martes, 18 de agosto de 2015

LEYENDAS DEL ROCK-VILLENA-7-AGO-2015


AZRAEL

Si durante la jornada del jueves mi atención había estado centrada en los escenarios principales, de cara a esta jornada de Jueves, por lo menos durante los primeros compases de la tarde, mi atención se centraría en el escenario Mark Reale donde tenían programadas sus presentaciones algunas de nuestras bandas más interesantes. Es por ello que decidí dejar a un lado las descargas de Orphaned Land y Turisas para presenciar el directo de Azrael.


Veteranos de la escena metálica granadina, en activo desde los inicios de la década de los 90, el sexteto salió dispuesto a darlo todo y dejar una magnifica impresión entre todos los que les han apoyado a lo largo de su longeva trayectoria. Comandados por un espectacular Marc Riera, que facturó una descarga absolutamente impecable, los andaluces se dedicaron en sus cincuenta minutos de show a proponernos una mirada a toda su historia dejándonos unas magnificas dosis de melodía en ese poderoso medio tiempo que es “Mas Alla Del Cielo”.

Tampoco faltarían momentos más animado y cañeros como los que presidirían piezas como “Sacrificio”, ni los amplios pasajes dominados por los teclados que encerraron composiciones como “Castigo”, que fue una de las elegidas para representar a su última entrega de 2014 “Código Infinito”. Pero sin duda serían temas más antiguos como “Entre La Espada Y La Pared” de su “Futuro” las que mejor acogida obtuvieron de manos de un publico muy entregado y participativo, que no dudó en sumarse a las demandas de Marc a la hora de acompañar en cada uno de sus estribillos.

Y es que los andaluces supieron rentabilizar al máximo su tiempo, y se despacharon a gusto con piezas como “Vuela” de su tercer trabajo “Mafia”, para posteriormente dejar paso a “Para Mal O Para Bien”. Pese a su veteranía los granadinos demostraron continuar impasibles al desaliento y sonaron fresco y potentes, demostrando que no han perdido ni una pizca de ilusión.


ZENOBIA

Tras la descarga de Azrael los elegidos para continuar la jornada en el escenario Marc Reale eran una de las bandas más en forma dentro del panorama español, los riojanos Zenobia. La formación capitaneada por el ahora vocalista Jorge Berceo se ha consolidado en los últimos tiempos como una de las puntas de lanza del metal nacional, tal y como lo atestiguan la calidad de sus últimos trabajos, algo que les ha permitido no solo girar por nuestro país, sino embarcarse en un periplo por el continente americano.

Conscientes de su actual estado de gracia la formación riojana salió a escena luciendo una llamativa indumentaria, y no me refiero al extravagante atuendo que suele vestir  su guitarrista, Víctor de Andrés, -a medio camino entre Jack Sparrow y un excéntrico desmedido-, sino a los maquillajes que cubrían los ojos, a modo de antifaz, de los miembros de la banda. Como un torbellino y contando con el apoyo incondicional de su cada vez mayor de incondicionales el cuarteto daba viaje a su travesía poniendo a todo el mundo a botar al son de “La Legión Infernal”, que venia a rubricar la excelente acogida que han tenido los últimos trabajos de la banda. Sin ofrecernos ni un segundo de tregua la descarga proseguía con las palmas de apoyo del respetable al anunciar Jorge una de las gemas contenidas en “Alma De Fuego”, “Icaro”.

Resulta evidente el acierto que ha supuesto que Jorge abandonara su faceta como guitarrista para concentrarse en su papel como vocalista, ya que hemos ganado un frontman con personalidad y con capacidad para enganchar a la audiencia, tal y como quedo demostrado en piezas como “La Fiebre Del Oro”, que sirvió para que el vocalista nos convirtiera en parte activa del show. Pero indudablemente uno de los punto culminantes de su actuación llegaría con ese poderoso medio tiempo denominado “El Sueño De Un Loco”, que en poco tiempo ha pasado a convertirse en un nuevo clásico para todos los seguidores de los riojanos, gracias a ese tempo denso y crujiente heredero de los mejores Accept.

