslide”.
Durante
todo el show la conexión entre banda y público fue realmente impactante, y más
cuando al frente del timón hubo un auténtico showman como Justin. Pese a ello,
sus compañeros también gozaron de su momento de protagonismo, como cuando el bajista
Frankie Poullain se encargó de aporrear su cencerro para dar la entrada al tema
que abría su segunda entrega “One Way
Ticket”, consiguiendo que todo el mundo se sumara a cantar sus vitalistas
estribillos. Durante los primeros compases del show el viento había impedido
que se alzara el telón que tenía que presidir el escenario, así que fue justo antes de la presentación de
“Get Your Hands On Off”, que nos dejaría la acrobática imagen de Justin cabeza abajo dando palmas
con los pies, cuando acompañado por los cánticos de la gente se acabó de izar la lona con el logo de la banda que se situaría tras la batería de Rufus Tiger
Taylor.
Con
la gente completamente enloquecida llegaba el momento de una nueva ración de su
última entrega discográfica de manos de “Roaring Waters”, que bajó un poco un
nivel de intensidad que volvería a repuntar rápidamente cuando el respetable reconoció
los primeros acordes de “Love Is Only A Feeling”. Con Dan ejerciendo como líder
indiscutible de la banda y llevando los galones de mando llegaba el momento de
seguir presentando nuevas composiciones y la elegida sería “Barbarian”, que nos
volvía a reencontrar con su faceta más ácida y psicodélica.
Para
la recta final del show los británicos nos tenían reservada todo su artillería
pesada. Un coreadísimo y celebradísimo “Giving Up”, que nos supo a todos a
gloria y que sonó verdaderamente matador, sería el elegido para acabar dejando paso a los aires más marcadamente metaleros de
“Street Spirit”, que se convertiría en la
piezas más agresivas de la noche.
Acompañado
de los cánticos de la audiencia y ataviado con unos diminutos pantalones cortos
y una camiseta del festival Justin
regresaba sobre el escenario para ofrecernos una ultima muestra del potencial
roquero de su banda. Siendo la elegida para dar el pistoletazo de salida a los
bises una rabiosa “Stuck In A Rut”, con la que pondría a las primeras filas a
dar palmas para convertirse en la antesala perfecta de “I Believe In A Thing
Called Love”. Con banda y público completamente conectados el último fogonazo
de la banda de los hermanos Hawkins llegaría de la mano de una delirante
versión de “Love On The Rocks”, con paseo de Justin entre la multitud, sin
dejar de tocar su instrumento, para
firmar un final apoteósico.
The
Darkness no han inventado nada, no son los mejores músicos del planeta, pero
tienen unos temas con gancho y pegada, que resultan ideales para el directo.
Pero ante todo cuenta con la locura y la genialidad de un personaje como Justin
Hawkins.
WARCRY
Tras
su accidentada aparición en Rock Fest Bcn, las huestes comandadas por Victor
García tenían ocasión de quitarse la espinita, para ello la banda se presentaba
en su festival, el Leyendas, para conmemorar su décima aparición. Para ello la
banda había decidido optar por un repertorio confeccionado por los fans a base
de una votación a través de las redes sociales.
Conscientes
de la importancia de esta descarga, los asturianos retrasaron mínimamente su
aparición sobre las tablas para
comprobar que en esta ocasión no hubiera ninguna clase de fallo técnico ni de
sonido que enturbiara su presentación. Pese a ello, el sonido no fue todo lo
brillante que nos hubiera gustado. El arranque como viene siendo habitual desde
que la banda publicara su ultima entrega “Inmortal” llegó de la mano de la
explosión de melodía y contundencia contenida en “Quiero Oírte”, que nos
dejaría unas vistosas fuentes de fuego que dieron colorido a un prometedor
arranque.
Aunque
la banda contó en todo momento con el apoyo incondicional de sus seguidores, lo
cierto es que la voz de Víctor no sonó tan nítida y potente como en anteriores
ocasiones, pero para contrarrestarlo la
banda descargó un repertorio absolutamente matador, a la medida de la mayoría
de sus seguidores que fueron los que se encargaron de confeccionarlo. De modo
que durante el show no faltarían favoritas como “Luz Del Norte” o “Contra El
Viento”, en la que los teclados tendrían un protagonismo desbordante.