Tampoco faltarían temas más directos y adictivos como el incisivo “Lengua De Serpiente”, o el recuerdo a su anterior trabajo “Supernova” de manos de “Borrare Tu Nombre”, con la que conseguían que el recinto se viniera literalmente abajo. Las referencias a los lobos de mar se dejarían notar a lo largo de “Una De Piratas”, que el vocalista dedicó a su compañero a las seis cuerdas. La sorpresa llegaría cuando Jorge anunció que la banda ya esta trabajando en lo que será su próxima obra de estudio que llevara por nombre “Alma De Fuego 2”.

Para el tramo final de la descarga todavía tendríamos tiempos de deleitarnos con “La Tormenta”, que una vez más volvió a ratificar la fantástica conexión entre banda y público, mientras que la elegida para poner el colofón a sus cincuenta minutos de show fue una celebradísima “Lo Llevo En La Sangre”. En resumen, fantástica actuación de los riojanos que continúan creciendo como banda, presentando en cada uno de sus conciertos su candidatura a ser una de las bandas más grandes del metal nacional.

ROCK ICONS

Lo cierto es que en esta decima edición del Leyendas del Rock contaríamos con un invitado que pocos esperábamos que hiciera acto de presencia, la lluvia. El primero de los chaparrones de esta jornada de Viernes llegaría con la actuación de Rock Icons. Bajo esta curiosa denominación se agrupaban dos de la voces más elegante y reconocibles del hard rock internacional, Eric Martin de Mr. Big y el incombustible Joe Lunn Turner. Pese a que en un principio estaban anunciadas la presencia de Robin Beck y Steve Augeri, lo cierto es que al final no pudo ser. El que si estuvo presente, poniendo la nota de clase y elegancia a muchas de las composiciones que sonaron, fue el guitarrista Jorge Salan.

Con ese aspecto de eterno jovenzuelo el encargado de abrir la descarga de Rock Icon sería un sonriente Eric Martin que dio buena cuenta de clásicos de su banda, Mr. Big., atacando de forma convincente y 100% roquera clásicos como “Daddy, Brother, Lover Little Boy”, que animaban a la audiencia al máximo, o ese fulgurante “Alive And Kickin”, que hacia que la gente se dejara la voz a la hora de corear su pegadizo estribillo.

Entre gestos de complicidad y buen rollo el vocalista americano seria el encargado de entregar el testigo al legendario Joe Lynn Turner quien rápidamente se entregó a los clásicos de Rainbow, firmando una impecables interpretaciones de “Death Allay Driver”. Parapetado en su habitual indumentaria, completamente vestido de negro y ataviado con sus inseparables gafas de sol, el vocalista demostró estar en un buen estado de forma, dejando muestras de su clase y elegancia al abordar piezas como “Streets Of Dreams”. Mencion especial merece el trabajo de un sobrio Salan quien se supo defender con clase y distinción el legado de ese gran maestro entre los guitarrista que es Richie Blackmore.

Curiosamente seria cuando el combo atacó las piezas más conocidas de Rainbow cuando la lluvia arreció sobre el recinto, algo así como si fuera la maldición de Blackmore, ya que fue al atacar piezas legendarias como “Spotlight Kid” o “ I Surrender”, cuando la lluvia arreció con fuerza para que viviéramos uno de los momentos más épicos del festival, con la gente botando y cantando bajo un buen chaparrón.

Aun regresaría el carismático Eric Martin para ofrecernos una segunda tando de material de Mr. Big, en esta ocasión conformado por el mega-hit “To Be With You”, el marchoso “Gotta Love The Rid”, y el eléctrico “Just Take My Heart”. Para el final todavía nos quedarían fuerzas suficientes para cantar todos al unísono “The Man Of The Silver Mountain”, “Smoke On The Water” y ese tributo al maestro Dio que significó “Long Live Rock N Roll”, con el que se ponía fin a una actuación que se hizo realmente corta.