Los
momentos más épicos de la velada llegarían con “Alejando”, que fue la elegida
como preámbulo para la llegada de “El Anticristo”, una de las más celebradas de
la velada, ya que la banda hacia bastante tiempo que no la incluía en sus
directos. Igualmente bien recibida, pero sin tanta efusividad, fue “Huelo El
Miedo”, que volvía a centrar nuestro objetivo entre el material más reciente
del quinteto. Y como imprescindibles en cualquier concierto de los asturianos
no faltaría esa coreadísima e hímnica “Capitan Lawrence”.
El
momento acústico de la noche lo pondría una sentida y relajada interpretación
de “Nana”, que curiosamente no acabó de convencer a algunos de sus seguidores
por el formato acústico escogido. Pero rápidamente el feeling y la intensidad
se recuperarían con las fulgurantes acometidas de “Caballo De Troya” y la
inyección de animo y buen rollo que desplegó la banda con “Tú Mismo”.
Como
si de una quimera se tratara la banda volvería a presentar sus mejores galas
para postularse como los candidatos perfectos a ocupar el “Trono Del Metal”,
con Víctor, ahora si, inconmensurable y rayando a su mejor nivel. Mientras que
la elegida como cierre definitivo sería “Hoy Gano Yo”. Diez años, la historia
de los asturianos está ligada indisolublemente a la del Leyendas, tanto la banda como el propio
festival han ido creciendo de la mano. Así que mientras el Leyendas se ha
convertido en una cita ineludible para
todos los amantes del heavy metal, Warcry se han convertido en un bastión inexpugnable
de nuestra escena.
DORO
Como
todo acontecimiento que se precie esta décima edición del festival Leyendas Del
Rock tenía que contar con una madrina de altura, y que mejor elección si
hablamos de heavy metal que la única e indiscutible reina del metal, la
incombustible y carismática Doro Pesh. Querida y respetada por varias
generaciones de metaleros, la pequeña vocalista de Düsseldorf se ha ganado a
pulso un hueco en el corazón de todos
los seguidores del estilo. Y es que desde que debutara en 1984 con aquel mítico
“Burning The Witches”, junto a sus compañeros de Warlock, la carrera de la
vocalista ha sido fulgurante, siempre en primera línea de fuego y ofreciendo
unos directos verdaderamente demoledores.
Acogida
con absoluta veneración por la parroquia metálica nacional y con un vistoso
telón que engalanaba el escenario para la ocasión, la banda salía absolutamente
desatada con la primeriza “I Rule The Ruins”, sonando fuerte, compacta y con
mucha potencia, incluso me atrevería a decir que un tanto acelerados, tal y
como pudimos comprobar en esos atropellados y algo descoordinados coros que
marcaron la pieza de apertura. Habiendo roto el hielo con un clásico inapelable
de la etapa de Warlock, la mirada al pasado proseguiría con otro himno incontestable
de la década de los ochenta como “Burning The Witches”, con el que la banda ya
más asentada y con la inestimable ayuda del publico sonó verdaderamente
abrumadora.
Sonriente,
simpática y siempre atenta para complacer a sus incondicionales, Doro se mostró
en un excelente estado de forma, ejerciendo como la fantástica frontwoman que
es, moviéndose incansablemente por el escenario mientras cedía a las primeras
filas unas altas cuotas de protagonismo, tal y como sucedió con “Fight For
Rock”, que fue la elegida para poner el punto y seguido a la primera trilogía
de material verdaderamente clásico.
Ante
semejante exhibición de artillería pesada en el arranque, el contraste lo
pondría una de las piezas más efectivas que la vocalista ha facturado a lo
largo de los últimos años “Raise Your Fist In The Air”, que lejos de provocar
que los ánimos se aplacaran entre la audiencia continuó manteniendo la fiesta
en todo lo alto, para acabar dejando paso al explosivo y épico “Metal Racer”,
que nos proponía un nuevo guiño al material de su ex_banda. El primer momento
de relativa calma llegaría cuando la penumbra se adueñó del escenario antes de
sumergirnos en ese sugerente y elegante
“The Night Of The Warlock”, que sería el responsable de que las primeras filas
se pusieran a dar palmas acompañando sus primeros compases antes de que todos
aunáramos nuestras voces siguiendo los dictados de una imparable Doro.