EDGUY


Tras apaciguarse el viento y el agua  que acompañaron la actuación de Rock Icons les llegaba el turno a los alemanes Edguy. Precisamente, sería a causa de ese inoportuno aguacero que los de Fulda no pudieron lucir el enorme telón trasero que traían para engalanar el escenario, ya que debido al fuerte viento optaron por no colgarlo. Debo admitir que he sido seguidor de la banda de Tobias Sammet desde su primera visita a nuestro país acompañando a los suecos Hammerfall, y lo cierto es que durante todos estos años he podido verles conciertos realmente brillantes y otros bastantes discretos. Pero haciendo balance de su trayectoria, creo que la madurez les ha sentado muy bien, especialmente a un Tobias Sammet que ha aprendido con el paso de los años a administrar sus recursos como vocalista, evitando esos incomprensibles altibajos a los que nos tenia acostumbrados durante los primeros años de su carrera.

Como siempre, simpáticos, marchosos y contundentes los chicos de Edguy se presentaban sobre el escenario Azucena con el objetivo claro de hacernos pasar un buen rato, proponiéndonos un detallado repaso por los mejores momentos de su catálogo junto a  alguna incursión en su última entrega “Space Police-Defenders Of The Crown”. Evidentemente, una de las claves del éxito para la formación germana es la estabilidad que la banda ha alcanzado desde la inclusión en 1998 de la base rítmica formada por el batería Felix Bohnke y el bajista Tobias Exxel, formando un equipo que se ha mantenido inalterable desde entonces. El otro factor que convierte en especial a una banda como Edguy es la particularidad de tener entre sus filas a un vocalista como Sammet, un buen cantante pero ante todo un excelente “showman”, capaz de manejar a la audiencia a su antojo consiguiendo convertir cada concierto en una auténtica fiesta.

Aunque muchos piensan que la banda ya ha vivido sus mejores momentos, el quinteto apareció en escena sonando contundente y muy compacto, dando cancha a uno de los temas de su última entrega “Love Tyger”, demostrando el enorme calado que ha tenido “Space Police-Defenders Of The Crown” entre sus incondicionales. Como era previsible todas las miradas recayeron sobre un Sammet que, ataviado con una chaqueta larga y aferrado firmemente a su pie de micro, se dedicó a recorrer incansablemente el escenario buscando las muestras de apoyo y complicidad de sus seguidores mientras sus compañeros, siempre en un discreto segundo plano, se mostraban en un excelente estado de forma. Tras unos fugaces saludos llegaba el momento de inundar de épica el recinto, recurriendo para ello a  uno de los temas más intensos y potentes de su discografía “Tears Of A Mandrake”, que fue la elegida para que Sammet nos ofreciera su primer gran alarde vocal.

No faltaron las bromas sobre la atípica climatología de esta tarde-noche de verano  durante el arranque de “Lovatory Love Machine”, con la base rítmica marcando decididamente el paso antes de la rotunda entrada de las guitarras de Jens Ludwing y Dirk Sauer. Sería precisamente durante este tema cuando Sammet se erigió como ese animador que siempre ha sido, dividiendo a la audiencia en dos sectores para hacernos cantar de forma sucesiva durante varios minutos. Tras recibir una estruendosa ovación y bromear sobre las habilidades amatorias del batería Felix Bohnke, llegaba el momento de ofrecernos la segunda y última muestra de su más reciente trabajo de manos de la pegadiza “Space Police”, que se convertiría en la excusa perfecta para que la gente volviera a entonar su melodía a la vez que movía los brazos de izquierda a derecha.

Pero para el que suscribe los mejores momentos de la descarga de Edguy  llegarían durante el tramo central del show, cuando la banda se centró en ofrecernos una buena muestra de su pasado más netamente powermetalero.  Y es que la química entre banda y público fue verdaderamente asombrosa al intuir el respetable la conocida melodía del hímnico  “Vain Glory Opera”, la pieza que  les puso en el mapa allá por 1998. No sería esta la única sorpresa que el quinteto nos tenia preparada a sus fans más veteranos, ya que la siguiente en hacer acto de presencia sería la poderosa cabalgada contenida en “Babylon”, con un Sammet verdaderamente exultante y con una banda totalmente enchufada que nos hizo revivir durante unos minutos la magia de los “mejores Helloween” de la década de los 80.

El homenaje de Sammet hacia su persona llegaría con la cachonda presentación de la desenfadada “Superheroes”, que fue tarareada como todo un himno por sus incondicionales. Mientras que la encargada de poner el punto de reposo al show sería la más comedida y elegante “Save Me”, con la que demostraban que además de darle caña a su doble bombo los alemanes son unos excelentes interpretes a la hora de adentrarse en terrenos más baladísticos y hardroqueros. Aunque, personalmente, no me gustó que alargaran en exceso algunos de los temas, -dejando cantar demasiado al público-, lo cierto es que temas como “Fucking With Fire (Hair Force One)”, sirvieron para rubricar que  Edguy siguen conservando una buena base de fieles devotos. Así que cuando la banda anunció el último tema de la noche “King Of Fools”, los gritos de euforia y aprobación fueron ensordecedores, respaldando al máximo a una banda que sigue su andadura de forma implacable y que, aunque parezca mentira, va camino de cumplir sus primeros veinticinco años de vida.

THE DARKNESS

Sin duda su irrupción en el panorama musical a principios de este siglo XXI fue todo un shock para los amantes del hard rock, ya que la banda británica aunaba bajo su etiqueta el sello de clasicismo roquero junto a la fuerza, la imagen y la personalidad de un vocalista único e imposible de catalogar como es  Justin Hawkins, algo así como un cruce entre Freddie Mercury, Mick Jagger y David Bowie. Desafortunadamente los excesos acabaron pasando factura y lo que empezó con un exitoso trabajo como fue “Permission To Land”, -del que se vendieron más de 4 millones de copias-,  y una más que convincente secuela “One Way Ticket To Hell… And Back”, se acabó disipando lentamente.

Tras pasar una larga temporada recuperándose de sus adicciones Justin Hawkins regresaba junto a su hermano Dan para retomar la historia, y en 2012 se ponía en circulación el álbum de regreso del cuarteto “Hot Cakes”, al que acompañó su correspondiente gira. Pues bien, con una banda que parece querer recuperar el fuelle y la energía de sus primeros días, los británicos arribaban al escenario De La Rosa dispuestos a presentar algunas de las composiciones de su nuevo trabajo “Last Of Our Kind”, que vio la luz a principios del pasado mes de Junio.

Debo admitir que, teniendo en cuenta que los británicos no son el típico grupo que uno se esperaría encontrar en un cartel como el del Leyendas, tenía mucha curiosidad por ver que tal reacción tendría el público con ellos, y lo cierto es que los que nos acercamos a presenciar su actuación acabamos pasándolo en grande, gracias al desparpajo e histrionismo  de Justin y a una soberbia colección de canciones, ya que la mayoría del repertorio estuvo centrado en el material de “Permission To Land”, del que interpretaron hasta siete composiciones.

Tal y como esperábamos, los británicos no defraudaron en cuanto a sus indumentarias de directo, y se presentaron con unas coloristas y llamativas vestimentas para abrir la descarga al ritmo del primer clásico de la noche “Black Shuck”. Desde los primeros compases del show pudimos apreciar que Justin sigue siendo el  auténtico motor de la banda, se mueve por el escenario con total soltura, interactúa con las primeras filas, se cuelga la guitarra para ejecutar los solos de muchos de los temas, y no para de animar a las primeras filas. Así que  tras levantar el ánimo de la parroquia con el primer recuerdo a su millonario debut llegaba el momento de presentarnos una de sus nuevas composiciones “Open Fire”, que resultó la excusa perfecta para que Justin se marcara los primeros de pasos de baile con su guitarra colgada al cuello.

Pero dejando a un lado las excentricidades del vocalista, lo cierto es que a Justin le acompaña una banda de auténticas garantías. Y es que aunque el vocalista se llevara todas las miradas en escena, el encargado de mantener ese sonido y espíritu 100% roquero fue su hermano Dan, que fue quien atacó con absoluta convicción los riffs de temas como “Growing On Me”, que nos dejaría esa  interminable colección de histriónicos falsetes, o la más novedosa “Mudslide”.