Pese
a que durante todo el show el sonido fue bastante bueno, el combo alemán no se
libro de algunos pequeños problemas a lo largo del mítico “Für Immer”. La
encargada de retomar el “feeling” más netamente hard roquero que estaba
llevando el show hasta ese momento sería “Metal Tango”, que recogió una de las
mayores ovaciones de la noche y que se acabaría convirtiendo en el preámbulo
perfecto para una nueva retahíla de clásicos, en esta ocasión, conformada por
gemas indiscutibles dentro del catálogo de la vocalista como “Burn It Up”, que
nos ponía a todos a saltar, la acaparadora “Revenge”, que representaba una
nueva escala en su más reciente entrega discográfica, y el incombustible “True
As Steel”, convertida con el paso de los años en todo un himno para la
parroquia metalera.
Como
siempre la vocalista quiso tener un guiño para sus mas veteranos y fieles
seguidores acordándose de su primera visita a nuestro país, todavía en las
filas de Warlock, en 1986 cuando la banda se presentó acompañando a Judas
Priest. Precisamente e hilándolo con lo anterior la incombustible vocalista
aprovechó el speech para que sirviera como presentación de su particular versión
del clásico de los británicos “Breaking The Law”, que como no podía ser de otra
manera acabó convirtiendo el recinto en una verdadera fiesta con toda la
audiencia gritando ensordecedoramente su fulgurante estribillo.
Los
últimos cartuchos de la descarga de Doro estarían protagonizada por el
irrepetible “All We Are”, impresionante ver la respuesta del público que
acompañó el tema como si le fuera la vida en ello, para poner el broche
definitivo con otro guiño a su pasado, concretamente con una fulgurante versión
de “Hellbound”. En definitiva, muchos serán los que repitan la cantinela de que
la vocalista de Düsseldorf viene cada año a nuestro país, pero lo cierto es que
mientras siga ofreciéndonos unos
directos tan salvajes y desbordantes de actitud puede venir las veces que crea
oportuno, la estaremos esperando. Una vez más ¡Grande Doro!
Antes
de dar con concluida está jornada de Sábado todavía tendríamos tiempo de
deleitarnos con la nueva encarnación de los madrileños SARATOGA, quienes
continúan dando rienda suelta a su exitosa gira de regreso con la formación
compuesta por Dani, Tete, Nicko y Jero. Además de repasar algunos de los temas
más emblemáticos de su longeva
trayectoria como “A Sangre Y Fuego”, “Ángel De Barro”, e incluso “Mi Ciudad”,
de la etapa con Gabi Bohente al frente, los madrileños anunciaron su intención
de grabar un nuevo trabajo de estudio. Pese a que el sonido no estuvo a la
altura del prestigio de una banda como Saratoga lo cierto es que trallazos incontestables
como “Heavy Metal” o “Las Puertas Del Cielo””, sirvieron para calentar el animo
de sus fervientes seguidores. Quizás el único luna para una actuación muy
destacable fue la interpretación de “Si Amaneciera”, que personalmente no acabó
de convencerme, ya que perdió algo de dramatismo e intensidad.
Para
cerrar los escenarios principales contaríamos con una de las bandas que mas
tirón están teniendo en los últimos tiempos si hablamos de heavy metal
nacional, ALQUIMIA. Ya en la edición del año pasado la nueva aventura del
guitarrista Alberto Rionda dejaron unas magnificas sensaciones con su
espectacular descarga en el escenario Mark Reale. Así que de cara a esta décima
edición el quinteto repetía en el incomparable marco de uno de los grandes escenarios.
Más maduros y perfectamente conjuntados Alquimia dieron un show verdaderamente
apoteósico, capitaneados por un Israel, al que ahora se ve mucho más maduro y
asentado. Alquimia además de repasar algunos de los grandes himnos contenidos
en su debut como “El Lobo Y El Arca” o
“Divina Providencia”, junto a algunos de los clásicos de la etapa de Rionda en Avalanch como “Xana” y ”Torquemada”, no
quisieron desaprovechar la ocasión para ofrecernos alguna pequeña muestra del
material que formara parte de su próximo trabajo, presentándonos un tema nuevo “Sol
Negro”, que dejó unas fantásticas sensaciones entre todos los presentes.
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