Durante todo el show la conexión entre banda y público fue realmente impactante, y más cuando al frente del timón hubo un auténtico showman como Justin. Pese a ello, sus compañeros también gozaron de su momento de protagonismo, como cuando el bajista Frankie Poullain se encargó de aporrear su cencerro para dar la entrada al tema que abría  su segunda entrega “One Way Ticket”, consiguiendo que todo el mundo se sumara a cantar sus vitalistas estribillos. Durante los primeros compases del show el viento había impedido que se alzara el telón que tenía que presidir el escenario,  así que fue justo antes de la presentación de “Get Your Hands On Off”, que nos dejaría la acrobática  imagen de Justin cabeza abajo dando palmas con los pies, cuando acompañado por los cánticos de la gente se acabó de izar  la lona con el logo de la banda  que se situaría tras la batería de Rufus Tiger Taylor.

Con la gente completamente enloquecida llegaba el momento de una nueva ración de su última entrega discográfica de manos de “Roaring Waters”, que bajó un poco un nivel de intensidad que volvería a repuntar rápidamente cuando el respetable reconoció los primeros acordes de “Love Is Only A Feeling”. Con Dan ejerciendo como líder indiscutible de la banda y llevando los galones de mando llegaba el momento de seguir presentando nuevas composiciones y la elegida sería “Barbarian”, que nos volvía a reencontrar con su faceta más ácida y psicodélica.

Para la recta final del show los británicos nos tenían reservada todo su artillería pesada. Un coreadísimo y celebradísimo “Giving Up”, que nos supo a todos a gloria y que sonó verdaderamente matador, sería el elegido para acabar dejando  paso a los aires más marcadamente metaleros de “Street Spirit”, que se convertiría  en la  piezas más agresivas de la noche.

Acompañado de los cánticos de la audiencia y ataviado con unos diminutos pantalones cortos y  una camiseta del festival Justin regresaba sobre el escenario para ofrecernos una ultima muestra del potencial roquero de su banda. Siendo la elegida para dar el pistoletazo de salida a los bises una rabiosa “Stuck In A Rut”, con la que pondría a las primeras filas a dar palmas para convertirse en la antesala perfecta de “I Believe In A Thing Called Love”. Con banda y público completamente conectados el último fogonazo de la banda de los hermanos Hawkins llegaría de la mano de una delirante versión de “Love On The Rocks”, con paseo de Justin entre la multitud, sin dejar de tocar su instrumento,  para firmar un final apoteósico.

The Darkness no han inventado nada, no son los mejores músicos del planeta, pero tienen unos temas con gancho y pegada, que resultan ideales para el directo. Pero ante todo cuenta con la locura y la genialidad de un personaje como Justin Hawkins.

WARCRY

Tras su accidentada aparición en Rock Fest Bcn, las huestes comandadas por Victor García tenían ocasión de quitarse la espinita, para ello la banda se presentaba en su festival, el Leyendas, para conmemorar su décima aparición. Para ello la banda había decidido optar por un repertorio confeccionado por los fans a base de una votación a través de las redes sociales.

Conscientes de la importancia de esta descarga, los asturianos retrasaron mínimamente su aparición sobre las tablas  para comprobar que en esta ocasión no hubiera ninguna clase de fallo técnico ni de sonido que enturbiara su presentación. Pese a ello, el sonido no fue todo lo brillante que nos hubiera gustado. El arranque como viene siendo habitual desde que la banda publicara su ultima entrega “Inmortal” llegó de la mano de la explosión de melodía y contundencia contenida en “Quiero Oírte”, que nos dejaría unas vistosas fuentes de fuego que dieron colorido a un prometedor arranque.

Aunque la banda contó en todo momento con el apoyo incondicional de sus seguidores, lo cierto es que la voz de Víctor no sonó tan nítida y potente como en anteriores ocasiones, pero para  contrarrestarlo la banda descargó un repertorio absolutamente matador, a la medida de la mayoría de sus seguidores que fueron los que se encargaron de confeccionarlo. De modo que durante el show no faltarían favoritas como “Luz Del Norte” o “Contra El Viento”, en la que los teclados tendrían un protagonismo desbordante.

Los momentos más épicos de la velada llegarían con “Alejando”, que fue la elegida como preámbulo para la llegada de “El Anticristo”, una de las más celebradas de la velada, ya que la banda hacia bastante tiempo que no la incluía en sus directos. Igualmente bien recibida, pero sin tanta efusividad, fue “Huelo El Miedo”, que volvía a centrar nuestro objetivo entre el material más reciente del quinteto. Y como imprescindibles en cualquier concierto de los asturianos no faltaría esa coreadísima e hímnica “Capitan Lawrence”.

El momento acústico de la noche lo pondría una sentida y relajada interpretación de “Nana”, que curiosamente no acabó de convencer a algunos de sus seguidores por el formato acústico escogido. Pero rápidamente el feeling y la intensidad se recuperarían con las fulgurantes acometidas de “Caballo De Troya” y la inyección de animo y buen rollo que desplegó la banda con “Tú Mismo”.

Como si de una quimera se tratara la banda volvería a presentar sus mejores galas para postularse como los candidatos perfectos a ocupar el “Trono Del Metal”, con Víctor, ahora si, inconmensurable y rayando a su mejor nivel. Mientras que la elegida como cierre definitivo sería “Hoy Gano Yo”. Diez años, la historia de los asturianos está ligada indisolublemente a la del  Leyendas, tanto la banda como el propio festival han ido creciendo de la mano. Así que mientras el Leyendas se ha convertido en una cita ineludible  para todos los amantes del heavy metal, Warcry se han convertido en un bastión inexpugnable de nuestra escena.

DORO

Como todo acontecimiento que se precie esta décima edición del festival Leyendas Del Rock tenía que contar con una madrina de altura, y que mejor elección si hablamos de heavy metal que la única e indiscutible reina del metal, la incombustible y carismática Doro Pesh. Querida y respetada por varias generaciones de metaleros, la pequeña vocalista de Düsseldorf se ha ganado a pulso  un hueco en el corazón de todos los seguidores del estilo. Y es que desde que debutara en 1984 con aquel mítico “Burning The Witches”, junto a sus compañeros de Warlock, la carrera de la vocalista ha sido fulgurante, siempre en primera línea de fuego y ofreciendo unos directos verdaderamente demoledores.

Acogida con absoluta veneración por la parroquia metálica nacional y con un vistoso telón que engalanaba el escenario para la ocasión, la banda salía absolutamente desatada con la primeriza “I Rule The Ruins”, sonando fuerte, compacta y con mucha potencia, incluso me atrevería a decir que un tanto acelerados, tal y como pudimos comprobar en esos atropellados y algo descoordinados coros que marcaron la pieza de apertura. Habiendo roto el hielo con un clásico inapelable de la etapa de Warlock, la mirada al pasado proseguiría con otro himno incontestable de la década de los ochenta como “Burning The Witches”, con el que la banda ya más asentada y con la inestimable ayuda del publico sonó verdaderamente abrumadora.

Sonriente, simpática y siempre atenta para complacer a sus incondicionales, Doro se mostró en un excelente estado de forma, ejerciendo como la fantástica frontwoman que es, moviéndose incansablemente por el escenario mientras cedía a las primeras filas unas altas cuotas de protagonismo, tal y como sucedió con “Fight For Rock”, que fue la elegida para poner el punto y seguido a la primera trilogía de material verdaderamente clásico.

Ante semejante exhibición de artillería pesada en el arranque, el contraste lo pondría una de las piezas más efectivas que la vocalista ha facturado a lo largo de los últimos años “Raise Your Fist In The Air”, que lejos de provocar que los ánimos se aplacaran entre la audiencia continuó manteniendo la fiesta en todo lo alto, para acabar dejando paso al explosivo y épico “Metal Racer”, que nos proponía un nuevo guiño al material de su ex_banda. El primer momento de relativa calma llegaría cuando la penumbra se adueñó del escenario antes de sumergirnos en  ese sugerente y elegante “The Night Of The Warlock”, que sería el responsable de que las primeras filas se pusieran a dar palmas acompañando sus primeros compases antes de que todos aunáramos nuestras voces siguiendo los dictados de una imparable Doro.

Pese a que durante todo el show el sonido fue bastante bueno, el combo alemán no se libro de algunos pequeños problemas a lo largo del mítico “Für Immer”. La encargada de retomar el “feeling” más netamente hard roquero que estaba llevando el show hasta ese momento sería “Metal Tango”, que recogió una de las mayores ovaciones de la noche y que se acabaría convirtiendo en el preámbulo perfecto para una nueva retahíla de clásicos, en esta ocasión, conformada por gemas indiscutibles dentro del catálogo de la vocalista como “Burn It Up”, que nos ponía a todos a saltar, la acaparadora “Revenge”, que representaba una nueva escala en su más reciente entrega discográfica, y el incombustible “True As Steel”, convertida con el paso de los años en todo un himno para la parroquia metalera.

Como siempre la vocalista quiso tener un guiño para sus mas veteranos y fieles seguidores acordándose de su primera visita a nuestro país, todavía en las filas de Warlock, en 1986 cuando la banda se presentó acompañando a Judas Priest. Precisamente e hilándolo con lo anterior la incombustible vocalista aprovechó el speech para que sirviera como presentación de su particular versión del clásico de los británicos “Breaking The Law”, que como no podía ser de otra manera acabó convirtiendo el recinto en una verdadera fiesta con toda la audiencia gritando ensordecedoramente su fulgurante estribillo.

Los últimos cartuchos de la descarga de Doro estarían protagonizada por el irrepetible “All We Are”, impresionante ver la respuesta del público que acompañó el tema como si le fuera la vida en ello, para poner el broche definitivo con otro guiño a su pasado, concretamente con una fulgurante versión de “Hellbound”. En definitiva, muchos serán los que repitan la cantinela de que la vocalista de Düsseldorf viene cada año a nuestro país, pero lo cierto es que mientras siga ofreciéndonos  unos directos tan salvajes y desbordantes de actitud puede venir las veces que crea oportuno, la estaremos esperando. Una vez más ¡Grande Doro!

Antes de dar con concluida está jornada de Sábado todavía tendríamos tiempo de deleitarnos con la nueva encarnación de los madrileños SARATOGA, quienes continúan dando rienda suelta a su exitosa gira de regreso con la formación compuesta por Dani, Tete, Nicko y Jero. Además de repasar algunos de los temas más emblemáticos  de su longeva trayectoria como “A Sangre Y Fuego”, “Ángel De Barro”, e incluso “Mi Ciudad”, de la etapa con Gabi Bohente al frente, los madrileños anunciaron su intención de grabar un nuevo trabajo de estudio. Pese a que el sonido no estuvo a la altura del prestigio de una banda como Saratoga lo cierto es que trallazos incontestables como “Heavy Metal” o “Las Puertas Del Cielo””, sirvieron para calentar el animo de sus fervientes seguidores. Quizás el único luna para una actuación muy destacable fue la interpretación de “Si Amaneciera”, que personalmente no acabó de convencerme, ya que perdió algo de dramatismo e intensidad.


Para cerrar los escenarios principales contaríamos con una de las bandas que mas tirón están teniendo en los últimos tiempos si hablamos de heavy metal nacional, ALQUIMIA. Ya en la edición del año pasado la nueva aventura del guitarrista Alberto Rionda dejaron unas magnificas sensaciones con su espectacular descarga en el escenario Mark Reale. Así que de cara a esta décima edición el quinteto repetía en el incomparable marco de uno de los grandes escenarios. Más maduros y perfectamente conjuntados Alquimia dieron un show verdaderamente apoteósico, capitaneados por un Israel, al que ahora se ve mucho más maduro y asentado. Alquimia además de repasar algunos de los grandes himnos contenidos en  su debut como “El Lobo Y El Arca” o “Divina Providencia”, junto a algunos de los clásicos de la etapa de Rionda en  Avalanch como “Xana” y ”Torquemada”, no quisieron desaprovechar la ocasión para ofrecernos alguna pequeña muestra del material que formara parte de su próximo trabajo, presentándonos un tema nuevo “Sol Negro”, que dejó unas fantásticas sensaciones entre todos los presentes.




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